Desarrollo, subdesarrollo y economías emergentes

Development, underdevelopment, and emerging economies

Doi: 10.22458/rna.v14i1.4784

Gustavo Hernández Castro1

1.Universidad Estatal a Distancia (UNED), Escuela Ciencias de la Administración, San José, Costa Rica
ghernandezc@uned.ac.cr/ https://orcid.org/0000-0003-4632-5532

Recepción: 01 de abril de 2023 Revisión: 17 de mayo de 2023 Aceptación: 29 de mayo de 2023

RESUMEN

Estudiar las economías denominadas emergentes tiene dos propósitos. En primer lugar, enriquecer el ideario filosófico latinoamericano al analizar los resultados del sistema capitalista, del sistema socialista y, de modo particular, la actual etapa de la economía global, en el contexto de lo que se ha denominado la modernidad inacabada1. En segundo lugar, propiciar una crítica que sirva como herramienta teórico-práctica para contrarrestar las nuevas formas hegemónicas de la economía mundial, que afectan la vida de los seres humanos en cuanto a sus prácticas culturales y a los discursos simbólicos y materiales apropiados por estos, los cuales tienen al mundo al borde de la autodestrucción.

PALABRAS CLAVE:

ECONOMÍA GLOBAL, MODERNIDAD, ÉTICA PARA LA VIDA DESARROLLO DESIGUAL.

ABSTRACT

Studying so-called emerging economies serves two purposes. Firstly, it enriches the Latin American philosophical thought by analyzing the outcomes of the capitalist system, the socialist system, and particularly the current stage of the global economy, within the context of what has been called unfinished modernity. Secondly, it encourages a critique that serves as a theoretical and practical tool to counteract the new hegemonic forms of the global economy, which impact human life in terms of cultural practices and the symbolic and material discourses appropriated by them, bringing the world to the brink of self-destruction.

KEYWORDS:

GLOBAL ECONOMY, MODERNITY, ETHICS FOR LIFE, UNEQUAL DEVELOPMENT.

RÉSUMÉ

L’étude des économies dites émergentes sert à deux fins. Premièrement, elle enrichit la pensée philosophique latino-américaine en analysant les résultats du système capitaliste, du système socialiste et en particulier de l’étape actuelle de l’économie mondiale, dans le contexte de ce qui a été appelé la modernité inachevée. Deuxièmement, elle encourage une critique qui sert d’outil théorique et pratique pour contrer les nouvelles formes hégémoniques de l’économie mondiale, qui impactent la vie humaine en termes de pratiques culturelles et de discours symboliques et matériels appropriés par ceux-ci, conduisant le monde au bord de l’autodestruction.

MOTS-CLÉS:

ÉCONOMIE MONDIALE, MODERNITÉ, ÉTHIQUE DE VIE, DÉVELOPPEMENT INÉGAL.

RESUMO

Estudar as economias denominadas emergentes tem dois propósitos. Primeiro, enriquecer o ideário filosófico latino-americano ao analisar os resultados do sistema capitalista, do sistema socialista e, de forma particular, a atual etapa da economia global, no contexto do que tem sido chamado de modernidade inacabada. Segundo, promover uma crítica que sirva como ferramenta teórico-prática para contrapor as novas formas hegemônicas da economia mundial, que afetam a vida dos seres humanos em termos de suas práticas culturais e os discursos simbólicos e materiais apropriados por estes, os quais têm o mundo à beira da autodestruição.

PALAVRAS-CHAVE:

ECONOMIA GLOBAL, MODERNIDADE, ÉTICA PARA A VIDA, DESENVOLVIMENTO DESIGUAL.

Nota: Este artículo representa la sinopsis de la investigación registrada en la COMIEX (código P2021-019) de la Escuela Ciencias de la Administración (ECA), y en la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad Estatal Distancia (UNED) bajo el código V-INVES-GPROY-2021-022. El autor realiza el estudio en el marco de la investigación posdoctoral.

INTRODUCCIÓN

Cuando se analiza a las economías emergentes, término gestado al interior de la International Finance Corporation (IFC) del Banco Mundial, en la década de los ochenta del siglo pasado, se debe reflexionar acerca de la relación intrínseca que tiene este concepto respecto a los constructos teóricos denominados teorías de imperialismo y las teorías del desarrollo y subdesarrollo, y estas a su vez, tienen su correlato con los aportes dados por la economía clásica, la neoclásica y la propuesta dada por el marxismo original y sus respectivas interpretaciones. Asimismo, la discusión de las economías emergentes debe hacerse a partir de una crítica respecto a los distintos enfoques filosóficos y teológicos dados en la modernidad.

La perspectiva teórica en el objeto de estudio se desdobla en dos dimensiones. Por un lado, encontrar las raíces del concepto de economías emergentes y por otro, discernir cómo este concepto está ligado a una epistemología (relación sujeto-objeto) y cómo este afecta en la construcción de una ética para la vida, en la cual el sujeto es presentado, en la modernidad in extremis, como un sujeto negado. Así pues, se propone realizar una crítica interna a las categorías de razón instrumental, razón mítica y ética para la vida; mediante el estudio de los intertextos presentes en el concepto de economías emergentes, atendiendo a su génesis y su coherencia interna.

Al revisar la distinta literatura que se ha escrito acerca del tema, se pueden encontrar, entre otros, los siguientes términos para referirse a un país o países sin desarrollo: subdesarrollo, países pobres, países en desarrollo, economías en crecimiento, países en posición intermedia, economías inmaduras, desarrollo intermedio, países en vías de desarrollo, economías periféricas, desarrollo temprano, mercados en crecimiento, economía primitiva, regiones atrasadas, países del tercer mundo.

Adicionalmente, en el entorno de las ciencias sociales no hay consenso respecto al concepto y a los países que conforman las denominadas economías emergentes. En lo que sí hay acuerdo es que, posterior a la II GM, el presidente de Estados Unidos, Harry Truman, en el discurso sobre el estado de la Unión (20 de enero de 1949), también conocido como Four Point Speech, utiliza los términos de trato justo y democrático para establecer zonas o regiones subdesarrolladas y zonas o regiones desarrollas o avanzadas, y con esto asignar un criterio geopolítico de visión de mundo2.

Así pues, los distintos programas económicos liderados por los EE. UU en los diferentes continentes permitieron que los países denominados subdesarrollados iniciaran procesos de mejora de algunos de los indicadores económicos, entre los que se destacan la capacidad de producción, mejora de infraestructura, el ascenso de los niveles de seguridad social y el crecimiento de la renta per cápita.

Estas economías, conocidas principalmente por el nombre de países subdesarrollados y caracterizados por un bajo nivel de productividad, mercado interno reducido, alto endeudamiento externo, capacidad de inversión limitada, fugas de capitales, deterioro en la balanza de pagos, entre otros elementos, presentaron indicadores positivos y paulatinamente se posicionaron en los mercados internacionales calificados para recibir más inversión externa.

No obstante, el término de países subdesarrollados se refiere a los países pobres. Países que tienen un bajo nivel de vida y, en consecuencia, sus habitantes no disponen de los suficientes medios que garantice una existencia digna con educación, salud, empleo, entre otros indicadores de bienestar social.

Con las teorías del desarrollo-subdesarrollo, la denominación de países subdesarrollados, cambió al nombre de países en desarrollo o economías en crecimiento, concepto que disfraza una realidad imposible de ignorar. Posterior a la caída del muro de Berlín algunas economías iniciaron un proceso acelerado de crecimiento económico; consecuencia, en primer lugar, de la estrategia de globalización, en segundo lugar, a la inserción de productos al mercado internacional y en una presencia relativa en el escenario mundial debido a asuntos propios de la geopolítica3.

A estas economías se le nombró economías emergentes y no existe un consenso sobre cuáles son las variables seleccionadas, puesto que las caracterizaciones siguen basándose en las mismas categorías de la razón instrumental, propias de la economía clásica-neoclásica y las teorías del desarrollo-subdesarrollo.

Estas características son, entre otras:

1)Distribución de ingresos desigual.

2)Informalidad que no solamente concierne a los “trabajadores por su propia cuenta”, sino también a los asalariados de pequeñas empresas.

3)Brechas particularmente pronunciadas en la productividad de trabajo entre empresas.

4)Altos niveles de corrupción y vaguedad en las decisiones gubernamentales.

TEORÍAS DEL DESARROLLO-SUBDESARROLLO Y ECONOMÍAS EMERGENTES

La discusión de los conceptos economías emergentes y subdesarrollo-desarrollo4 se deben analizar desde la perspectiva del desarrollo desigual, en un diálogo con sus principales corrientes teóricas: subdesarrollo, desarrollo, crecimiento autosustentado y la teoría de la dependencia.

SUBDESARROLLO

La primera tesis que se debe explicar es que la teoría del subdesarrollo es una teoría del desarrollo, de tal forma que el desarrollo condiciona a las sociedades subdesarrolladas; en otras palabras, el subdesarrollo5 es una categoría intrínseca del desarrollo. Para concebir lo anterior, se deben considerar6 dos asuntos; por una parte, entender que la sociedad tradicional o precapitalista7 no es lo mismo que una sociedad subdesarrollada; y, por otra, que el subdesarrollo sea un atraso o ausencia de modernidad8.

Las sociedades precapitalistas o tradicionales9 son previas a la I Revolución industrial y, por tanto, desconocen que son sociedades tradicionales. El concepto de desarrollo surge con la I Revolución industrial10; así pues, el subdesarrollo es una categoría formulada a partir del centro desarrollado, y están determinadas por relaciones económicas, sociales e ideológicas, del propio centro.

En este contexto se debe retomar el enfoque dado por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)11 respecto a las categorías cuantitativitas y cualitativas del concepto y que eliminan las diferencias cualitativas existentes entre subdesarrollo y desarrollo. Con esto, busca inclinar la mirada a la categoría cuantitativa de que las sociedades subdesarrolladas sean atrasadas por un factor cuantitativo (crecimiento económico) y, en consecuencia, exista el subdesarrollo; esta categoría cuantitativa está vinculadas en las teóricas económicas clásicas y neoclásicas, incluida el marxismo.

Al poner en duda estas categorías, permite excluir la concepción de que el desarrollo origina el subdesarrollo; o bien, que el subdesarrollo sea un vínculo con el sistema capitalista. Dicho, en otros términos, el atraso de las sociedades (subdesarrollo) se da por factores cuantitativos y no cualitativos en la organización de estas. En otras palabras, al eliminar la categoría cualitativa en la teoría desarrollo-subdesarrollo se coloca al desarrollo desde la perspectiva del crecimiento económico como base del desarrollo, sin considerar que los factores cuantitativos entre desarrollo y subdesarrollo están en función de la composición orgánica del capital (relación entre el capital constante y el capital variable12) y no de factores cualitativos.

Así las cosas, el subdesarrollo no es un atraso sino más bien una contradicción emanada desde el centro desarrollado; la tecnología, las formas de organización y el consumo provienen de los centros desarrollados, mismos que, a su vez, sufren las consecuencias de otros centros desarrollados.

DESARROLLO

Al reflexionar acerca del concepto de desarrollo es necesario detenerse en tres puntos específicos. Primero, exhibir el carácter ahistórico del concepto de desarrollo (economicismo) que se ha utilizado13. Segundo, exponer una concepción nueva de desarrollo (teorías modernistas), denominado desarrollo económico sustentado; para analizar la interdependencia del desarrollo económico con los factores sociales, políticos y axiológicos del desarrollo económico. Tercero, problematizar la teoría de la dependencia.

En relación con lo primero, es necesario separar el concepto de desarrollo, del concepto economicista de desarrollo. El concepto economicista de desarrollo refiere a que el subdesarrollo es cuando una nación tiene una renta per cápita por individuo inferior a la renta per cápita por persona de otras naciones; es decir, si un país mejora su renta per cápita, gradualmente sale del subdesarrollo. El representante de este concepto es Samuelson.

Una nación subdesarrollada es simplemente aquella cuya renta real por habitante es baja en relación con la renta por cabeza de naciones (…) Se considera nación subdesarrollada aquella capaz de mejorar notablemente su nivel de renta. (…) Ustedes trabajan con solamente 1/60 de la fuerza mecánica con que laboran sus semejantes en Estados Unidos. Saben ustedes poco de ciencia y mucho de folklore; sus métodos e instrumentos de trabajo son primitivos, y la disciplina de los mercados ni las comisiones de planificación tienen mucho sentido para ustedes. Como ciudadanos de Asia, África o América Latina, ustedes constituyen el 60 por 100 de la población mundial, pero deben dividir entre sí solamente el 12 por 100 de la renta mundial. Pueden meditar el hecho de que Estados Unidos, con el 6 por 100 de la población, disfruta del 30 por 100 de la renta mundial, y que otros países avanzados no comunistas con 12 por 100 de la población, disfrutan del 31 por 100 de la renta mundial14.

La posición de Samuelson advierte que, entre más flujo monetario exista en un país, concurrirá un incremento de bienestar, y por consiguiente un mayor consumo para la población. No obstante, se deja al mercado (en abstracto) la posibilidad de ofrecer una distribución de la riqueza a futuro. El concepto economicista implica:

Estimular la intensificación de las fuerzas productivas, contabilizadas como contribuciones a la riqueza, que provoca el daño ambiental, social y humano (ética banal).

No interesa incentivar una cultura para la prevención para detener la destrucción del planeta.

Incentivar una cultura de los fines inmediatos.

Desestimula alternativas para la generación de modelos o actividades económicos distintas para un proyecto de liberación humana.

Considera al sector empresarial como los únicos generadores de riqueza y a la empleabilidad pública como una carga que impide a una nación generar mayores riquezas.

Respecto a lo segundo -crecimiento autosustentado y acumulativo- (teorías de la modernización), se debe advertir que esta corriente de pensamiento viene dándose desde la revolución industrial y es Marx quien lo estudia. Es una concepción que trata de revitalizar la posibilidad del crecimiento económico en los países subdesarrollados. Su periodo sustantivo se inicia terminando la Segunda Guerra Mundial (IIGM), y se extiende hasta principios de los años sesenta del siglo pasado.

La teoría de la modernización15 basó la explicación del desarrollo al afirmar que el desarrollo capitalista era factible con una política social sistemática. Asimismo, proponía que la interdependencia entre las estructuras económicas, sociales y políticas contribuían a revitalizar las sociedades en el orden de los factores sociales, políticos y culturales, para procurar el desarrollo económico.

El común denominador continúa siendo el índice económico; pueden existir avances en los factores sociales, de salud, de educación, políticos, etc., pero si no hay desarrollo económico, lo demás es aparente, se permanece en el subdesarrollo o describe modalidades de subdesarrollo.

CRECIMIENTO AUTOSUSTENTADO Y LA TEORÍA DE LA DEPENDENCIA

Hinkelammert16 es de los autores que sientan las bases para una crítica a la CEPAL, quién la denomina una nueva forma de expresión de las teorías modernistas y conocidas como teorías desarrollistas y teoría de la dependencia. La CEPAL fue creada en 1948 para promover el avance económico y social de América Latina; se teorizaba sobre un proceso de industrialización vía sustitución de importaciones, mediante un desarrollo productivo organizado por Estado, para posibilitar el cambio de estructura y valores, el cual permitiría a las naciones pasar del subdesarrollo al desarrollo.

Uno de los pensadores más sólidos que tuvo la CEPAL fue Raúl Prébisch. La propuesta teórica de este intelectual surge del derrumbe del sistema comercial y financiero internacional durante los años treinta del siglo pasado. Prébisch establece que las problemáticas de los países en vías de desarrollo no se deben analizar de forma independiente, en tanto su participación dentro de la economía mundial.

Los procesos de desarrollo de estos países son cualitativamente diferentes a los de los países ya desarrollados. En consecuencia, según Prébisch, no hay etapas de desarrollo uniformes. El desarrollo tardío (capitalismo periférico) tiene una dinámica distinta y, de las cuáles, las naciones que experimentaron un desarrollo temprano se transformaron en el centro de la economía mundial17.

Prébisch afirmaba que la superación de las asimetrías del sistema internacional, necesariamente tenían que realizarse en la estructura económica mundial y en la transformación de las estructuras de los países periféricos. Este pensador le denominó desarrollo desde el centro. El proceso de industrialización se visualizó como el principal camino de transformación de la estructura productiva (difusión del progreso técnico) y la sustitución de importaciones como su principal mecanismo.

Según Prébisch, las asimetrías entre los países se reflejan en las estructuras productivas. Para los países de la periferia se da una estructura productiva especializada y heterogénea; mientras que para los países del centro se establece una estructura diversificada y homogénea. El desarrollo tecnológico se origina en los países del centro con capacidad de consumo, y, en consecuencia, concentran las ramas de producción más dinámicas18.

Por otro lado, los procesos de industrialización de los países periféricos tenían menos probabilidades de absorber la mano de obra ociosa del sector rural. En otras palabras, pocos trabajadores eran absorbidos en los sectores de alta productividad, y una cantidad mayor de mano de obra quedaban relegados a sectores de baja productividad19.

En este contexto, la CEPAL, en sus concepciones, trae consigo toda la tradición anterior. Si bien esta organización realizó esfuerzos para que los países de América Latina lograran el desarrollo esperado, sus metas se truncaron porque fue incapaz de discernir que el problema del desarrollo es analizado en función del desarrollo económico (entiéndase indicadores cuantitativos económicos). Si bien es cierto, es una concepción que la CEPAL critica, es de reconocer que no se le puede atribuir a la teoría cepalina, los resultados obtenidos en los países de América Latina.

Lo anterior se debe a que los pensadores de la CEPAL no quisieron entrar en confrontación con las ideologías de la teoría de la modernización, y continuaron con las explicaciones de la racionalidad de la sociedad moderna20. Al respecto, surge una pregunta imperiosa: ¿por qué han fracaso estas teorías al explicar el concepto de desarrollo dentro de la racionalidad de la sociedad moderna? Una respuesta la ofrece Furtado, al referirse al mito como guía que utilizan los científicos para interpretar la realidad, y que servirá para la explicación de la teoría de la dependencia:

[…] el mito congrega un conjunto de hipótesis que no pueden ser verificadas. Con todo, no es ésa una dificultad mayor, pues el trabajo analítico se realiza a un nivel mucho más próximo a la realidad. La función principal del mito es orientar, a nivel intuitivo, la construcción de lo que Schumpeter llamó la visión del proceso social, sin la cual el trabajo analítico no tendría ningún sentido. Así, los mitos funcionan como lámparas que iluminan el campo de percepción del científico social, permitiéndoles tener una visión clara de ciertos problemas y no ver nada de otros, al mismo tiempo que le proporciona tranquilidad espiritual, pues las discriminaciones valorativas que realiza aparecen en su espíritu como un reflejo de la realidad objetiva21.

La CEPAL no se distancia de la tesis de que el único desarrollo posible es el desarrollo económico, como última instancia para salir del subdesarrollo; prolonga, en su discurso, la noción de la teoría de la modernización y del crecimiento autosustentado como bastiones para que los países en subdesarrollo, enfoquen sus esfuerzos en iniciar procesos de industrialización y de sustitución de importaciones a fin de salir del subdesarrollo, en última instancia, crecimiento económico (décadas cincuenta y sesenta siglo pasado).

Para la década del setenta, la CEPAL propone esquemas para que la región aplique reformas orientadas a desobstaculizar los procesos de la industrialización. Reorienta los estilos de desarrollo hacia la homogenización social y la diversificación exportadora.

En el periodo de los años ochenta, la CEPAL cambia su discurso para que los países enfrenten el endeudamiento externo mediante el ajuste con crecimiento. Y, finalmente, para la década de los noventa del siglo pasado, cambia nuevamente su discurso en dirección a la búsqueda de la transformación productiva con equidad inversión y crecimiento.22

Otra de las teorías que se elaboró en las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado fue la teoría de la dependencia, y explica la forma de solucionar la situación de estancamiento económico y social latinoamericano; como una respuesta a la teoría de la industrialización de la CEPAL y a la teoría modernista del desarrollo. No obstante, la teoría de la dependencia estaba enfocada en la concepción de que el centro determina el desarrollo de la periferia, idea puesta en duda por Prébisch.23

Los cuatro ejes sustantivos que se discutieron al respecto fueron los siguientes:

La existencia de relaciones desiguales de poder, en donde la subordinación no solo es económica sino también política y cultural; estas determinan las relaciones comerciales y el desarrollo de la dependencia.

Las naciones subdesarrolladas les proveen a las naciones desarrolladas sus recursos naturales, su mano de obra barata y un destino ideal para la tecnología obsoleta, situaciones sin las cuales estas últimas naciones no podrían mantener el nivel de vida que tienen.

Las naciones desarrolladas perpetuán la dependencia mediante el sistema político, educativo y cultural.

Las naciones desarrolladas eliminan cualquier intento de las naciones dependientes de resistir, mediante sanciones económicas o el uso de la fuerza militar.

La teoría de la dependencia no logró salir del círculo vicioso de la racionalidad instrumental, se quedó anclada en las concepciones anteriores. Es decir, en la medida que haya crecimiento de la producción de bienes materiales en la sociedad, en esa medida una nación es desarrollada o no lo es. “Por consiguiente, el subdesarrollo es un proceso histórico autónomo y no una etapa por la que deban haber pasado, necesariamente, las economías que ya alcanzaron un grado superior de desarrollo24”. Aunque los cuatro ejes propuestos por la teoría de la dependencia fueron acertados en su formulación, a nivel explicativo la fundamentación no fue la apropiada, en otras palabras, no fue correcta la concepción epistemológica de fondo al dejar como actores de la historia a los centros, y, vaciando de su calidad de sujetos históricos a la periferia.

Furtado entiende por proceso autónomo, aquel que está ligado al proceso de producción, la redistribución de recursos que origina el excedente adicional y la forma de apropiación de ese excedente; y al proceso de circulación, a la utilización de excedente ligado a la adopción de pautas de consumo, copiadas de países cuya acumulación es más alto. “En síntesis, el subdesarrollo puede describirse como un desequilibrio al nivel de los factores de producción, esto es, como un desajuste permanente entre oferta y demanda de factores provenientes de cierta articulación entre el perfil de la demanda y las formas de las funciones de producción”25.

Ahora bien, el subdesarrollo se debe entender desde el análisis de un espacio económico, donde resulta indispensable comprender el concepto del equilibrio económico en el espacio, en dos vías. La primera, advierte la existencia de una relación equilibrada entre los aglomerados industriales y zonas periféricas; la segunda, el concepto de desequilibrio en el espacio, como resultado de un desarrollo desigual, en relación con tres aristas: a) relación entre aglomerados industriales, b) zonas periféricas desequilibradas en relación con los centros y c) zonas periféricas desequilibradas. “Solo en el caso de que haya desequilibrio en el país periférico existe tendencia al subdesarrollo. Por eso, la pregunta referente a los orígenes del subdesarrollo es también una pregunta relativa a los orígenes de la zona periférica desequilibradas”26. Para Prébisch, mutaciones en la periferia.

La existencia de zonas desequilibradas (periferias) demuestra que el desarrollo económico se da en otras partes del mundo como resultado del comercio mundial (medios de transportes, intercambio de bienes, materias primas, etc.). La existencia del desarrollo económico permite comprender la ausencia de desarrollo, misma que repercute en la vida de millones de personas en todo el planeta.

Autores como Cardoso y Faletto señalan que el subdesarrollo-desarrollo se debe entender como el proceso mediante el cual las economías subdesarrolladas se vincularon históricamente al mercado mundial; y como la conformación de grupos sociales a lo interno de las periferias basaron sus relaciones con las del centro, y propiciaron una dependencia con los países capitalistas originarios27 . Para estos autores, existe el subdesarrollo, porque existe dependencia; esto implica una forma de dominación que se refleja en el comportamiento de los grupos, ya sean estos productores o consumidores; esto último, envuelve el grado de diferenciación del sistema productivo que se da en las periferias.

El problema epistemológico encontrado en la posición de estos autores es que realizaron descripciones del proceso histórico de las economías dependientes y las formas particulares en las que se circunscribieron en sus etapas de dependencia. Una salida posible para comprender los procesos de los países con desarrollo desigual es estudiar la estructura de los comportamientos de los grupos sociales, con las estructuras de clases, y con esto determinar las estructuras de poder. Lo anterior, abre una posibilidad al sujeto que habita en los países con desarrollo desigual, de cambiar sus condiciones materiales y espirituales y, por ende, a la construcción de una ética para la vida.

APROXIMACIÓN AL CONCEPTO DE ECONOMÍAS EMERGENTES

El concepto de economías emergentes no es una categoría que se haya definido con exactitud y que, además, sea aceptada de común acuerdo en el mundo de las ciencias sociales y, dentro de estas, en la disciplina económica. No obstante, es un término utilizado comúnmente por aquellas personas dedicadas a la profesión de la economía, sociología, antropología y de las distintas disciplinas administrativas. También por todas aquellas personas que se refieren o utilizan esa categoría, para explicar o referirse a algún tema en particular, respecto a la situación económica de los países en general.

El término de economías emergentes también es confundido con la categoría de economías alternativas y, en algunos casos, se equiparán los términos o se confunden como un simple sinónimo. Lo cierto del caso, es que en la literatura económica y de las ciencias sociales en general, así como las economías subdesarrolladas, se definen como aquel país o aquellos países28, que se ubican en una posición intermedia, entre una economía desarrollada y una en “desarrollo”.29

Es en la década de los ochenta del siglo pasado que surge el término de economías emergentes consecuencia de los resultados económicos arrojados por los tigres asiáticos30. A estos países se les denominó NIC (Newly Industrialized Country)31 descritos como países emergentes caracterizados por el dinamismo de sus economías, y que, de acuerdo con los indicadores económicos obtenidos, habían salido del subdesarrollo. Estos países compartían las siguientes características:

a.)Incremento en las libertades sociales y derechos civiles.

b.)Transformación de la economía primaria o de agricultura a una economía industrial, especialmente en el sector de manufactura.

c.)Incremento en la apertura de sus economías al mercado mundial.

d.)Corporaciones de origen nacional operando en varios continentes.

e.)Atracción e inversión de capital extranjero.

f.)Liderazgo político en su área de influencia geográfica.

Antoni van Agtmael fue quien acuñó el término cuando trabajaba en la International Finance Corporation (IFC) del Banco Mundial. En ese periodo la posibilidad de invertir en economías “inmaduras” o “economías en desarrollo” no era de buen agrado o bien vista por parte de algunas instituciones inversoras como la IFC. Así pues, van Agtmael se propuso la tarea de abrir carteras de inversiones en los “países en desarrollo” para colaborar con los proyectos y programas del sector empresarial, y con la finalidad que estos no fueran dependientes de la deuda externa32.

En 1981 tras una reunión con inversores en New York, van Agtmael, para motivarlos a colocar dinero en los “países subdesarrollados” o del tercer mundo, se percató de cara a los inversores, que estos países tenían el estigma de ser modelos riesgosos33 no aptos para la inversión, ya que en sí mismos, referían al subdesarrollo, la pobreza, la corrupción, la baja educación, entre otros atributos.

Después de un proceso de reflexión, para cambiar la percepción de los inversores, van Agtmael ideó el término economías emergentes para referirse a países que tenían las capacidades internas para iniciar transformaciones desde una óptica de progreso, orden y dinamismo económico y social “…De ahora en adelante, nos referiremos permanentemente a nuestra base de datos del tercer mundo como la base de datos de los mercados emergentes, y se creaba además el primer índice para los mercados emergentes”34.

Así pues, el término de mercados emergentes refiere a países subdesarrollados o del tercer mundo, que captan empréstitos de instituciones financieras con la finalidad de activar su mercado in interno y externo y con ello elevar los índices de competitividad. A su vez, estos países para mejorar sus indicadores económicos se configuran como mercados maduros en la creciente integración global35, caracterizados por la transnacionalización del capital financiero.

Posterior a la conceptualización ofrecida por van Agtmael, se han suscitado otras definiciones que guardan relación con el concepto inicial. Por ejemplo, para Jiménez y Jiménez36 una economía emergente es “una zona amplia de relaciones económicas considerando los mercados de similares características que pertenezcan a una misma área geográfica”. Al analizar esta definición, se observa que la misma resulta imprecisa ya que, por ejemplo, si se hace una comparación entre Brasil y China, se aprecia que son países denominados “emergentes”, pero disímiles en ubicación geográfica.

Otra definición menos precisa es la que utiliza Navarrete37 al referirse que las economías avanzadas o desarrolladas están siendo afrontadas por el ascenso económico de países con desarrollo intermedio, a estas economías se les categoriza como países emergentes. El análisis que Navarrete realizó en el 2013 agrupó a 18 países en seis criterios: a) crecimiento económico rápido y sostenido anterior a la crisis de 2008; b) magnitud económica significativa en el conjunto del mundo en desarrollo; c) mejoramiento sostenido y apreciable del producto real por persona; d) superficie territorial superior a los 500 mil km2; e) masa poblacional superior a 40 millones, y f) esperanza de vida al nacer de por lo menos 70 años38. A su vez, Navarrete delimita las economías emergentes en tres grupos específicos de países: desarrollados, emergentes y subdesarrollados o en vías de desarrollo. Estas economías tienen en común denominador el aspecto económico más que el geográfico o estratégico propiamente dicho.

Para el año de 2001, O’Neill acuña el acrónimo BRIC39 en un artículo titulado Construyendo mejores ladrillos económicos globales BRIC (Building Better Global Economic BRIC) para identificar cuatro países que reportaban factores económicos positivos (economías en crecimiento): Brasil, Rusia, India y China. En coincidencia con la Asamblea General de las Naciones Unidas, realizada en septiembre de 2006, los ministros de relaciones exteriores de Brasil, Rusia, India y China se reunieron en Nueva York y firmaron un acuerdo de intereses para institucionalizar la cooperación multilateral. En el 2010 se incorporó Sudáfrica y pasó de denominarse BRICS. Desde el 2009 a junio de 2022 se han realizado 14 cumbres organizadas por los países miembros.

En el 2005, O’Neill agrupó y adicionó a 11 países que figuraban con factores económicos sobresalientes y les denominó Next Eleven (N-11). Estos países son: Bangladesh, Egipto, Indonesia, Irán, Corea del Sur, México, Nigeria, Paquistán, Filipinas, Turquía y Vietnam40. Para realizar una valoración integral del BRICs y del N-11, O’Neill introdujo el concepto denominado índice de GES (Growth Environment Score/Puntuación del Entorno de Crecimiento). El índice El GES consta de cinco categorías determinantes del crecimiento económico y trece subíndices microeconómicos correlacionados (ver tabla 1) en la cual, la variable de la educación es la de mayor jerarquía, ya que la misma está relacionada directamente con guiar a la población a elevar la productividad41 (intensificar las fuerzas productivas):

Estabilidad macroeconómica: inflación, déficit público y deuda externa.

Condiciones macroeconómicas: inversión y apertura.

Capacidades tecnológicas: penetración de teléfonos, computadoras e Internet.

Capital humano: promedio de años de educación secundaria y esperanza de vida.

Condiciones políticas: estabilidad política, gobernanza pública y corrupción.

Tabla 1. Índice de GES

Variables macroeconómicas

Subíndices microeconómicos

Estabilidad

Inflación, déficit público y deuda externa.

Condiciones

Inversión y apertura.

Capacidades tecnológicas

Penetración de teléfonos, computadoras e Internet.

Capital humano

Promedio de años de educación secundaria y esperanza de vida.

Condiciones políticas

Estabilidad política, gobernanza pública y corrupción.

Fuente: O’Neill, Wilson, Purushothaman y Stupnytska, 2005, 10.

Sin definir el término Turzi caracteriza las economías emergentes, al afirmar que “El mayor crecimiento económico en las economías emergentes se desprende de una combinación favorable de saldos demográficos positivos, ventajas comparativas en abundancia de recursos naturales, ventajas competitivas de costos de producción y grados cada vez más aceptables de estabilidad macroeconómica”42.

Por su parte García, Navia y Nigrinis43 denominan mercados emergentes a aquellas economías que en el pasado fueron consideradas periféricas y que, en la actualidad, se transformaron en el centro de la expansión económica a nivel global. Estas personas autoras hacen una diferencia entre países emergentes e industrializados (ver tabla 1) y refieren a un concepto denominado EAGLEs (Emerging and Growth-Leading Economies)44; adicionalmente hacen hincapié a que estas economías han venido en auge desde antes de que estallara la crisis financiera del 2008.

Tabla 2. Economías emergentes e industrializadas

Economías emergentes

Economías industrializadas

Argentina

Corea del Sur

Irán

Australia

Japón

Bahrain

Kuwait

Jordania

Austria

Luxemburgo

Bangladesh

Latvia

Rusia

Bélgica

Malta

Brasil

Lituania

República de Mauricio

Canadá

Holanda

Bulgaria

Malasia

Rumania

Chipre

Nueva Zelanda

Chile

México

Eslovaquia

Dinamarca,

Noruega,

China

Marruecos

Sudáfrica

Finlandia

Portugal

Colombia

Nigeria

Sri Lanka

Francia,

Singapur

República Checa

Omán

Sudán

Alemania

Eslovenia

Egipto

Pakistán

Taiwán

Grecia

España

Estonia

Perú

Túnez

Hong Kong

Suecia

Hungría

Filipinas

Turquía

Islandia

Suiza

India

Polonia

Ucrania

Irlanda

Reino Unido

Indonesia

Qatar

Vietnam

Israel

Estados Unidos

Venezuela

Emiratos Árabes Unidos

Tailandia

Italia

Fuente: García, Navia y Nigrinis, 2011

Déniz señala que las economías emergentes se identifican no solo por los positivos factores o indicadores económicos, sino también, por características sociales y políticas dadas por el mundo multipolar, y que no obedecen a cuestiones geográficas exclusivamente. Señala que estas economías se agrupan para crear presión en los mercados internacionales en consonancia con los intereses que poseen mutuamente45.

REFERENCIAS

Agtmael Antoine van, El siglo de los mercados emergentes. Cómo una nueva clase de empresas está tomando el mundo. España: GRANICA, 2008.

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1 Para Hinkelammert una modernidad in extremis: Franz Hinkelammert, Lo indispensable es inútil. Hacia una espiritualidad de la liberación (San José: Editorial ARLEKÍN, 2012).

2 Harry S. Truman, Public Papers of the Presidents of the United States: Harry S. Truman (Washington: United States Government Printing Office, January 201949).

3 Renato Baumann, Otaviano Canuto, Reinaldo Gonçalves, Economia internacional: teoria e experiência brasileira (Rio de Janeiro: Editora Campus, 2004).

4 Franz Hinkelammert, Ideologías del desarrollo y dialéctica de la historia (Chile: Ediciones Nueva Universidad, 1970).

5 Franz Hinkelammert, La Teoría clásica del imperialismo, el subdesarrollo y la acumulación socialista (Buenos Aires: Ediciones Nueva Visión, 1970).

6 Maurice Godelier, Teoría marxista de las sociedades precapitalistas (Barcelona: Editorial LAIA, S, A., 1975).

7 Karl Marx y Eric J. Hobsbawm, Formaciones económicas precapitalistas (México: Siglo XXI, 2009).

8 Franz Hinkelammert, Dialéctica del desarrollo desigual (Tegucigalpa: Editorial Educa, 1983).

9 Karl Marx, Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (3 vols.) [Grundrisse] (México: Siglo XXI 1858/2013).

10 Su inicio es en la segunda mitad del siglo XVIII, en Inglaterra. Posteriormente se extendió por Europa y Estados Unidos hasta 1840, aproximadamente.

11 Más adelante se ofrece un apartado que analiza a la CEPAL en el contexto de una teoría modernista del desarrollo.

12 Es la cantidad de capital invertido en los medios de producción y en la fuerza de trabajo.

13 Paul Samuelson (1915-2009) Premio Nobel de Economía en 1970. Esta concepción aún tiene vigencia en círculos ortodoxos académicos. No obstante, su influencia permanece hoy en día.

14 Paul Samuelson, Curso de economía moderna. Una descripción analítica de la realidad económica (Madrid: Aguilar, 1992), 839.

15 Ver los libros: Hans Wolfgang Singer, La estrategia del desarrollo internacional (México: Fondo de Cultura Económica, 1981) Capítulo I “Tendencia recientes”.Walt Whitman Rostow, Las etapas del crecimiento económico. Un manifiesto no comunista (Madrid: Centro de publicaciones, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social., 1993).

16 Franz Hinkelammert, La Teoría clásica del imperialismo

17 Raúl Prébisch, Capitalismo periférico. Crisis y transformación. México, Fondo de Cultura Económica, 1981).

18 Raúl Prébisch, «Crecimiento, desequilibrio y disparidades: interpretación del proceso de desarrollo», Estudio Económico de América Latina 1949, (CEPAL, 1951); y como «Interpretación del proceso de desarrollo latinoamericano en 1949» en Serie Conmemorativa del 25 aniversario de la CEPAL (CEPAL, 1973).

19 Raúl Prébisch, Capitalismo periférico

20 Franz Hinkelammert, Dialéctica del desarrollo

21 Celso Furtado, El desarrollo económico: un mito (México: Siglo Veintiuno Editores, 1984).

22 CEPAL, Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2017: la dinámica del ciclo económico actual y los desafíos de política para dinamizar la inversión y el crecimiento (Chile: CEPAL, 2017).

23 Jaime Delgado, «Mutaciones en la periferia sin regularidad en el centro. El pensamiento del Dr. Prébisch». Repertorio Americano, nueva época, Heredia, Universidad Nacional, ns. 14-15, enero-diciembre (2002: 208-21).

24 Celso Furtado, Teoría y política del desarrollo económico (México: siglo veintiuno editores, 1987), 170.

25 Ibidem, 179.

26 Hinkelammert, Dialéctica del…, 81.

27  Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto, Dependencia y desarrollo en América Latina (México: siglo vientiuno editores, 1987).

28 ONU, Identificación de los países en desarrollo menos adelantado. Resolución 2768 (XXVI). (Asamblea General de las Naciones Unidas de 18 de noviembre de 1971).

29 Se estudiará más adelante las teorías del desarrollo-subdesarrollo y su relación con el concepto de economías emergentes.

30 Corea del Sur, Taiwán, Hong Kong y Singapur que entre los años sesenta y noventa del siglo pasado, obtuvieron una rápida industrialización y tasas de crecimiento más del 7 % anual.

31 Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). “País recientemente industrializado”.

32 Antoine van Agtmael, El siglo de los mercados emergentes. Cómo una nueva clase de empresas está tomando el mundo (España: GRANICA, 2008).

33 Arjun B. Divecha; Jaime Drach; Dan Stefek, «Emerging Markets: A Quantitative perspective», The Journal of Portfolio Management (1992: 41-50).

34 Antoine van Agtmael, El siglo de los mercados emergentes…, 20.

35 Vihang Erruza, «Emerging Markets: Some New Concepts» The Journal of Portfolio Management (1994: 82-87).

36 José Luis Jiménez Caballero y Félix Jiménez Navarro, «Una introducción a los mercados emergentes» (Ponencia X Congreso Nacional y V Congreso Hispano francés de AEDEM. La innovación en la empresa. Toledo, 1995).

37 Jorge Eduardo Navarrete, «Las Economías Emergentes en los Flat Teens» Fundación Friedrich Ebert Stiftung Análisis, N.o 3 (2013: 1-39).

38 Argentina, Brasil, Colombia, Corea, Chile, China, Egipto, India, Indonesia, Malasia, México, Polonia, Rusia, Sudáfrica, Tailandia, Turquía, Venezuela y Vietnam.

39 Jim O’Neill, «Building Better Global Economic BRICs» Goldman Sachs Economics Paper, november, n.o 66 (2001: S02-S15).

O’Neill quien fue director del Departamento de Economía Global de Goldman Sachs (en la actualidad preside la oficina de inversión del banco en Londres) acuño el acrónimo BRIC (Brasil, Rusia, India y China) para destacar aquellos países que tenían indicadores positivos. Diez años después se unió Sudáfrica y el término pasó a ser BRICS. En el 2011 O’Neill indicaba que el término mercados emergentes ya no se aplica a los BRICS y N-11 y que debía utilizarse el nombre de mercados en crecimiento.

40 Jim O’Neill, Wilson Dominic, Roopa Purushothaman & Anna Stupnytska, «How Solid are the BRICs» Goldman Sachs Economics Paper, december, n.o 134 (2005: 2-23).

41 Jim O’Neill, El mapa del crecimiento. Oportunidades de negocio en los BRIC y más allá (España: Ediciones Deusto, 2011).

42 Mariano Turzi, «¿Qué importancia tiene el BRICS?» Instituto de Estudios Internacionales, 168, Universidad de Chile (2011: 87-111), 90.

43 Alicia García Herrero, Daniel Navia, Mario Nigrinis Ospina «Las economías emergentes que lideran el crecimiento» ICE La Nueva Geografía de la Internacionalización, marzo-abril, N.o 859 (2011: 7-20), 7.

44 Jim O’Neill, El mapa del crecimiento. Oportunidades de negocio en los BRIC y más allá (España: Ediciones Deusto, 2011). El instituto de investigación de la BBVA Research la denominó EAGLEs en español Economías emergentes que liderarán el crecimiento global

Mariano Turzi, «¿Qué importancia tiene el BRICS?» Instituto de Estudios Internacionales, 168, Universidad de Chile (2011: 87-111), 90.

Alicia García Herrero, Daniel Navia, Mario Nigrinis Ospina «Las economías emergentes que lideran el crecimiento» ICE La Nueva Geografía de la Internacionalización, marzo-abril, N.o 859 (2011: 7-20), 7.

45 José Dénis, «IX América Latina y los países emergentes en un contexto de crisis» Entre la profunda recesión y la gran crisis. Nuevas interpretaciones teóricas y alternativas, Colección de Libros Problemas del Desarrollo (2014: 177-191).