Mujeres privadas de libertad en la cobertura noticiosa.
Consecuencias sociales tras la
publicación de sus casos judiciales
Women deprived of freedom in news coverage.
Social consequences after the publication of their
judicial cases.
Mag. Karol
Ramírez Chinchilla[1]
Universidad Estatal a
Distancia, Costa Rica
Palabras clave: privadas de libertad, prensa escrita, inserción social
Key words: women prisoners, media written communication, social reintegration
Es importante hoy
hablar de mujeres; pero mujeres privadas de su libertad: mujeres hijas, madres,
esposas y jefas de hogar que aun dentro de las cárceles siguen sosteniendo los
lazos que las atan a los roles que la sociedad misma les ha impuesto por ser mujeres.
Tras las rejas, ellas siguen pensando en sus hijos, en sus familias y en sus
obligaciones como organizadoras del hogar, en medio de sus inquietudes acerca
de su futuro una vez que salgan de prisión.
Históricamente, el
rol de la mujer ha sido clave para la conformación de la sociedad patriarcal y
al tipo de familia que responda a esta colectividad; a la mujer le ha
correspondido la organización de la vida cotidiana, la reproducción y el
cuidado de la familia y los enfermos, en un contexto social marcado por la
supremacía masculina atribuida a la fuerza física, al poder y a la división
sexual en torno al trabajo.
En tal contexto, las mujeres que
delinquen y llegan a perder su libertad reciben una condena social por haber
abandonado aquellas tareas a las que fueron llamadas. De la misma manera,
aquellas que en el delito infringen la norma social relacionada con el llamado
de la maternidad, son también castigadas en prisión por sus similares,
alimentadas por los mensajes mediáticos que han consumido durante los pocos
espacios que tienen para relacionarse con los medios de comunicación.
Las características
socioculturales asumidas por su género, más las condiciones que cada día las
acompañan en los módulos de los centros penales y los procesos judiciales que
antecedieron a su llegada a las celdas, lanzan mensajes que son consumidos por
el público externo e interno, como sujetos críticos y capaces de construir
representaciones de sus iguales y generar percepciones acerca de ellos.
Estas mujeres
requieren que la sociedad esté dispuesta a recibirlas con tolerancia una vez
dejen el penal. Dentro o fuera de la cárcel, ellas mantienen un vínculo
innegable con su círculo social y, en su privación de libertad, resulta de gran
importancia para su proceso de adaptación social el mensaje que la prensa
escrita emite acerca de ellas. Dicho mensaje incluye, además del discurso, las
imágenes, que presentan una doble lectura: una que refleja la realidad y otra
que influye en los destinatarios de su mensaje. Una imagen puede mostrar la
realidad y también distorsionarla si exalta una parte por encima del todo, lo
que genera estereotipos (Genara, 2009).
Se parte, entonces,
del hecho de que la publicación de informaciones acerca de las mujeres privadas
de libertad, es considerada como un producto de consumo, que puede
representarlas ante una audiencia que, al adueñarse de los contenidos,
reacciona con indiferencia, identificación, rechazo o solidaridad, entre otros
sentimientos.
García y Martínez
(2008) señalan, precisamente, que reconocer el papel activo de las receptoras y
los receptores permitirá comprender el significado que las audiencias le
otorgan a la representación de género en los medios de comunicación. Agregan
que dicha teoría, apegada al proceso de significación, se justifica si se asume
que los medios funcionan como agujas hipodérmicas que inyectan significaciones,
representaciones e imaginarios y que en este proceso las audiencias solo
participan como simples vasos contenedores (Martín Barbero, 1987; Orozco, 1987;
Canclini, 2002).
La presente investigación se
propuso como objetivo general comprender la forma en la que las informaciones
acerca del tema carcelario, publicadas por la prensa escrita costarricense,
intervienen en el entorno de las mujeres privadas de libertad del Centro Atención
Institucional Vilma Curling Rivera.
Tanto en su pregunta de
investigación: ¿cómo intervienen las informaciones publicadas por la prensa
escrita costarricense, acerca del tema carcelario, en el entorno y
desenvolvimiento de las mujeres privadas de libertad del Centro de Atención
Institucional Vilma Curling Rivera?, como en sus
objetivos, el presente estudio toma a las mujeres privadas de libertad cuales
actoras para determinar la forma en la que ellas son afectadas en su entorno
por las informaciones que publica la prensa escrita sobre sus propios casos.
El estudio se completa con
objetivos específicos que buscan:
1.
Describir
el abordaje periodístico que hace la prensa escrita costarricense de sucesos
relacionados con mujeres privadas de libertad.
2.
Conocer
la forma en la que las mujeres privadas de libertad leen el discurso que genera
la prensa escrita acerca de ellas.
3.
Explorar
la forma en la cual este discurso les afecta en lo privado y en lo público, en
su desenvolvimiento en los centros carcelarios.
4.
Conocer
la forma en la cual influye el fenómeno de la prensa escrita en la autoimagen
que tienen de sí mismas las mujeres privadas de libertad.
5.
Brindar
aportes teóricos y prácticos a la cobertura informativa referente a las mujeres
privadas de libertad, desde la perspectiva de un periodismo que cumpla con su
función social.
Partiendo de sus propias
percepciones, se busca presentar resultados acerca del ejercicio periodístico:
por ende, se toma una metodología de carácter cualitativo, que utiliza la
técnica de cuestionario de preguntas cerradas y abiertas para lograr la
descripción de los hechos que interesan conocerse de las personas
participantes.
Así, el estudio es de enfoque
cualitativo, de tipo exploratorio y descriptivo. Con la incorporación de
técnicas descriptivas, se buscó privilegiar la recolección de información en
aras de generar el intercambio de opiniones entre la población recluida, a
partir de las experiencias que ellas han tenido frente a los medios de comunicación
escrita.
La investigación es
exploratoria: por lo tanto, desde el campo de la comunicación, se emplea una
metodología de análisis de las informaciones publicadas en relación con ellas,
desde la construcción periodística y gráfica de la información, sin aplicar un
análisis de discurso tal cual se concibe. De esta forma, se analiza una pequeña
muestra de las informaciones según sea su presentación gráfica, palabras
usadas, títulos y cuerpo de la nota, así como la frecuencia con la que fue
publicada en los medios de comunicación escrita. Al ahondar en este constructo,
es posible establecer una comparación entre las partes involucradas en la
investigación: mujeres privadas de libertad y prensa escrita.
En esta investigación, se emplea
el método etnográfico en tanto utiliza la observación y entrevistas
semiestructuradas a profundidad como medios para captar el significado de la
comunicación al analizar las percepciones y compartir actividades con ellas. Para
ello, fueron realizadas al menos tres visitas al centro penal, a fin de
observar su desenvolvimiento con sus compañeras, sus actividades y su relación
con diferentes personas en su entorno.
Los datos que se presentan
fueron obtenidos en las actividades realizadas entre el 2013 y el 2014, periodo
que marcó a la opinión pública con casos de mujeres que ocuparon los medios por
delitos contra la vida, tráfico de estupefacientes y negocios familiares
ilegales. Así las cosas, se trabajó con un grupo de mujeres privadas de
libertad recluidas en dicho centro penitenciario, con la característica en
común de formar parte del Programa de Atención a Privados de Libertad, de la
Universidad Estatal a Distancia (UNED), por razones de facilidad para la
investigación en cuanto a los permisos penitenciarios de trabajo dentro del
penal.
Con ellas fueron realizadas
entrevistas personales y trabajos grupales, a partir de sus propias
experiencias con la prensa escrita nacional y de las informaciones publicadas
acerca de cárceles y poblaciones penitenciarias, previamente identificadas en
los periódicos nacionales mediante mecanismos de búsqueda por palabras claves
como: cárcel, prisión y privadas de libertad.
La selección del grupo de
mujeres se realizó siguiendo criterios de noticiabilidad de su caso, tomando
como parámetro la publicación de su detención, procesamiento penal y reclusión,
siempre dentro del grupo de mujeres seleccionado por facilidad de permisos para
la investigación; además, con la premisa de que sería más sencillo trabajar con
ellas, que estaban ya inmersas dentro de un círculo académico como estudiantes
universitarias. De esta forma, podrían entender con más facilidad los aportes
que, desde la academia, podrían realizarse para el mejoramiento del ejercicio periodístico
en este tipo de coberturas de nota roja y para el fortalecimiento de sus
procesos de inserción.
Es preciso señalar que para esta
investigación se obtuvo la autorización, por parte del Ministerio de Justicia y
Paz, para trabajar únicamente con cuatro mujeres privadas de libertad dentro de
este grupo de estudiantes. Esta decisión obedece a las medidas de seguridad
adoptadas en la Dirección General de Adaptación Social para resguardar los
ambientes penales y, además, a la gran cantidad de solicitudes de investigación
relacionadas específicamente con esta institución carcelaria.
Como primer paso para el
desarrollo del estudio, se realizó una revisión bibliográfica para conocer el
estado de la cuestión respecto a la construcción de estereotipos y representaciones
sociales de género, al igual que del ejercicio periodístico en la nota de
sucesos, y así asumir perspectivas teóricas pertinentes con el objeto de
estudio. Lo anterior incluyó la revisión de:
- libros relacionados
con la comunicación y derechos humanos,
- trabajos finales de
graduación en bibliotecas universitarias,
- artículos indexados
afines,
- ponencias o
conferencias relacionadas con el tema en cuestión,
- artículos de prensa
escrita relacionados con el tema carcelario (cobertura de sucesos), tomando a
los principales medios de circulación nacional: La Nación, La
República, Diario Extra, CRHoy y La
Prensa Libre.
En la búsqueda realizada en las
fuentes mencionadas anteriormente se emplearon palabras claves como:
comunicación, periodismo, sucesos, prensa, noticia, cárceles, privadas de
libertad, centros penales, centros penitenciarios, derechos humanos,
estereotipos y sociedad.
Un segundo paso consistió en
determinar los medios de comunicación escrita con los que se trabajaría en
función del objetivo específico 1, que se relaciona con la descripción del
trabajo de la prensa en la cobertura de sucesos de Costa Rica. Para ello, se
desarrolló una revisión de los principales medios de comunicación impresa en
este país para conocer cuánta cobertura al tema de sucesos daban en sus ediciones
regulares.
Con la información recabada, se
realizó el procesamiento teórico para determinar su pertinencia y la forma en
la que serán aprovechados como elementos enriquecedores del proceso de
construcción. Se extrajeron, además, aquellos datos que puedan ser
representados gráficamente y los que requieren un tratamiento especial, como
por ejemplo las imágenes.
Las mujeres seleccionadas para
la investigación fueron informadas acerca de los objetivos del estudio, sus
alcances y su metodología. Posteriormente, se les solicitó su autorización para
utilizar la información personal con fines investigativos, según se señala en
el Reglamento Ético Científico de la Universidad de Costa Rica (UCR) para las
investigaciones en las que participan seres humanos.
Luego, se realizaron las
entrevistas personales semiestructuradas y a profundidad según cada caso, en el
marco de un trabajo de grupo que permitió más apertura para el diálogo, al
sentirse acuerpadas unas con otras.
Las entrevistas para la
población en estudio abordaron temas de interés para la investigación, como,
por ejemplo: las experiencias relacionadas con la prensa escrita, la
convivencia en el penal y las relaciones que giran alrededor del trabajo que
hace la prensa.
Estas tuvieron una estructura
tal que permitió la identificación (cómo se identifican las reclusas), su
expresión (cómo reproducen lo consumido en la prensa) y su significación
(valores de significación encontrados en el ejercicio de la prensa y su
situación).
Asimismo, incluyó preguntas
vinculadas a su experiencia con la prensa escrita en la cobertura periodística
de su caso, también en su detención, juicio y traslado al centro penal, delito
que cometieron, condena que cumplen, informaciones publicadas de ellas mismas,
reacciones de sus familiares y repercusiones de las informaciones publicadas.
Con esta herramienta, se
facilitó la posibilidad de hacer preguntas que fomenten el diálogo dirigido
hacia los objetivos de la investigación, lo que permitió ahondar con más
detalle en las experiencias que cada una de las mujeres enfrentó como
consecuencia del delito cometido, en relación con su exposición en la prensa
escrita costarricense.
Para
la mayoría de medios de comunicación convencionales, las informaciones de
sucesos se han convertido en material de fácil acceso y de elevada
rentabilidad, ya que suelen observar un aumento en sus niveles de rating y pueden a su vez llenar espacios
valiosos de sus ediciones informativas.
La cobertura de tales informaciones se ha convertido para los
profesionales en comunicación en una batalla campal por quién logra llegar de
primero a la noticia. Una vez adquirida, la nota es desarrollada y emitida una
y otra vez, en razón del argumento de la demanda que la misma audiencia pide de
ella.
El
ejercicio del periodismo funcionalista cumple las acciones básicas de informar,
interpretar, formar y entretener. En ese cumplimiento de funciones, concentra
un amplio campo de acción que se divide en secciones como: actualidad,
espectáculos, cultura, deportes, sucesos y otras. En la cobertura de sucesos,
la premisa parte del hecho de que las llamadas malas noticias son siempre
noticia. Por lo tanto, recoge temas como homicidios, suicidios, robos,
accidentes de tránsito, catástrofes naturales y dramas humanos.
La
(el) periodista cumplen en la sociedad una labor fundamental, pues es llamado a
facilitar información oportuna y veraz. Tiene, entonces, una importante responsabilidad
social, dado que sus mensajes tendrán el poder de transformar los procesos
cognitivos de su público receptor. Socialmente, a los(as) periodistas se les ha
conferido un lugar predominante en la construcción social de significados,
otorgándoles un poder y una credibilidad inquebrantables. Lo que diga o escriba
un(a) periodista es tomado como cierto, verdadero, incuestionable.
Desde
el lado mismo de persona periodista, cualquier acontecimiento puede convertirse
en noticia, pues su facilidad de difusión y la credibilidad puesta en sus manos
le dan el poder suficiente para “inyectar” en la mente de sus receptores una
verdad absoluta, que es asumida casi que sin objeciones por un público que
confía en el trabajo de tales profesionales.
Existe
claro un público crítico capaz de disentir respecto de lo que es noticia; sin
embargo, la ventaja que tienen los medios de programar la agenda noticiosa en
una sociedad receta para todos por igual un panorama que es difícil de evitar,
si se está siempre en contacto con los medios de comunicación social para permanecer
conectado con la realidad del país y del mundo en el que se vive. Por ende, el
tema que atrapa la agenda mediática se convierte en noticia, lo quiera el
público o no. Con desagrado o sin este, el (la) receptor(a) termina consumiendo
ese temario noticioso que los medios de comunicación preparan en sus diferentes
ediciones.
Cuadro 1 Cantidad de notas periodísticas publicadas en el 2013
acerca de cárceles en La Nación, Diario Extra y CRHoy.
La Nación |
Diario Extra |
CRHoy |
213 |
222 |
245 |
Fuente: Elaboración propia (2016) con base en monitoreo de los tres
medios de comunicación.
Durante
el 2013, La Nación, Diario Extra y el portal digital CRHoy publicaron en total 680 informaciones
relacionadas con cárceles, privados de libertad o prisiones, con hechos
acaecidos en el ámbito nacional e internacional, como se observa en el Cuadro
1.
Así
las cosas, cada uno de ellos publicó más de 200 notas acerca del tema
carcelario. CRHoy se presenta como el medio que más
noticias relacionadas con cárceles emitió durante el 2013, con 245 artículos.
Al analizar la frecuencia con la que cada medio publicó las informaciones, se
deduce que CRHoy publicó una nota relacionada
con el tema cada 0,67 días, seguido de Diario Extra cada 0,61 días y La
Nación cada 0,58 días.
Aunque
no es posible establecer un análisis comparativo entre los tres medios, debido
a que dos de ellos imprimen sus ejemplares y uno de ellos se encuentra en la
web, sí se puede concluir que el sitio digital CRHoy
fue el medio que tuvo más publicaciones de sucesos durante el periodo de
análisis. Esto podría relacionarse con la alta actualización que acompaña a un
medio digital, en el cual la información debe ser inmediata y presentarse a un
clic para el lector.
Esta
actualización constante que requiere el medio en la web le hace disponer de más
recursos, personal y mejores políticas periodísticas para desarrollar el
correspondiente seguimiento de los acontecimientos. A CRHoy
le siguen Diario Extra y, en un último lugar, se observa al periódico La
Nación, un diario enfocado más a temas políticos, económicos, culturales y
deportivos.
Para
un medio cuyo fuerte es llevar la nota periodística en físico a su lector,
existe un proceso distinto de impresión de ejemplares que resta inmediatez. Además,
le hace encontrarse con su consumidor final un día después de ocurrido el
suceso.
Es
fundamental agregar que los sucesos son hechos fortuitos que alteran el orden
normal de lo cotidiano: por consiguiente, su frecuencia es mayor que la
cobertura habitual de acontecimientos en temas país, salud, economía y
educación, entre otros
Asimismo,
la frecuencia también se relaciona con el seguimiento del suceso, según sea el
impacto que este hecho haya generado en la audiencia. En ocasiones, dicho
seguimiento se mantiene incluso por varios días en sus principales ediciones
informativas, ocupando un espacio significativo dentro del menú noticioso.
De las
informaciones analizadas en la revisión, se extrajeron al azar 20 títulos que
representan 40% de los contenidos, con la finalidad de construir una imagen que
permita identificar los contenidos que emplea la prensa al abordar los temas
relacionados con la privación de la libertad y los sujetos (especialmente
mujeres) que experimentan esa condición. Lo anterior, se observa a
continuación, en el Cuadro 2:
Cuadro 2 Análisis de contenidos y
referencias de los principales titulares publicados en el 2013 por La Nación,
Diario Extra y CRHoy
Contenidos |
Referencialidades |
Motines agresiones Zafarranchos Mandaron filazos Automutilación Gresca Problemáticos |
Acciones que
propician los privados de libertad para ejercer presión contra las
autoridades. Con estas frases, los periodistas intentan retratar la violencia
y el descontrol que, aparentemente, ocurren en los centros penales, que en
cierta medida identifica a las personas privadas de libertad, en tanto
actores de los hechos. La utilización de
estas frases o palabras evidencian por sí solas la gravedad de los hechos,
que al ser descritos con palabras propias del argot popular transmiten
conceptos más cercanos y reales, provocando sentimientos de rechazo. |
Matan para no pagarle deuda Mataron 32 personas en 2 años |
Situaciones que se registran en las cárceles que
evidencian en cierta forma el grado de criminalidad y violencia dentro de instituciones
hechas para la readaptación de las personas que cometen un delito en la
sociedad. Evidencian también de alguna manera la vulnerabilidad de
las medidas de seguridad impuestas por las autoridades para mantener el orden
y el control en la población privada de libertad. |
Color de hormiga |
Alusión a la
intensidad de la situación, con el empleo del color rojo, atribuyendo a la situación
la simbología de peligro asignada a ese tono. En otras
connotaciones, hace alusión a lo negro que puede verse el panorama, tomando
al color negro como una simbología que advierte un hecho malo, feo sombrío u
oscuro. |
Reos |
Palabras con las que comúnmente se identifica a las
personas privadas de libertad. En algunas ocasiones, se utilizan como
sinónimos palabras que los ligan con la criminalidad y la delincuencia. |
Puñales |
Artículos que la
prensa señala que existen dentro de los penales a pesar de la revisión
exhaustiva al ingreso de los centros penales. Estos artículos les
sirven de intercambio a la población privada de libertad para delinquir
dentro de las instituciones carcelarias. |
Defensoría |
Institución que ha fungido como garante del cumplimiento
de los derechos humanos dentro de las cárceles. Se señalan las condiciones de
insalubridad y hacinamiento en las que vive la población privada de libertad.
|
Premian gatos |
Animales utilizados
por los privados de libertad para el trasiego de droga o dinero entre ellos
mismos. |
Sed de venganza social |
Refiere a los pensamientos que podrían acompañar a las
personas privadas de libertad, una vez que salgan de prisión para cobrar los
días de reclusión en condiciones no aptas. |
Hierro prensado |
Nombre con el que se
conoce a los puñales que son ocultos en medio de las nalgas de los privados
de libertad para resguardar su seguridad o defenderse de los otros. |
Dejar cárceles
|
El fin último que persigue todo privado de libertad, ya
sea después del cumplimiento de su condena o mediante el otorgamiento de un
indulto presidencial, considerado un regalo para ellos. |
Falta de seguridad |
Señalamiento que se
hace a las cárceles ante el registro de incidentes en dichas instituciones. |
Jueces penales |
Dictan las sentencias contra los privados de libertad y
son considerados expertos en materia de criminalidad e inseguridad. Por su
vinculación en el proceso penal de los privados de libertad, son también
considerados por muchos como enemigos o culpables de su suerte. |
Visitar cárceles |
La visita a la cárcel
es considerada una experiencia dolorosa o peligrosa para personas externas,
debido a las diferentes situaciones que allí se presentan. |
Asesinados |
Situación a la que afirman llegan algunos privados de
libertad al salir de la cárcel, debido a diferentes motivos. |
Libertad |
Condición anhelada
por la población privada de libertad. |
Hacinamiento |
Se refiere a la cantidad de personas privadas de libertad
que viven en espacios reducidos y limitados para albergarles, provocando
condiciones infrahumanas. |
Día de la Madre |
Celebración que toca
las fibras más livianas del ser humano; por lo tanto, ha sido una fecha
seleccionada para el otorgamiento de indultos a la población femenina privada
de libertad, en un juego de sentimientos y emociones. |
Vilma Curling
Rivera |
Instituciones que contribuyen a la readaptación de las
personas jóvenes y adultas que delinquen. Son palabras que por sí solas cargan fuertes significados
de temor y repulsión social. |
Fuente:
Elaboración propia (2016), según monitoreo de medios de comunicación.
En el Cuadro 2, fue posible observar las palabras o
calificativos empleados por los medios de comunicación para presentar las notas
periodísticas acerca de la población privada de libertad. En ellas, es posible
captar en el mensaje la intencionalidad de retratar ambientes peligrosos,
violentos, criminales u oscuros, lo que a su vez despierta sentimientos
adversos en la persona que lee la noticia.
El lenguaje utilizado por los
medios de comunicación, como se observa, busca representar la realidad de los
centros penales a partir de la premisa de que son espacios no por todos
conocidos; son espacios con amplios controles de seguridad en su ingreso, solo
accesibles para quienes visitan a alguno de los suyos en prisión. De esta
manera, el medio de comunicación intenta retratar realidades por medio del
mensaje escrito para contextualizar al lector.
Es posible leer metáforas o
comparaciones que despiertan el morbo alrededor de los temas y generan en
cierta manera la reacción de condena, repudio y temor hacia un entorno que para
algunas personas es completamente lejano o ajeno.
Entonces, es posible identificar
que el tratamiento periodístico en la nota carcelaria dista mucho de la
cobertura habitual de otras fuentes de información. El uso de calificativos o
la descripción que se observa en la nota carcelaria no es la misma que se
emplea en temas nacionales como salud, política, educación y cultura, entre
otros.
La persona periodista sabe que
dentro del colectivo goza de este privilegio: su palabra tiene credibilidad.
Entonces, desde su visión y sus conocimientos acerca de qué es lo que le gusta
recibir al público, se esfuerza por desarrollar ampliamente los diferentes
hechos que se presentan en la sociedad; y cuando se trata de sucesos,
despliega, con más razón, toda una cobertura especial que recopila, paso a
paso, todos los detalles que desencadenaron un hecho.
Siguiendo esa misma línea de
análisis han sido seleccionados algunos títulos para valorar los elementos
empleados por la prensa escrita para captar la atención de la lectora o el
lector y retratar su propio sentido de realidad en los centros penales, como se
detalla en el Cuadro 3:
Cuadro 3 Análisis de los principales titulares publicados por La Nación, Diario
Extra y CRHoy en el 2013.
Titulares |
Contenidos |
Medio de
comunicación |
“Motines y agresiones ponen cárceles color de hormiga” |
El título refiere al
sombrío u oscuro panorama que se vive en las cárceles por motines y actos
violentos entre la población privada de libertad. De primera entrada,
da señales acerca de la inseguridad que caracteriza a los centros penales. |
Diario Extra |
“Reos premian gatos con gallo pinto” |
Con un alimento
común en la mesa costarricense y un animal doméstico tradicional en algunos
hogares, el titular presenta una noticia acerca del trasiego de
estupefacientes y dinero dentro del penal, mediante gatos. De tal manera que
despierta sentimientos en aquellos que defienden los animales y temor por las
situaciones de ilegalidad que se presentan en dichas instituciones. |
Diario Extra |
“Puñales viajan entre nalgas y papel carbón” |
Utilizando una parte
del cuerpo humano para muchos impensada, el titular refiere a la forma en la
que los privados de libertad esconden sus armas hechizas para defenderse de
sus iguales, en condiciones de peligro. El uso de las nalgas
como parte del cuerpo en un titular despierta de este modo el morbo o la
curiosidad de quien lee ya que podría parecerle imposible el traslado de
armas mediante dicha zona del cuerpo. |
Diario Extra
|
“Matan reo para no pagarle deuda” |
Este titular
denuncia la violencia en centros penales mediante dos delitos que son comunes
en esta población que purga una condena: los asesinatos y la venta o compra
de droga. |
Diario Extra |
“Defensoría alerta que menores presos son quemados y golpeados por
otros reos” |
Además de alertar al
(la) lector(a) acerca de la peligrosidad en las cárceles, la violencia y la
criminalidad, el titular incluye un actor de peso (La Defensoría de los
Habitantes) para dar más credibilidad a los hechos denunciados. |
La Nación |
“Intimidación y tortura imperan entre reos en cárceles juveniles” |
El título aborda la
situación de una población privada de libertad que también ocupa la atención
de las autoridades y la sociedad misma: la juventud. Con ese titular, el
medio evidencia acciones que son también características en centros penales
con población adulta. |
La Nación |
“Eugenio Polanco: ‘La mayoría tendrá sed de venganza social’” |
Tomando las
declaraciones de un reconocido psiquiatra y exdirector de Adaptación Social,
el titular advierte acerca de la peligrosidad que podrían representar los
privados de libertad al salir de prisión, al querer vengar las condiciones de
hacinamiento, insalubridad e inadecuada readaptación a la que han sido
sometidos durante su reclusión. |
La Nación |
“Jueces
penales rechazan visitar cárceles por falta de seguridad” |
Este titular
hace referencia a la sensación de inseguridad que sienten los jueces que
deben asistir a los centros penales, por las situaciones que se han
registrado en las últimas semanas. Se alega que por dichas situaciones, estos
profesionales se niegan a hacer las respectivas visitas. |
La Nación |
“Reos recién salidos de prisión mataron 32 personas en 2 años” “73% de presos elegidos para dejar cárceles son asaltantes” “33 convictos fueron asesinados al poco tiempo de dejar la cárcel” |
Estos titulares, en
diferentes informaciones, hacen referencia al posible destino que tendrían
las personas privadas de libertad una vez que abandonan la cárcel. Con el uso
de estadísticas, vislumbra un futuro desalentador para quienes esperan salir
de prisión y tomar una segunda oportunidad para la vida en sociedad. |
La Nación |
“Mujer que pide indulto por matar a bebé: ‘Yo no estaba bien’” “Mujer indultada: ‘En la cárcel hay mucha droga’” “Regalan libertad a 3 mamás reclusas” “Privadas de libertad del Buen Pastor [hoy Vilma Curling
Rivera] celebrarán día de la madre en medio del hacinamiento” |
Las palabra madre y
mujer connotan una serie de significados en relación con la construcción
social y natural de la protección, el cuidado y la crianza. Entonces, al
incluirla en el titular de inmediato despierta sentimientos maternales que se
mezclan con los sentimientos que despierta la cárcel y los deseos de libertad
de quienes esperan la gracia del indulto presidencial. |
La Nación La Nación Diario Extra CRHoy |
“Reclusas pagan ¢50 mil por litro de Cacique” |
Un titular que
nuevamente pone en evidencia la falta de control en los centros penales, con
el ingreso de licor y la posibilidad de contar con mucho dinero para la
compra de licores y otras sustancias. |
Diario Extra |
Fuente: Elaboración
propia (2016), a partir de las declaraciones de las mujeres privadas de
libertad.
Del Cuadro 3 puede deducirse que
si bien es cierto los medios presentes utilizan sus propias estrategias para
relatar la realidad observada y captar la atención del público, el Diario
Extra es el medio de comunicación que emplea un vocabulario más popular,
más sencillo e incluso más carente de elegancia. Sus expresiones son más
apegadas a lo callejero, en el buen sentido de la palabra, atendiendo a esa
comodidad y simpleza de lenguaje que demanda un sector de la población.
En su estilo, el Diario Extra
usa palabras soeces o chocantes para la sensibilidad de las personas, contrario
a lo que sucede con el periódico La Nación, que utiliza un vocabulario
más elaborado, respaldado en estadísticas o declaraciones oficiales en sus
titulares. Recordemos que ambos diarios responden a públicos o clases sociales
diametralmente opuestos en poder adquisitivo y educación, entre otros factores
diferenciadores.
Por ejemplo, en sus informaciones
es recurrente establecer relación entre la población privada de libertad y
animales para delinquir dentro de los centros penales, lo que despierta el
morbo de las personas lectoras y retrata una realidad malsana y aberrante.
Incluso en las denuncias que
realiza el medio sobre conductas no apropiadas dentro de un centro penal,
utiliza en sus titulares la reproducción de la violencia, del maltrato y de las
difíciles relaciones existentes entre la población penitenciaria.
Por su parte, el periódico La
Nación emplea un vocabulario más formal, no obstante, no se niega a
reproducir las conductas violentas que se originan en centros penales y
refuerza estos mensajes con la mención de fuentes oficiales de alta confianza y
credibilidad en la opinión pública, entre ellos la Defensoría de los
Habitantes, jueces y exdirectores penitenciarios.
En
otras informaciones, al consignar citas porcentuales de casos registrados con
personas que cumplen sus condenas, el diario orienta sus titulares al posible
futuro que tendrán estas personas en su intento por reinsertarse en la
sociedad, dejando ver que toda intención es fallida.
Mi
familia sintió vergüenza de ver que mi detención, salió en todos los canales. Luisa -nombre
ficticio-
(comunicación
personal, 3 de junio del 2015)
La
exposición a la que son objeto las privadas de libertad durante su detención y
todo el proceso judicial que siguen por su caso les llena de pena. Ellas son
conscientes de que al acaparar la atención de la opinión pública por medio de
la prensa no solo afecta su imagen: también, pone al desnudo la integridad de
sus familias. Este es quizás uno de los asuntos que más les atormenta dentro de
sus procesos: el dolor y la vergüenza de los suyos.
El
pensar que han desilusionado a sus seres queridos se materializa en un
sentimiento de culpa que las acompaña por siempre. Así lo afirman ellas desde
el primer momento en que acceden a conceder una entrevista para los efectos de
la presente investigación. Esos sentimientos afloran en su forma de expresarse,
de comportarse, en lo que percibimos como comunicación no verbal o corporal. De
pronto, sus manos se vuelven inquietas, sus cuerpos comienzan a moverse con
preocupación aún sentadas sobre sillas que ofrecen cierta comodidad y sus
rostros lo ratifican todo: la tristeza humedece sus ojos, sus facciones se caen
con pesar y su voz titubea.
Al
recordar esta historia y contarla, Luisa no puede controlar el temblor de su
voz y las lágrimas que llevan sus ojos. De pronto se detiene y dice acordarse y
sentir el dolor en su corazón tal cual lo experimentó ese día. Refiere haber
sentido el deseo inmenso de querer evitar que las cámaras fotográficas y de
video, y aquellas personas de la prensa reprodujeran su vida privada sin su consentimiento
y sin respeto a su familia ni a su vida propia.
“Fue
muy trágico porque todos los medios estaban ahí grabando (la detención de
Luisa) y porque realmente una de las oficiales me ayudó porque dijo: ‘No;
tápenle la cara’ cuando pasaba todo. Entonces, ella misma se quitó una chaqueta
que ella llevaba y me la puso en la cara para que no se me viera. Cuando me
llevaron a mi casa también iban los medios atrás y otros estaban allá afuera
donde está el operativo y yo les dije ‘que se quiten ellos si no yo no entro’ y
a propósito me llevaron. La única fuerza era la oficial y yo tapándome para que
no se me viera la cara; pero mi mamá sí me dijo: ‘Cálmese porque al menos no se
le vio la cara; solo en el (canal) 42 que salió toda la carita”. (Luisa –nombre
ficticio-, comunicación personal, 3 de junio del 2015).
Al
relatar sus historias, ellas reviven el dolor. Haber perdido su libertad y
permanecer distanciadas de los suyos les afecta notablemente. No obstante,
también reconocen que su permanencia en prisión obedece a su más grande error.
Admiten con resignación que deben pagar con su libertad los delitos cometidos;
pero manifiestan la confianza en que pronto retomarán sus vidas, al lado de sus
familias.
En
ellas se mantiene la esperanza de un futuro mejor. Son conscientes de que el
tiempo pasa y con ilusión ven sus vidas con optimismo.
En
esa sentencia judicial que les fue impuesta reconocen su culpa; saben que una
equivocación en su vida tuvo consecuencias graves para su vida personal,
familiar y social. Sin embargo, reprueban la sentencia social que afirman les
impone la prensa nacional; una sentencia que, aunque permanece unos días
reflejada en un papel periódico dentro de la opinión pública, les da de por
vida una etiqueta que para ellas trasciende el tiempo, la prisión y el
recuerdo.
Ellas
consideran al o la periodista como un segundo juez, que dicta una nueva
sentencia a sus vidas; una sentencia que tiene más impacto, pues perdurará más
allá de los años que deban estar en prisión. Su sentencia judicial termina al
salir del penal, queda en su expediente u hoja de delincuencia, pero privada y
solo conocida por aquellos que busquen ese tipo de información. Mas la
sentencia que emite la prensa es perenne, consideran. Es una sentencia pública,
que atrapa a sus seres queridos y que regresa tan solo con sacar nuevamente un
recorte de periódico o en el relato que los otros hagan sobre ellas por el
impacto de las coberturas periodísticas desarrolladas de sus casos.
“Salí
en La Nación, Al Día, la Extra, La Teja, el 6, el 7, el 11
y el 42 […]. Hay cosas en las que sí dicen la verdad y hay otras que de verdad
exageran”. (Sylvia –nombre ficticio-, comunicación personal, 3 de junio del
2015).
Señalan
que ese periódico que expone sus rostros, sus historias, sus familias y su
entorno, el más privado, dura unos días en el recuerdo de la gente; pero no en
el de sus familias y el de ellas mismas. Incluso, ese periódico es recurrente
cuando dentro del penal registran momentos crudos en la convivencia con otras
mujeres privadas de libertad. Ese periódico pasa a ser un arma moral de
impacto, cuando en medio de la crisis sale a relucir para recordar la
“peligrosidad” o la magnitud del delito que pudieron cometer en el pasado.
Ese
periódico se convierte, entonces, en un recordatorio constante que para sí
mismas remueve sentimientos y para las demás inspira el deseo de recordar lo
“peligrosas” o “malas” que pudieron ser un día en la sociedad que han
abandonado.
Según
las conversaciones sostenidas con ellas y el fondo de sus declaraciones, se
extrajeron frases acerca del trabajo de la prensa escrita durante y posterior a
su detención, así como en el momento de su ingreso a prisión, en aras de
determinar a cuáles sentimientos se asociaban sus palabras cuando hablaban de
sus experiencias con los medios de comunicación.
De
las conversaciones, se extrajo la información que se detalla en el Cuadro 4:
Cuadro 4 Emociones expresadas por las mujeres privadas de libertad en sus
declaraciones sobre el trabajo de la prensa en la cobertura de sus propios
casos.
Consecuencias de la cobertura periodística |
Palabras clave |
Exposición en los medios |
Palabras clave |
Críticas al accionar de la prensa escrita |
Palabras clave |
“Mi familia sintió vergüenza” |
Vergüenza |
“Salió
en todos los canales” |
Enojo |
“Él
para lucirse, me jaló” |
Enojo |
“Fue muy trágico” |
Vergüenza |
“Estaban todos los medios” |
Enojo |
“Ellos mismos me juzgaban por lo que habían dicho
los medios sin saber cómo habían pasado las cosas realmente” |
Frustración |
“Al menos no se le vio la cara” |
Vergüenza |
“Todos
los medios estaban ahí grabando” |
Enojo |
“Hay
cosas en las que sí dicen la verdad y hay otras que de verdad exageran” |
Frustración |
“Solo en el
(canal) 42 que salió toda la carita” |
Vergüenza |
“Cuando me llevaron a mi casa también iban los
medios atrás” |
Enojo |
“Mi familia dijo que eran mentirosos” |
Enojo |
“Ellos se preguntaban de cómo yo había
aterrorizado a la comunidad” |
Frustración |
“Otros
estaban allá afuera donde está el operativo” |
Enojo |
“Cómo
fueron a decir tal barbaridad mía” |
Frustración |
“Un caso muy
explotado” |
Vergüenza |
“Mi familia me dijo que -salí- en La Nación, Al
Día, la Extra y en la ‘tele’ |
Vergüenza |
“Hubieran esperado e investigado bien todo” |
Frustración |
“Cuando ya ingresé aquí, tuve que hacerlo con muy
poco ruido por la aceptación de la población” |
Dolor |
“Yo no
sé cuánto tiempo estuve ahí en la tele” |
Vergüenza |
“A la
prensa no le interesa lo que pasa” |
Enojo |
“Yo estuve año y
cuatro meses encerrada en protección para evitar problemas” |
Dolor |
“No pude verlo… Ya no quería verlo” |
Enojo |
“Mientras más exageran más exitoso va a ser” |
Enojo |
|
|
“Salí
desde que empezaron -la edición-, que cómo iban a decir algo tan delicado” |
Vergüenza |
“No, ya
no, con la prensa a mí ya no” |
Enojo |
|
|
“Sí salí por las noticias, por todo lado, hasta en
el periódico vi un encabezado que decía ´Padres matan a hija de un mes’ |
Dolor |
“Realmente las cosas no pasan como las dicen los
medios” |
Enojo |
|
|
“Salí
en La Nación, Al Día, la Extra, La Teja, el 6, el 7, el
11 y el 42” |
Vergüenza |
“Ellos
exageran demasiado” |
Enojo |
|
|
|
|
“A ver si quitan algún día un poco de lo que dicen” |
Frustración |
Fuente: Elaboración propia
(2016), a partir de las declaraciones de las mujeres privadas de libertad.
Desde
la subjetividad que puede acompañar la posición de las mujeres privadas de
libertad que han sido noticia en los medios de comunicación, es posible
identificar un descontento rotundo con los(as) periodistas, en el cumplimiento
de su labor. El abordaje que los(as) periodistas hacen del acontecimiento las
llena de insatisfacción por considerar que sus vidas privadas son expuestas a
la opinión pública sin haber retomado o indagado por completo acerca de todos
los detalles de sus casos. El descontento hacia la cobertura de su caso se
extiende por solidaridad o empatía hacia sus similares, en una complicidad o
comprensión que llega por estar atravesando situaciones difíciles en la
privación de su libertad.
Es
posible, incluso, verlas abordar el ejercicio periodístico con mucha
criticidad, desmenuzando cada uno de los pasos recorridos por el o la
periodista en la cobertura de la noticia. Ellas alegan desconocer los métodos y
las normas que componen el tratamiento de la noticia; pero analizan la
actuación de la prensa escrita desde los resultados mismos de esa cobertura
sobre su situación; es decir, la noticia publicada el número de veces decidido
por el medio de comunicación.
Por
ejemplo, reprochan rotundamente el hecho de que los cuerpos policiales den
aviso de los operativos o las detenciones y que la prensa escrita sea un actor
fundamental en los procedimientos policiales con cámaras y profesionales del
periodismo destacados en todos los lugares involucrados en las acciones
policiales. Una de ellas indicaba que fue detenida en la vía pública, a escasos
metros de su casa. Su detención fue captada por las cámaras y el allanamiento
en su casa de habitación también fue captado por el lente periodístico. Se
preguntaban, entonces, cómo logra la prensa enterarse de las ubicaciones de
todos los operativos policiales. Si bien son conscientes de que la prensa debe
cumplir con su trabajo, no son partidarias de esa idea de ver a los medios de
comunicación masiva cubriendo la nota del suceso como si fueran parte de los
equipos policiales encargados de los operativos.
Este
ha sido uno de los temas presentes en la opinión pública durante años, pues se
dice que la fuga de información policial a los medios de comunicación podría
entorpecer la labor policial en la ejecución de allanamientos, detenciones y
traslados de privados de libertad, entre otras acciones. La noticiabilidad de
esos hechos rojos ha provocado que la prensa escrita se cuele en los operativos
mediante contactos de información que dan detalle de la agenda policial. Tal
vez sea esta una forma para los cuerpos policiales de ver reconocida su labor,
si esta es exhibida en la opinión pública como muestra de la efectividad de su
trabajo.
Ellas
alegaron haber preferido que los medios de comunicación indagaran aún más de su
situación, con ellas o con sus familiares; pero sienten que hizo falta anotar
en las informaciones su versión de los hechos.
Al
analizar el centro penal como un círculo social, como un espacio donde conviven
bajo las mismas condiciones, se identifican también consecuencias importantes
por la generación de estereotipos propios de las informaciones. La reproducción
de la noticia y el limitado, aunque certero, acceso que tienen las poblaciones
privadas de libertad a los medios de comunicación social, crean en menor escala
las mismas situaciones que a nivel general se dan en la sociedad con la difusión
de los acontecimientos por parte de la prensa escrita.
Las
condiciones que ocurren dentro de las instituciones carcelarias pueden ser
incluso más graves que lo que ocurre a una escala mayor, a nivel social.
Cuentan las privadas de libertad que la llegada al penal puede ser una completa
pesadilla si dentro se genera un ambiente de reproche por el delito cometido: o
sea, si dentro de prisión llegan a tener conocimiento de un caso con
características que ellas consideren deplorables, esperan la llegada de esa
persona para ejercer contra ella el castigo a sus actos. Estas manifestaciones
de violencia y agresión se presentan especialmente en casos en los cuales estén
involucrados(as) menores de edad o hijos(a), pues muchas de ellas llegan a
desarrollar tantos sentimientos de culpa por haber dejado a sus hijos(as) con
otras personas, que no aceptan que una mujer atente o violente a un(a) niño(a).
El
Gráfico 1 detalla los sentimientos que les generan estas publicaciones a las
mujeres privadas de libertad:
Gráfico 1 Sentimientos de las privadas de libertad frente a la cobertura
periodística de sus propios casos.
Fuente: Elaboración
propia (2016), a partir de entrevistas personales a las mujeres privadas de
libertad.
Para
ellas, la sobreexposición de sus casos de manera reiterada, y en condiciones
que según ellas no estuvieron apegadas a la verdad, genera consecuencias
negativas en sus vidas: a nivel personal, familiar, social y grupal; se
entiende este último como las relaciones interpersonales entre iguales, una vez
que son ubicadas en los módulos respectivos, en prisión.
A
nivel personal, expresan sentir gran consternación por la forma en la que
fueron retratadas ante la sociedad. En este particular entran en juego los
calificativos, sinónimos y otro tipo de características que son empleados por
la prensa escrita para presentar la noticia. Anteriormente, analizamos algunas
de las frases o palabras que son usadas con frecuencia en los medios de
comunicación para presentar la nota, para ofrecerle a quien lee una información
que le haga transportarse a la situación misma, como herramientas o técnicas
periodísticas empleadas para crear más impacto en la opinión pública.
Este
uso de calificativos -afirmaban- las hizo parecer personas malas. La maldad
para ellas está lejos de sus casos, pues dentro de la subjetividad propia del
ser humano consideran que sus delitos fueron cometidos por diferentes
circunstancias no relacionadas con la maldad, sino más bien producto de errores
o equivocaciones que se pagaron caro en sus vidas, con su propia libertad.
En
todos los casos, afirmaron haber sido expuestas ante la opinión pública como
personas nada parecidas a ellas mismas, en su desenvolvimiento habitual con los
demás seres humanos. El detalle de los acontecimientos, que incluso consideran
exagerado, provocó reacciones de asombro, de dolor, de angustia y de desilusión
en sus seres queridos. Tal situación generó en ellas más tensión, desasosiego y
frustración al sentir que desilusionaron a los suyos. En el caso de las mujeres
con hijos(as), estos sentimientos se acrecentaron pues asoman en ellas los
sentimientos propios de la maternidad que son asumidos personal y socialmente
por las mujeres desde edades muy tempranas, como ese rol que ha sido dado de
manera ancestral.
Es
entonces como cargan además de su condena penal, una pena natural por el peso
que conlleva haberles fallado a sus hijos(as) y tener que separarse de
ellos(as), de todas sus etapas de crecimiento por un error que les privó de su
libertad. En su discurso, es posible identificar arrepentimiento, resignación y
tristeza cuando retoman el pasado y recuerdan sus delitos. Saben que no hay
ahora marcha atrás en sus vidas y deben cumplir una condena impuesta en
tribunales; empero, no dejan de sentir esos deseos de devolver el tiempo para
haber evitado sus delitos y, además, para haber vivido de manera diferente,
alejadas de las situaciones que las llevaron a delinquir.
En
sus entornos familiares, lograron encontrar el apoyo para enfrentar sus casos,
pero el manejo de las relaciones con sus seres queridos fue difícil cuando la
prensa escrita se convirtió en emisor de sus realidades, una verdad que pudo
haber sido contada por ellas: pero la prensa les ganó la batalla. Además, en
esa difusión de sus noticias, consideran que también fue violentada la
intimidad de sus familias, puesto que fueron expuestos detalles como sus
viviendas, sus condiciones familiares, su información personal (apellidos,
edades, oficios y parentescos, entre otros datos), y sus relaciones entre
vecinos o miembros de la misma comunidad.
En
el plano social, esta revelación de datos provocó la generación y reproducción
de estereotipos que pronto corrieron para identificarlas en sus propios
entornos cercanos; adicionalmente, en algunos casos, a nivel nacional. Es así
como ellas y sus familias debieron enfrentar una condena o una etiqueta
sociales al ser vinculados todos con el caso que difundió la prensa escrita.
Dentro del plano emocional, no solo fueron afectadas ellas mismas; lo fueron
también sus familias, sus amistades) y personas allegadas durante todo el
proceso de exposición y luego de este.
Como
si se tratara de dos capítulos, estas condiciones se vuelven a revivir por
segunda vez cuando son llevadas a juicio, cuando se ratifica su sentencia y en
algunos casos, cuando son trasladadas al centro penal asignado, lo que las lleva
a una revictimización, a una doble condena social, a la ratificación social de
todos los calificativos empleados anteriormente cuando aún las amparaba el
principio de inocencia, antes del juicio.
El Cuadro 5 resume los
sentimientos encontrados en las mujeres privadas de libertad y es la muestra
más representativa que viene a confirmar lo indicado en el gráfico 7, en el
cual el enojo es el que más les ha afectado, con 13 repeticiones de un total de
31:
Gráfico 2 Repeticiones en los
sentimientos expresados por las privadas de libertad al referirse a la
cobertura periodística de sus propios casos.
Sentimiento |
Cantidad de repeticiones |
Dolor |
3 |
Frustración |
6 |
Vergüenza |
9 |
Enojo |
13 |
Total |
31 |
Fuente: Elaboración propia (2016) a partir de las entrevistas
personales a mujeres privadas de libertad.
En
esa búsqueda justificada de elementos que fortalezcan la noticia, el o la
periodista sucumbe ante el acontecimiento para explotar todos y cada uno de los
detalles ahí disponibles, a fin de asegurarse sus lectores, telespectadores o
radioescuchas, según sea el caso, y, además, para competir fuertemente contra
sus colegas de otros medios, procurando dar enfoques diferentes, información
diversa y perspectivas distintas; en fin, una nota diferente, pero que genera
sentimientos adversos en la población protagonista de la información.
Ellas,
las reclusas entrevistadas, difieren de varios elementos empleados por los
periodistas en la presentación de la noticia, desde la forma de recopilar la
información hasta la publicación o divulgación del hecho, en la cobertura
periodística. Frente a esto, afirman haber sentido emociones como dolor,
frustración, vergüenza y enojo.
El
Gráfico 2 nos muestra cómo un sentimiento tan fuerte como el dolor, no es tan
representativo en el impacto que genera en ellas la cobertura periodística de
sus casos, como sí lo es el enojo hacia esta situación. En este caso, el enojo
afecta más profundamente a las privadas de libertad, pues se unen a ellas
sentimientos ligados a la familia y su exposición ante la comunidad y el país:
Gráfico 3 Cantidad de repetición de
sentimientos de las mujeres privadas de libertad al referirse a la cobertura
periodística de sus propios casos.
Fuente:
Elaboración propia (2016) a partir de entrevistas personales a mujeres privadas
de libertad.
El
tema carcelario está presente en la prensa escrita nacional con marcada
frecuencia. Las secciones de sucesos exponen constantemente notas periodísticas
que evocan la palabra cárcel de forma directa o indirecta, ya que es el
“castigo” o desenlace del delito cometido dentro del orden social. Diversas
aproximaciones académicas han dado cuenta del interés que existe en el público
por la información de sucesos. De hecho, no es casualidad que las noticias de
esta naturaleza aparezcan casi siempre en las portadas de los periódicos o que
los noticieros televisivos y radiofónicos coloquen estas notas al inicio de sus
ediciones y hasta por 10 minutos. En otros casos, se presentan transmisiones o
informaciones en vivo que interrumpen la edición normal del bloque de noticias
o la programación habitual de los medios de comunicación para dar cuenta de un
suceso de última hora.
Al
colocar a esta población como protagonista de la investigación, se asumen
limitaciones en cuanto al acceso a las personas sujetas de estudio, por estar
inmersas en un ambiente con seguridad extrema, como el centro penitenciario.
Por las características de la población, también se dificultan los procesos de
consulta de trabajos anteriores porque son escasos en las universidades
estatales y privadas.
Es
primordial recalcar que el abordaje de este tema, la publicación de sus propias
situaciones personales, es posible que atraiga relatos con alguna subjetividad
que, probablemente, volcaría la balanza hacia lo “injusto” que puede parecer el
ejercicio de la prensa escrita en la cobertura de la nota de sucesos.
Asimismo,
la autorización para trabajar únicamente con cuatro privadas de libertad,
debido a las directrices emitidas por el Ministerio de Justicia y Paz de evitar
la proliferación de trabajos de investigación en el penal, limita en cierta
medida el tamaño de la población de estudio y cierra las posibilidades de
aplicar otras estrategias metodológicas de las cuales se deriven más datos para
el análisis.
Las
condiciones que ocurren dentro de las instituciones carcelarias pueden ser
incluso más graves que lo que ocurre a una escala mayor, a nivel social.
Cuentan las privadas de libertad que la llegada al penal puede ser una completa
pesadilla si dentro se genera un ambiente de reproche por el delito cometido;
dicho de otro modo, si dentro de prisión llegan a tener conocimiento de un caso
con características que ellas consideren deplorables, esperan la llegada de esa
persona para ejercer contra ella el castigo a sus actos. Estas manifestaciones
de violencia y agresión se presentan en especial en casos en los cuales estén
involucrados menores de edad, hijos o hijas, pues muchas de ellas llegan a
desarrollar tantos sentimientos de culpa por haber dejado a su descendencia con
otras personas, que no aceptan que una mujer atente o violente a un niño o
niña.
Este
fue el caso de una de las entrevistadas, quien descuenta una condena por el
homicidio de su hija de meses. Afirma que tanto ella como su esposo trataron de
revivir a su hija que quedó inconsciente, sin respuesta alguna; pero al ser
llevada por los cuerpos de socorro a un centro médico se determinó que la niña
había muerto por una fuerte sacudida y la pareja fue encontrada culpable por el
fallecimiento de la menor.
En
su relato, ella cuenta que al ingresar al centro penal tuvo que ser custodiada
por oficiales, pues las demás privadas de libertad querían vapulearla. Ella, incluso,
fue separada del resto de la población por unos días para procurar que se
calmaran los ánimos de las mujeres privadas de libertad que querían cobrarle la
muerte de su hija. Para ella, la falta de espacio para explicar lo ocurrido con
su hija, la desatención de la prensa escrita hacia su propia versión y, además,
el haber presentado su incidente con morbo causó en las demás mujeres
sentimientos violentos.
Situaciones
como las anteriores, las hacen reflexionar acerca del cuidado que afirman
deberían tener los periodistas al publicar las informaciones. Igualmente,, las
hace pensar en las condiciones que enfrentarán una vez que salgan de prisión y
deban regresar a la sociedad para continuar con sus vidas habituales.
Para
algunas de ellas probablemente sus casos no permanezcan ya en el recuerdo de
las personas y encuentran consuelo en ello; mas no dejan de pensar en la
exposición que tuvieron y en los daños morales, emocionales y psicológicos que
enfrentaron ellas mismas, sus familiares y seres queridos.
Esta
investigación encuentra que es indispensable que la prensa nacional replantee
el ejercicio de su función en la cobertura de sucesos en aras de no consignar
en sus informaciones juicios de valor que puedan facetar a las mujeres con
condena, en su ingreso al penal y en su proceso de reinserción social.
Tomas
(2015) defiende, no obstante, la preparación interdisciplinaria que acompaña al
y a la periodista de la llamada “nota roja”. Asegura que para la elaboración de
las notas, las personas profesionales deben conocer bien la materia legal para
escribir acorde con lo tipificado por las leyes y más bien no convertirse en
blanco o "chota" de los profesionales por escribir, narrar o comentar
hechos que no dominan.
A
su juicio, tal preparación no es similar para alguien que cubre política,
deportes, laborales o sociales.
Las mujeres privadas de libertad
experimentan consecuencias que afectan su desenvolvimiento social en el centro
penal a raíz de la cobertura mediática. Ellas sienten atropellada su integridad
en la cobertura del suceso. Mucho de estas acciones por parte de profesionales obedece al periodismo
funcionalista instaurado en nuestro país para cumplir únicamente con los
estándares comerciales de un negocio pujante.
Al recordar sus casos y la
exposición que tuvieron en la prensa escrita, rechazan la metodología de
trabajo desarrollada por el y la profesional en
periodismo a la hora de dar cobertura informativa a sus delitos, su detención e
ingreso al penal. Esta situación evidencia la necesidad de intervenir de manera
constructiva el trabajo periodístico en la redacción y elaboración de
contenidos informativos, en aras de instaurar un ejercicio más humano, más
consciente, y más apegado a su función social y mediadora del desarrollo integral
del ser humano.
Independiente de los motivos que
enumeran para defender su derecho a ser abordadas, a quien ejerce el periodismo
de nota roja frecuentemente se le olvida este derecho innegable de las personas
detenidas de dar la versión de los hechos. Muchas veces se le confiere poca
importancia por la rapidez de los actos, por el cerco policial, por la condena
pública de considerar que las pesquisas policiales que llevaron a los
procedimientos de detención y allanamiento son certeras, o bien, porque la
misma persona detenida se niega a declarar a los medios de comunicación. Con
estas mujeres, el caso era otro. Ellas alegaron haber preferido que los medios
de comunicación indagaran aún más de su situación, con ellas o con sus
familiares; pero sienten que hizo falta anotar su versión de los hechos en las
informaciones.
De la forma en la que fueron
presentadas sus noticias, ellas tenían mucho que decir. El espacio facilitado
para conversar con ellas se prestó para que una por una expusiera su caso; no
obstante, la empatía que han generado entre ellas al compartir un mismo entorno
las hizo apoyarse cuando les correspondió hablar acerca de las implicaciones
que la publicación de sus casos tuvo en sus vidas personales, en su círculo
familiar y social, y en la convivencia dentro del penal.
Para ellas, la sobreexposición
de sus casos de manera reiterada y en condiciones que según ellas no estuvieron
apegadas a la verdad, genera en sus vidas consecuencias negativas en sus vidas:
a nivel personal, familiar, social y grupal; se entiende este último como las
relaciones interpersonales entre iguales, una vez que son ubicadas en los
módulos respectivos, en prisión.
A nivel personal, expresan
sentir gran consternación por la forma en la que fueron retratadas ante la sociedad.
En este particular entran en juego los calificativos, sinónimos y otro tipo de
características que son empleados por la prensa escrita para presentar la
noticia. Anteriormente, analizamos algunas de las frases o palabras que son
usadas con frecuencia en los medios de comunicación para presentar la nota,
para ofrecerle al lector una información que le haga transportarse a la
situación misma, como herramientas o técnicas periodísticas empleadas para
crear más impacto en la opinión pública.
Este uso de calificativos
-afirmaban- las hizo parecer personas malas. La maldad para ellas está lejos de
sus casos, pues dentro de la subjetividad propia del ser humano consideran que
sus delitos fueron cometidos por diferentes circunstancias no relacionadas con la
maldad, sino más bien producto de errores o equivocaciones que se pagaron caro
en sus vidas, con su propia libertad.
En todos los casos, afirmaron
haber sido expuestas ante la opinión pública como personas nada parecidas a
ellas mismas, en su desenvolvimiento habitual con los demás seres humanos. El
detalle de los acontecimientos, que incluso consideran exagerado, provocó
reacciones de asombro, de dolor, de angustia y de desilusión en sus seres
queridos. Esta situación generó en ellas más tensión, desasosiego y frustración
al sentir que desilusionaron a los suyos. En el caso de las mujeres con hijos o
hijas, tales sentimientos se acrecentaron, pues asoman en ellas los
sentimientos propios de la maternidad que son asumidos personal y socialmente por
las mujeres desde edades muy tempranas, como ese rol que ha sido dado de manera
ancestral.
Es, entonces, como cargan además
de su condena penal, una pena natural por el peso que conlleva haberles fallado
a sus hijos e hijas y tener que separarse de ellos, de todas sus etapas de
crecimiento por un error que les privó de su libertad. En su discurso es
posible identificar arrepentimiento, resignación y tristeza cuando retoman el
pasado y recuerdan sus delitos. Saben que no hay ahora marcha atrás en sus vidas
y deben cumplir una condena impuesta en tribunales; aunque no dejan de sentir
esos deseos de devolver el tiempo para haber evitado sus delitos y, además,
para haber vivido de manera diferente, alejadas de las situaciones que las
llevaron a delinquir.
En sus entornos familiares
lograron encontrar el apoyo para enfrentar sus casos; pero el abordaje de las
relaciones con sus seres queridos fue difícil cuando la prensa escrita se
convirtió en emisor de sus realidades, una verdad que pudo haber sido contada por
ellas; no obstante, la prensa les ganó la batalla. En adición, en esa difusión
de sus noticias, consideran que también fue violentada la intimidad de sus
familias, puesto que fueron expuestos detalles como sus viviendas, sus
condiciones familiares, su información personal (apellidos, edades, oficios y
parentescos, entre otros datos), y sus relaciones entre vecinos o miembros de
la misma comunidad.
En el plano social, esta
revelación de datos provocó la generación y reproducción de estereotipos que
pronto corrieron para identificarlas en sus propios entornos cercanos, además
en algunos casos, a nivel nacional. Es así como ellas y sus familias debieron
enfrentar una condena social o una etiqueta sociales al ser vinculados con el
caso que difundió la prensa escrita. Dentro del plano emocional, no solo fueron
afectadas ellas mismas; lo fueron también sus familias, sus amigos y allegados
durante todo el proceso de exposición y luego de este.
Como si se tratara de dos
capítulos, estas condiciones se vuelven a revivir por segunda vez cuando son
llevadas a juicio, cuando se ratifica su sentencia y en algunos casos, cuando
son trasladadas al centro penal asignado, lo que las lleva a una
revictimización, a una doble condena social, a la ratificación social de todos
los calificativos empleados anteriormente cuando aún las amparaba el principio
de inocencia, antes del juicio.
Al analizar el centro penal como
un círculo social, como un espacio donde conviven bajo las mismas condiciones,
se identifican también consecuencias importantes por la generación de
estereotipos propios de las informaciones. La reproducción de la noticia y el
limitado pero certero acceso que tienen las poblaciones privadas de libertad a
los medios de comunicación social crean en menor escala las mismas situaciones
que a nivel general se dan en la sociedad con la difusión de los
acontecimientos por parte de la prensa escrita.
Al finalizar la
investigación, se recomienda la creación en Costa Rica de la figura del
Ombudsman del Lector, creada en el diario japonés Asahi Shimbun en 1922, del cual no se tienen
registros informativos que detallen sus tareas ni que evidencien que haya sido
replicado en otros países. De esta forma, podrían fiscalizarse u observarse los
tratamientos periodísticos en determinados temas sensibles y en general, así
como velar los intereses del público ante un medio, atender sus quejas y
sugerencias particulares por la cobertura mediática.
Como parte de las
funciones Ombudsman del Lector, la investigación propone:
1.
Garantizar
transparencia, buen trato periodístico y apego a la ética en cada medio de
comunicación social, específicamente en cada producto periodístico.
2.
Atender
y realizar la respectiva investigación acerca de las quejas de los lectores de
los medios de comunicación social del país, en aras de mantener el adecuado
equilibrio informativo y ético en la cobertura noticiosa.
3.
Sugerir
cambios o proponer soluciones para remediar situaciones en las que sean
afectadas las poblaciones lectoras por determinada información publicada por
los medios de comunicación.
4.
Gestionar
la capacitación profesional constante en los y las periodistas costarricenses,
en especial, en temas sensibles para la sociedad.
5.
Considerar
la opinión de las poblaciones lectoras respecto del ejercicio periodístico
nacional.
6.
Garantizar
el debido derecho de respuesta o contestación de aquellas personas que, al ser
protagonistas de la noticia, sienten la necesidad de referirse a las
publicaciones que les atañen directamente.
7.
Tender
un canal cercano de comunicación entre instituciones públicas, organizaciones
sociales y la prensa costarricense, en aras de mejorar los mecanismos en el
abordaje informativo.
8.
Procurar
que sus posiciones guarden siempre el debido proceso para mantener su autoridad
moral y la credibilidad ante la población.
9.
Velar
por que las imágenes y otro tipo de material de apoyo visual al texto
informativo cumplan con las características para evitar la creación de
etiquetas sociales o estereotipos.
10. Revisar permanentemente
del lenguaje periodístico utilizado en los medios de comunicación social
costarricenses.
Tomando en cuenta la información recabada en la cita con
las mujeres privadas de libertad, se presentan las siguientes recomendaciones
para la cobertura de los sucesos y para la prensa en general, en su gestión
como actor formador de opinión pública en una sociedad. Es importante detallar
que estas se presentan desde dos perspectivas vitales: la redacción
periodística y la gestión del medio de comunicación como tal.
Desde la redacción de
notas periodísticas (periodista), esta investigación propone:
1.
Evitar
el uso de palabras que atenten contra la integridad de las personas
protagonistas de la nota roja. En ocasiones el uso de palabras o sinónimos
afines al delito cometido afectan la moral de quienes son identificados con
estos calificativos. En este daño moral también son afectadas sus amistades y
familiares.
2.
Releer
las informaciones escritas de manera que sea posible la detección de palabras
que ofendan a la protagonista de la nota roja y a los mismos lectores.
3.
Dar
un seguimiento a la noticia de forma que permita retomar aspectos que por la
premura de la cobertura periodística no fueron bien desarrollados en la
publicación.
4.
Tratar
de consignar en las informaciones la versión de las personas implicadas en el
delito. De esta forma, se les presenta la oportunidad de descargar sus propias
emociones y se cumple con el equilibrio informativo que debe existir en la
noticia, sea esta televisiva, escrita o radiofónica.
5.
Solicitar
el permiso correspondiente para el uso de imágenes de las personas detenidas,
trasladas a prisión o enjuiciadas. Muchas han sido las imágenes que han sido
publicadas sin el menor consentimiento y en circunstancias nada favorables para
estas personas.
6.
Utilizar
el mismo estilo de redacción que emplean para publicar la nota tradicional. Por
el tipo de información, la nota roja es acompañada muchas veces de una
redacción informal, poco seria, con un lenguaje coloquial, lo que genera en el
público sentimientos adversos.
7.
Evitar
las interpretaciones al escribir una nota de sucesos. Cuando se basa el reporte
en una redacción interpretativa, se corre el riesgo de producir un impacto sensacionalista.
8.
Realizar
una exhaustiva investigación de los hechos, en aras de presentar el
acontecimiento sin sesgos deliberados.
9.
Detallar
la condición judicial de la persona incriminada. Las diligencias policiales se
ejecutan por diferentes razones, no necesariamente por haber cometido un
delito; entonces, es importante especificar las condiciones penales de la
persona implicada.
10. Recordar que el (la) periodista debe informar;
no es un escritor de novelas policiales, por lo cual debe alejarse de modelos
literarios que presenten la historia como una novela.
11. Tener presente que la
persona periodista no cumple rol de juez, fiscal o abogado defensor. La condición de la persona
protagonista de la nota solo compete a las autoridades judiciales con su respectiva
presentación de pruebas y demás evidencias.
12. Reflexionar alrededor de la generación de
estereotipos que pueden estar presentes en sus informaciones.
13. Identificar el género
periodístico idóneo para desarrollar la cobertura de sucesos. Expertos comunicadores
sugieren que la crónica tiene la versatilidad para presentar la nota roja sin
caer en la transformación del hecho en una novela espectacular.
Desde la gestión de la
prensa escrita como formador de opinión pública, esta investigación propone:
1.
Impulsar
la elaboración de un manual especial para la cobertura del suceso, que incluya
normas de recopilación de la información, de redacción y elementos visuales.
2.
Realizar
con periodicidad actividades de consulta con sus lectores(as), de forma que sea
posible conocer sus percepciones, recomendaciones o comentarios relacionados
con la cobertura periodística que realizan sus profesionales ante determinados
hechos, en especial, los sucesos.
3.
Establecer un código deontológico que recopile
los valores y las normas del medio de comunicación en aras de crear una
normativa de lo ético que regule la profesión de sus periodistas.
4.
Ejecutar estudios de audiencia orientados a
conocer sus deseos informativos, lo que les permite reorientar sus coberturas o
evaluar su accionar en las diferentes secciones informativas del medio.
5.
Impulsar
la capacitación de sus periodistas en foros nacionales e internacionales que
les posibilite la actualización profesional en la cobertura noticiosa.
6.
Equilibrar
la cantidad de informaciones nacionales y de otra índole con la de sucesos,
pues en las ediciones noticiosas se abusa de la oferta de sucesos entregada al
público.
En síntesis, el
periodismo nacional requiere una etapa de reflexión en la que sea revisado el
accionar de los(as) periodistas de sucesos en la cobertura de la nota roja.
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Recibido: 11 de abril de 2019
Aceptado: 21 de noviembre de 2019
[2] El centro penitenciario, en el
momento del estudio, era llamado El Buen Pastor. Este artículo acogerá el
nombre actual “Vilma Curling Rivera”, a fin de exponer una mejor referencia.