Año 24, n.o 49: enero -
junio 2025
Caracterización de iniciativas
agroecológicas en Costa Rica: una mirada exploratoria sobre su potencial y sus
desafíos
Gerardo
Cerdas-Vega *
https://orcid.org/0000-0003-3912-4193
Doctor en
Ciencias por el Programa de Posgraduación de Ciencias Sociales en Desarrollo,
Agricultura y Sociedad, de la Universidad Federal Rural de Rio de Janeiro,
Brasil (CPDA/UFRRJ). Licenciado en Sociología por la Universidad Nacional, de Costa
Rica (UNA). Académico de la Escuela de Ciencias Agrarias (ECA/UNA). Correo: gerardo.cerdas.vega@una.cr
Adriana Salazar-Mora **
https://orcid.org/0009-0002-8214-5264
** Bachiller
en Agronomía por la Universidad Nacional, Costa Rica. Actualmente cursa sus
estudios de licenciatura en dicha casa de estudios. Correo: adriana.salazar.mora@est.una.ac.cr
Resumen
El artículo presenta los hallazgos
de la investigación Mapeo exploratorio de iniciativas de producción,
comercialización y educación agroecológica en Costa Rica, desarrollada
entre mayo de 2023 y noviembre de 2024, con el apoyo del Centro para la
Valorización de Productos Agroalimentarios y Artesanales Diferenciados por sus
Cualidades Bioculturales y de Origen Geográfico (CADENAGRO) de la Universidad
Nacional, de Costa Rica. El objetivo fue identificar experiencias
agroecológicas a nivel nacional, para aportar información pública sobre
iniciativas que no habían sido sistematizadas ni registradas previamente. En la
última década, la agroecología ha ganado relevancia en Costa Rica, a pesar del
desafío que plantea un modelo agroexportador globalizado, y continúa los
esfuerzos iniciados en la década de 1980 como alternativas a la Revolución
Verde. Con un enfoque exploratorio y descriptivo que combinó métodos
cualitativos y cuantitativos, el estudio identificó 203 experiencias
agroecológicas en el país. Los resultados ofrecen un panorama amplio del sector
agroecológico costarricense, lo cual sirve como base para investigaciones
futuras. Este trabajo contribuye a entender las dinámicas actuales, identificar
vacíos en la documentación de estas iniciativas y orientar estrategias y
políticas hacia el fortalecimiento y expansión de la agroecología, consolidándola
como una alternativa sostenible en el contexto nacional.
Palabras clave: agricultura
ecológica, producción sustentable, alimentación, desarrollo rural.
Recibido: 12 de setiembre de 2024
Aprobado: 3 de diciembre de 2024
Characterization of agroecological initiatives
in Costa Rica: An exploratory look at their potential and challenges
Abstract
The article presents the findings of the
research Exploratory Mapping of Agroecological Education, Marketing, and
Production Initiatives in Costa Rica, conducted between May 2023 and
November 2024, with the support of the Center for the Valorization of
Agro-Food and Artisan Products Differentiated by Their Biocultural and
Geographical Origin Qualities (CADENAGRO) at the National University. The
objective was to identify agroecological experiences at the national level to
provide public information on initiatives that had not been previously
systematized or recorded. In the last decade, Agroecology has gained relevance
in Costa Rica, despite the challenge posed by a globalized agro-export model,
continuing the efforts initiated in the 1980s as alternatives to the Green
Revolution. With an exploratory and descriptive approach that combined
qualitative and quantitative methods, the study identified 203 agroecological
experiences in the country. The results provide a broad overview of the Costa
Rican agroecological sector, serving as a basis for future research. This work
contributes to understanding current dynamics, identifying gaps in the
documentation of these initiatives, and guiding strategies and policies toward
the strengthening and expansion of agroecology, consolidating it as a
sustainable alternative in the national context.
Key Words: Agriculture, development, food,
production.
Caractérisation des initiatives agroécologies au Costa
Rica: un regard exploratoire sur leur potentiel et leurs défis
Résumé
L’article présente les résultats de la recherche Cartographie
exploratoire des initiatives de production, commercialisation et d’éducation
agroécologique au Costa Rica, développée entre mai 2023 et novembre 2024 avec le soutien du
Centre pour la Valorisation des Produits Agroalimentaires et Artisanaux
Différenciés para leurs Qualités Biculturels et d’Origine Géographique
(CADENAGRO) de l’Université Nationale. Le
but était d’identifier les expériences agroécologiques dans le pays afin de
fournir des informations publique sur les initiatives sans systématisation ni
enregistrements préalables. Au cours de la dernière décennie, l’agroécologie
est devenue essentiel au Costa Rica malgré les défis d’un modèle
agro-exportateur mondialisé et grâce aux efforts des années 1980 comme une
alternative de Résolution verte. Avec une approche exploratoire et descriptive
et combinant des méthodes qualitatives et quantitatives l’étude a identifié 203
expériences agroécologiques dans le pays. Les résultats offrent un panorama complet
du domaine agroécologique costaricien servant de base aux futures recherches.
Ce travail contribue à comprendre les dynamiques actuelles, à identifier les
lacunes dans la documentation de ces initiatives et à orienter les stratégies
et les politiques visant le renforcement et l’expansion l’agroécologie comme
une alternative durable dans notre contexte.
Mots-clés: agriculture écologique, production durable,
alimentation, développement rural.
Caracterização
de iniciativas agroecológicas na Costa Rica: um olhar exploratório sobre seu
potencial e seus desafíos
O
artigo apresenta os achados da pesquisa Mapeamento exploratório de iniciativas
de produção, comercialização e educação agroecológica na Costa Rica,
desenvolvida entre maio de 2023 e novembro de 2024, com o apoio do Centro para
a Valorização de Produtos Agroalimentares e Artesanais Diferenciados por suas
Qualidades Bioculturais e de Origem Geográfica (CADENAGRO), da Universidade
Nacional. O objetivo foi identificar experiências agroecológicas em nível
nacional, a fim de fornecer informações públicas sobre iniciativas que não
haviam sido sistematizadas nem registradas anteriormente. Na última década, a
agroecologia ganhou relevância na Costa Rica, apesar do desafio imposto por um
modelo agroexportador globalizado, e dá continuidade aos esforços iniciados na
década de 1980 como alternativas à Revolução Verde. Com uma abordagem
exploratória e descritiva que combinou métodos qualitativos e quantitativos, o
estudo identificou 203 experiências agroecológicas no país. Os resultados
oferecem um panorama amplo do setor agroecológico costarriquenho, servindo como
base para pesquisas futuras. Este trabalho contribui para a compreensão das
dinâmicas atuais, a identificação de lacunas na documentação dessas iniciativas
e a orientação de estratégias e políticas para o fortalecimento e a expansão da
agroecologia, consolidando-a como uma alternativa sustentável no contexto
nacional.
Palavras-chave:
agricultura ecológica, produção sustentável, alimentação, desenvolvimento rural.
Introducción
En Costa Rica, los orígenes de lo
que hoy se llama agroecología hay que buscarlos hacia finales de la década de
1970 e inicios de la de 1980, cuando, quienes se dedicaban a la agricultura, relativamente
al margen a las dinámicas de la revolución verde que se había afianzado en el
país a partir de la década de 1940, comenzaron a colaborar con personas
académicas y organizaciones no gubernamentales interesadas en abordar la crisis
rural y ambiental. Durante los años ochenta, se implementaron iniciativas
pioneras en regiones como Talamanca y Cartago, lideradas por la Fundación
Güilombé y el Taller Experimental de Producción y Comercialización Agrícola
Alternativa R.L. (TEPROCA), además de la capacitación de pequeños agricultores
orgánicos con apoyo japonés, quienes luego conformaron la Asociación de
Productores Orgánicos y Ecológicos de Tapezco de Alfaro Ruiz (APOETAR). Este
periodo marca también la consolidación de la agricultura orgánica como tema
relevante, con la formación de la Coordinadora de ONG con Proyectos
Alternativos de Desarrollo (COPROALDE) en 1988, respaldada por la cooperación
internacional, y con la realización del «1° Simposio Nacional sobre Tecnología
Apropiada y Agricultura Biológica» en 1989[1].
En la década de 1990, el Estado
comienza a mostrar interés en el sector, con la creación, en 1994, del Programa
Nacional de Agricultura Orgánica (PNAO) y, en 1997, de la Dirección de
Acreditación y Registro en Agricultura Orgánica (DARAO) y del Centro Nacional
Especializado en Agricultura Orgánica (CNEAO), del Instituto Nacional de
Aprendizaje. Este periodo también destaca por el fortalecimiento organizativo,
con la fundación de la Asociación Nacional de Pequeños Productores Orgánicos
(ANAPAO), de la primera feria orgánica, de la primera agencia certificadora
nacional (Eco-Lógica) y el lanzamiento del Programa de Investigación y
Transferencia de Tecnología Agrícola en Producción Orgánica (PITTA-PO), además
del nacimiento de movimientos nacionales como el Movimiento Nacional de
Agricultura Orgánica (MAOCO) y la Asociación Nacional de Agricultura Orgánica
(ANAO). La cooperación internacional, principalmente de la Agencia de
Cooperación Internacional del Japón (JAICA, por sus siglas en inglés), Pan para
el Mundo (Alemania) e HIVOS (Países Bajos), fue clave para este desarrollo, gracias
a que fomentó una perspectiva agroecológica[2].
La primera mitad de la década de
los 2000 se caracterizó por un crecimiento significativo, en este periodo se
alcanzó, según algunas estimaciones, 6000 explotaciones orgánicas registradas
hacia el 2005[3].
Sin embargo, la retirada de la cooperación internacional en ese periodo
debilitó al movimiento, a pesar de avances como la Ley de Desarrollo, Promoción
y Fomento de la Actividad Agropecuaria Orgánica N° 8591, que data de 2007, la
cual estableció un marco legal consolidado para la agricultura orgánica en el
país[4]. Desde 2010, el sector
enfrentó dificultades para consolidarse en el mercado interno, creciendo
fundamentalmente a través de la exportación (lo que beneficia a un reducido
grupo de productores, con frecuencia los más fuertes), mientras que la
implementación de la Ley anteriormente mencionada ha sido criticada por
enfocarse en la fiscalización y la imposición de barreras burocráticas, más que
en otorgar incentivos para el fomento de la agricultura orgánica en el país[5].
Durante todo este periodo, el
énfasis estuvo puesto en la agricultura orgánica; enfoques más integrales como
la agroecología y la permacultura, aunque presentes de forma incipiente desde
la década de 1980, fueron perdiendo protagonismo, desplazados por perspectivas
cada vez más técnicas e instrumentales. No obstante, estas corrientes
holísticas, que promovían valores como la soberanía alimentaria, la justicia
social y la preservación de los recursos biológicos, integrando saberes
campesinos e indígenas y vinculándose con movimientos regionales como el
Movimiento Agroecológico de América Latina (MAELA)[6], han comenzado a ganar
nuevamente terreno en la última década, como lo muestra la realización del «IX
Congreso Latinoamericano de Agroecología», en 2022, bajo el lema Diversidad
biocultural para la salud de las comunidades y los ecosistemas, organizado
por la Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología (SOCLA) y con apoyo
de organizaciones e instituciones costarricenses[7], como lo muestran los
resultados de la investigación que se han desarrollado en el periodo 2023-2024,
las cuales sirven de base para el presente trabajo.
En los últimos años, más actores
adoptan un abordaje agroecológico en sus prácticas y el debate alrededor de la
agroecología aparece con mayor fuerza y frecuencia en espacios tanto académicos
como de la sociedad civil, lo que sugiere que hay una emergente tendencia para
superar visiones técnico-instrumentales en favor de perspectivas más amplias y
complejas, como la que ofrece la agroecología, en tanto ciencia, movimiento
social y campo de prácticas[8]. Esto se da en medio de
una disputa entre conceptos y narrativas ante la cada vez más evidente crisis
del sistema agroalimentario capitalista[9]; en la cual, por un lado se
tiene abordajes como la agricultura regenerativa, promovida por gigantes del
agronegocio como Bayer[10] y en
Costa Rica por entidades locales con fuertes ligámenes con actores externos a
partir de una visión pro-corporativa y filantrópica del cambio hacia la
sustentabilidad en la agricultura[11], y, por otro lado,
organizaciones ambientalistas, pequeños agricultores, asociaciones locales,
organizaciones no gubernamentales, colectivos agroecológicos y académicos de
las universidades públicas, que promueven la agroecología sobre la base de la
soberanía alimentaria y la necesidad de reconstituir tanto la capacidad de
producir alimentos de una forma sustentable, como el tejido social y
comunitario campesino en que se sustenta, al mismo tiempo que se cuestionan las
bases de poder del sistema agroalimentario corporativo, que ha llevado a la
actual crisis de dependencia alimentaria que vive el país, como lo señalan
estudios y publicaciones recientes[12].
Agroecología y agricultura
orgánica: tensiones prácticas y conceptuales en el contexto costarricense
Antes de presentar los resultados,
es importante reflexionar sobre las tensiones conceptuales y prácticas entre la
agricultura orgánica y la agroecología en Costa Rica, como reflejo
de un debate global sobre el tema[13]. Inicialmente, la
agricultura orgánica en el país estuvo más vinculada a enfoques agroecológicos,
pero con su institucionalización se orientó mayoritariamente hacia la
certificación, la exportación y la fiscalización estatal. Actualmente, algunos
productores orgánicos certificados ven la agroecología como competencia
desleal, al considerar que los productores agroecológicos no están sujetos a
los controles exigidos por la certificación[14].
Según Sabourin et al.[15], las diferencias entre
agricultura orgánica y agroecología pueden analizarse desde sus antecedentes
técnico-culturales y su relación con los sistemas sociopolíticos. Ambos modelos
surgieron en la década de 1970 con cuestionamientos similares a la revolución
verde, pero con el tiempo se diferenciaron: «la agroecología propone una visión
diferente de un sistema técnico de agricultura orgánica que puede operar con la
sustitución de insumos convencionales por insumos orgánicos». La agroecología
enfatiza la coproducción de conocimientos locales, la soberanía alimentaria y
la economía solidaria, gracias a la promoción de cambios estructurales en los
sistemas agroalimentarios y fortaleciendo movimientos indígenas y campesinos.
En cambio, la agricultura orgánica, aunque sostenible, suele centrarse en la
certificación y el cumplimiento de normas, sin cuestionar el modelo agroindustrial,
predominando los monocultivos de exportación sobre la producción para el
mercado local.
Estas tensiones se reflejan en las
experiencias de los sujetos de este estudio. Si bien algunos mantienen la
oposición entre ambos enfoques, otros han transitado de la certificación
orgánica hacia una práctica más agroecológica[16]. También, se encuentran
referencias a la permacultura, la agricultura biointensiva y la regenerativa,
lo que refleja cierta confusión conceptual dentro del emergente movimiento
agroecológico[17].
Un estudio de 2024 sobre la evolución de la agricultura ecológica en
Costa Rica describe la existencia de una agroecología ecléctica, donde
conviven modelos certificados, enfoques que priorizan la relación con el
entorno y formas de vida alternativas basadas en la diversificación y el
cultivo sin agrotóxicos[18]. Esta perspectiva más
flexible podría ayudar a entender las dinámicas en el terreno, para evitar clasificaciones
rígidas.
La agroecología ha ganado fuerza en
Costa Rica en la última década, aunque su introducción ha sido gradual y
difícil de precisar. Algunos académicos destacan su uso desde la década de 1990
en espacios como el Foro Emaús y el Frente Ecologista Universitario[19], mientras que otros
señalan su llegada a través de redes internacionales como La Vía Campesina y la
influencia de organizaciones campesinas y ONG del Cono Sur. También se vincula
su expansión a iniciativas más recientes, como la declaratoria del Año
Internacional de la Agricultura Familiar en 2014. Soto-Villalobos[20] sugiere que el concepto llegó al país como un
eco de discusiones desde otros países latinoamericanos, donde encontró acogida
en organizaciones sociales, como la Red de Mujeres Rurales, en el contexto de
la lucha contra el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
Si bien la agroecología se ha
posicionado entre diversos actores, como productores, académicos y ONG, el
concepto aún es poco utilizado por las instituciones gubernamentales del sector
agropecuario. Un criterio relevante para diferenciar los enfoques es si la
práctica agrícola se basa en recetas rígidas o en principios adaptables al
contexto local[21].
Mientras la agricultura orgánica certificada tiende a ser más técnica y
normativa, la agroecología fomenta la experimentación y la autonomía, gracias a
la promoción de transformaciones profundas en los sistemas agroalimentarios.
Siguiendo a Gliessman[22], este estudio entiende la
agroecología como una disciplina que integra el análisis ecológico de los
agroecosistemas, impulsa prácticas agrícolas sostenibles y promueve cambios
estructurales para sistemas alimentarios más justos y resilientes.
En este contexto, este trabajo
registra las experiencias de quienes aceptaron responder las encuestas, todas
ellas identificándose como agroecológicas en algún sentido. Más allá de las
etiquetas utilizadas, resulta fundamental analizar las prácticas y visiones de
estos actores para comprender hasta qué punto se alinean con la agroecología
como un enfoque integral para el rediseño de los sistemas agroalimentarios.
Metodología
Para el desarrollo de esta
investigación se utilizó un enfoque de análisis mixto, con un diseño
exploratorio y descriptivo, con la combinación de métodos cualitativos y
cuantitativos. Un estudio exploratorio tiene como objetivo examinar un tema
poco investigado o sobre el cual existe escasa información, esto proporciona un
primer acercamiento que permite una comprensión inicial del fenómeno. Este tipo
de estudio es útil cuando se busca indagar áreas novedosas o cuando la revisión
de la literatura solo ha revelado ideas generales o datos limitados. Aunque
generalmente es descriptivo, su carácter provisional puede sentar las bases
para investigaciones posteriores más profundas e incluso generar explicaciones
preliminares del problema[23].
La recolección de datos se realizó con
el uso tanto de fuentes primarias como secundarias, en un periodo de 15 meses,
entre agosto de 2023 y noviembre de 2024. Por una parte, se implementaron
encuestas electrónicas semiestructuradas, que combinaron preguntas cerradas y
abiertas, dirigidas a una lista previamente identificada de experiencias
agroecológicas en Costa Rica. Las encuestas se enviaron con el uso del correo
electrónico y redes sociales; para ampliar el alcance del estudio, se utilizó
la técnica de muestreo no probabilístico, conocida como bola de nieve,
en la que cada persona encuestada proporcionaba nuevos contactos. Este método
permitió validar las experiencias identificadas previamente y descubrir nuevas
iniciativas, que fueron progresivamente incluidas en la muestra.
La encuesta fue el principal
instrumento de recolección de información y se estructuró en cuatro secciones,
a saber: a) Información general de la experiencia agroecológica, b) Historia y
potencial organizativo, c) Prácticas agroecológicas implementadas, c) Visión y
posicionamiento sobre la agroecología y la sustentabilidad de los sistemas
agroalimentarios. Por este medio, se pudo obtener información cuantitativa y cualitativa;
los datos cuantitativos fueron tabulados con el programa MS Excel, mientras que
la información cualitativa fue codificada y organizada mediante el software
de análisis cualitativo QDA Miner.
Es importante señalar que se
diseñaron y aplicaron tres encuestas distintas, con algunas variaciones en las
preguntas, aunque manteniendo las mismas secciones en cada una. Lo anterior,
dado que la encuesta se realizó teniendo en consideración tres tipos generales
de experiencias agroecológicas: fincas, experiencias de comercialización y
experiencias educativas/organizativas[24]. Por fincas se
entiende aquí una extensión de terreno (generalmente rural pero no
estrictamente en oposición a lo urbano), dedicada a actividades agropecuarias
como la agricultura, la ganadería o ambas. Estas fincas pueden incluir áreas de
producción vegetal y animal, pastos, bosques y construcciones para vivienda,
así como almacenamiento y procesamiento de productos. Su tamaño varía desde
pequeñas parcelas hasta propiedades medianas, su gestión puede estar a cargo de
un propietario individual, una familia o empresas dedicadas a la producción
agrícola o ganadera. Por experiencias de comercialización se hace
referencia principalmente a ferias orgánicas, agroecológicas o sostenibles, así
como a mecanismos de venta en línea de productos agroecológicos, que permiten a
los productores comercializar sus productos frescos, con valor agregado o
artesanales. Finalmente, por experiencias educativas u organizativas se
entienden aquellas iniciativas y actividades cuyo objetivo es la formación,
sensibilización y organización de individuos, grupos o comunidades en torno a
prácticas agroecológicas.
En las tres encuestas se registró un
total de 203 respuestas, de las cuales el 50,2 % corresponde a hombres y el
49,8 % a mujeres, cada una representa una experiencia agroecológica. En cuanto
a la ocupación principal de las personas en la muestra general, el 60,8 % se
dedica a la producción agropecuaria, el 46,5 % a la comercialización
agropecuaria y el 37 % a la educación agroecológica. Además, el 53,4 % se
identifica como empresario o emprendedor, el 12,6 % forma parte de alguna
Organización No Gubernamental (ONG) y el 11 % está vinculado a la academia,
principalmente en universidades públicas. Cabe señalar que las personas podían
seleccionar múltiples ocupaciones, lo cual permite reflejar la diversidad
ocupacional de la muestra.
Además de las encuestas, se
realizaron 16 entrevistas, tanto presenciales como virtuales, a productores,
especialistas y académicos, todos con experiencia en agroecología. Cuatro de
las entrevistas se efectuaron mediante visitas de campo, mientras que las
restantes se realizaron a través de la plataforma Zoom. Estas entrevistas
ofrecieron información cualitativa más amplia y abrieron perspectivas de
análisis. La información obtenida se analizó con el software Atlas.ti. En la
Tabla 1 se muestra el detalle de las personas entrevistadas, por tipo.
Tabla 1. Tipo de
entrevistados
Informantes |
Código |
Tipo
de actor |
Personas
productoras agroecológicas |
Prod_agro1 Prod_agro2 Prod_agro3 Prod_agro4 Prod_agro5 Prod_agro6 Prod_agro7 |
Productora
agroecológica Productor
agroecológico Productora
agroecológica Productor
agroecológico Productora
agroecológica Productora
agroecológica Productor
agroecológico |
Especialistas
en agroecología |
Esp_agro1 Esp_agro2 Esp_agro3 Esp_agro4 Esp_agro5 Esp_agro6 |
Miembro
de ONG Miembro
de colectivo agroecológico Miembro
de ONG Representante
poder local Representante
poder local Miembro
de colectivo agroecológico |
Académicos
en agroecología |
Acad_agro1 Acad_agro2 Acad_agro3 |
Académica
universidad pública Académico
en programa de
investigación interdisciplinaria Académico
universidad pública |
Total |
16 |
Fuente: Elaboración propia, 2024.
Para complementar la información
obtenida, se consultaron bases de datos y documentales y se solicitó
información a instituciones como el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG)
y el Instituto de Desarrollo Rural (INDER), con el objetivo de obtener
contactos sobre productores agroecológicos u orgánicos.
Al tratarse de una investigación
exploratoria, se optó por no partir de una tipología de experiencias
agroecológicas y por no elaborarla como resultado de la investigación. Al no
contar con información suficiente antes de iniciar el trabajo, no fue posible
definir tipos mutuamente excluyentes y colectivamente exhaustivos que
asegurasen que todos los casos pudieran ser clasificados y, al mismo tiempo,
que cada caso encajase solo en una categoría. Por otra parte, como la
construcción de una tipología puede estar influenciada por los sesgos y
percepciones del equipo investigador, se consideró que esta no era la ocasión
adecuada, ya que el interés ha sido el de recabar tanta información como sea
posible, sin necesidad de clasificarla en categorías que podrían resultar o
bien demasiado amplias, o demasiado estrechas, en esta primera fase
aproximativa al tema en estudio. Es importante, finalmente, destacar que todas
las experiencias incluidas en este estudio fueron validadas a través de
encuestas y entrevistas y que, al completar el formulario de encuesta, o en
ocasión de la entrevista, las personas dieron el consentimiento para que la
información compartida se utilice para efectos estrictamente académicos y
salvaguardando la confidencialidad.
Ámbito de estudio
El ámbito de la investigación
abarcó todo el territorio de Costa Rica, un país centroamericano situado entre
Nicaragua y Panamá, con costas en el océano Pacífico y el mar Caribe, lo que le
confiere una conectividad estratégica con ambos océanos. Su geografía está
marcada por cuatro cordilleras principales (Guanacaste, Tilarán, Central y
Talamanca), lo que genera una gran diversidad de microclimas y ecosistemas[25]. Esta variedad geográfica
y climática favorece el desarrollo agrícola, lo cual permite una producción
diversificada y contextos adecuados para la agroecología. Costa Rica es
reconocido como uno de los países más biodiversos del mundo, ya que alberga el
5 % de las especies conocidas globalmente[26]. Su combinación de climas
tropicales y regiones montañosas propicia el diseño agroecológico de
agroecosistemas que contribuyen a la conservación de la (agro)biodiversidad y
al bienestar de las comunidades rurales[27].
El estudio identificó experiencias
agroecológicas en 62 cantones (73,8 % del total nacional), lo cual representa una
muestra significativa de la diversidad ecológica y socioeconómica del país. Se
tomó como referencia la división provincial, así como la organización en
cantones y distritos, sin perder de vista el contexto de las seis regiones de
planificación, adoptadas en la década de 1970 a partir del trabajo del geógrafo
Helmut Nuhn[28].
Aunque estas regiones sirven como base para la planificación territorial, no
tienen el mismo reconocimiento constitucional que las provincias y presentan
profundas desigualdades económicas y sociales[29].
Costa Rica cuenta con una población
de 5,2 millones de personas, de las cuales el 72,8 % reside en zonas urbanas,
con alta concentración en la Gran Área Metropolitana, donde habita el 53 % de
la población total[30]. En términos económicos,
el PIB del país alcanzó en 2023 los 40 984 130,9 millones de colones
(aproximadamente 85 590 millones de dólares), siendo que
la actividad agropecuaria responde por 4,2% del PIB total[31]. El 9,9 % de la población está
ocupada en el sector primario, con una mayor participación de hombres (13,9 %)
que de mujeres (3,9 %)[32]. La producción
agropecuaria sigue dominada por modelos convencionales y agroexportadores, donde
destacan cultivos como banano, café, palma aceitera, caña de azúcar y piña[33], mientras que la
ganadería cubre más de 1 millón de hectáreas (19,8 % del territorio nacional)[34].
En las últimas décadas, los cambios
en el uso del suelo han estado marcados por la expansión agroexportadora y el
crecimiento de la ganadería. Entre 1986 y 2019, el 52,3 % de las hectáreas que
dejaron de ser bosque se convirtieron en pastizales, mientras que los
monocultivos de banano y piña alcanzaron más de 150 000 hectáreas en 2014,
principalmente en el Caribe y la Zona Norte[35]. Además, entre 2014 y
2019, la conversión de bosques a pastos aumentó en un 96,8 %, mientras que la
conversión a uso urbano se incrementó en un 80,5 %[36]. Estas transformaciones
evidencian la presión sobre los recursos naturales y refuerzan la importancia
de integrar prácticas agroecológicas que permitan un equilibrio entre
producción y conservación ambiental.
Resultados
Esta investigación ha permitido registrar
un total de 203 experiencias agroecológicas, entre ellas fincas, experiencias
de comercialización y experiencias educativas u organizativas, tal como se
explicó antes. En esta sección, se ofrece una caracterización general de dichas
experiencias a partir de los resultados de las encuestas.
Fincas
Distribución de las fincas por
provincia y cantón
Del total de experiencias identificadas,
146 son fincas que producen de acuerdo con principios agroecológicos, lo que
corresponde al 71,9 % del total[37]. De estas fincas, la
mayor parte se concentra en las provincias de Alajuela, Puntarenas y Cartago,
conforme a una distribución que se muestra en la Tabla 2.
Tabla 2. Distribución
relativa y absoluta de las fincas por provincia
Provincia |
% de las
fincas |
# de
fincas |
Alajuela |
28,7 |
42 |
Puntarenas
|
14,3 |
21 |
Cartago |
14,3 |
21 |
San José |
12,3 |
18 |
Guanacaste |
11,6 |
17 |
Limón |
9,5 |
14 |
Heredia |
8,9 |
13 |
Total |
100 |
146 |
Fuente: Elaboración propia, 2024.
Antigüedad de las fincas
De acuerdo con la información
obtenida, las fincas se agrupan en los siguientes rangos de antigüedad (Figura
1):
Figura 1. Antigüedad de las fincas
Fuente: Elaboración propia, 2024.
Ocupación principal
Se solicitó a los participantes que
indicaran su actividad principal, con la opción de seleccionar hasta dos de las
más relevantes. En este sentido, el 69,9 % afirma dedicarse a la producción
agropecuaria. La comercialización de productos agroecológicos ocupa el segundo
lugar, siendo la ocupación principal para el 48,6 % de los encuestados. Además,
un 26 % se identifica como educadora en temas agroecológicos y ambientales, el
8,9 % señala que es miembro de alguna ONG, y el 7,5 % se dedica también a la
academia.
Además de las ocupaciones
principales, también se identificaron otras actividades dentro de la categoría otros,
que representan en conjunto el 11,9 % del total. Entre ellas se encuentran
ocupaciones como pensionado, apicultor, ingeniero electrónico, conferencista,
investigador o investigadora sociocultural, funcionario público o funcionaria
pública y productor o productora de semillas, entre otras. Esta diversidad
ocupacional refleja un perfil multifacético entre quienes participan en la
agroecología.
Mano de obra utilizada
El tipo de mano de obra en estas
fincas se distribuye de la siguiente manera: el 32 % utiliza exclusivamente
mano de obra familiar; el 36,6 % combina mano de obra familiar con trabajadores
externos ocasionales, principalmente en época de cosecha o para tareas
específicas; el 26 % emplea mano de obra externa de forma permanente y un 5,2 %
trabaja con socios o voluntarios.
Tamaño de las fincas
Al analizar la información sobre la
extensión de las fincas, se observa que el 49,7 % de ellas abarca hasta tres
hectáreas. Aquellas con una extensión de entre 3 y 6 hectáreas representan el 17
% del total, mientras que las que cubren entre 6 y 9 hectáreas constituyen el 9,2
%. Finalmente, el 24,2 % de las unidades productivas supera las 10 hectáreas.
Productos comercializados y tipo de
semillas utilizadas
Desde la perspectiva de los
productos comercializados por estas fincas, predominan las hortalizas (59 %),
los bioinsumos (47,7 %) y las frutas (54,2 %), seguidos de las legumbres (34 %),
las semillas (25,5 %) y los productos alimenticios artesanales (25,5 %). La
comercialización de esta producción se realiza mediante diversos mecanismos,
principalmente a través de la venta directa al consumidor (76,5 %) o en ferias
del agricultor, tanto convencionales (28 %) como orgánicas (21 %). Además,
tanto la distribución de cestas a domicilio (15 %) como la comercialización en
línea (14 %) han cobrado mayor relevancia.
En cuanto al tipo de semillas
utilizadas, la gran mayoría de las fincas emplea semillas criollas (80,7 %), y
una porción significativa también utiliza semillas orgánicas comerciales (37,3 %).
Adicionalmente, el 30,7 % de los productores reporta el uso de semillas
híbridas en sus cultivos.
Prácticas agroecológicas
implementadas en las fincas
La información relativa a las
prácticas implementadas en las fincas revela una diversidad de estrategias
productivas asentadas en los principios de la agroecología, como se observa la Figura
2.
Figura
2. Prácticas agroecológicas implementadas en las fincas (en %)
Fuente:
Elaboración propia, 2024.
Este conjunto de prácticas coincide
en parte con los hallazgos de Vargas-Picado[38], acerca de las prácticas
culturales agrícolas observadas en fincas agroecológicas en la Zona Norte de
Cartago y en cantones como Zarcero, Grecia, Barva y Acosta.
Tipo de apoyo recibido
Estas fincas en general desarrollan
sus actividades con poco apoyo, pues tan solo el 38 % señala haber recibido
algún tipo de asistencia técnica por parte de instituciones estatales u otro
tipo de organismos, como ONG, mientras 35 % apunta no haber recibido ningún
tipo de apoyo. Por otra parte, 15 % ha recibido algún tipo de financiamiento
para sus operaciones, 30 % ha recibido apoyo con certificación y 14 % con
infraestructura y equipo. Finalmente, apenas un 18 % ha recibido cursos para el
desarrollo de capacidades y en educación ambiental.
Potencial organizativo
En cuanto al interés de los
participantes por integrarse en redes u organizaciones que promuevan la
agroecología, el 96,7 % manifiesta estar abierto a esta idea, mientras que el
3,3 % prefiere trabajar de manera independiente, sin articulación con otras iniciativas.
De las personas interesadas en formar parte de esfuerzos organizativos, el 78 %
respalda la creación de una red nacional de agroecología como un espacio de
convergencia para diversos actores. Un 79,5 % de las personas está dispuesta a
colaborar en actividades de educación y capacitación en agroecología dirigidas
a colectivos variados, como escuelas, colegios, organizaciones sociales y el
público en general. Además, el 51,7 % muestra disposición para apoyar
iniciativas que busquen actualizar el marco legal costarricense con el fin de
establecer políticas públicas para una transición agroecológica a nivel
nacional. Finalmente, el 47,7 % expresa interés en contribuir a la
implementación de huertos urbanos en zonas vulnerables.
Valoraciones sobre la agroecología
La encuesta incluyó una escala de
Likert mediante la cual se buscó estimar el posicionamiento de las personas
participantes del estudio respecto a un conjunto de afirmaciones relativas a la
agroecología. La Tabla 3 muestra los resultados, que serán comentados más
adelante.
Tabla 3. Valoraciones sobre la
agroecología (fincas agroecológicas)
Ítem |
Respuestas |
% |
La agroecología puede ser
definida como una ciencia, un conjunto de prácticas agropecuarias y un
movimiento social |
Totalmente en desacuerdo |
15,9 |
Parcialmente en desacuerdo |
6,9 |
|
Neutral |
1,4 |
|
Parcialmente de acuerdo |
24,1 |
|
Totalmente de acuerdo |
51,7 |
|
La agroecología reaproxima
a los productores de los consumidores sobre la base de la economía solidaria |
Totalmente en desacuerdo |
18,6 |
Parcialmente en desacuerdo |
3,4 |
|
Neutral |
2,8 |
|
Parcialmente de acuerdo |
11 |
|
Totalmente de acuerdo |
64,1 |
|
El protagonismo de la transición
agroecológica debe ser de los campesinos y las campesinas |
Totalmente en desacuerdo |
17,9 |
Parcialmente en desacuerdo |
5,5 |
|
Neutral |
2,8 |
|
Parcialmente de acuerdo |
8,3 |
|
Totalmente de acuerdo |
65,5 |
|
Lo más importante en la agroecología
es el rediseño del sistema productivo (tanto a nivel de finca como de
territorio), teniendo como base la potenciación de la agrobiodiversidad |
Totalmente en desacuerdo |
17,2 |
Parcialmente en desacuerdo |
7,6 |
|
Neutral |
10,3 |
|
Parcialmente de acuerdo |
23,4 |
|
Totalmente de acuerdo |
41,5 |
|
La agroecología conlleva el
empoderamiento y valorización de saberes campesinos, indígenas y
tradicionales |
Totalmente en desacuerdo |
13,8 |
Parcialmente en desacuerdo |
11,7 |
|
Neutral |
9 |
|
Parcialmente de acuerdo |
15,9 |
|
Totalmente de acuerdo |
49,7 |
|
La agroecología supone el
empoderamiento de las mujeres y los jóvenes |
Totalmente en desacuerdo |
24,1 |
Parcialmente en desacuerdo |
13,1 |
|
Neutral |
15,2 |
|
Parcialmente de acuerdo |
22,8 |
|
Totalmente de acuerdo |
24,8 |
|
La agroecología es clave para la
seguridad y soberanía alimentaria de pueblos, comunidades y países |
Totalmente en desacuerdo |
16,6 |
Parcialmente en desacuerdo |
17,2 |
|
Neutral |
16,6 |
|
Parcialmente de acuerdo |
20 |
|
Totalmente de acuerdo |
29,7 |
|
La agroecología supone una
crítica al control corporativo de los sistemas agroalimentarios |
Totalmente en desacuerdo |
15,2 |
Parcialmente en desacuerdo |
9,7 |
|
Neutral |
9,7 |
|
Parcialmente de acuerdo |
22,1 |
|
Totalmente de acuerdo |
43,4 |
Fuente: Elaboración propia, 2024.
Hasta aquí se han presentado los
principales resultados relativos a uno de los tipos de experiencia
identificados, a saber, las fincas agroecológicas. A continuación, se presentan
aquellos relativos a las experiencias de comercialización, enfocando en
aquellos que se consideran de mayor relevancia.
Experiencias de comercialización
En Costa Rica existen pocos
espacios formales para la comercialización de productos agroecológicos u
orgánicos. En general, se trata de pequeñas ferias organizadas directamente
entre productores y consumidores, con escaso o nulo apoyo institucional y que
enfrentan desafíos significativos para su consolidación. Entre estos desafíos
se encuentran la dificultad para ampliar el acceso al mercado, la limitada
información disponible para el público sobre los beneficios de una alimentación
nutritiva y libre de agroquímicos, así como del valor de la comercialización
directa sin intermediarios.
En total, la investigación ha
permitido registrar la existencia de 20 experiencias de comercialización
agroecológica/orgánica, que representan el 9,85 % del total de experiencias
identificadas. De estas 20 experiencias, el 75 % (15) son ferias, 15 % (3) utilizan
medios en línea para comercializar los productos y 10 % (2) hace distribución
de cestas a grupos de consumidores con los que tiene una relación directa. La Tabla
4 muestra información más detallada sobre estas experiencias.
Tabla 4. Distribución de las experiencias
de comercialización de productos agroecológicos y orgánicos (por provincia y
cantón)
Provincia |
Cantidad |
Cantón |
Nombre |
San José |
10 |
Santa Ana |
-
Agroferia* -
Mercado
de Abasto Solidario -
Sabellico
Alimentos Saludables* |
Pérez Zeledón |
-
Mercado
Local Solidario del Chirripó (I) – Chimirol -
Mercado
Local Solidario del Chirripó (II) – Rivas -
Feria
Tinamastes |
||
San José |
-
Feria
Verde Aranjuez |
||
Montes de Oca |
-
Feria
Orgánica El Trueque |
||
Vásquez de Coronado |
-
Los
Juncos Express* |
||
Curridabat |
-
Mercado
Natural de Curri |
||
Alajuela |
5 |
Alajuela |
-
La
Verbena |
San Ramón |
-
Mercadito
Agroecológico Ramonense |
||
Grecia |
-
Enraizadas* |
||
San Mateo |
-
Mercado
de la Tierra |
||
San Carlos |
-
Feria
Agroecológica de la Red de Mujeres Sancarleñas - Feria Sin Tranca |
||
Heredia |
1 |
San Rafael |
-
Mojojoy
Agri-Cultura |
Cartago |
1 |
Cartago |
-
El
Mercadito Azul |
Guanacaste |
1 |
Nicoya |
-
Feria
Sámara Market |
Puntarenas |
1 |
Puerto Jiménez |
-
Mercado
Verde |
Limón |
1 |
Talamanca |
-
Feria
Agrícola y Artesanal de Puerto Viejo |
* Experiencias en línea / Fuente:
elaboración propia, 2024.
La mayoría de estas iniciativas se
concentran en la Gran Área Metropolitana (GAM), donde se localiza el 85 % del
total, acorde con el hecho de que en la GAM reside el 53 % de la población del
país, como se indicó antes. Esto refleja una menor disponibilidad de productos
frescos agroecológicos en las provincias costeras. La provincia de San José
alberga el 50 % de estas iniciativas, con tres experiencias en el cantón de
Santa Ana –dos virtuales y una feria semanal organizada con el apoyo de la
Municipalidad[39]–
y tres en Pérez Zeledón. Alajuela también cuenta con una mayor presencia de
iniciativas, distribuidas en diversos cantones. La mayor parte de estas
experiencias comercializa sus productos de manera semanal (78 %), mientras un 6
% lo hace de forma quincenal y 11 % de forma mensual. El 5 % restante no
respondió la pregunta. Es importante mencionar que, en algunos casos, como la
Feria Agrícola y Artesanal de Puerto Viejo, se comercializa tanto productos
convencionales como orgánicos; en otros, como el Mercado de Abasto Solidario,
sus organizadores insisten que se trata de productos sustentables, pues,
aunque los productores incorporan prácticas agroecológicas en sus cultivos, están
en un proceso de transición.
Antigüedad de las experiencias de
comercialización
En cuanto a la antigüedad de estas
iniciativas, los datos recopilados muestran la siguiente distribución por
rangos de tiempo (Figura 3).
Figura 3. Antigüedad de las
experiencias de comercialización
Fuente: Elaboración propia, 2024.
Ocupación principal
El 67 % de las personas en este
tipo de experiencia se dedica principalmente a la comercialización de productos
orgánicos u agroecológicos, junto a un 33 % que se dedica también a la
producción agropecuaria. Adicionalmente, 17 % se dedica a la academia y 17 %
pertenece a alguna ONG. Un 33 % también se identifica como persona educadora en
temas agroecológicos y ambientales.
Productos comercializados
La oferta de productos en estas
ferias o espacios en línea es bastante diversificada, como se ve en la Figura 4.
Figura 4. Principales productos
comercializados (%)
Fuente: Elaboración propia, 2024.
Cantidad de personas que
comercializa sus productos en las experiencias de comercialización de productos
agroecológicos y orgánicos.
Se consultó a las personas
informantes acerca del número de participantes que comercializan sus productos
en ferias o a través de plataformas en línea. La Tabla 5 resume los datos
recopilados, proporcionando un panorama de la participación de productores en
estos espacios de venta, tanto presenciales como virtuales.
Tabla 5. Número de personas que
venden sus productos en las experiencias de comercialización
Experiencia |
Cantidad de personas |
Agroferia |
300 |
Feria Sin Tranca |
100 |
Mercado de Abasto Solidario |
75 |
Feria Verde Aranjuez |
58 |
Feria Tinamastes |
40 |
Mercado Natural de Curri |
40 |
Feria Agrícola y Artesanal de
Puerto Viejo |
33 |
Enraizadas |
30 |
Feria Sámara Market |
30 |
Mercado Local Solidario El
Chirripó (II) |
30 |
Mercadito Agroecológico Ramonense |
25 |
Mercadito Azul |
20 |
Sabellico |
20 |
Mercado Local Solidario El
Chirripó (I) |
20 |
Mercado de la Tierra |
20 |
Los Juncos Express |
19 |
Mercado Verde de Puerto Jiménez |
15 |
Feria Orgánica El Trueque |
15 |
La Verbena |
5 |
Mojojoy Agri-Cultura Orgánica |
2 |
TOTAL |
897 |
Fuente: Elaboración propia, 2024.
Este dato es relevante porque
permite dimensionar la amplitud y alcance de estas iniciativas de
comercialización directa. Sin embargo, es importante señalar que no todos los
participantes venden hortalizas o productos frescos; en muchos casos, los
productos comercializados incluyen artesanías o alimentos procesados. Por
ejemplo, en la Feria Agrícola y Artesanal de Puerto Viejo, participan 12
productores agrícolas y 21 personas que venden productos artesanales o
procesados. De manera similar, en el Mercadito Agroecológico Ramonense,
alrededor de 8 personas vendedoras son agricultoras, mientras que el resto
comercializa productos artesanales o procesados. Esta tendencia se observa en
todas las ferias y plataformas en línea, en proporciones variables.
Valoraciones sobre la agroecología
A las personas que respondieron la
encuesta relativa a experiencias de comercialización también se les solicitó expresar
una valoración respecto de las afirmaciones contenidas en la escala siguiente,
donde se muestran los resultados para cada una (Tabla 6).
Tabla 6. Valoraciones sobre la
agroecología (experiencias de comercialización)
Ítem |
Respuestas |
% |
La agroecología puede ser
definida como una ciencia, un conjunto de prácticas agropecuarias y un
movimiento social |
Totalmente en desacuerdo |
8 |
Parcialmente en desacuerdo |
0 |
|
Neutral |
0 |
|
Parcialmente de acuerdo |
24 |
|
Totalmente de acuerdo |
68 |
|
La agroecología reaproxima
a los productores de los consumidores sobre la base de la economía solidaria |
Totalmente en desacuerdo |
8 |
Parcialmente en desacuerdo |
0 |
|
Neutral |
0 |
|
Parcialmente de acuerdo |
4 |
|
Totalmente de acuerdo |
88 |
|
El protagonismo de la transición
agroecológica debe ser de los campesinos y las campesinas |
Totalmente en desacuerdo |
8 |
Parcialmente en desacuerdo |
4 |
|
Neutral |
4 |
|
Parcialmente de acuerdo |
4 |
|
Totalmente de acuerdo |
80 |
|
Lo más importante en la agroecología
es el rediseño del sistema productivo (tanto a nivel de finca como de
territorio), teniendo como base la potenciación de la agrobiodiversidad |
Totalmente en desacuerdo |
8 |
Parcialmente en desacuerdo |
8 |
|
Neutral |
4 |
|
Parcialmente de acuerdo |
24 |
|
Totalmente de acuerdo |
56 |
|
La agroecología conlleva el
empoderamiento y valorización de saberes campesinos, indígenas y
tradicionales |
Totalmente en desacuerdo |
8 |
Parcialmente en desacuerdo |
4 |
|
Neutral |
4 |
|
Parcialmente de acuerdo |
16 |
|
Totalmente de acuerdo |
68 |
|
La agroecología supone el
empoderamiento de las mujeres y los jóvenes |
Totalmente en desacuerdo |
24 |
Parcialmente en desacuerdo |
20 |
|
Neutral |
24 |
|
Parcialmente de acuerdo |
12 |
|
Totalmente de acuerdo |
20 |
|
La agroecología es clave para la
seguridad y soberanía alimentaria de pueblos, comunidades y países |
Totalmente en desacuerdo |
8 |
Parcialmente en desacuerdo |
8 |
|
Neutral |
16 |
|
Parcialmente de acuerdo |
24 |
|
Totalmente de acuerdo |
44 |
|
La agroecología supone una
crítica al control corporativo de los sistemas agroalimentarios |
Totalmente en desacuerdo |
8 |
Parcialmente en desacuerdo |
0 |
|
Neutral |
8 |
|
Parcialmente de acuerdo |
20 |
|
Totalmente de acuerdo |
64 |
Fuente: Elaboración propia, 2024.
Experiencias educativas u organizativas
El tercer grupo de experiencias
agroecológicas identificado en esta investigación se denomina experiencias
educativas u organizativas. En este caso, la investigación permitió
identificar 37 de ellas, que representan 18,2 % del total de experiencias
agroecológicas registradas en el estudio. Estas iniciativas abarcan desde
pequeños colectivos hasta ONG con presencia y acción internacional, así como
instituciones educativas nacionales e internacionales radicadas en Costa Rica,
que desarrollan proyectos a nivel local. También se incluyen centros educativos
adscritos al Ministerio de Educación Pública (MEP), cuyos docentes implementan
proyectos agroecológicos como herramienta pedagógica, además de fincas cuya
principal vocación es la educación agroecológica o que, además de su actividad
productiva, integran acciones educativas. Asimismo, se encuentran iniciativas situadas
a nivel municipal y otras de asesoría técnica agroecológica privada. La mayor
parte de estas experiencias se localiza en San José y Alajuela; en el caso de
la provincia de Limón, no fue posible identificar ninguna iniciativa de este
tipo, lo cual no significa que no exista. La Tabla 7 presenta el detalle de
estas experiencias por provincia y cantón.
Tabla 7. Experiencias educativas u
organizativas (por provincia y cantón)
Provincia |
Cantidad |
Cantón |
Nombre |
San José |
10 |
Pérez Zeledón |
-
Asociación
Ambientalista Montaña Verde -
Finca
Orgánica Tinamaste -
Permavida |
Escazú |
-
Huertas
Donde Sea y Bilili |
||
Goicoechea |
-
Iski
Sostenible |
||
Desamparados |
-
Escuela
La Joya |
||
Puriscal |
-
Rancho
Mastatal |
||
Santa Ana |
-
Escuela
Comunitaria de Agricultura Orgánica y Alimentación Consciente |
||
Curridabat |
-
Red
de Coordinación en Biodiversidad |
||
San José |
-
Asesoría
Técnica Agroecológica |
||
Alajuela |
9 |
San Ramón |
-
Ecopaz
Vida Sustentable 3S3 -
Colectivo
Vamos a Sembrar -
Escuela
Valle Azul |
San Carlos |
-
Red
de Mujeres Sancarleñas -
Finca
Educativa Don Juan |
||
San Rafael |
-
PARTNER
CEG Internacional |
||
Atenas |
-
Huerto
Agroecológico Grigarones |
||
Poás |
-
Liceo
Carrillos |
||
Upala |
-
Escuela
Agroecológica, Universidad Nacional |
||
Heredia |
4 |
San Rafael |
-
Mojojoy
Agri-Cultura Orgánica - Escuelita de la Tierra |
San Isidro Heredia |
-
Colectivo
Agroecológico Zurquí -
Maestría
en Agricultura Ecológica, Universidad Nacional |
||
Belén |
-
Srum
Agroecología |
||
Cartago |
4 |
Paraíso |
-
Finca
Sol y Valle |
Alvarado |
-
Colegio
Técnico Profesional de Pacayas |
||
Oreamuno |
-
Arari
Plantas y Salud -
Centro
Nacional Especializado en Agricultura Orgánica (CNEAO) |
||
Puntarenas |
4 |
Puerto Jiménez |
-
Agro
Tropismo -
Biriteca
Agroecológica |
Monteverde |
-
Instituto
Monteverde |
||
Buenos Aires |
-
Asociación
Camino de la Semilla Bröran |
||
Guanacaste |
2 |
Hojancha Nicoya |
-
Colegio
Técnico Profesional -
Asociación
Agro-Orgánica Guanacasteca* |
A nivel nacional / internacional |
4 |
S/d |
-
Red
de Agroecología |
S/d |
-
Red
de Fincas Integrales |
||
S/d |
-
Yunta
Agroecológica |
||
Moravia |
-
Asociación
Coordinadora Indígena y Campesina de Agroforestería Comunitaria (ACICAFOC) |
* Esta organización también tiene
presencia en cantones como Santa Cruz, Nandayure, Liberia, Filadelfia y
Tilarán. / Fuente: Elaboración propia, 2024
Antigüedad de las experiencias
educativas/organizativas
En relación con la antigüedad de
estas iniciativas, se tiene el siguiente panorama: 3 % tiene menos de un año de
establecida; 26 % de 1 a 3 años; 18 % de 3 a 6 años; 15 % de 6 a 9 años y 38 %
más de 10 años. Casi la mitad de estas experiencias entraron en funcionamiento
en los últimos seis años (desde el 2018) y la otra mitad tiene más de seis años
trabajando, por lo que puede considerarse que están más consolidadas.
Ocupación principal
El 76 % de las personas encuestadas
se identifica como personas educadoras agroecológicas y ambientales y el 44 %
se define como personas empresarias y emprendedoras. Además, el 20 % reporta
dedicarse a la academia y el 23 % trabaja para una ONG. Solo el 17 % considera
la producción agropecuaria entre sus actividades principales, mientras el 9 %
se dedica a la comercialización de productos agropecuarios. Tal como en los
otros tipos de experiencia registradas, las personas podían indicar hasta dos
de sus ocupaciones principales.
Actividades educativas u
organizativas desarrolladas
Este conjunto de experiencias
desarrolla actividades diversas, que reflejan su heterogeneidad organizativa y sus
variados objetivos alrededor del fomento o promoción de la agroecología. La Tabla
8 permite apreciar las principales acciones identificadas.
Tabla 8. Principales actividades
desarrolladas por las experiencias de educación u organización (%)
Actividad |
% |
Talleres, capacitaciones y procesos
formativos vinculados con agroecología y temas afines |
79 |
Formación y asesoría para el
desarrollo de huertos comunitarios, rurales o urbanos |
71 |
Atención a grupos de estudiantes
y visitantes en general para explicar los principios de la agroecología
aplicados al manejo agropecuario |
68 |
Procesos formativos a nivel
comunitario con abordaje en la agroecología y diversas formas de producción
agrícola sustentables |
66 |
Vinculación de iniciativas
académicas (extensión, investigación, producción) con iniciativas
agroecológicas |
60 |
Fomento de bancos comunitarios de
semillas u otras formas de intercambio y preservación del patrimonio genético
de la agricultura local |
53 |
Fomento de espacios para el
intercambio, formación y organización de mujeres vinculadas a la agroecología |
47 |
Actividades artísticas y
lúdico-creativas para la promoción de la agroecología, la soberanía
alimentaria, la defensa de la agrobiodiversidad, entre otros |
45 |
Articulación política para la
promoción de la agroecología a nivel nacional y municipal |
42 |
Acciones para la defensa de los
derechos territoriales de los pueblos indígenas y la promoción de la
agroecología junto a estos pueblos |
26 |
Edición de publicaciones
educativas y de debate sobre agroecología y prácticas agrícolas sustentables |
32 |
Fuente: Elaboración propia, 2024.
Valoraciones sobre la agroecología
Se pidió a los encuestados
involucrados en experiencias educativas y organizativas que valoraran las afirmaciones
presentadas en la escala en la Tabla 9, donde se muestran los resultados
obtenidos para cada afirmación.
Tabla 9. Valoraciones sobre la
agroecología (experiencias educativas/organizativas)
Ítem |
Respuestas |
% |
La agroecología puede ser
definida como una ciencia, un conjunto de prácticas agropecuarias y un
movimiento social |
Totalmente en desacuerdo |
2,3 |
Parcialmente en desacuerdo |
4,7 |
|
Neutral |
9,3 |
|
Parcialmente de acuerdo |
20,9 |
|
Totalmente de acuerdo |
62,8 |
|
La agroecología reaproxima
a los productores de los consumidores sobre la base de la economía solidaria |
Totalmente en desacuerdo |
4,7 |
Parcialmente en desacuerdo |
7 |
|
Neutral |
16,3 |
|
Parcialmente de acuerdo |
16,3 |
|
Totalmente de acuerdo |
55,8 |
|
El protagonismo de la transición
agroecológica debe ser de los campesinos y las campesinas |
Totalmente en desacuerdo |
7 |
Parcialmente en desacuerdo |
7 |
|
Neutral |
20,9 |
|
Parcialmente de acuerdo |
23,3 |
|
Totalmente de acuerdo |
41,9 |
|
Lo más importante en la
agroecología es el rediseño del sistema productivo (tanto a nivel de finca
como de territorio), teniendo como base la potenciación de la
agrobiodiversidad |
Totalmente en desacuerdo |
7 |
Parcialmente en desacuerdo |
0 |
|
Neutral |
9,3 |
|
Parcialmente de acuerdo |
27,9 |
|
Totalmente de acuerdo |
55,8 |
|
La agroecología conlleva el
empoderamiento y valorización de saberes campesinos, indígenas y
tradicionales |
Totalmente en desacuerdo |
4,7 |
Parcialmente en desacuerdo |
0 |
|
Neutral |
2,3 |
|
Parcialmente de acuerdo |
7 |
|
Totalmente de acuerdo |
86 |
|
La agroecología supone el
empoderamiento de las mujeres y los jóvenes |
Totalmente en desacuerdo |
4,7 |
Parcialmente en desacuerdo |
0 |
|
Neutral |
7 |
|
Parcialmente de acuerdo |
11,6 |
|
Totalmente de acuerdo |
76,7 |
|
La agroecología es clave para la
seguridad y soberanía alimentaria de pueblos, comunidades y países |
Totalmente en desacuerdo |
4,7 |
Parcialmente en desacuerdo |
0 |
|
Neutral |
2,3 |
|
Parcialmente de acuerdo |
7 |
|
Totalmente de acuerdo |
86 |
|
La agroecología supone una
crítica al control corporativo de los sistemas agroalimentarios |
Totalmente en desacuerdo |
2,3 |
Parcialmente en desacuerdo |
7 |
|
Neutral |
4,7 |
|
Parcialmente de acuerdo |
18,6 |
|
Totalmente de acuerdo |
67,4 |
Fuente: Elaboración propia, 2024.
Discusión
Los datos aportados en las
secciones anteriores permiten desarrollar algunas reflexiones importantes
acerca de la diversidad de prácticas, desafíos y potencialidades que caracteriza
a las iniciativas agroecológicas en Costa Rica. En primer lugar, se trata
de un conjunto heterogéneo de experiencias productivas, de comercialización y
educación/organización, cuyos puntos en común son la preocupación por la
producción agropecuaria sustentable y la generación de medios de vida para las
personas productoras y las comunidades donde están insertas o a las que
contribuyen de diversas maneras. No obstante, en términos generales se trata de
iniciativas dispersas en el territorio, poco articuladas, salvo a través de los
pocos canales de comercialización que sirven de punto de encuentro pero que se
concentran mayoritariamente en la región metropolitana del país. Existen
algunas organizaciones que cumplen un importante papel de apoyo, como se verá más
adelante, pero generalmente con un impacto más localizado.
En el caso de
las fincas agroecológicas, aunque la mayoría de las personas que
respondieron la encuesta se dedica principalmente a la producción agropecuaria,
la opción de seleccionar más de una ocupación permitió reflejar una variedad de
actividades complementarias a la actividad principal. Esta diversificación
puede responder a la necesidad de ampliar las fuentes de ingresos y reducir la
vulnerabilidad económica, así como al interés de integrar actividades que se
alineen con las trayectorias personales y profesionales de cada individuo. Este
fenómeno se vincula con la discusión sobre la pluriactividad rural; es decir,
la práctica de combinar diferentes actividades económicas dentro de un entorno
rural, generalmente en el ámbito de una misma unidad familiar o productiva.
Aunque la pluriactividad permite a los productores diversificar sus ingresos y
reducir su dependencia de una sola actividad (como la agricultura), también
puede interpretarse como un reflejo de la precarización del sector agrícola y
de la falta de políticas públicas efectivas que respalden a la agricultura
familiar y la implementación de prácticas agroecológicas. Al reflexionar sobre
el contexto mexicano, y latinoamericano en general, Jarquín-Sánchez,
Castellanos-Suárez y Sangerman-Jarquín[40]
destacan que la pluriactividad es, en parte, una respuesta a la desagrarización
y a la falta de apoyo estatal, factores que han debilitado la capacidad
productiva y económica de las unidades familiares agrícolas. Este podría ser el
contexto también en el caso costarricense.
Asociado con
lo anterior se tiene los datos sobre el tipo de mano de obra utilizada en las
fincas agroecológicas, que revelan patrones de organización laboral que pueden
influir directamente en su sostenibilidad y capacidad de respuesta a las
demandas del mercado. La predominancia de mano de obra familiar en el 33 % de
las fincas indica una orientación hacia modelos productivos de menor escala,
posiblemente limitados en expansión, pero con menores costos operativos. Por
otro lado, la combinación de mano de obra familiar y externa ocasional en el 34
% de las fincas sugiere una estrategia de flexibilidad que permite adaptarse a
las demandas estacionales sin comprometer recursos financieros de forma
permanente. El uso de mano de obra externa permanente, observado en el 27 % de
las fincas, puede reflejar una tendencia hacia la intensificación de la
producción y la profesionalización de ciertas actividades, lo cual implica
también un compromiso financiero más alto. Finalmente, el trabajo con socios o
voluntarios, aunque menos común (6 %), abre una vía para el fortalecimiento de
prácticas agroecológicas comunitarias y creación de redes entre actores locales
y externos, aunque puede presentar desafíos de coordinación que afecten la
sostenibilidad a largo plazo. Estos patrones de organización laboral ofrecen
una visión compleja sobre las dinámicas económicas y sociales que sustentan la
agroecología en las fincas estudiadas y destacan la importancia de adaptar el
modelo de producción a las capacidades y recursos de cada unidad
productiva.
Los datos
sobre la extensión de las fincas se refieren al tamaño total aproximado, sin
detallar la superficie destinada específicamente a la producción. No obstante,
estos datos permiten afirmar que se trata en su mayor parte de pequeños
establecimientos, en su mayoría dedicados a la producción al aire libre (71 %).
Un porcentaje menor combina sistemas de producción en ambientes protegidos,
como invernaderos, y al aire libre (25,5 %), mientras que solo un 3,6 % produce
exclusivamente en ambiente protegido. Esta prevalencia de la producción al aire
libre indica una alta vulnerabilidad en el contexto del cambio climático:
sequías prolongadas, patrones de lluvia irregulares y fenómenos meteorológicos
extremos exponen a los productores a riesgos como el estrés hídrico, la erosión
del suelo y la propagación de patógenos, lo que dificulta la viabilidad de los
cultivos mediante prácticas agroecológicas en fincas aisladas.
A pesar de
estos desafíos, es importante destacar el conjunto de prácticas agroecológicas adoptadas
por estas fincas. No solo han introducido de forma generalizada el uso de
abonos orgánicos y microorganismos de montaña (en gran medida producidos dentro
de la misma finca, a partir del aprovechamiento de residuos orgánicos y muestras
de suelo local), así como el manejo agroecológico de plagas y enfermedades que
afectan los cultivos, sino que un elevado porcentaje también destina una parte
de la propiedad a la conservación de bosque, o bien, se preocupa por el fomento
de polinizadores y la conservación de semillas, por la implementación de
cultivos de cobertura, por la combinación de policultivos y rotación de
cultivos, la conservación de suelo y agua y la agroforestería, entre otras
prácticas que mejoran el suelo y lo protegen de la erosión, además de promover
la participación comunitaria y la valorización del conocimiento local.
En una
investigación exploratoria como la presente, es más efectivo enfocarse en las
prácticas concretas en lugar de los conceptos abstractos, ya que estas
prácticas son indicadores tangibles del grado de implementación de los
principios de la agroecología, así se evita caer en debates interminables sobre
definiciones. Es importante mencionar que un estudio reciente muestra la
existencia de este tipo de práctica en fincas agroecológicas en países como
Panamá, Nicaragua y Costa Rica; en este último, las prácticas analizadas por el
autor se centran en promover la diversidad de cultivos y la fertilidad del
suelo, prácticas que deben ser entendidas con relación a «diversos factores
contextuales, como las tradiciones agrícolas locales, la disponibilidad de
recursos y el marco institucional que influye en las prácticas adoptadas»[41].
En relación con
esto último, en general, los datos permiten afirmar que estas fincas cuentan
con poco apoyo técnico e institucional y que no existe una ruta clara, por
parte del Estado e inclusive de organismos de cooperación o instituciones
financieras o académicas, para dar soporte a fincas que se diferencian por
métodos de producción agroecológicos, lo cual sin duda limita su potencial de
crecimiento. La ayuda recibida parece no responder a una visión integrada para
este sector agropecuario, sino a iniciativas fragmentarias con poco impacto
efectivo. Asociado con lo anterior, se observa una importante red de apoyo
de parte de organizaciones de la sociedad civil, preocupadas por viabilizar o
al menos dar soporte organizativo a estas fincas. Organizaciones como la Red de
Fincas Integrales, la Red Sancarleña de Mujeres Rurales, el Colectivo
Agroecológico Zurquí, la Red de Economía Social Solidaria, la Red de
Agroecología, la Yunta Agroecológica, la Biriteca Agroecológica, entre muchas
otras entidades sociales, intentan canalizar esfuerzos y recursos que den
sustento a las iniciativas agroecológicas que se han identificado, junto con
actores más antiguos en el contexto costarricense, entre ellos el Movimiento de
Agricultura Orgánica (MAOCO), ya mencionado antes. Sin embargo, la dificultad
de acceder a fondos, problemas organizativos y la inexistencia de políticas
públicas de fomento, limitan significativamente su accionar. A pesar de esto,
hay un potencial organizativo que requiere ser reconocido y activado para
superar la fragmentación de estas iniciativas, dispersas en el territorio y con
poca interconexión.
Además de los
datos cuantitativos, el estudio permitió sondear opiniones sobre la
agroecología, lo que facilitó una aproximación a las tendencias valorativas
entre las personas participantes. En primer lugar, es notable que algo más de
la mitad de las personas encuestadas están de acuerdo con la definición clásica
de agroecología como una ciencia, un conjunto de prácticas agropecuarias y
un movimiento social. Este hallazgo es significativo porque indica que no
existe un sesgo hacia una comprensión puramente técnica de la agroecología,
sino que hay espacio para reconocer su dimensión política, lo cual se refuerza
si se observa el bajo porcentaje que apoya totalmente la idea de que la
agroecología es sinónimo de producción orgánica.
Por otro lado,
resulta llamativo que no haya una opinión claramente favorable respecto a la
afirmación de que la agroecología implica el empoderamiento de las mujeres y
los jóvenes, ya que prácticamente el mismo número de personas se manifestó totalmente
en desacuerdo y totalmente de acuerdo con esta idea. Esto sugiere la
necesidad de profundizar la reflexión y la acción para promover una verdadera
equidad de género y generacional dentro del incipiente movimiento agroecológico
en Costa Rica.
Es importante
destacar la notable diferencia en las valoraciones respecto a los enfoques para
implementar un abordaje agroecológico en la producción. Por un lado, el
rediseño integral del sistema productivo basado en la agrobiodiversidad recibe
un apoyo significativo; por otro, algunos priorizan la sustitución de insumos
químicos por alternativas orgánicas. Esto
sugiere una diversidad de interpretaciones sobre lo que se entiende por
prácticas agroecológicas. Mientras algunos conciben la agroecología como un
rediseño holístico del sistema productivo, otros la asocian principalmente con
acciones específicas, como la eliminación de agroquímicos. Destaca además el
importante apoyo a la afirmación de que la agroecología supone el
empoderamiento y valorización de saberes campesinos, indígenas y tradicionales;
este respaldo refuerza la idea de que la agroecología no debe ser una práctica
impuesta, sino una transformación impulsada desde la base, donde el
conocimiento local y la experiencia de los productores son fundamentales. No
obstante, el apoyo a la afirmación acerca del protagonismo de los campesinos en
la transición agroecológica es bajo, lo cual sugiere contradicciones en este
sentido.
También resulta contradictorio que
una mayoría de personas apoye la idea de que la agroecología es clave para la
seguridad y soberanía alimentaria de pueblos, comunidades y países, pero que no
exista ese mismo nivel de apoyo a la idea de que la agroecología supone una
crítica al control corporativo de los sistemas agroalimentarios. En particular,
un abordaje agroecológico va de la mano con la noción de soberanía alimentaria,
porque ambos enfoques comparten principios y objetivos que buscan transformar
los sistemas agroalimentarios en formas que sean socialmente justas,
ecológicamente sostenibles y culturalmente adecuadas. Esto gana particular
importancia en un país como Costa Rica, extremadamente expuesto a la
inseguridad alimentaria en función de la reducción prolongada de su producción
de granos básicos y su dependencia crónica de la importación de estos alimentos[42]. Este tipo de
contradicciones muestran que hay divergencias de orden teórico y político entre
las personas que apoyan la práctica de la agroecología en Costa Rica, lo que
abre importantes líneas de trabajo para aquellas personas, organizaciones e
instituciones interesadas en el fomento de dicho abordaje.
En relación con
las experiencias de comercialización identificadas, en general se trata
de pequeñas iniciativas, pero que son cruciales para asegurar el acceso al
mercado para un número significativo de familias y productores. Estas
iniciativas visibilizan una oferta diferenciada por las características del
proceso productivo, las cuales no son debidamente valoradas en ferias o canales
de comercialización convencionales. En este sentido, un aspecto importante de destacar es
la diversificada oferta alimentaria en estos espacios de comercialización; en
altos porcentajes, todos ofrecen productos de consumo básico como hortalizas,
frutas y granos básicos; además, productos elaborados como quesos, café, miel y
bioinsumos también se encuentran presentes. Todos los espacios ofrecen
productos alimentarios artesanales, al tiempo que una gran parte ofrece
productos de higiene personal, semillas y alimentos para consumo en el local.
Esto refuerza el lugar de estas ferias y espacios de comercialización como
puntos de encuentro entre productores y consumidores; conforme a los
datos recopilados, más de 800 personas consiguen comercializar sus cosechas
agroecológicas o productos agroindustriales/artesanales en estos espacios, lo
cual permite alcanzar a un público importante, que en esta ocasión no ha sido
posible estimar cuantitativamente. Aunque, por otra parte, como la mayoría
de estas iniciativas se concentra en la Gran Área Metropolitana, se hace necesario
pensar en la construcción de alternativas de comercialización agroecológica en
otros territorios.
Las personas y
grupos que llevan adelante estos esfuerzos comparten diversas motivaciones y
aspiraciones que dan sentido a su trabajo, más allá de la rentabilidad
económica que buscan para los productores que participan. Por ejemplo, la
comercialización justa, así como la construcción de tejido social solidario,
conectando directamente a los productores con los consumidores como forma de
contribuir a la economía local campesina al tiempo que se ofrecen alimentos
frescos, sin venenos y a precios razonables, figuran entre estas motivaciones.
Preocupaciones
subyacentes, como contribuir con la soberanía alimentaria nacional y con la
equidad de género (abriendo espacio para que las mujeres rurales comercialicen
el producto de su trabajo), así como defender las semillas criollas y una mayor
variedad de alimentos, se encuentran presentes entre estas personas y
entidades. Efectivamente, un
alto porcentaje (88 % totalmente de acuerdo) valora que la agroecología
facilita la reaproximación entre productores y consumidores sobre la base de
una economía solidaria. Esto destaca la importancia de los lazos directos y de
confianza en el mercado agroecológico, además promueve prácticas de consumo que
apoyan la economía local y benefician tanto a los productores como a los
consumidores.
Por otra parte,
las personas también visualizan obstáculos importantes, como la excesiva
burocracia de los sistemas de certificación y la correlativa falta de control
sobre la producción convencional, que desmotiva y arrincona aún más a los
productores que trabajan con enfoque agroecológico u orgánico, que no
encuentran espacio para vender sus productos en las ferias del agricultor
convencionales[43];
la inexistencia de políticas de apoyo para abrir ferias u otros espacios
locales de comercialización alternativos, sumado a que el consumidor
costarricense no prioriza el consumo de productos orgánicos o agroecológicos.
Si a esto se
le suma la fuerte estructura de poder que sostiene los intereses de las grandes
transnacionales de los agroquímicos, de los supermercados y los mercados de
mayoreo, promover ferias agroecológicas es un esfuerzo a contracorriente y de
resultados inciertos, aunque progresivamente estos espacios se han ido
estabilizando a partir de diversas estrategias y de la fidelización de algunos
nichos de mercado, aún minoritarios[44].
Cabe observar
que el 100 % de estas experiencias tiene presencia en redes sociales y algunas
tienen página en línea, lo cual resulta de particular importancia en un
contexto de creciente relevancia del comercio electrónico. No obstante, la mera
presencia en redes sociales, aunque importante, no es suficiente para asegurar
una mayor visibilidad para estas iniciativas, por lo tanto se señala como un
tema en el que podrán articularse posteriores esfuerzos para el diseño de
estrategias de comercialización usando herramientas digitales que puedan
potenciar su alcance y asegurar una mayor sustentabilidad económica, conectando
a las personas productoras con potenciales personas consumidoras, tanto dentro
como fuera de la GAM, dentro de las posibilidades de escalamiento que sean
razonables o deseables en cada caso particular.
Ya en lo
tocante a las experiencias educativas y organizativas vinculadas con la
agroecología, estudios previos sobre el tema han tendido a
concentrarse exclusivamente en las fincas o unidades productivas. Sin embargo,
entender la agroecología como un movimiento social implica reconocer las
dinámicas y articulaciones que están permitiendo su expansión en el territorio
costarricense.
La realización
de procesos formativos es una de las principales actividades de estas
organizaciones o iniciativas, tanto en entornos urbanos como rurales. Estos
procesos incluyen talleres y capacitaciones dirigidos a comunidades,
estudiantes y al público en general, con la promoción del conocimiento
agroecológico y su aplicación en sistemas productivos sostenibles[45]. Además, se
presta especial atención a grupos de estudiantes interesados en la agroecología
como fundamento para el diseño de sistemas productivos, integrando iniciativas
de investigación y extensión académica con proyectos agroecológicos en curso.
Un aspecto
destacado de estas iniciativas es el fomento de bancos comunitarios de semillas
y el intercambio genético local, sin depender necesariamente de bancos
formales, como un medio para preservar variedades autóctonas y contribuir a la
autosuficiencia alimentaria. También se llevan a cabo acciones de articulación
política para apoyar la agroecología, la creación de publicaciones temáticas y
la inclusión de cuestiones relacionadas con la agroecología en comunidades
indígenas. En algunos casos, estas experiencias adoptan una orientación
empresarial, con el ofrecimiento de asistencia técnica a productores en el
diseño de agroecosistemas ecológicos y regenerativos.
Estas
actividades reflejan la diversidad de enfoques pedagógicos y políticos entre
las iniciativas, que abordan la agroecología desde distintas perspectivas.
Mientras algunos actores se distancian de la agricultura orgánica debido a los
obstáculos regulatorios y al control estatal, otros consideran que ambas
aproximaciones son compatibles y comparten el objetivo común de producir
alimentos saludables y libres de contaminación, conservando los recursos
naturales y garantizando la soberanía alimentaria del país.
La mayoría de
los consultados fundamenta su pedagogía en la relación teoría-práctica,
comúnmente expresada como aprender haciendo. Aunque algunos enfoques son
más técnicos y otros más políticos, todos coinciden en la necesidad de ver la
producción agropecuaria desde una perspectiva ecológica, entendiendo que está
sujeta a las mismas leyes naturales que los ecosistemas. Esto implica diseñar
agroecosistemas productivos, sostenibles y resilientes en lugar de continuar
degradando la base biológica que sustenta la vida y la alimentación.
La inclusión
de estas iniciativas educativas y organizativas es fundamental para comprender
que la transición hacia la agroecología no se limita únicamente a las prácticas
productivas, sino que abarca aspectos sociales, políticos y culturales.
Reconocer el valor de estos esfuerzos permite ampliar la perspectiva hacia un
cambio más integral, que promueva nuevas iniciativas alineadas con la
transformación agroecológica. Aunque estas organizaciones a menudo operan sin
apoyo estatal o institucional, con excepción de las universidades, es crucial
que estas instituciones reconozcan y respalden los esfuerzos locales, que
pueden ser ejemplo y catalizadores de cambios profundos en los territorios.
En conjunto,
las actividades de estas 37 organizaciones e instituciones abarcan desde formación
educativa, preservación de recursos genéticos, organización comunitaria y
defensa de derechos territoriales. A través de la creación de espacios de formación/colaboración
para mujeres y de vinculación con pueblos indígenas, demuestran una visión
inclusiva que destaca la importancia de la participación de grupos
históricamente marginados. Además, el esfuerzo por posicionar la agroecología
en agendas locales y nacionales sugiere un modelo de agroecología que no solo
se centra en la producción sostenible, sino también en la transformación social
y el empoderamiento comunitario.
Conclusiones
La realización de este estudio ha
permitido una aproximación inicial a una amplia diversidad de experiencias
agroecológicas que existen en Costa Rica, pero que en general no son conocidas
más allá de sus contextos específicos de acción. En buena medida, como ya se destacó
al inicio, ello se debe a la ausencia de un registro adecuado de este tipo de
experiencias, ya sea por parte del Estado como por estudios académicos o
independientes al respecto. Esa falta de información dificulta que esta
diversidad de actores establezca una mayor interconexión en la práctica, en la
búsqueda de superar la fragmentación relativa en que se desarrollan y en favor
de espacios de convergencia, visibilidad y movilización en el espacio público.
A pesar de las limitaciones y
dificultades impuestas por un sistema agroalimentario basado en la
agroexportación y en la apertura comercial irrestricta, así como a pesar de que
Costa Rica es uno de los países que más consumen agrotóxicos en el mundo,
independientemente de la metodología de cálculo utilizada[46], decenas de personas productoras
están buscando, desde hace décadas, construir alternativas productivas y de
comercialización que les permitan salirse de los límites impuestos por el modelo
hegemónico. Para ello, implementan en sus fincas una gran variedad de prácticas
productivas alineadas con los principios de la agroecología, promueven espacios
solidarios de comercialización y desarrollan diversas actividades de asesoría
técnica, educación agroecológica y articulación política, generando con ello
alternativas concretas que impactan positivamente en los territorios donde se llevan
adelante.
La falta de políticas públicas específicas
y de apoyo institucional representa uno de los mayores desafíos para la
consolidación de la agroecología en Costa Rica. A diferencia de los sistemas
agroindustriales, que se benefician de subsidios, facilidades comerciales y
fiscales[47],
las iniciativas agroecológicas enfrentan barreras significativas en el acceso a
recursos financieros, formación técnica especializada y mercados diferenciados.
Sin un respaldo adecuado, los productores agroecológicos deben enfrentarse a
las restricciones de un modelo hegemónico que privilegia la producción masiva
(exportable o no), así como las importaciones y el uso intensivo de agrotóxicos.
Es urgente que el Estado, a través de sus diversas instituciones, implemente políticas de incentivo y
estructuras de apoyo que fomenten el desarrollo agroecológico, brindando
condiciones para que más productores puedan transitar hacia prácticas
sostenibles y alcanzar la estabilidad económica en sus fincas y territorios.
Este trabajo ha tenido un carácter
exploratorio y, por tanto, abre un camino de investigación para seguir
ampliando el registro de este tipo de experiencias, en aras de generar más
información y visibilidad para los esfuerzos cotidianos que tantas personas
hacen para producir, vender e intercambiar alimentos sanos, semillas y saberes,
con el cuido de la tierra y de la salud de las personas. No obstante, falta
mucho por identificar y por ello es importante reconocer los límites del
presente estudio. Por ejemplo, se reconoce que el principal instrumento utilizado
(una encuesta electrónica), aunque por un lado facilitó el desarrollo del
trabajo con los escasos recursos materiales disponibles, también representó una
limitación, ya que muchos productores no pudieron completar el instrumento, ya
fuera por cuestiones técnicas o por acceso insuficiente a internet. Se
estableció contacto con muchas más personas de las que finalmente fue posible
incluir en el estudio; a otras no fue posible contactarlas, a pesar de contar
con información sobre experiencias que podrían estar implementando prácticas
agroecológicas en distintas escalas y en diversas partes del país. Todo ello
deja la certeza de que existe un campo significativo de trabajo para seguir
explorando en el futuro, especialmente a través de visitas a las diferentes
regiones donde se localizan estas experiencias para la realización de estudios
de caso y comprender mejor las dinámicas agroecológicas en cada una de ellas.
Es importante señalar que este
estudio no identificó experiencias agroecológicas en los territorios indígenas
(salvo la indicada en la Tabla 7), lo cual se constituye en una brecha en la
documentación de iniciativas dentro de estas áreas que poseen una rica
diversidad biocultural y tradiciones agrícolas ancestrales. Abordar esta laguna
investigativa permitiría no solo visibilizar y valorar el potencial
agroecológico de los territorios indígenas, sino también analizar los
conflictos territoriales que afectan profundamente las condiciones de vida de
estas comunidades. Dichos conflictos imponen severas limitaciones a su
capacidad de acceder y aprovechar los recursos presentes en sus territorios, lo
que subraya la necesidad de un enfoque integral que combine el respeto por los
derechos territoriales con el desarrollo de prácticas agroecológicas que
contribuyan a la soberanía alimentaria de los pueblos originarios
costarricenses. Por otra parte, aunque la investigación señala una
participación significativa de mujeres en la muestra, esto no necesariamente
indica si esas mujeres lideran efectivamente las experiencias agroecológicas
caracterizadas, por lo cual futuros estudios podrán profundizar en este
aspecto.
Aunque no se procedió a elaborar
una tipología de las experiencias identificadas, es posible observar distintas
trayectorias entre los actores de este proceso en abierto. Por un lado, hay
personas campesinas orgánicas o agroecológicas que participan de estas
iniciativas desde los años ochenta y noventa, que fueron los periodos
formativos de las agriculturas alternativas en el país; hay productores que
vienen de carreras académicas o profesionales y que en cierto momento de sus
vidas inician proyectos agroecológicos; hay personas jóvenes que buscan en la
agroecología un modo de vida cuestionador y un camino de construcción de
autonomía; hay mujeres que se organizan a partir de sus saberes y politizan su
lugar como productoras rurales; hay grupos de personas consumidoras y productoras
actuando juntos para abrir espacios que hagan posible otras formas de
sociabilidad a través de intercambio solidario, etc. Por ello, más importante
que establecer tipos, es comprender el movimiento que está animando una
construcción colectiva alrededor de la agroecología como vector de cambios
económicos, políticos y culturales, asociados a la producción, comercialización
y consumo de alimentos.
Escapa a los objetivos del presente
estudio elaborar recomendaciones para el escalamiento de la agroecología en el
país; lo que sí es posible colegir del trabajo realizado, es que existe un
potencial de crecimiento para que más personas hagan parte de un cambio que es
indispensable no solo en Costa Rica, sino en el mundo. Para ello, no obstante, como
ya se ha mencionado, es fundamental que existan políticas públicas a nivel
local y nacional que puedan generar condiciones favorables para que el
movimiento social en ciernes pueda expandirse y consolidarse; igualmente, es
necesario que estas diversas experiencias sean capaces de juntarse y crear
espacios de diálogo y construcción de un campo que politice a la agroecología y
vaya más allá de un enfoque técnico-instrumental, con el abordaje de las
principales demandas y necesidades productivas y alimentarias del país, de una
forma que involucre a públicos amplios y genere transformaciones de largo
aliento, que además dispute con las corporaciones y el mismo Estado la
construcción de un patrón alimentario donde los alimentos saludables y las
formas de producción ecológicas están al alcance de todas las personas, con un
enfoque basado en las nociones de soberanía alimentaria y derecho humano a la alimentación.
Este estudio ha puesto de
manifiesto la riqueza y diversidad de las experiencias agroecológicas en Costa
Rica, pero también ha resaltado la falta de visibilidad y articulación entre
ellas. Para que la agroecología pueda prosperar y consolidarse como una alternativa
viable frente al modelo agroindustrial dominante, es esencial fomentar la
interconexión y el intercambio entre los distintos actores. Esto no solo
contribuiría a superar la fragmentación actual, sino que también permitiría la
creación de espacios de convergencia y colaboración que fortalezcan el
movimiento agroecológico en su conjunto, haciéndolo capaz de enfrentar de forma
creativa y propositiva a las fuerzas e intereses que bloquean el surgimiento y
consolidación de proyectos agroalimentarios y comunitarios alternativos.
Un aspecto crucial que podría
abordarse en investigaciones futuras es la exploración desde un enfoque
regional. En este estudio, la identificación de las experiencias agroecológicas
se realizó considerando la división territorial administrativa (provincia,
cantón, distrito). Sin embargo, un análisis que integre una perspectiva
regional y territorial permitiría comprender con mayor profundidad las
dinámicas productivas, sociales y culturales en función de factores
ecosistémicos comunes entre distintas fincas y sus potenciales mercados. Esto
proporcionaría un marco contextual más detallado sobre los agroecosistemas y
sus interacciones. Tal enfoque no solo enriquecería la caracterización de las
iniciativas agroecológicas, sino que también ofrecería una visión más precisa
del potencial transformador de la agroecología en Costa Rica, así se
contribuirá al diseño de estrategias territoriales más efectivas para su
expansión y consolidación.
Por otra parte, las redes sociales
y las tecnologías digitales ofrecen una plataforma importante para visibilizar,
conectar y fortalecer las iniciativas agroecológicas. En un contexto donde
muchas experiencias agroecológicas operan de manera aislada, las herramientas
digitales permiten construir redes de colaboración entre personas productoras,
consumidoras y organizaciones, esto facilita el intercambio de conocimientos y
el acceso a nuevos mercados. La adopción de estas herramientas puede no solo
superar barreras geográficas, sino también aumentar el impacto de las
iniciativas agroecológicas para generar mayores oportunidades de
comercialización directa y crear una comunidad virtual comprometida con el
consumo responsable y el apoyo a la economía local.
Finalmente, la participación de la
comunidad científica y académica es esencial para fortalecer la evidencia a
favor de la agroecología y apoyar su expansión. Se requiere de investigaciones
rigurosas que cuantifiquen los beneficios económicos, sociales, de salud y
ambientales de las prácticas agroecológicas, de modo que sus resultados puedan
influir en la formulación de políticas públicas y en la toma de decisiones.
Además, el apoyo académico puede ayudar a visibilizar la agroecología como una
opción viable y necesaria para la seguridad alimentaria y la sustentabilidad.
Al establecer alianzas con actores locales, las instituciones de investigación
y educación superior pueden desempeñar un papel protagónico en la transición
hacia un sistema agroalimentario resiliente y equitativo.
En síntesis, el camino hacia una
transición agroecológica no es sencillo y requiere de esfuerzos concertados que
trasciendan las fronteras de las fincas y los mercados locales. Es fundamental
que tanto los productores como los consumidores, las organizaciones sectoriales
(incluso aquellas que representan a sectores del campesinado que producen con
métodos convencionales), la academia, las organizaciones no gubernamentales y,
crucialmente, las instituciones gubernamentales a todos los niveles, se
comprometan con una agenda que promueva la sustentabilidad y la equidad en el
sistema agroalimentario, con el fomento de la autonomía de los productores y
productoras en sus territorios y la formación de redes de personas productoras
y consumidoras, algo que no está ocurriendo actualmente en Costa Rica. Solo a
través de políticas públicas inclusivas, el apoyo a las iniciativas locales y
la promoción de prácticas agrícolas radicalmente sostenibles, se podrá asegurar
un futuro en el que la agroecología no sea solo una alternativa marginal, sino
el centro de una transformación profunda hacia un sistema agroalimentario socialmente
justo, ecológicamente sustentable y climáticamente resiliente.
Formato de citación
según APA
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G. y Salazar-Mora, A.
(2025). Caracterización de iniciativas agroecológicas en Costa Rica: una mirada
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Formato de citación según
Chicago-Deusto
Cerdas-Vega,
Gerardo y Salazar-Mora,
Adriana. «Caracterización de iniciativas agroecológicas en Costa Rica: una
mirada exploratoria sobre su potencial y sus desafíos». Revista Espiga 24,
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Anexo 1
Lista de fincas agroecológicas (por
provincia y cantón)
Provincia |
Cantón |
Nombre de la finca |
Alajuela |
San Ramón |
-
Ecopaz
Vida Sustentable 3S3 -
Finca
Agroecológica El Trapiche de Memo -
Finca
Integrada El Potrero -
Finca
La Esperanza -
Finca
Orgánico del Río -
Finca
Pérez & Jiménez Ecológica Sociedad Anónima -
La
Chacra -
Lecanto
Finca Orgánica -
Paraíso
Verde -
Reserva
Huaravito - Exótica Huertas Agroecológicas |
Zarcero |
-
Agrícola
El Desmonte (Zarcero) -
Finca
Alvarado (Zarcero) -
Finca
El Guerrero (Zarcero) -
Finca
Las Tías -
Finca
San Luis -
Monte
Verde (Zarcero) -
Parcela
Agroecológica de Rita Quesada |
|
San Carlos |
-
Biobotánica
Jala S.A. -
Finca
Rancho Verde -
Finca
Regenerativa La Estrella -
Waleli |
|
Alajuela |
-
El
Solar Agrobosque -
Finca
Agroecológica La Amelia -
Finca
Monte Verde Agroecológica F.L.S. |
|
Upala |
-
Finca
Agroecológica Vocaré -
Finca
Integral El Jardín -
Ganadera
ASTRA |
|
Atenas |
-
Atenas
Fruit Farm -
Huerto
Agroecológico Grigarones |
|
Poás |
-
Finca
La Hilda -
Toledo
Hortalizas Bio |
|
Grecia |
-
Finca
Orgánica San Luis -
Hortalizas
WMK |
|
San Mateo |
-
Finca
La Libertad -
Natural
La Palma |
|
Sarchí |
-
Los
Encuentros -
Escuela
Campestre Abya Yala |
|
Guatuso |
-
FRAE
Producción Agropecuaria |
|
Orotina |
-
Finca
Agroecológica Botón de Oro |
|
Los Chiles |
-
Finca
Modelo Don Felo Agroecológica |
|
Naranjo |
-
Zenland |
|
Sarapiquí |
-
Finca
El Grison |
|
Puntarenas |
Buenos Aires |
-
Agropecuaria
Rivamontes -
Bebedero
de Venado -
Finca
Agroecológica El Cristóbal -
Finca
Agroindustrial La Ponderosa -
Finca
Pasiflora -
San
Andrés |
Puerto Jiménez |
-
Biriteca
Agroecológica -
Brecanátur -
Finca
Buen Vivir -
Finca
La Aurora -
Finca
Pulgar Verde Tu Modelo |
|
Puntarenas |
-
Eco
Sardinal -
Granja
Agroalimentaria Tenorio Bello |
|
Osa |
-
Finca
274 -
Finca
El Relator |
|
Coto Brus |
-
Finca
Aviva -
Finca
La Libertad |
|
Monteverde |
-
Finca
Laguna Verde |
|
Esparza |
-
Finca
Del Guatuso |
|
Quepos |
-
Finca
Agrícola El Rocío |
|
Golfito |
-
Finca
Modelo, Estación Tropical de la Universidad de Viena |
|
Cartago |
Paraíso |
-
Finca
Agroecológica La Flor -
Finca
La Libélula -
Finca
Sol y Valle -
Tierra
Bella de Palomo -
Vivero
El Rocío |
Cartago |
-
Agropura -
Conbiol
La Flor y Conbiol Irazú -
Finca
Ecológica Verde Esmeralda -
Finca
El Gandul Orgánico |
|
Jiménez |
-
Finca
Mal Estamos -
Los
Salas -
Melodías
de Esperanza -
Santa
María de La Selva |
|
Turrialba |
-
Finca
Ecológica La Pilarica -
Finca
Lapidot -
Finca
Orgánica El Verolís -
Finca
Diklä |
|
Oreamuno |
-
Ararí
Plantas y Salud -
Finca
Orgánica Vida Verde -
Rinconcito
Orgánico Irazú |
|
Llano Grande |
-
Parcela
72 de Asentamiento Campesino San Isidro II |
|
San José |
Pérez Zeledón |
-
Finca
Agroecológica Los Gansos -
Finca
Agroecológica Simbiosis -
Finca
El Jardín -
Finca
Las Aguas -
Finca
Orgánica La Montaña Kik -
Finca
Orgánica Tinamastes -
Sitio
Ecológico Valle de Luna |
Escazú |
-
Finca
Agroecológica El Manzano -
Finca
Agroecológica Vica León -
Finca
Orgánica Innovali -
Vivero
Magia Verde |
|
Acosta |
-
Agropecuaria
Calderón Gamboa S.A. -
Cítricos
Lucho |
|
Puriscal |
-
Finca
Yarcazú -
La
Iguana Chocolate |
|
Tarrazú |
-
Abuelos
Café |
|
Desamparados |
-
Finca
Agroecológica El Tablazo |
|
Vásquez de Coronado |
-
Estación
Experimental Los Juncos Finca Libre de Venenos |
|
Limón |
Guácimo |
-
Ecocongos -
Finca
Agroecológica Villa Orquideas -
Finca
Orgánica Los Tucanes -
Hacienda
El Tamarindo |
Pococí |
-
ADICampo
Cinco -
ECO
Finca Terranatura -
Finca
Génesis -
Productos
Lácteos GEGO |
|
Talamanca |
-
Finca
La Isla -
Kaniki |
|
Siquirres |
-
AnaHuen
Hierbas y Especias Ecofresh -
Granja
Ecológica Pedernal |
|
Matina |
-
Finca
Villa Collins |
|
Limón |
-
Finca
Agroecológica Esperanza Verde |
|
Heredia |
San Rafael |
-
Finca
Verde Terruño -
Mojojoy
Agri-Cultura -
Guakätico |
Sarapiquí |
-
Finca
Integral Guarumo -
Finca
Santa Ana -
Finca
FEPOR |
|
Santa Bárbara |
-
Finca
Don Humberto -
Rancho
Escondido -
Finca
Los Yurros y El Guachipelín |
|
San Isidro |
-
Agronatura
Costa Rica SRL -
Pinar
del Río -
Agronatura
Costa Rica SRL |
|
Belén |
-
Huerto
Orgánico Costa Rica |
|
Guanacaste |
Nicoya |
-
Parcela
Nikir -
Finca Integral Orgánica Don Miguel -
La Colmena -
Jardín de Inés -
Finca Los Coyotes |
Santa Cruz |
-
Emprendimientos
Agrícolas Florafrut S.A. -
Tierramor -
Café
La Esperanza -
Parcela
Nelly -
Parcela
La Pica Pica |
|
Liberia |
-
Finca
El Encanto -
Ganadera
el Quebrancho |
|
Tilarán |
-
Finca
Alquimia -
Finca
SyM |
|
Cañas |
-
BioClínica
de la Planta S.A. |
|
Abangares |
-
Gaya
Hierbas y Especias |
|
Nandayure |
-
Finca
Vainilla |
Fuente: Elaboración propia, 2024.
[1] Guido Barrientos-Matamoros,
Agricultura orgánica: entre su potencial para la salud humana y ambiental y
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COPROALDE - Universidad de Costa Rica, 1991); IBS Soluciones Verdes. Estudio
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[2]
Barrientos-Matamoros, Agricultura orgánica: entre…; IBS Soluciones
Verdes. Estudio sobre el…; Montero-Solís, «Evolución conceptual,
metodológica…; Fernando Sáenz-Segura, Jean François Le Coq y Muriel Bonin,
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[3] Granados-Rojas,
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[4] Eva Carazo, «Una
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[5]
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en Biodiversidad, El estado de la agroecología en Costa Rica, Revista La
Agroecóloga, n° 5 (2024), https://bit.ly/3DftNS4
[6] Corporación
Educativa para el Desarrollo Costarricense (CEDECO), Estado actual de la
agricultura orgánica en Costa Rica (Informe Final) (San José:
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https://www.ambientico.una.ac.cr/revista-ambientico/pertinencia-de-la-agricultura-organica/;
Montero-Solís, «Evolución conceptual, metodológica…; Mora-Castellano, «La
Fundación Güilombe…; Mora-Castellano, «COPROALDE (Coordinadora de…
[7] Guido
Barrientos-Matamoros y Marianela Zúñiga-Escobar, eds., IX Congreso
Latinoamericano de Agroecología: diversidad biocultural para la salud de las
comunidades y los ecosistemas, 2022 Costa Rica, memoria (San José: UCR,
2023),
https://nutricion.ucr.ac.cr/wp-content/uploads/2023/10/MemoriaIXCongresoLatinoamericanoDeAgroecologia.pdf
[8] Esp_agro2,
comunicación personal, 13 de mayo de 2024; Acad_agro2, comunicación personal,
04 de marzo de 2024
[9] Luiz Marques, O
decênio decisivo. Propostas para uma política de sobrevivência (São Paulo:
Editora Elefante, 2023).
[10] «Regenerative Agriculture at Bayer», Bayer Global,
acceso el 25 de noviembre de 2024, https://www.bayer.com/en/agriculture/regenerative-agriculture-definition
[11] «Trabajamos para que la vida pueda evolucionar y prosperar
en condiciones libres, sanas y justas», Costa Rica Regenerativa, acceso el 25 de noviembre de
2024, https://www.costaricaregenerativa.org/about-us
[12] Programa Estado de
la Nación (PEN), Informe Estado de la Nación 2024. San José:
CONARE, 2024,
https://estadonacion.or.cr/?informes=informe-estado-de-la-nacion-2024
[13] Eric Sabourin,
Paulo Niederle, Jean François Le Coq, Luis Vasques y María Mercedes
Patrouilleau, «Análisis comparativo en escala regional», en Políticas
Públicas a favor de la Agroecología en América Latina y el Caribe, ed. por
Red Políticas Públicas en América Latina y el Caribe (Brasilia: PP-AL, 2017),
196-213, https://www.fao.org/family-farming/detail/es/c/886951/
[14] Prod_agro6,
entrevista, Cartago, 01 de abril de 2024.
[15] Sabourin et al., Análisis
comparativo en…, 17
[16] Prod_agro1,
entrevista, Alajuela, 15 de abril de 2024.
[17] Larissa
Soto-Villalobos, «Hacia una discusión sobre el escalamiento de la agroecología
en Costa Rica: La conceptualización de la agricultura orgánica», Ambientico,
n.° 277 (2021): 32-38,
https://www.ambientico.una.ac.cr/wp-content/uploads/tainacan-items/5/34623/004_-J.-Larissa-Soto.pdf
[18] Montero-Solís,
«Evolución conceptual, metodológica…
[19] Acad_agro3,
entrevista, 23 de febrero de 2024.
[20] Soto-Villalobos, «Hacia
una discusión…
[21] Stephen Gliessman, Ernesto Méndez, Víctor Izzo, Eric
Engles, Agroecology. Leading the transformation to a just and sustainable
food system (Florida: CRC Press, 4° edition, 2023).
[22] Ibíd.
[23] Ezequiel
Ander-Egg, Aprender a investigar. Nociones básicas para la investigación
social (Córdoba: Editorial Brujas, 2011); Roberto Hernández-Sampieri,
Carlos Fernández-Collado y Pilar Baptista-Lucio. Metodología de la
investigación (Ciudad de México: McGraw Hill, 2014); Rodrigo Barrantes-Echavarría,
Investigación: un camino al conocimiento. San José: EUNED, 2021.
[24] En varios casos,
esto llevó a que algunas experiencias identificadas respondieran a más de una
encuesta. Por ejemplo, esto ocurrió cuando una finca, además de su actividad
productiva, desarrollaba en paralelo acciones educativas como talleres o
visitas guiadas, o bien, cuando, además de la producción agropecuaria,
desarrollaban iniciativas de comercialización como un rubro separado de negocios.
Estas superposiciones fueron captadas en el estudio, permitiendo que las
personas responsables completaran los formularios correspondientes a cada
perfil. Es el caso, por ejemplo, de la Estación Experimental Los Juncos
Finca Libre de Venenos, que desarrolla otro rubro comercial separado
denominado Los Juncos Express. En estos casos, la actividad productiva y
las otras actividades fueron registradas como experiencias agroecológicas
separadas.
[25] Maarten Kapelle, Costa Rican Ecosystems (Chicago:
The University of Chicago Press, 2016).
[26] Ibíd., 15.
[27] Celia Harvey et
al., «Integrating Agricultural Landscapes with Biodiversity Conservation in the
Mesoamerican Hotspot», Conservation Biology 22, n.° 1 (2008): 8-15,
https://doi.org/10.1111/j.1523-1739.2007.00863.x; Nieves López-Estébanez,
Yazmín León-Alfaro, Frank González-Brenes, «Una alternativa para la producción
sostenible, la seguridad alimentaria y la innovación agraria en periferias
urbanas: el Paisaje Hortícola de Altura de la Cordillera Volcánica Central de
Costa Rica», Ikara. Revista de Geografías Iberoamericanas, n.° 3 (2023):
doi.org/10.18239/Ikara.333
[28] Helmut Nuhn, Regionalización
de Costa Rica para la planificación del Desarrollo y la administración (San
José: OFIPLAN, 1973).
[29] Natalia Genta,
Alicia Williner, Iván Silva, Juan Ramón Cuadrado, Políticas nacionales de
desarrollo regional en Costa Rica Un análisis comparativo entre experiencias
europeas y latinoamericanas (Santiago: CEPAL, 2022),
https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/2458d125-96d1-417c-9055-89d849051cd1/content
[30] Instituto Nacional
de Estadísticas y Censos (INEC), Panorama demográfico 2022 (San José:
INEC, 2023),
https://admin.inec.cr/sites/default/files/2024-02/rePoblacEv-2022a-panorama_demografico2022_3.pdf;
Douglas Guillén-Montero, Jacqueline Vargas-Bogantes, Oscar Antonio Núñez-Román,
Luis Mauricio Vega-Ramírez, «Situación de los Sistemas de Información
Territorial para la gestión municipal: caso de la GAM, Costa Rica, 2018», Revista
Geográfica de América Central 1, n.° 66 (2021): 79-98,
https://doi.org/https://doi.org/10.15359/rgac.66-1.3; López-Estébanez,
León-Alfaro, González-Brenes, «Una alternativa para…, 6.
[31] «Producto Interno
Bruto e Ingreso per cápita», Banco Central de Costa Rica (BCCR), acceso el 6 de
noviembre de 2024, https://gee.bccr.fi.cr/indicadoreseconomicos/Cuadros/frmVerCatCuadro.aspx?idioma=1&CodCuadro=%205791;
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), Costa Rica en cifras
2023 (San José: INEC, 2023), 3,
https://admin.inec.cr/sites/default/files/2023-12/recostaricaencifras2023_0.pdf
[32] INEC, Costa
Rica en…,
6.
[33] Ibíd.; Instituto
Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), Encuesta Nacional Agropecuaria
2022. Resultados generales de la actividad agrícola y forestal (San José:
INEC, 2023),
https://admin.inec.cr/sites/default/files/2023-10/reagropecENAAGR%C3%8DCOLA2022.pdf
[34] «MOCUPP Pastos»,
MOCUPP, acceso el 6 de noviembre de 2024, https://mocupp.org/pastos/
[35] Vladimir
González-Gamboa, Rudy Muñoz-Jiménez, Christian Vargas-Bolaños y Esteban
Durán-Monge, Descripción de cambios de uso del suelo en Costa Rica: 1986 -
2019 (San José: CONARE, 2022), 26, http://hdl.handle.net/20.500.12337/8328
[36] Ibíd., 58-59.
[37] En el Anexo 1 se muestra
el detalle de todas las fincas identificadas.
[38] Huberth
Vargas-Picado, «Manejo cultural en prácticas agroproductivas ecológicas, los
casos de Nicaragua, Costa Rica y Panamá», Mercator (Fortaleza) 23
(2024): 7-8, https://doi.org/10.4215/rm2024.e23034
[39] Comisión
Institucional de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Universidad de Costa
Rica (CISAN-UCR). «Mercadito de Abasto Solidario en Santa Ana». Video de
YouTube, publicado el 13 de mayo de 2024.
https://youtu.be/-mkVRKogydg?si=5pY_phwVuqAHtXjy
[40] Natalia Helena
Jarquín Sánchez, José Alfredo Castellanos Suárez y Dora Ma. Sangerman-Jarquín, «Pluriactividad
y Agricultura Familiar: Retos del Desarrollo Rural en México», Revista
Mexicana de Ciencias Agrícolas 8, no. 4 (2017): 949-63, https://doi.org/10.29312/remexca.v8i4.19
[41] Vargas-Picado,
«Manejo cultural en…, 12.
[42] PEN, Informe Estado de…, 124.
[43] Prod_agro2,
entrevista virtual realizada por los autores, 11 de marzo de 2024.
[44] Prod_agro4,
entrevista realizada por los autores, 29 de abril de 2024.
[45] Esp_agro6, entrevista
virtual realizada por los autores, 13 de mayo de 2024.
[46] Elídier
Vargas-Castro, Uso aparente de plaguicidas en la agricultura de Costa Rica
(San José: PNUD, 2021),
https://impactoplaguicidas.cr/repositorio/analisis-sobre-el-uso-de-plaguicidas-en-la-agricultura-en-costa-rica-2/;
Secretaría Ejecutiva de Planificación Sectorial Agropecuaria (SEPSA) y Servicio
Fitosanitario del Estado (SFE), Uso aparente de plaguicidas en Costa Rica,
periodo 2017-2023 (San José: SEPSA-SFE, 2024),
https://www.sfe.go.cr/Transparencia/SEPSA-INF-2024-011_Uso_plaguicidas_2017-2023.pdf
[47] Programa de
Naciones Unidas para el Desarrollo-Costa Rica (PNUD-Costa Rica), Modificación
de exoneraciones a agroquímicos importados como potencial fuente de
financiamiento para un eventual pago de servicios ambientales (San José:
PNUD-Costa Rica, 2020),
https://impactoplaguicidas.cr/wp-content/uploads/2022/04/MODIFICACION-DE-EXONERACIONES-A-AGROQUIMICOS-IMPORTADOS.pdf;
Michael Carolan, The Sociology of Food and Agriculture (Londres:
Routledge, 2022).