Año 24, N.º 49: enero - junio 2025
¿Acciones afirmativas o privilegio? Análisis de las
reacciones en la prensa sobre la suspensión de la prueba de aptitud académica
en el Instituto Tecnológico de Costa Rica, en 2020
Benjamín Campos-Chavarría *
https://orcid.org/0000-0002-5770-5760
* Egresado de la Maestría Académica en Filosofía de la
Universidad de Costa Rica (UCR), de Costa Rica. Licenciado en Docencia de la
Universidad Estatal a Distancia. Licenciado en Filosofía de la Universidad
Nacional de Costa Rica. Bachiller en Sociología de la UCR. Docente en el
Instituto Tecnológico de Costa Rica. Correo bcampos@itcr.ac.cr
Resumen
El objetivo de este artículo es analizar las
manifestaciones surgidas durante noviembre de 2020 ante el cambio en el proceso
de admisión al Instituto Tecnológico de Costa Rica, manifiestas en el medio
periodístico La Nación, y problematizarlas a la luz de los conceptos de
ignorancia blanca de Charles W. Mills, injusticia epistémica de Miranda Fricker, apartheid educativo, espacio y privilegio
de Shannon Sullivan, expansividad ontológica y, en menor medida, otros
referentes teóricos de Sarah Ahmed y Achille Mbembé.
Producto de la pandemia, en 2020 se sustituyó la prueba de aptitud académica
por un mecanismo basado en las notas de presentación, el cual dividió a las
personas postulantes en grupos según su tipo de institución secundaria de
procedencia. En el texto se toman en cuenta 15 artículos publicados en los
catorce días siguientes al anuncio público de los resultados de admisión, entre
el 10 y el 23 de noviembre, para realizarles un análisis crítico del discurso.
Se determina que en la mayoría de esas reacciones se presenta una imagen
negativa del estudiantado de nuevo ingreso 2021, acusaciones de socialismo
y daño al país, entre otras, que hacen poca justicia a lo realmente sucedido.
Se detalla cómo en estas manifestaciones se ignoran las desigualdades y
dificultades históricas de algunas poblaciones para acceder a los cupos de
mayor demanda en las universidades públicas al competir en condiciones
desiguales con otras poblaciones económica o socialmente privilegiadas.
Palabras clave: exclusión social, condiciones de
admisión, universidad, desigualdad social, medios de comunicación de masas
Recibido: 29 de abril de 2024
Aceptado: 13 de noviembre de 2024
Affirmative action or privilege? Analysis of reactions in the press
regarding the suspension of the academic aptitude test at the Costa Rica Institute
of Technology in 2020
Summary
The objective of this article is to analyze the
reactions in November 2020 to the change in the admission process at the Costa
Rica Institute of Technology, as expressed in the newspaper La Nación, and to critically examine them through the lens
of Charles W. Mills’ concept of white ignorance, Miranda Fricker’s epistemic
injustice, educational apartheid, space and privilege as framed by Shannon
Sullivan, ontological expansiveness, and to a lesser extent, other theoretical
perspectives from Sarah Ahmed and Achille Mbembé. Due
to the pandemic, the academic aptitude test was replaced in 2020 with a
mechanism based on academic performance grades, which divided applicants into
groups according to the type of secondary school they attended. The study
analyzes 15 articles published within the 14 days following the public
announcement of admission results, from November 10 to November 23, through a
critical discourse analysis. The findings reveal that most of these reactions
portrayed a negative image of the new 2021 student cohort, accused socialism,
and warned of harm to the country, among other claims, which do little justice
to the actual events. The analysis highlights how these narratives ignore the
historical inequalities and challenges faced by certain populations in
accessing high-demand spots at public universities, where they compete under
unequal conditions with economically or socially privileged groups.
Keywords: Admission conditions, Inequality, Mass
media, Social exclusion, University.
Actions affirmatives ou privilège? Analyse des réactions
dans la presse sur la suspension de l’examen d’aptitude académique à l’Institut
Technologique du Costa Rica en 2020
Résumé
Cet article a pour objectif d’analyser les réactions
suscitées en novembre 2020 par le changement dans le processus d’admission à
l’Institut Technologique du Costa Rica, telles qu’exprimées dans le média La
Nación, et de les problématiser à la lumière des
concepts d’ignorance blanche de Charles W. Mills, d’injustice épistémique de
Miranda Fricker, d’apartheid éducatif, d’espace et
privilège de Shannon Sullivan, ainsi que d’expansivité ontologique, en
intégrant dans une moindre mesure d’autres références théoriques de Sarah Ahmed
et Achille Mbembé.
En raison de la pandémie, l’année 2020 a vu la
suppression de l’examen d’aptitude académique, remplacé par un mécanisme fondé
sur les notes de présentation, divisant les candidats en groupes selon le type
d’établissement secondaire d’origine. L’analyse s’appuie sur quinze articles
publiés dans les quatorze jours suivant l’annonce publique des résultats
d’admission, entre le 10 et le 23 novembre 2020, afin d’y appliquer une analyse
critique du discours.
L’étude révèle que la majorité des réactions médiatiques
présentent une image négative des nouveaux étudiants de la promotion 2021,
accompagnée d’accusations de socialisme et de préjudice pour le pays, qui
rendent peu justice à la réalité de la situation. L’article met en évidence
comment ces discours ignorent les inégalités structurelles et les obstacles
historiques auxquels certaines populations sont confrontées pour accéder aux
filières les plus demandées dans les universités publiques, devant concourir dans
des conditions inéquitables face à d’autres groupes bénéficiant d’un privilège
économique ou social.
Mots-clés: exclusion sociale, conditions d’admission,
université, inégalité sociale, médias de masse.
Introducción
Durante
el 2020, la irrupción de la pandemia por el COVID-19 y su nueva normalidad
obligó a las universidades públicas de Costa Rica a cerrar sus campus y
recurrir a la virtualización de su oferta académica (en todos aquellos casos en
los que fue posible, con la suspensión de los que no), entre otras acciones
ante la emergencia. Las pruebas de aptitud académica (PAA) para el ingreso a
tres universidades públicas, la Universidad de Costa Rica (UCR), la Universidad
Nacional de Costa Rica (UNA) y el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC),
fueron suspendidas temporalmente mientras se organizaban acciones remediales –la
Universidad Estatal a Distancia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN)
no realizan PAA–[1].
Como
solución la UCR y la UNA, que utilizan el mismo instrumento (una prueba de 50
ítems de selección única, que mide razonamiento), reprogramaron la prueba para
finales del año, mientras el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC)
sorprendió al anunciar que no realizaría la PAA ese año, utilizando un
mecanismo alternativo basado en las notas de secundaria y dividiendo a las
personas postulantes en cuatro grupos según su institución educativa de origen[2].
Dicho
mecanismo alternativo dio origen a una variación en la tradicional asignación
de los cupos en el TEC. Habitualmente el estudiantado de colegios científicos y
privados lograba muchos campos, mientras el estudiantado de colegios públicos
académicos, en especial el proveniente de zonas rurales tenía menos
posibilidades de acceso a las carreras[3], al competir con los otros
en la PAA, pese a los mecanismos existentes para atender esta situación. No
obstante, durante el 2020 eso cambió, y las noticias de una supuesta exclusión
del estudiantado de colegios privados y, en especial, de los colegios
científicos, dio pie a una serie de intercambios en redes sociales y notas
periodísticas (muestra de la atención brindada al hecho es que el periódico La
Nación le dedicó 15 artículos en los catorce días que fueron del 10 al 23
de noviembre).
En
dichas intervenciones se acusaba al TEC de haber introducido, artificialmente,
una desviación en un proceso de selección natural[4], de haberlo desvirtuado
mediante indebidos mecanismos de discriminación positiva que dieron como
resultado que las personas que realmente debían ingresar al TEC fueran
excluidas, ya que sus lugares fueron tomados por personas caracterizadas en
esas intervenciones (ya fuera de forma directa o solapada) como incapaces, sin
las cualidades y calidades necesarias para ser estudiante en el TEC, con ello,
se generaba un grave daño al país (al ser el TEC la universidad especializada
en ingenierías y estas el motor del desarrollo del país, supuestamente se
generaba un daño en el proyecto país, una generación perdida).
El
presente artículo se desarrolló con el objetivo de
analizar las reacciones manifestadas en el periódico La Nación
surgidas durante noviembre de 2020 ante el cambio en el proceso de admisión al
Instituto Tecnológico de Costa Rica y problematizarlas a la luz de
conceptos provenientes de los estudios críticos de la raza, corriente
filosófica interseccional que surge en la década de 1970 como una crítica al
racismo sistémico, al concepto de raza, al liberalismo y a la epistemología
individualista. Los conceptos utilizados son los de ignorancia blanca de
Charles W. Mills[5],
ignorancia en educación formulado por Malewski y Jaramillo [6], injusticia
epistémica de Miranda Fricker[7], espacio y privilegio,
expansividad ontológica, solipsismo ético expuestos por Shannon Sullivan[8], narrativas de lesión de
Sarah Ahmed[9]
y en menor medida de Achille Mbembé[10]. Estos conceptos se
explicarán a detalle en la sección de desarrollo conforme se realiza el
análisis crítico de los discursos, y se adaptan para analizar un tipo de
discriminación no basada en el color, pero que igualmente implica una
asignación de identidades y de unos espacios para quienes portan de tales
identidades, discriminación que se sostiene por una ignorancia activa que
impide ver la situación de privilegio de ciertos grupos.
Esta
investigación se justifica porque la búsqueda bibliográfica realizada reveló
que existen pocas investigaciones críticas sobre los mecanismos de ingreso a
las universidades públicas en Costa Rica (una consulta en la base de datos
Scopus con las palabras clave: acceso, universidades, costa rica, no
encontró ni una publicación, mientras la búsqueda en el repositorio nacional Kimuk encontró varias publicaciones, pero sobre aspectos
como necesidades especiales, predicción de rendimiento académico o una reseña
histórica). La crítica social de este mecanismo de acceso es hoy un vacío de
conocimiento en el país.
Además,
la discusión es relevante pues permite problematizar los mecanismos de acceso a
la educación superior y las formas en que esta participa de la exclusión social
de algunos grupos sociales desfavorecidos, así como plantear la necesidad de
generar mecanismos permanentes de acceso más justos que no reproduzcan las
desigualdades sociales de los niveles educativos previos.
Metodología
Este
artículo corresponde a una investigación
sobre de las reacciones suscitadas por la publicación de los resultados de
admisión al TEC en 2020. Para ello se utilizó artículos periodísticos
publicados en el periódico costarricense La Nación, escogido por ser el
principal medio periodístico escrito del país y uno de los de mayor
circulación. Se utilizó la totalidad de los textos publicados sobre el tema en
las dos semanas inmediatas a la publicación de los resultados (noviembre de
2020).
A
partir de estos textos, se realizó un análisis crítico del discurso (ACD), el
cual es definido por Van Dijk como:
un tipo de
investigación que se centra en el análisis discursivo y estudia,
principalmente, la forma en la que el abuso de poder y la desigualdad social se
representan, reproducen, legitiman y resisten en el texto y el habla en
contextos sociales y políticos… Un error común en relación al ACD es afirmar
que este es un método especial de análisis discursivo. No existe tal método: en
el ACD todos los métodos interdisciplinarios de los estudios discursivos, así
como otros métodos relevantes de las humanidades y las ciencias sociales,
pueden ser utilizados.[11]
Este
tipo de estudios son útiles para develar las formas en que opera y se oculta el
poder social; para esta investigación se escogió este enfoque porque el
objetivo del trabajo es abordar relaciones de poder y exclusión social,
normalizados en los mecanismos de acceso a las universidades. Los discursos
presentes en las reacciones de la prensa poseen una intencionalidad política:
justificar y naturalizar un mecanismo históricamente excluyente (al no abordar
las diferencias socioeconómicas y educativas excluye al estudiantado de ciertas
instituciones educativas y modalidades de secundaria), además de desacreditar cualquier
intento de modificar la PAA o mecanismo alterno, mediante una idea de
objetividad o neutralidad. Los discursos de poder son discursos de control sobre
los actos y las mentes de las personas[12], por este motivo el ACD
toma relevancia para desenmascarar el discurso, las posiciones de poder que
pretenden justificar y develar la desigualdad social «bajo la consideración del
lenguaje, no solo como medio para expresar y reflejar ideas particulares, sino
como elemento que participa e intervienen en la construcción de la realidad
social»[13].
Tal
como indica Van Dijk[14], el ACD no es en sí un
método (de hecho el autor prefiere el término Estudios críticos del Discurso o
ECD), sino un tipo de estudio que puede ser abordado mediante diferentes
metodologías y técnicas de investigación, en este caso se abordó mediante un análisis
de contenido, pues permite describir tendencias, identificar actitudes,
creencias, deseos emitidos por las personas y auditar ese contenido al
compararlo con estándares[15], con el fin de
identificar y problematizar las relaciones de poder. Este análisis de contenido
implicó las siguientes fases:
·
Selección de la muestra. Se utilizó
artículos publicados desde el 10 de noviembre al 23 de noviembre, 15 en total.
La delimitación del periodo responde a todas las publicaciones desde el anuncio
de los resultados hasta la última nota sobre el tema. Las unidades de análisis
fueron los textos íntegros.
·
Codificación preliminar. Los artículos
fueron organizados en tres categorías iniciales: noticias, columnistas
oficiales, artículos de opinión.
·
Codificación sistemática. En los artículo
se identificó, siguiendo el enfoque es el ACD, términos con contenido
peyorativo sobre los nuevos admitidos y acerca del mecanismo alterno; además, se
identificó y se agrupó los temas de las noticias, esta clasificación resultó en
las siguientes categorías: daño al país (cuando el emisor refiere un daño a la
colectividad nacional y no solo al estudiantado), desplazamiento de los
mejores (cuando el argumento gira sobre la expulsión del estudiantado más
capaz), injusticia (cuando la argumentación apunta a la ausencia de
fundamentación válida en el nuevo mecanismo), motivaciones ideológicas. Los
artículos presentan argumentos que se ubican en varias de estas categorías,
pero una de ellas es dominante y sirve como eje del discurso, por lo que se
catalogaron según su argumentación central.
·
Interpretación. Se realizó un análisis de
tipo cualitativo que, según Fernández[16], implica identificar
contingencias (asociación entre palabras y otro tipo de unidad), valencias (posición
del emisor y sus valores) e intensidad (lo que se indica al receptor). Se
realizó una lectura crítica con los insumos teóricos mediante conceptos
provenientes de la tradición crítica de la raza como ignorancia blanca, apartheid
educativo, injusticia epistémica y expansividad ontológica, los cuales pueden
utilizarse para analizar otras formas de exclusión y desigualdad no
relacionadas con la raza. Se identifica la forma en que se construye una visión
negativa del estudiantado de nuevo ingreso y se deslegitima el nuevo mecanismo,
a la vez que se ocultan formas de exclusión, se valida y naturaliza la PAA como
mecanismo justo y objetivo.
En
la siguiente sección se detallan los artículos publicados y se presenta un
cuadro de sistematización resultado del análisis de contenido.
Resultados y discusión
Esta sección se organiza en cinco apartados. Los
primeros dos son de carácter descriptivo, en el primero se describen los
acontecimientos sucedidos respecto de la suspensión de la PAA en 2020, en el
segundo se detallan las reacciones expresadas en el periódico La Nación.
Los últimos tres apartados corresponden a la discusión crítica a partir del
instrumental teórico.
Suspensión de la PAA
en el TEC
Durante setiembre
de 2020[17],
el TEC anunció que no realizaría la PAA y que en su lugar utilizaría un
mecanismo alternativo, donde las 21 mil personas estudiantes inscritas
concursarían con su nota de presentación del ciclo de educación diversificada,
en específico las notas de décimo año para los colegios académicos y las notas
de décimo y undécimo para los colegios técnicos. Tales notas se trasladarían a
la escala 200-800, según un promedio que se obtiene en cuatro grupos, definidos
por su modalidad, horario y financiamiento, de la siguiente manera:
·
Grupo A: Colegios nocturnos, rurales, telesecundarias,
colegios pertenecientes a zonas indígenas, CINDEA (Centros Integrados de
Educación de Adultos) y programas de educación abierta.
·
Grupo B: Colegios públicos técnicos.
·
Grupo C: Otros colegios públicos (excepto los
mencionados en A y B, que también incluyen humanísticos, científicos,
experimentales bilingües públicos).
·
Grupo D: Colegios privados, subvencionados y
extranjeros.
La nota mínima fue
de 520, según la cual, una persona solicitante puede quedar admitida, elegible
o en espera. Los cupos se dividieron por provincia y se incluyó la
consideración de la zona de influencia para
los campus locales (San Carlos, Alajuela y Limón); mientras que aquellos sin
zona de influencia, se dividieron por provincia, resultando 28 subgrupos. Según
un comunicado de la institución este mecanismo «resguarda la equidad entre
provincias y colegios de procedencia de los solicitantes, siendo esto
concordante con los fines y principios del TEC en igualdad de oportunidades
para el ingreso y permanencia de los estudiantes a la Institución»[18].
Se aprecia
entonces un objetivo de equidad e igualdad de oportunidades, específicamente
una acción afirmativa para proveer de espacios a las personas de zonas rurales,
territorios indígenas, telesecundaria, entre otros, que suelen tener ciertas
dificultades o desventajas para acceder a la institución. No obstante, al
conocerse los resultados a inicios de noviembre de 2020 se suscitó una polémica
expresada en diferentes medios con acusaciones que iban desde la
discriminación, la exclusión de los mejores, hasta de comunismo e
izquierdismo en el TEC (las palabras socialismo, comunismo o izquierdismo son
utilizadas como crítica en estas manifestaciones, no implican una definición
precisa o histórica, es más un apelativo con carga peyorativa con el que se
pretende descalificar y que se utiliza para desacreditar eventos y personas muy
diversas).
La distribución
final, al conocerse los resultados, se observa en la Tabla 1.
Tabla 1. Distribución
del estudiantado solicitante y elegible al TEC según grupo
Grupo |
Solicitantes |
Personas que
obtuvieron la condición de elegibles |
Personas
elegibles que obtuvieron un cupo |
Promedio de
notas de presentación de las personas elegibles |
Nota de admisión
promedio de las personas elegibles |
Promedio de nota
de admisión de las personas admitidas |
Porcentaje de
cupos |
2420 |
1469 |
258 |
82,42 |
555,59 |
93,52 |
17,5 % |
|
B |
4395 |
2919 |
504 |
86,89 |
571,47 |
95,41 |
17,2 % |
C |
9596 |
6349 |
1013 |
85,85 |
576,91 |
95,89 |
15,9 % |
D |
5427 |
3792 |
554 |
87,62 |
587,69 |
96,87 |
14,6 % |
Fuente:
Elaboración propia con datos tomados de La Nación[19].
El grupo C es el
que más cupos logró, correspondiente al de los colegios públicos regulares,
científicos, humanistas y experimentales, aunque fue el grupo A el que tuvo más
cupos porcentualmente. El promedio de notas no varió considerablemente, pero se
obtuvo según las notas de cada grupo, por lo que no resulta lo mismo un
promedio de secundaria en el grupo A (donde las notas son inferiores) a un
promedio de secundaria del grupo C o D (donde son superiores).
El mecanismo,
según Randall Blanco[20],
entonces director de la Escuela de matemática y representante de la comisión
institucional a cargo de la modificación al mecanismo de ingreso del 2020,
permitió que poblaciones que típicamente no tenían posibilidad de acceso al TEC
(por sus bajas notas de secundaria y en la PAA) lograran un cupo (Figura 1).
Figura 1. Estudiantado
elegible versus admitidos por grupos en el TEC
Fuente: Modificado
para este artículo con base en gráfico de La Nación[21].
Reacciones en la
prensa
Los resultados del
nuevo proceso de selección fueron dados a conocer durante los primeros días de
noviembre 2020 con un resultado atípico: el estudiantado de los colegios
científicos, que suele tener un acceso mayoritario, había tenido pocos cupos en
esta ocasión, lo mismo sucedió con aspirantes de colegios privados.
La situación dio
pie a una gran cantidad de reacciones en redes sociales y en prensa, las cuales
expusieron una visión generalmente negativa del resultado, con una acusación de
exclusión de los mejores candidatos y de daño al país. En algunas de esas
reacciones se manifestó un anticomunismo o un antiprogresismo,
pues la medida fue vista como una forma de introducir el socialismo en la
institución[22].
La crítica al mecanismo no fue entonces solo una crítica al ingreso de personas
supuestamente menos calificadas, sino que se presentó como una lucha contra
instituciones socialistas (al igual que con el concepto de comunismo, el
concepto de socialismo se presenta como forma de descalificar y no implica una
definición precisa ni histórica del socialismo).
Muchas de estas
reacciones se expresaron en el periódico La Nación, no solo en su
sección de comentarios, sino como noticias, artículos de opinión y editoriales:
entre el 10 de noviembre y el 23 de noviembre, dicho medio le dedicó 15
espacios, la mayoría críticos contra la decisión del TEC. Se reseñan a
continuación los argumentos principales presentes en esos textos.
La primera de esas
notas se publicó al día siguiente de darse a conocer los resultados y se tituló
TEC castiga a alumnos con buenas notas en
sistema de admisión 2021[23],
donde indica que «Un sistema de distribución por grupos de colegios provocó que
alumnos con bajas notas obtuvieran cupos para una carrera en el Instituto
Tecnológico de Costa Rica (TEC) y desplazaran a estudiantes con mejores
calificaciones», para tal afirmación se basó en los promedios del estudiantado
en condición de elegible.
El 11 de noviembre
publicaron una nota sobre una estudiante que relata su esfuerzo y haber pagado
clases particulares para la prueba, el argumento es que el TEC no premia el
esfuerzo[24].
Ese mismo día otra nota titulada Director
de Colegios Científicos: ‘Tuvimos los peores resultados en la admisión del TEC
en toda la historia’[25] y otra similar al día siguiente[26]
(Alumno becado y mejor promedio de colegio científico quedó fuera del TEC: ‘Salí de la zona rural por mejor educación
y me quitaron la oportunidad’).
El 13 de noviembre
se publica, una entrevista con el entonces rector Luis Paulino Méndez, quien
defiende el modelo. La periodista Daniela Cerdas[27],
responsable de la mayoría de notas sobre el tema, le indica que el modelo del
TEC se adaptó a las deficiencias del MEP (al proveer un mecanismo de acceso por
zona) en lugar de motivar su mejoramiento. El rector indica que se trata de
instituciones independientes y que los cambios en el MEP tomarían un largo
tiempo, por lo que deben hacer algo hoy por la inclusión.
El 14 de noviembre
se publica la primera columna de opinión, en la sección Página Quince,
este artículo es de gran relevancia pues tuvo mucha repercusión. Francisco
Antonio Pacheco[28],
exministro de educación, divulgó la nota titulada El TEC está a tiempo de rectificar, donde indica que el objetivo,
que califica de imposible, de lograr acceso a todos y todas a las aulas del TEC
dejó por fuera aquel estudiantado más preparado, acusa de discriminar no sobre
la idoneidad sino sobre «otro tipo de criterios», incluso va más allá, al
afirmar que:
Se le da un portazo al futuro de quienes aspiran a ingresar a esa
institución, con suficientes méritos, y se le vuelve la espalda al futuro de
Costa Rica. Por eso, la noticia resulta desalentadora, para ellos y para el
país…
Uno se pregunta, por ejemplo, si más bien no se les estará abriendo la
puerta del fracaso a muchos de los admitidos mediante los nuevos
procedimientos. ¿Y qué tal si se cayera en la tentación de bajar el nivel de la
enseñanza para ponerla a su nivel?[29]
Pacheco expresa el
argumento de que el mecanismo del TEC no solo afecta a los mejores, sino
también al país, al privarle de formar a sus mejores profesionales, algo mucho
más grave, dada la situación de pandemia y la huelga del 2018 que afectaron el
proceso educativo. Indica Pacheco que «Costa Rica necesita enriquecerse con la
acción de los mejores profesionales e investigadores. No estamos para
desperdiciar talento, dedicación y recursos»[30]
pues mantener la capacidad del país en alta tecnología es imperioso.
El mismo 14 de
noviembre aparece otro artículo de opinión con el subtítulo de La supuesta
sensibilidad social detrás de medidas como la adoptada por el TEC casi nunca
pasa de ser prejuicio[31].
Acusa al TEC de frustrar los sueños de estudiantes de los colegios
científicos, pese a sus méritos; indica que, si bien la educación es un medio
de movilidad social, todos deben tener igual derecho a esta, sin distinción de
provenir de una zona urbana o de una zona indígena alejada. Considera que lo
correcto es remediar las desventajas del segundo, no reducir las posibilidades
del primero. González remite al impacto en estudiantes de instituciones
privadas, para él quienes envían a sus hijos a colegios privados realizan un
sacrificio, renuncian –afirma– a la gratuidad de la educación pública,
descongestionando el sistema público, por lo que «merecen reconocimiento»[32].
El día 15 de
noviembre se publica en la Página Quince, otra nota de opinión ¿Una generación perdida o ganada?, esta vez crítica,
parcialmente, de los anteriores. Cuestiona la conocida idea de que «quien nace
para maceta…»[33],
así como las especulaciones fatalistas de Pacheco[34],
pues no hay base o evidencia de tal impacto negativo (no aún al menos, para eso
deben pasar varios años). Anota datos interesantes, como que, en esta ocasión,
un 51,9 % de las personas admitidas son mujeres (durante el 2020 un 66,2 % de
los que ingresaron fueron hombres)[35].
Respecto a este dato señalado por Mora, es importante anotar que, al momento de
publicar su columna, el proceso de admisión aún estaba en curso, pues finaliza
con la matrícula, en la cual el porcentaje de mujeres matriculadas para 2021
finalmente bajaría a 47,1 %, un porcentaje mucho mayor a otros años.
Resalta Mora[36]
que los promedios de los admitidos rondan entre el 93,52 % y el 96,87 %, por lo
que «No
parecen ser los alumnos vagos, sin disciplina y tontos de la clase»; combate también el argumento del fracaso, con base en la evidencia
del programa de admisión restringida: desde 2005, 10 % de los cupos se reservan
para estudiantes elegibles en condición vulnerable, estos han demostrado tener
un rendimiento similar al de los demás estudiantes TEC (luego del periodo
inicial de transición), por lo que el temido argumento de la predictibilidad
del éxito académico vía PAA posee un fundamento cuestionable. Sin embargo,
la periodista retoma la crítica a las acciones afirmativas con un argumento más
amplio: tal como las universidades públicas del país casi no generan patentes,
un criterio para medir su éxito, el estudiantado debe medirse no por sus notas,
sino por la generación de tales ideas.
El 16 de noviembre
aparecen tres notas, una titulada Comité del TEC advirtió de que sistema de
admisión 2021 era ‘indefendible e inadecuado; la segunda nota se tituló Foro: Lesión al sistema de colegios
científicos, publicada por Luis Alejandro Chaves Solano, exalumno de un
colegio científico. Apunta que:
Objetivo difuso: En lugar de buscar un método
alternativo con el cual se premie la idoneidad, se utiliza uno en el que se
toma en cuenta solamente el promedio de décimo año de colegio (undécimo para
los técnicos) y un sistema de cuotas. Un cambio ideológico en el proceso de
admisión que nada tiene que ver con la pandemia, pues previamente entraban las
mejores notas sin importar el colegio de procedencia.[37]
La palabra
ideología remite de forma velada a la acusación de socialismo. Se queja de una
falta de igualdad, pues indica que los colegios no son iguales, sino que poseen
distintas formas de evaluar más o menos exigentes. Chaves anota también el
argumento del daño al país:
La función de las universidades públicas es formar a los grandes
profesionales que el país necesita y para ello debe buscar el mejor talento
disponible. No es función del TEC maquillar las grandes brechas que
desgraciadamente existen en secundaria, ya sean centros públicos, privados,
urbanos o rurales.[38]
Chaves[39]
señala un nuevo daño al país: como el estudiantado de zonas rurales está
recibiendo un trato preferencial se desestimulará el mejoramiento de su
educación.
También, el mismo
16 de noviembre aparece una breve nota llamada Admisión Justa, en Cartas
a la Columna (sección abierta al público lector), donde José R. Rodríguez
Vargas defiende el nuevo modelo bajo el siguiente argumento:
No porque desde siempre los alumnos de colegios públicos o de zonas
rurales competían en desventaja contra los de colegios privados o colegios
científicos, debemos creer que estaba bien. Alumnos de zonas rurales que no
tienen Internet ni computadoras personales ni academias para practicar para una
prueba de admisión ni recursos para viajar al área metropolitana a capacitarse
para el examen se quedaban sin cupo y eso, según la lógica de un país
excluyente, está bien.[40]
Rodríguez apunta a
que la desigualdad o injusticia en los procesos de admisión vía PAA es algo normalizado
e invisible, anota además que el estudiantado de zonas rurales o indígenas no
tienen muchas más opciones, mientras las personas excluidas esta vez sí las
poseen e indica que esa «ha sido una realidad de la que los costarricenses no
se ruborizan»[41].
Esta corresponde a la primera nota, ciertamente breve, en apoyo del proceso (la
de Guiselle Mora es ambigua en su posicionamiento).
El 17 de noviembre
se publica otra nota, esta vez sobre 50 exalumnos de colegios científicos
manifestando su molestia con el proceso de admisión 2021[42].
El 21 del mismo mes aparece otro texto en Página Quince, El mundo no
se cambia con un parche, que comienza de la siguiente manera «¿Hay igualdad
de oportunidades educativas para todos en Costa Rica? No puedo sacarme una
respuesta de la manga como harían los socialistas. Hay gente que aboga por
entregar pescados y no por enseñar a pescar»[43].
El argumento y su alusión a una agenda de izquierda es claro para el
economista. Banaliza la influencia de aspectos socioeconómicos en la
desigualdad y le reduce a las deficiencias en la calidad de los sistemas
públicos (considera que las condiciones iniciales son similares
independientemente del estrato socioeconómico). Para él, la solución a la
desigualdad entre los sistemas educativos es el mejoramiento del sistema
público, pues «La calidad no se corrige abriendo las puertas de las
universidades para que entre cualquiera, si no se cuenta con los requisitos»[44].
La seguidilla de
notas periodísticas finalizará con otro largo artículo de opinión y con un
editorial (Tabla 2). En el primero Velia Govaere[45],
catedrática de la UNED, la cual alaba el mecanismo tradicional como más fiable
y técnico, mientras rechaza la justificación de la pandemia, ligándole más bien
a creatividad burocrática. El editorial de La Nación cierra el
ciclo de críticas con los argumentos ya habituales, el daño a los mejores
alumnos, el daño al país y la pérdida de recursos, con lo que el país
pierde competitividad. La invasión ideológica es acá particularmente
escandalosa para La Nación:
La gran excepción [refiere a la poca oferta de carreras tecnológicas en
las universidades] es el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC). Por eso,
causa tanto desasosiego el golpe propinado por el nuevo sistema de admisión a
los aspirantes más prometedores. En lugar de procurarse un alumnado idóneo para
elevar la experiencia educativa y garantizar óptimos resultados, el TEC decidió
emprender el camino de una mal entendida «justicia» social y territorial.[46]
Tabla 2. Resumen
de los artículos publicados
Artículo/ fecha/tipo (categorización inicial) |
Resumen |
Expresiones con carga peyorativa |
Categoría principal en que se ubica el artículo |
TEC castiga a alumnos con buenas notas en sistema de
admisión 2021[47]
/ 10 de noviembre de 2021 Tipo: noticia |
Indica que un «sistema de distribución por grupos de
colegios provocó que alumnos con bajas notas obtuvieran cupos para una
carrera en el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) y desplazaran a
estudiantes con mejores calificaciones» y mejor preparación. Detalla el
proceso y brinda gráficos. Cita tres comentarios de redes sociales críticos
del mecanismo. |
Castigo Desplazamiento Esfuerzo no vale Indefensión Antojadizo trato justo (itálicas en el
original) |
Desplazamiento |
Alumna con nota de admisión de 791 y promedio
colegial de 99,5 quedó fuera del TEC: ‘No es justo’[48] / 11 de noviembre de 2020 Tipo: noticia |
Relata el esfuerzo realizado por una estudiante con
buena nota que no obtuvo un cupo, pese
a haber pagado clases particulares para la prueba. Indica que personas con
menores notas ingresaron. |
Injusticia TEC no premia el esfuerzo |
Injusticia |
Director de Colegios Científicos: ‘Tuvimos los
peores resultados en la admisión del TEC en toda la historia’[49] / 11 de noviembre de 2020 Tipo: noticia |
Detalla que muy pocos estudiantes de los colegios
científicos lograron cupo en el TEC. Defiende la PAA como un mecanismo
democrático y participativo. |
Dejó por fuera Dar lugar a otros con notas inferiores Sueño frustrado No reconocer aptitudes vocacionales |
Desplazamiento |
Alumno becado y mejor promedio de colegio científico
quedó fuera del TEC: ‘Salí de la zona rural por mejor educación y me quitaron
la oportunidad’[50] /12 de noviembre de 2020 Tipo: noticia |
Detalla la historia de un estudiante de zona rural
que viaja al colegio científico de Cartago y no logró cupo. |
Quitar oportunidad Distribución equitativa (itálicas en el
original) |
Injusticia |
Rector del TEC afirma que mecanismo de admisión fue
la ‘decisión correcta’: ‘Dar marcha atrás no es opción’[51] /13 de noviembre de 2020 Tipo: noticia |
La periodista Daniela Cerdas le indica al rector que
el modelo del TEC se adaptó a las deficiencias del MEP en lugar de motivar su
mejoramiento. Indica el rector que son instituciones independientes y que los
cambios en el MEP tomarían un largo tiempo, por lo que deben hacer algo hoy
por la inclusión, se refiere a la deserción, acompañamiento. |
Distribución equitativa (itálicas en el
original) Estudiantes no preparados Perpetuar problemas |
Injusticia |
Entre líneas: Admisión al TEC. La supuesta
sensibilidad social detrás de medidas como la adoptada por el TEC casi nunca
pasa de ser prejuicio[52] / 14 de noviembre de 2020 Tipo: columnista oficial |
TEC frustró sueños del estudiantado de colegios
científicos. El estudiantado de secundarias privadas
descongestiona el sistema público y merecen reconocimiento y no castigo,
renuncian al derecho de la educación gratuita. |
Frustrar sueños Sensibilidad social es prejuicio Castigo Suprimir artificialmente desigualdades Iniquidad |
Motivaciones ideológicas |
Página Quince: El TEC está a tiempo de rectificar[53] / 14 de noviembre de 2020 Tipo: artículo de opinión |
Francisco Antonio Pacheco, exministro de educación,
indica que se excluye a los mejores al afectar a la población de colegios
científicos (su camino natural es ir al TEC), indica que esto se traduce en
un daño al país. |
Excluye Discrimina Portazo Vuelve espalda Sacrificar Fracaso Desperdicio Desecho Pérdida educativa Debilitar al país |
Daño al país |
Página Quince: ¿Una generación perdida o ganada?[54] / 15 de noviembre de 2020 Tipo: columnista oficial |
Nota crítica del artículo anterior. Indica que las
personas admitidas son aspirantes con buenas notas de secundaria, no se puede
vaticinar su fracaso en el TEC. El programa de Admisión restringida evidencia
que personas con menos nota en la PAA tienen igual éxito. |
N/A* |
|
Lesión al sistema de colegios científicos[55] /16 de noviembre de 2020 Tipo: artículo de opinión |
Graduado de colegio científico y del TEC critica
cambio en el acceso, considera que no es equitativo (no se participa en
igualdad de condiciones), considera que el TEC solo maquilla brechas sociales
y que esa no es su función. |
Cambio ideológico Esfuerzo al traste Maquillar brechas Pérdida Desestimular |
Motivaciones ideológicas |
Comité del TEC advirtió de que sistema de admisión
2021 era ‘indefendible e inadecuado’[56] /16 de noviembre de 2020 Tipo: noticia |
Indica que el Comité de Examen de Admisión del TEC
se pronunció en contra del mecanismo. Consideran la PAA como único mecanismo
objetivo y equitativo. |
Indefendible Inadecuado Equitativa (itálicas en el
original) |
Motivaciones ideológicas |
Cartas a la columna: Admisión Justa[57] /16 de noviembre de 2020 Tipo: artículo de opinión |
Defiendo el modelo como un acto de justicia pues
siempre las personas estudiantes rurales competían en desventaja. La
población costarricense no se indigna de esto. |
N/A |
|
50 exalumnos de colegios científicos envían carta a
rector del TEC: ’Esperamos que se corrija el lamentable proceso de admisión
2021[58] / 17 de noviembre de 2020 Tipo: noticia |
Detalla sobre una misiva enviada por personas graduadas
de colegios científicos solicitando eliminar el mecanismo. Apoyan la columna
publicada por el exministro de Educación Francisco Antonio Pacheco. |
Desplazar Equitativa Cerrar puertas |
Desplazamiento |
Página Quince: El mundo no se cambia con un parche[59]
/21 de noviembre de 2020 Tipo: artículo de opinión |
Indica que las diferencias socioeconómicas no son
fundamentales para el desempeño académico en la niñez, pero si hay
desigualdad en secundaria Hace mención a los socialistas. Utiliza la metáfora de los peces y enseñar a pescar. |
Parche Abrir puertas para que entre cualquiera «No puedo sacarme una respuesta de la manga como
harían los socialistas» |
Motivaciones ideológicas |
Perspectivas: ‘Primum non nocere’[60] / 23 de noviembre de 2020 Tipo: columnista oficial |
Menciona al TEC y a los colegios científicos como el
mecanismo para la revolución tecnológica y de ahí un daño con el mecanismo de
ingreso nuevo. Considera la PAA como mecanismo confiable e imparcial. |
‘Creatividad burocrática’ Daño humano Daño moral Exclusión |
Injusticia |
Editorial: Golpe a la educación técnica[61] / 23 de noviembre de 2020 Tipo: columnista oficial |
Vincula la crítica con la necesidad de inversión
extranjera directa y la productividad. Señala al TEC como la institución más
valiosa por la oferta STEM. Señala un daño al país por la necesidad de
recurso humano. Critica que fue excluido estudiantado con mejores notas.
Apoya la nota del exministro Pacheco. |
Desasosiego Golpe Mal entendida justicia social y territorial.
Cúspide del absurdo Rechazo Dar espalda al país |
Daño al país |
*N/A significa no
aplica pues el artículo indicado no presenta una visión negativa del
mecanismo de admisión 2020-2021.
Fuente:
Elaboración propia a partir de los textos analizados.
Ignorancia blanca
¿Por qué era correcta la PAA?
Como se aprecia,
se dedicó una gran cantidad de notas periodísticas a la crítica tanto del
mecanismo alterno, como de aquel estudiantado que ingresó por medio de este,
estas notas están cargadas de un contenido semántico que puede ser
problematizado críticamente desde un análisis de discurso que devele la
naturalización de formas de exclusión, para lo cual se detalla a continuación
los conceptos críticos a utilizar, los cuales se extraen de la tradición
crítica de la raza. Para Van Dijk[62]
en el ACD es importante determinar quién controla la situación comunicativa (escenario,
acciones en curso, participantes, etc.) y el contexto en que se emiten esos
discursos, pues las opiniones de personas que parecen autorizadas o confiables
se vuelve más creíble y con mayor repercusión, en este caso, el control del
discurso se evidencia en la gran cantidad de espacios que el medio periodístico
de mayor impacto en el país le dedica, así como en las personas las que La
Nación permite publiquen: exministro, docentes, empresarios.
El primer concepto
para destacar fue formulado por el filósofo Charles W. Mills, en su obra Black
Rights/White Wrongs. The Critique of Racial Liberalism[63],
donde introdujo el concepto de white ignorance [ignorancia blanca]. Una forma particular de
ignorancia que reconceptualiza la epistemología tradicional, de corte
individualista, atomista y abstracta. Esta última radica en la idea cartesiana
de un sujeto solo, aislado junto a su estufa, construyendo el conocimiento. Ese
sujeto no tiene historia, contexto ni cuerpo, es solo mente.
Resulta evidente
que tal sujeto no existe y que la epistemología tradicional conlleva en sus
entrañas un mito nada inocente, que impide ubicar adecuadamente algunos
fenómenos cognitivos, como el error o la ignorancia. La epistemología social,
como la de Mills, sitúa a los agentes cognitivos en su especificidad, en sus
grupos sociales, en relaciones de poder, en sus cuerpos. Al situarlos, revela
que el conocimiento es resultado de grupos con diferentes características,
experiencias, percepciones y memorias, pues la pertenencia a un grupo étnico
particular dentro de una sociedad particular puede interferir con la capacidad
de una persona para adquirir creencias verdaderas acerca de la distribución de
características que se cree que son importantes para el valor humano[64]
(traducción propia).
El conocimiento se
genera desde el punto en que se ubica el sujeto en el entramado social, este
conocimiento implica una distorsión cognitiva que hace que las personas
reproduzcan la opresión y desigualdad racial. Eso es lo que Mills llama ignorancia blanca, una ignorancia
activa, que se defiende, que se presenta tanto como desconocimiento, error o
creencia falsa.
Mills[65]
menciona que esa ideología daltónica desempeña un papel importante en el
mantenimiento de la hegemonía blanca debido a que las personas blancas tienden
a no verse a sí mismos en términos raciales y a no reconocer la existencia de
las ventajas que disfrutan en la sociedad estadounidense, esto promueve una
visión del mundo que enfatiza las explicaciones individualistas para el logro
social y económico, como si el individualismo del privilegio blanco fuera un
atributo universal. Las personas blancas también muestran una incapacidad
general para percibir la persistencia de la discriminación y los efectos de
formas más sutiles de discriminación institucional (traducción propia).
Esta ignorancia
permite obviar las desigualdades sociales que mantienen las situaciones de
privilegio y dominación, conduce también a que no se sienta la necesidad de
realizar acciones reparadoras o retributivas. Para Mills[66],
el combate de esta forma de ignorancia tiene una función ética, pues produce
una mejor comprensión cognitiva y una mejor sensibilidad contra la opresión
social.
La propuesta de
Mills[67]
es aplicable a otros tipos de opresión y desigualdad, en este caso es posible ampliarla
para analizar la desigualdad existente entre las distintas modalidades
educativas y cómo estas excluyen a buena parte de la población. La ignorancia
blanca plantea que las personas en posición de privilegio tienen dificultades o
impedimentos para ver los condicionantes sociales generadores de desigualdad,
reduciendo todo a logros individuales bajo la idea de mérito personal. Al no
ver esos condicionantes, las personas se vuelven críticas de las propuestas por
reducirlos, viéndose más bien víctimas de las acciones afirmativas (por
ejemplo, mediante la acusación de racismo inverso o de ser los
verdaderos vulnerables).
Tampoco ven en la
apropiación de oportunidades, lo que David Harvey[68]
llama acumulación por desposesión, donde
quienes poseen lo hacen en virtud de una expropiación de quienes no, lo que
vale para todo tipo de capital, recursos o derechos, como la educación.
La relación entre
la generación de estas formas de exclusión y el capitalismo resalta cuando se
aprecia la pronta vinculación entre el mecanismo de admisión del TEC 2020 y las
acusaciones de socialismo, también de la magnitud de las enconadas reacciones de
La Nación, manifiestas en tal cantidad de espacio dedicado al tema. Malewski y Jaramillo[69]
han acuñado el concepto de ignorancia en educación, que se puede
manifestar de diferentes formas: exclusión de contenidos y metodologías en la
construcción del currículo, exclusión de poblaciones, prácticas pedagógicas o
de investigación, políticas institucionales, al no brindar las herramientas
adecuadas para una autoproducción humana dignificante, entre otras, todas
enmascaradas bajo una idea de normalidad, neutralidad o inclusión. Se configura
un conocimiento creíble altamente dañino y excluyente, pues no solo
expulsa población y conocimiento, sino también las herramientas para su
superación, desprestigiadas como irracionales, injustas o socialistas.
La ignorancia se
basa en mistificaciones y dogmas, que radican, para el caso de estudio, en una
idea de igualdad al enfrentar la PAA. La prueba es defendida como un mecanismo
objetivo, psicométrica y matemáticamente válido, algo técnico y no
ideológico o político. Su logro es identificar, por el puntaje, a los
individuos más capaces. Se mistificó bajo la idea de mérito individual o
sacrificio, uno que se violentó con el nuevo mecanismo, esto lleva a que no se sea
consciente de la exclusión en la educación superior universitaria, generadora
de acciones que la reproducen.
La ignorancia
impide a los críticos del nuevo mecanismo identificar que, si bien se pudieron
generan exclusiones odiosas, el anterior mecanismo ya tenía algo de injusto, y
que definitivamente es mejorable (de hecho, las universidades han venido
introduciendo políticas y herramientas para solventar esa situación). El
concepto de ignorancia en educación permite comprender por qué, en casi todas
las notas periodísticas, no hubo un cuestionamiento acerca del origen de la
desigualdad de capacidades o de la responsabilidad social de dicha desigualdad,
tampoco hubo una preocupación real por las poblaciones tradicionalmente
excluidas, únicamente por las nuevas personas excluidas.
La ignorancia
genera un problema ético importante, genera una desatención o desinterés por
las poblaciones afectadas. Las llamadas acciones afirmativas se ven
innecesarias o injustas pues para sus críticos no se necesita un mecanismo
alterno dado que la PAA discrimina adecuadamente. No importan las diferencias
en la calidad de la educación secundaria pública con respecto a las
instituciones privadas, urbanas y científicas, la solución que ofrecen los
comentaristas en los medios reseñados es a muy largo plazo: que el MEP elimine
esas diferencias mediante mejoras. El propósito no pasa de una estrategia
retórica y la respuesta del rector del TEC es demoledora en ese sentido: las
desigualdades existentes hoy no pueden esperar a acciones de tan largo plazo,
se requieren acciones afirmativas hoy.
Para ilustrar, en su
artículo de opinión Luis Alejandro Chaves[70]
denuncia lo que considera una injusticia por agrupar al tratar como iguales a
colegios con sistemas muy diferentes de evaluación en cada grupo –por ejemplo,
las exigencias entre colegios científicos, privados y académicos diurnos–
resulta llamativo preguntarse ¿Por qué preocuparse por dicha desigualdad sí es
legítimo mientras preocuparse por la desigualdad entre poblaciones rurales y
urbanas no lo es? Para 2019 la nota de admisión promedio de colegios privados
fue de 575,70 y para el 2020 de 583,18; mientras que en la zona indígena fue de
379,89 y 396,48; para liceos rurales de 426,62 y 408,57. Se trata de una
diferencia más de 100 puntos, una desigualdad que no indigna ni genera
reacciones.
Las personas
aspirantes a un cupo en el TEC son vistos como sujetos sin historia o con una
historia poco relevante (como anota Céspedes Torres[71]
en su artículo de opinión del 21 de noviembre). La discriminación histórica en
el acceso al TEC no existe para Céspedes Torres, la única desigualdad es la
introducida por la decisión de no aplicar la PAA.
Cuestionar la PAA
o bien apoyar el mecanismo es visto como un acto corrupto, absurdo o
socialista, pues la PAA forma parte del conocimiento creíble, no así su
crítica. La tarea de la epistemología de la ignorancia en educación no es solo
visibilizar esta desigualdad normalizada, sino también combatirla, un combate
que impugna el sentido común, lo normal o natural: A medida que los esfuerzos
estatales y nacionales trabajan sucesivamente para limitar y contener lo que se
considera conocimiento creíble, los estudiosos de la educación en general y los
teóricos del currículo en particular que trabajan a partir de epistemologías de
la ignorancia están éticamente obligados a cuestionar las nociones
convencionales de validez[72].
A este respecto,
es necesario cuestionar la inequidad actualmente existente en el TEC, donde el
Estudio de Perfil de Ingreso 2020 elaborado por la Oficina de Planificación
Institucional (OPI-TEC)[73]
y el Histórico Estudio Perfil de Ingreso 2017-2020[74]
elaborado por la misma instancia revelan grandes deficiencias:
·
El 66,2 % de nuevos ingresos al TEC son hombres. La
diferencia es de 87,3 % hombres y 12,7 % mujeres en el caso del Centro
Académico de Alajuela, donde además el 100 % es blanco o mestizo. Dicho
histórico ha sido constante desde 2017.
·
Para el 2020 solo un 29,9 % corresponde a estudiantes
de ingresos bajos. Un 2,24 % corresponde al estrato socioeconómico Muy bajo, en contraste con un 13,53 %
para el estrato Muy alto, más de seis
veces más. Entre los estratos Muy alto,
Alto y Medio alto agrupan en
53,35 % de nuevos ingresos. Los porcentajes son muy similares en los años 2017
al 2020 (con la excepción de 2019 donde ingresaron 10,89 % de estudiantes del
estrato Muy Bajo sin embargo
ingresaron tan solo 18,36 % estudiantes del estrato Bajo por lo que el conglomerado compuesto se mantuvo constante.
·
Un 94,3 % son blancos o mestizos, siendo apenas un 3,6
% afrodescendiente, un 1,2 % oriental y tan solo un 0,9 % indígenas.
·
El 79,7 % proviene de zona urbana. En el caso de
Campus Tecnológico Local de San José un 91,5 % proviene de zona urbana y solo
un 8,5 % de zona rural. Para el Campus Tecnológico Central de Cartago se trata
de un 83,6 % urbano y un 16,4 % rural.
·
Entre 2017 y 2020 tan solo un 4,17 % del estudiantado de
nuevo ingreso provino de Puntarenas y un 2,93 % de Guanacaste.
Estas
desigualdades son mayores en los campus ubicados en el Valle Central, que
agrupan la mayor cantidad de escuelas y carreras, así como las más solicitadas.
Los campus ubicados fuera de la GAM poseen mayor cantidad de estudiantes de
nivel socioeconómico bajo: 48 % para el Campus Tecnológico Local de San Carlos
y 59,2 % para el Centro Académico de Limón[75].
El perfil de ingreso se elabora y difunde cada año, pero no genera incomodidad
o reacciones en la prensa.
Jonathan Kozol, en su artículo Still separate, still unequal[76],
presenta el concepto de apartheid
educativo. Evidencia Kozol que las escuelas en
Estados Unidos están más segregadas que hace veinte o treinta años, donde las
escuelas públicas, menos exitosas, desfinanciadas y con malos programas de
estudio, están ocupadas por población negra o latina, mientras la población
blanca migró hacia escuelas privadas o bien escoge viajar a instituciones más
distantes, pero con menos población negra. Los datos de la desigual composición
social del estudiantado del TEC detectada por la OPI-TEC[77]
llevan a la necesidad de evaluar la existencia de un apartheid educativo
también en Costa Rica, pues algunas poblaciones, en lugares específicos, tienen
poca posibilidad de acceso a la institución y recurren (cuando pueden) a otras
instituciones educativas, privadas o públicas para continuar su formación
superior.
La condición
desigual se explica por factores sociales que son precisamente los que obvia la
PAA y que fueron atacados con el enfoque aplicado en 2020, así como con el
Programas de Admisión Restringida (PAR) que permite cupos para estudiantes de
escasos recursos económicos de colegios públicos, zonas alejadas en distritos
con bajo índice de desarrollo social, y que hayan adquirido la condición de elegibles
Admisión restringida, es decir, un puntaje de máximo 50 puntos por debajo
de la nota de corte, que es de 520, algo que resulta difícil para el estudiantado
del sistema público.
Durante el 2021,
cuando sí se aplicó la PAA: «de los 6.206 estudiantes de colegios públicos de
modalidad académica (los tradicionales) que hicieron el examen de admisión,
apenas un 28 % de (1.745 alumnos) logró sacar un puntaje igual o mayor a 520
puntos, mínimo para concursar por una carrera. El resto, 72 %, no lo logró»[78].
Estos datos fueron
publicados por el TEC a finales del 2021 y también en el periódico La Nación
sin que hubiese mayor discusión o indignación popular (hubo una nota de opinión
al respecto publicada el 29 de diciembre, titulada «Exámenes de admisión
revelan una diferencia ofensiva»[79]).
El porcentaje de estudiantes de que aprobaron la PAA es mucho menor en otras
modalidades educativas, como apunta la nota periodística respecto del proceso
de admisión 2021-2022:
El examen de admisión del TEC también lo efectuaron 206 alumnos de
educación abierta del MEP, (alternativa educativa donde el postulante escoge la
manera en que se prepara según su disponibilidad de tiempo y posibilidades),
pero solo lo pasaron 50 (24,3 %). También lo aplicaron 233 jóvenes de educación
para adultos, sin embargo, el porcentaje de elegibles para esta modalidad fue
del 15 % (35 estudiantes). Por último, un total de 278 jóvenes de la educación
indígena del Ministerio realizaron el examen, pero solo el 2,2 % sacó más de
520 puntos, o sea, 6 jóvenes.[80]
En total solo un
33 % de quienes aspiraron al TEC provenientes del sistema público logró la
condición de elegible, mientras que 69,2 % de estas personas provenientes de
colegios privados lo lograron (2043 de 2953 aspirantes) y un 68,6 % de aquellas
provenientes del sistema semipúblico (1512 jóvenes, 1053 resultaron elegibles).
Los datos de la población admitida son bastante más alentadores, pues un 70 %
de quienes finalmente adquieren un cupo provienen de instituciones públicas o
semipúblicas[81].
También es
necesario aclarar que el proceso 2021-2022 se vio fuertemente afectado por el
llamado apagón educativo que repercutió con mayor fuerza en el sector
público, pero ni uno ni otro dato excusan que el sistema actual de acceso a las
universidades públicas es reproductor de desigualdades, y por ello la defensa acrítica
de la PAA reproduce esa desigualdad, pues incluso el mecanismo PAR resulta
insuficiente: aunque es ciertamente un enorme e invaluable apoyo, pues reserva un
10 % de los cupos para estas poblaciones vulnerables[82],
es posible que una gran parte de la población estudiantil del sector público ni
siquiera tiene acceso al mecanismo PAR pues las deficiencias en su formación y
sus desventajas les dificulta acceder a la condición de elegibles admisión
restringida.
Si se comparan los
datos de ingreso de 2020 con los datos de ingreso 2021 y 2022, algunos puntos
son de gran interés, tal como se aprecia en la Tabla 3.
Tabla 3. Datos
comparativos de composición socioeconómica de la población de primer ingreso
TEC 2020-2022
Año de ingreso |
2020 |
2021 |
2022 |
Estudiantes
provenientes de zona urbana |
79,68 % |
69,04 % |
80,03 % |
Estudiantes
provenientes de zona rural |
20,32 % |
30,96 % |
19,97 % |
Hombres |
66,2 % |
52,2 % |
62,1 % |
Mujeres |
33,1 % |
47,1 % |
37,2 % |
Colegio de
procedencia público |
61,30 % |
79,30 % |
58,44 % |
Colegio de
procedencia privado |
23,72 % |
16,63 % |
24,19 % |
Colegio de procedencia
semipúblico |
14,23 % |
3,68 % |
16,13 % |
Estudiantes de
nivel económico bajo y muy bajo |
29,9 % |
43,59 % |
30,22 % |
Número total de
estudiantes de primer ingreso |
1876 |
1768 |
1848 |
Fuente:
Elaboración propia con datos del Estudio Perfil de Ingreso[83].
Se destaca que la
población de primer ingreso del 2021, que ingresó con el mecanismo alterno
aplicado durante 2020, es la primera en que la cantidad de mujeres se acerca al
50 %, casi iguala la de hombres; la población de nivel socioeconómico bajo y
muy bajo aumentó en más de 13 %, ya sea con respecto al 2020 o al 2022, un
aumento similar sucedió con la población proveniente de colegios públicos, cuyo
incremento se dio en más de 18 % con respecto a esos mismos años. Si se divide
la población en tres niveles socioeconómicos (alto, medio y bajo), para el 2020
la mayor cantidad de estudiantes, 804, pertenecen al nivel medio, lo mismo en
2022 con 628 estudiantes (aunque una cantidad similar 603 pertenecen al nivel
alto): solamente en la población de primer ingreso de 2021 la población de
nivel socioeconómico bajo fue mayoritaria, con 752 estudiantes.
Estos números
muestran una composición social más amplia en el estudiantado TEC para 2021,
algo que responde a un mecanismo que permitió el acceso a esta población
tradicionalmente excluida. La reacción a esto fue una descalificación ad
portas de esta población, caracterizándola como incapaz, casi invasora.
Herederos
La idea de que las
personas admitidas para el año 2021 no fueron los mejores, que carecían de las
capacidades necesarias para ingresar al TEC o para sostenerse de manera
exitosa, y que ocuparon el cupo de estudiantes más capaces, con mayor formación,
fue una constante en las reacciones publicadas.
La nota de
Francisco Antonio Pacheco en La Nación menciona la exclusión de los
mejores y pronostica el «fracaso a muchos de los admitidos mediante los
nuevos procedimientos ¿Y qué tal si se cayera en la tentación de bajar el nivel
de la enseñanza para ponerla a su nivel?»[84].
En estas notas, la
admisión de los incapaces es vista como una pérdida de recursos, que excluye
a los mejores y como una infección que afecta a la totalidad de la
institución y extiende la mediocridad. Pero no solo eso, sino que también
afecta la competitividad y el desarrollo tecnológico del país al privarle de
formar sus mejores cuadros ingenieriles, al dejar solo a los incapaces para la
tarea de sacar el país adelante. Es una catástrofe, como califica Pacheco, el
cual agrega que el «camino natural de los egresados de los colegios científicos
es continuar estudios en el TEC»[85],
por su alta preparación, afirma, pero es posible asumir que refiere también a
su capacidad cognitiva. Esta apelación a un orden natural de las cosas no es
baladí, el mecanismo introducido en 2020 es visto como injusto, una artificial
e ideológica perversión que impide a los legítimos herederos del TEC acceder a
su lugar. Hay acá una apelación a qué estudiantado es el verdadero heredero de
esos cupos universitarios.
La realidad dista
de todo lo anterior, diversos estudios estadísticos atribuyen a la PAA una
capacidad predictiva del éxito académico durante el primer año académico; tal
predictibilidad es innegable, sin embargo, es engañosa, pues la nota de presentación de secundaria
funciona también como un predictor del rendimiento en el mismo periodo
universitario, por lo que no hay en ese sentido una pérdida.
La evidencia del
programa de admisión restringida muestra también que estudiantes con promedio
de admisión inferior mantiene un rendimiento muy similar a los otros y,
adicionalmente, las notas de las personas admitidas en 2020 no son notas
inferiores o bajas, todo lo contrario, van de 93,52 para el grupo A, 95,41 para
el grupo B, 95,89 para el grupo C y 96,87 D. Como indica Guiselly
Mora: «No parecen ser los alumnos vagos, sin disciplina y tontos de la clase»[86].
Pero ello no
importa, el estudiantado admitido en 2020 es visto como uno incapaz aun cuando
no han tenido la oportunidad de evidenciar o no su valor. Esta particularidad
puede asociarse con la asignación de identidades a las poblaciones vulnerables
(como lo es fenómeno del racismo). Achille Mbembé
comenta en su obra Crítica de la razón
negra[87],
que el racismo realiza una asignación de identidades falsas,
fantasmagóricas a las poblaciones identificadas como de color, tal
asignación impide conocerlas realmente, pues el opresor solo ve la imagen
fantasmal. De la misma manera, al estudiantado de primer ingreso 2021, en
particular al grupo A, se le a estigmatizado de previo con una imagen
fantasmal, pues no está basada en hechos probados.
Miranda Fricker apunta un concepto relevante: injusticia epistémica, fenómeno que ocurre cuando se le causa un
mal a alguien en su condición de sujeto de conocimiento. Esta puede ser injusticia
epistémica testimonial, cuando un
oyente, por prejuicios, otorga a las palabras de un hablante un grado de
credibilidad disminuido, o injusticia epistémica hermenéutica, una «fase previa, cuando una brecha en los recursos
de interpretación colectivos sitúa a alguien una desventaja injusta en lo
relativo a la comprensión de sus experiencias sociales»[88].
La injusticia
epistémica acá opera sobre aquel estudiantado de nuevo ingreso 2021, sobre todo
aquel del grupo A, cuya capacidad racional y cognitiva es vista como disminuida
sin tener aún la oportunidad de probarse, en función de un prejuicio
estereotipado (es decir, una generalización sin base empírica acerca de un
grupo social). Como grupo desfavorecido y sin acceso a los medios para ejercer
una defensa efectiva, sufre un prejuicio identitario.
Para Mbembé[89],
la asignación de identidades podría acarrear consecuencias muy graves: de estos
sujetos, vistos como incapaces cognitivamente, no resultaría extraño que sus
testimonios no sean valorados adecuadamente, o que se genere, en algunos
docentes un prejuicio hacia estos, que lleve a profecías autocumplidas de fracaso académico. La injusticia
testimonial, afirma Fricker, se puede dar de forma
anticipada, su silenciamiento «se produce cuando el prejuicio del oyente hace
su trabajo antes de que haya un potencial intercambio de información»[90].
El estudiantado de
la nueva generación del TEC fue silenciado, pues cargó con marcadores negativos
de fiabilidad, que se expusieron en esa larga seguidilla de noticias; el primer
acercamiento a este estudiantado no se dio, como en los casos habituales,
durante la primera semana lectiva, sino que mediante esas reacciones cargadas
de prejuicios.
La injusticia
epistémica hermenéutica implica relaciones desiguales en la economía de los
recursos hermenéuticos colectivos y la educación es uno de esos recursos, es
una desventaja pues limita a los sujetos a las herramientas hermenéuticas de
otros y los discursos de otros que pueden no ser adecuados o hasta antagónicos
con sus propias experiencias. El apartheid educativo implica
necesariamente, la injusticia epistémica hermenéutica, los grupos
históricamente excluidos, evidenciados en los informes de la OPI-TEC[91]
no pseen estas herramientas, carencia que se da por
despojo de su derecho educativo, al acumular los cupos en los sectores medios y
altos de la sociedad, hombres, blancos y urbanos.
Espacios
permitidos y el odio al invasor
Finalmente es
importante señalar que, a lo largo de las reacciones se expresó una idea que
pocas veces se señala, pero que es una constante del apartheid educativo.
Las universidades públicas, en especial el TEC y ciertas carreras de alta
demanda de la UCR, son un espacio propio de ciertos individuos (legítimos),
espacio de ciertos cuerpos, con ciertas capacidades y cierto entrenamiento.
La aparición de otros sujetos no legítimos, genera una sensación de
invasión y potencia el odio: estos no poseen el cuerpo para habitar y hacer uso
de esos espacios.
Menciona Shannon
Sullivan[92]
que la personalidad se correlaciona con la forma en cómo se habita o se le
permite habitar el espacio; el cual no es neutral y es cómplice del privilegio
y su acumulación. La exclusión de ciertos espacios genera una asignación de
identidad en los oprimidos, que interiorizan que no deben estar allí.
Luego de las
múltiples reacciones en la prensa y redes sociales, vale preguntar ¿Cómo se sintieron
las personas estudiantes de nuevo ingreso del grupo A? ¿Habitaron con la misma comodidad
el espacio del TEC? Sullivan introduce el concepto de ontological expansiveness (expansividad ontológica),
que explica cómo las personas blancas sienten que pueden habitar todos los
espacios legítimamente, estos deben estar
disponibles para ellos, mientras las personas no blancas viven su espacio
de manera restringida[93].
La espacialidad
contribuye a la división entre grupos privilegiados y desposeídos, ayuda a
construir la diferencia (la raza en el caso de Sullivan[94]);
los privilegiados aparecen como deseables
en esos espacios, mientras la expulsión de los segundos no es visible, lo que
permite que esos espacios se vean neutrales. El privilegio no solo es habitar
legítimamente estos espacios, sino que es generado también por el hecho de
hacerlo y continuar la reproducción y acumulación de capital y derechos, así
como las condiciones para hacerlo.
Señala Sullivan[95]
que los incidentes, como cuando una
persona negra aparece en un barrio blanco, hacen visibles las separaciones.
Esto es lo que sucedió con la suspensión de la PAA en el TEC, se reveló que ese
espacio solo podía ser habitado de manera correcta por ciertos grupos sociales,
que reaccionaron defendiendo su privilegio.
La invisibilidad
de la separación es importante para mantener el privilegio; al aparecer estos invasores
en el espacio del TEC, se evidencia la exclusión y el despojo, esto permite
visualizar su injusticia y sus ramificaciones (por ejemplo, revalorizar y
escandalizarse por los hallazgos del informe de la OPI-TEC), trae a la
superficie el apartheid educativo ¿Quién habita las carreras de alta
demanda de las universidades públicas, quién las escuelas públicas, quién las universidades de privadas de menor prestigio?
Así, el estudiantado
de colegios privados y científicos siente que puede (y debe) habitar
legítimamente el espacio del TEC, mientras el estudiantado del grupo A
tradicionalmente no puede realizar transacciones significativas con esos
espacios universitarios, su aceptación de los espacios que se les permiten y
prohíben es más bien pasiva. Las personas provenientes de esos centros
educativos excluidos (que acá se llaman desposeídos al ser parte de una
relación de desposesión para acumulación de otros) pueden habitar ciertos
espacios del TEC, pero no a todos; estos sectores pueden habitar los cursos
libres, los técnicos o los cursos de inglés conversacional, no así las carreras
universitarias.
Sullivan[96]
presenta el caso de tres hombres negros que fueron agredidos en el vecindario
blanco de Howard Beach, un linchamiento que se justificó como defensa a la
invasión. El trato dado en las reacciones de prensa constituyó un linchamiento
social de este sector estudiantil que ingresó con el nuevo mecanismo (en
espacial del grupo A), un linchamiento que se presenta como una defensa del TEC,
defensa ante una invasión de origen ideológico (de ahí las acusaciones de
socialismo), lo que aumentó el rechazo. El espacio del TEC es visualizado como
un espacio de progreso y modernización, que explica su
neutralidad y su importancia para el país.
Otro concepto relevante
de Sullivan[97] es
ethical solipsism (solipsismo ético), donde los intereses personales (o de
su grupo) son los únicos que importan, los únicos reclamos válidos, eso se
evidenció en el artículo de Luis Alejandro Chaves[98],
que se indigna por la no consideración de la variabilidad evaluativa en
colegios privados y científicos, pero no se indigna ni exige indignación por la
desigualdad sostenida por décadas en el acceso al TEC.
En una línea
similar Sara Ahmed[99]
habla acerca de usos defensivos del odio, cuando los grupos privilegiados
generan otros imaginados que vienen a
atacarles y ocupar su lugar. Hay en este caso una narrativa de lesión que sirve como aliciente para
el odio y el rechazo.
Las acciones
afirmativas entran en choque con las poblaciones privilegiadas, pues estas
mantienen sus beneficios por desposesión de otros, por lo que dar espacio y voz
a los desposeídos es una pérdida para los grupos privilegiados. La
asignación de cupos por provincia y la división en grupos parece reducir el
privilegio de algunos grupos y ampliar la composición social del estudiantado del
TEC. El mecanismo alternativo utilizado en 2020, si bien provisional por la
pandemia, evidencia una preocupación que trasciende el solipsismo ético y
cumple la propuesta de Sullivan[100]
de promover una existencia más expansiva ontológicamente y reclamar el derecho
a proyectarse en esos espacios vetados.
Conclusión
A lo largo de este
artículo se presentaron diferentes manifestaciones surgidas en medios
periodísticos a raíz del cambio en el proceso de admisión al Instituto
Tecnológico de Costa Rica durante el 2020-2021, el cual implicó la suspensión
de la PAA, estas manifestaciones fueron analizadas mediante un marco conceptual
proveniente de la tradición crítica de la raza, pero que son aplicables a otros
entornos de discriminación.
Se problematizó
que en la mayoría de estas manifestaciones apareciera una imagen negativa del
estudiantado que accedió al TEC con el nuevo mecanismo de admisión, presentándoles
como incapaces o con menores habilidades, además el propio mecanismo de
admisión utilizado para ese año es acusado de responder a una agenda socialista,
y causar un daño al desarrollo y progreso del país.
En esas
manifestaciones está ausente el cuestionamiento al hecho de que, históricamente,
algunos sectores de la población han enfrentado desventajas para acceder a un
cupo en la institución al partir de condiciones muy desiguales, tanto
económicas como sociales. Se determinó que existe una forma de ignorancia sobre
las desigualdades sociales en el acceso a la educación superior pública, esta
forma de ignorancia oculta las desigualdades a la vez que hace ver las acciones
afirmativas como innecesarias, lo cual es una forma de ignorancia activa; los
artículos reseñados evidencian esta forma de ignorancia, mientras que la gran
cantidad de artículos manifiesta el carácter defensivo y activo de esa
ignorancia (15 en tan solo 14 días).
Sin embargo,
aunque las personas no perciban las desigualdades o las hayan normalizado, las
desigualdades sociales crecientes se reproducen de forma cada vez mayor en todo
espacio de la sociedad, donde la educación no es una excepción, por lo que se
cae en un apartheid educativo: el acceso al TEC, en especial ciertos
campus y carreras.
Se demostró que en
los discursos presentes en esas notas periodísticas la población que ingresó
con el nuevo mecanismo fue catalogada como invasora, habitante no legítima del TEC.
Incluso hubo un reclamo muy fuerte por eliminar los resultados de admisión de
2020, que fue a su vez un reclamo violento contra población que ingresó con el
nuevo mecanismo, que fue descalificada como sujetos de conocimiento y
calificada más bien de usurpadores de un espacio que no les correspondía o
tenían el talento para ocupar. Más que artículos de opinión, el abordaje fue,
en opinión de quien escribe, una forma violencia contra una población
vulnerable.
Además, el
desinterés por las poblaciones típicamente excluidas y la poca problematización
de la PAA son problemas éticos, pues muestran una falta de empatía y una
injusticia normalizada en Costa Rica. Las acciones afirmativas no son una moda,
un capricho, creatividad burocrática, sino un legítimo esfuerzo por remediar
desigualdades odiosas que han perdurado muchísimo en el país, hace falta que
los sectores privilegiados comiencen a cuestionar su privilegio y reconozcan la
validez del reclamo, en lugar de censurarlo. Las universidades públicas de
Costa Rica, consientes de este problema, han venido introduciendo mecanismos de
admisión alterna para las poblaciones más vulnerables, pero queda mucho camino
para lograr una inclusión eficiente respecto de las enormes desigualdades
sociales de los niveles educativos previos.
Los discursos
presentes en esos artículos periodísticos son discursos de poder social, es
decir, emitidos por grupos con poder capaces de controlar las acciones y las
mentes de otros[101] mediante el control del
discurso público. Fueron emitidos por personas con gran acceso al discurso
público, como lo evidencia que obtuvieran 13 espacios en uno de los medios de
mayor difusión en el país. Este control del discurso público, que puede ser
utilizado incluso contra los intereses de los propios receptores, es una forma
de reproducir la dominación y la hegemonía[102], asimismo, dado el nivel
habitual de reprobación de las PAA de la población de colegios públicos, es
posible afirmar que muchas personas que recibieron y apoyaron estos discursos
negativos contra el mecanismo alterno, es población que más bien se
beneficiaría de mecanismos socialmente más justos de admisión.
Ni la discusión ni
la investigación sobre mecanismos de admisión más justos y equitativos se han desarrollado
adecuadamente en Costa Rica, de ahí la poca bibliografía académica al respecto,
por lo que se espera que este artículo sea un insumo para futuros trabajos que
profundicen en la temática, mediante metodologías comparativas con las
experiencias de las distintas universidades del país, internacionalmente y con
los datos del rendimiento académico de la generación que ingresó al TEC en
2021.
Formato de
citación según APA
Campos-Chavarría,
B. (2025). ¿Acciones afirmativas o privilegio? Análisis de las
reacciones en la prensa sobre la suspensión de la prueba de aptitud académica
en el Instituto Tecnológico de Costa Rica, en 2020. Revista Espiga, 24(49).
Formato de
citación según Chicago-Deusto
Campos-Chavarría,
Benjamín. «¿Acciones afirmativas o privilegio? Análisis de las
reacciones en la prensa sobre la suspensión de la prueba de aptitud académica
en el Instituto Tecnológico de Costa Rica, en 2020». Revista Espiga 24,
n.° 49 (enero-junio 2025).
Referencias
Ahmed, Sara. La política cultural de las emociones.
Ciudad de México: Programa Universitario de Estudios de Género Universidad
Nacional Autónoma de México, 2015.
Barquero, Karla. «Prueba de admisión a la UCR y UNA
será en diciembre, estudiantes deberán usar careta y mascarilla». La
República, 22 de julio de 2020. Acceso el 20 de enero de 2025. https://www.larepublica.net/noticia/prueba-de-admision-a-la-ucr-y-una-se-aplicara-entre-el-1-y-20-de-diciembre
Barquero, Karla. «TEC no hará prueba de admisión,
conozca el mecanismo alterno que usará». La República, 22 de septiembre
de 2020. Acceso el 20 de enero de 2025.
https://www.larepublica.net/noticia/tec-no-hara-prueba-de-admision-conozca-el-mecanismo-alterno-que-usara
Cerdas, Daniela. «50 exalumnos de colegios científicos
envían carta a rector del TEC: ‘Esperamos que se corrija el lamentable proceso
de admisión 2021’». La Nación, 17 de noviembre de 2020. Acceso el 15 de enero
de 2021. https://www.nacion.com/el-pais/educacion/50-exalumnos-de-colegios-cientificos-envian-carta/GZMZ42LELVCXRD22BQYGJHB7LA/story/
Cerdas, Daniela. «Alumna con nota de admisión de 791 y
promedio colegial de 99.5 quedó fuera del TEC: ‘No es justo’». La Nación,
11 de noviembre de 2020. Acceso el 15 de enero de 2021.
https://www.nacion.com/el-pais/educacion/alumna-con-nota-de-admision-de-791-y-promedio-de/HUNSN4Z4E5DFFDS6OXRWGOADVI/story/
Cerdas, Daniela. «Alumno becado y mejor promedio de
colegio científico quedó fuera del TEC: ‘Salí de la zona rural por mejor
educción y me quitaron la oportunidad’». La Nación, 12 de noviembre de
2020. Acceso el 15 de enero de 2021. https://www.nacion.com/el-pais/educacion/alumno-becado-y-mejor-promedio-de-colegio/P6GEB5ZTLNGOPFK5F26B644EXU/story/
Cerdas, Daniela. «Comité del TEC advirtió de que
sistema de admisión 2021 era ‘indefendible e inadecuado’». La Nación, 16
de noviembre de 2020. Acceso el 15 de enero de 2021. https://www.nacion.com/el-pais/educacion/comite-del-tec-advirtio-de-que-sistema-de-admision/GKQP5NKOBVCBPE677HDNMHP45U/story/
Cerdas, Daniela. «Director de Colegios Científicos:
‘Tuvimos los peores resultados de admisión del TEC en toda la historia’». La
Nación, 11 de noviembre de 2020. Acceso el 15 de
enero de 2021. https://www.nacion.com/el-pais/educacion/director-de-colegios-cientificos-tuvimos-los/56RTEP2BJBGMLMRM5ZZA5FALF4/story/
Cerdas, Daniela. «Rector del TEC afirma que mecanismo
de admisión fue la ‘decisión correcta’: ‘Dar marcha atrás no es opción’». La
Nación, 13 de noviembre de 2020. Acceso el 15 de enero de 2021. https://www.nacion.com/el-pais/educacion/rector-del-tec-afirma-haber-tomado-la-decision/Z7UOUNT6NBCX5PJIV3NVDO7U3Y/story/
Cerdas, Daniela. «Resultados de admisión al TEC desnudan
la desigualdad en la educación pública». La Nación, 12 de diciembre de
2021. Acceso el 20 de enero de 2022. https://www.nacion.com/el-pais/educacion/resultados-de-admision-al-tec-desnudan-la/BEJAJV6U55AKJLZWSSB23K5DUU/story/#:~:text=Los%20resultados%20de%20las%20pruebas,con%20el%20privado%20y%20el
Cerdas, Daniela. «TEC castiga a alumnos con buenas
notas en sistema de admisión 2021». Acceso el 15 de
enero de 2021. https://www.nacion.com/el-pais/educacion/tec-castiga-a-alumnos-con-buenas-notas-en-sistema/VJQ2Y3MQPBBDLPODWZOBGN7FHU/story/
Céspedes Torres, Oswald. «Página Quince: El mundo no
se cambia por un parche». La Nación, 21 de noviembre de 2020. Acceso el 15
de enero de 2021.
https://www.nacion.com/opinion/columnistas/pagina-quince-el-mundo-no-se-cambia-con-un-parche/LBGPNZDJNFHYFBLCJLOJDVQNCM/story/
Chaves Solano, Luis Alejandro. «Foro: Lesión al
sistema de colegios científicos». La Nación, 16 de noviembre de 2020.
Acceso el 15 de enero de 2021. https://www.nacion.com/opinion/foros/foro-lesion-al-sistema-de-colegios-cientificos/O2UPQVFQ5ZEGFDLZGYEHXIDNZU/story/
Fernández-Chaves, Flory. «El análisis de contenido
como ayuda metodológica para la investigación». Revista de Ciencias Sociales,
n.° 96 (2023): 35-53.
https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/sociales/article/view/56388
Gil Ramírez, Marta y Ruth Gómez de Travesedo
Rojas. «Estrategia discursiva sobre los MENA en YouTube. Construcción de un
discurso de odio». Revista Latina de Comunicación Social, n.° 80 (2022):
259-285. https://nuevaepoca.revistalatinacs.org/index.php/revista/article/view/1697
González, Armando. «Entre líneas: Admisión al TEC». La
Nación, 14 de noviembre de 2020. Acceso el 15 de enero de 2021. https://www.nacion.com/opinion/columnistas/entre-lineas-admision-al-tec/7AWY7NYONBACLGZ27BBGCX7FRM/story/
Govaere, Velia. «Perspectivas: ‘Primum
non nocere’». La Nación, 23 de noviembre de
2020. Acceso el 15 de enero de 2021. https://www.nacion.com/opinion/columnistas/perspectivas-primum-non-nocere/NUGADQF7R5GRRN2AEK3RQXV2YA/story/
Kozol, Jonathan. «Stil Separate, Still Unequal:
America’s educational apartheid». Harper’s Magazine 311, n.° 1864 (2005).
https://harpers.org/archive/2005/09/still-separate-still-unequal/
La Nación. «Editorial:
Golpe a la educación técnica». La Nación, 23 de noviembre de 2020.
Acceso el 15 de enero de 2021. https://www.nacion.com/opinion/editorial/editorial-golpe-a-la-educacion-tecnica/73434N3BQFDA3OBLKHTSSJYB5A/story/
Mbembe, Achille. Crítica de la razón negra. Buenos Aires: Futuro
Anterior Ediciones, 2016.
Mills, Charles W. Black Rights/White Wrongs: The
Critique of Racial Liberalism. Oxford: Oxford Academic, 2017.
Mora, Guiselly. «Página Quince:
¿Una generación perdida o ganada?». La Nación, 15 de noviembre de 2020.
Acceso el 15 de enero de 2021. https://www.nacion.com/opinion/columnistas/pagina-quince-una-generacion-perdida-o-ganada/LUSDWU4FOFAGNHUJ63OU5FTXG4/story/
Mora Pérez, Kenneth. «TEC aplicará mecanismo
alternativo para la admisión 2020-2021». Hoy en el TEC, 22 de setiembre
de 2020. Acceso el 15 de enero de 2021. https://www.tec.ac.cr/hoyeneltec/2020/09/22/tec-aplicara-mecanismo-alternativo-admision-2020-2021
Oficina de Planificación Institucional del Instituto
Tecnológico de Costa Rica (OPI-TEC). Histórico Estudio Perfil de Ingreso
2017-2020. Cartago: OPI-TEC, 2020. https://app.powerbi.com/view?r=eyJrIjoiZWQyZjg0YWQtN2U4Ny00ZDY5LWJjM2QtMzRiZjBlMzEwOTFjIiwidCI6IjExMTliYjkwLTg4YmEtNDg5NC1iN2YxLWRlMjZlMTI5ZDk3NyIsImMiOjR9&pageName=ReportSection8f7446b0e502c1a9eb90
Oficina de Planificación Institucional del Instituto
Tecnológico de Costa Rica (OPI-TEC). Informe del Estudio ‘Perfil de ingreso
2020’. Cartago: Editorial Tecnológica de Costa Rica, 2020.
Oficina de Planificación Institucional del Instituto
Tecnológico de Costa Rica (OPI-TEC). Estudio del Perfil de Ingreso.
Estudiantes de grado: datos desde el 2020. Cartago: Editorial Tecnológica
de Costa Rica, 2022. https://www.tec.ac.cr/estudio-perfil-ingreso-grado
Pacheco, Francisco Antonio. «Página Quince: El TEC está
a tiempo de rectificar». La Nación, 14 de noviembre de 2020. Acceso el 15
de enero de 2021. https://www.nacion.com/opinion/columnistas/pagina-quince-el-tec-esta-a-tiempo-de-rectificar/ES3XD5BQAZHQHKE7AEOUBP2ZVM/story/
Rodríguez Vargas, José R. «Cartas a la Columna: Admisión
justa». La Nación, 16 de noviembre de 2020. Acceso el 15 de enero de
2021.
https://www.nacion.com/opinion/cartas/cartas-a-la-columna-ciudadanos-menospreciados/B32UJSBLYBBEBN7PIWE7EKXICM/story/
Sullivan, Shanon. Revealing
whiteness: the unconcious habits of racial privilege.
Indiana: Indiana University Press, 2006.
Van Dijk, Teun Adrianus. Discurso y poder. Barcelona: Gedisa, 2009.
[1] Karla Barquero, «Prueba de
admisión a la UCR y UNA será en diciembre, estudiantes deberán usar careta y
mascarilla», La República, 22 de julio de 2020, acceso el 20 de enero de
2025, https://www.larepublica.net/noticia/prueba-de-admision-a-la-ucr-y-una-se-aplicara-entre-el-1-y-20-de-diciembre
[2] Karla Barquero, «TEC no hará prueba de admisión,
conozca el mecanismo alterno que usará», La República, 22 de septiembre
de 2020, acceso el 20 de enero de 2025, https://www.larepublica.net/noticia/tec-no-hara-prueba-de-admision-conozca-el-mecanismo-alterno-que-usara
[3] Oficina de Planificación Institucional del Instituto
Tecnológico de Costa Rica (OPI-TEC), Histórico Estudio Perfil de Ingreso
2017-2020 (Cartago: OPI-TEC, 2020), https://app.powerbi.com/view?r=eyJrIjoiZWQyZjg0YWQtN2U4Ny00ZDY5LWJjM2QtMzRiZjBlMzEwOTFjIiwidCI6IjExMTliYjkwLTg4YmEtNDg5NC1iN2YxLWRlMjZlMTI5ZDk3NyIsImMiOjR9&pageName=ReportSection8f7446b0e502c1a9eb90
[4] Armando González, «Entre líneas: Admisión al TEC», La
Nación, 14 de noviembre de 2020, acceso el 15 de enero de 2021, https://www.nacion.com/opinion/columnistas/entre-lineas-admision-al-tec/7AWY7NYONBACLGZ27BBGCX7FRM/story/
[5] Charles W Mills, Black
Rights/White Wrongs: The Critique of Racial Liberalism (Oxford: Oxford
Academic, 2017).
[6] Erick Malewski, y
Nathalia Jaramillo, Epistemologies of Ignorance in Education, p.8
(Information Age Publishing, 2011).
[7] Miranda Fricker, Injusticia epistémica.
El poder y la ética del conocimiento (Herder, 2017).
[8] Shanon Sullivan, Revealing
whiteness: the unconcious habits of racial privilege (Indiana: Indiana
University Press, 2006).
[9] Sara Ahmed, La política cultural de las emociones
(Ciudad de México: Programa Universitario de Estudios de Género Universidad
Nacional Autónoma de México, 2015).
[10] Achille Mbembe, Crítica de la razón negra
(Buenos Aires: Futuro Anterior Ediciones, 2016).
[11] Teun Adrianus Van Dijk, Discurso y poder
(Barcelona: Gedisa, 2009), 204.
[12] Ibíd., 207.
[13] Marta Gil Ramírez y Ruth Gómez de Travesedo Rojas,
«Estrategia discursiva sobre los MENA en YouTube. Construcción de un discurso
de odio», Revista Latina de Comunicación Social, n.° 80 (2022): 264,
https://nuevaepoca.revistalatinacs.org/index.php/revista/article/view/1697
[14] Van Dijk, Discurso y poder…
[15] Flory Fernández-Chaves, «El análisis de contenido como
ayuda metodológica para la investigación», Revista de Ciencias Sociales,
n.° 96 (2023): 37, https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/sociales/article/view/56388
[16] Ibíd., 39.
[17] Kenneth Mora Pérez, «TEC aplicará mecanismo
alternativo para la admisión 2020-2021», Hoy en el TEC, 22 de setiembre
de 2020, acceso el 15 de enero de 2021, párr. 16, https://www.tec.ac.cr/hoyeneltec/2020/09/22/tec-aplicara-mecanismo-alternativo-admision-2020-2021
[18] Ibíd., 16.
[19] Cerdas, Daniela, «Tec castiga a alumnos con buenas
notas en sistema de admisión 2021», La Nación, 10 de noviembre de 2020.
Acceso el 15 de enero de 2021.
https://www.nacion.com/el-pais/educacion/tec-castiga-a-alumnos-con-buenas-notas-en-sistema/VJQ2Y3MQPBBDLPODWZOBGN7FHU/story/
[20] Ibíd., párr. 14.
[22] Oswald Céspedes Torres, «Página Quince: El mundo no se
cambia por un parche», La Nación, 21 de noviembre de 2020. Acceso el 15
de enero de 2021, párr. 2, https://www.nacion.com/opinion/columnistas/pagina-quince-el-mundo-no-se-cambia-con-un-parche/LBGPNZDJNFHYFBLCJLOJDVQNCM/story/
[23] Cerdas, «Tec castiga a…, párr. 1.
[24] Daniela Cerdas, «Alumna con nota de admisión de 791 y
promedio colegial de 99.5 quedó fuera del Tec: ’No es justo’», La Nación,
11 de noviembre de 2020, acceso el 15 de enero de 2021,
https://www.nacion.com/el-pais/educacion/alumna-con-nota-de-admision-de-791-y-promedio-de/HUNSN4Z4E5DFFDS6OXRWGOADVI/story/
[25] Daniela Cerdas, «Director de Colegios Científicos:
‘Tuvimos los peores resultados de admisión del Tec en toda la historia’», La
Nación, 11 de noviembre de 2020, acceso el 15 de enero de 2021,
https://www.nacion.com/el-pais/educacion/director-de-colegios-cientificos-tuvimos-los/56RTEP2BJBGMLMRM5ZZA5FALF4/story/
[26] Daniela Cerdas, «Alumno becado y mejor promedio de
colegio científico quedó fuera del Tec: ‘Salí de la zona rural por mejor
educción y me quitaron la oportunidad’», La Nación, 11 de noviembre de
2020, acceso el 15 de enero de 2021.
https://www.nacion.com/el-pais/educacion/alumno-becado-y-mejor-promedio-de-colegio/P6GEB5ZTLNGOPFK5F26B644EXU/story/
[27] Daniela Cerdas, «Rector del Tec afirma que mecanismo
de admisión fue la ‘decisión correcta’: ‘ Dar marcha atrás no es opción’»,
La Nación, 13 de noviembre de 2020, acceso el 15 de enero de 2021,
https://www.nacion.com/el-pais/educacion/rector-del-tec-afirma-haber-tomado-la-decision/Z7UOUNT6NBCX5PJIV3NVDO7U3Y/story/
[28] Francisco Antonio Pacheco, «Página Quince: El Tec está
a tiempo de rectificar», La Nación, 14 de noviembre de 2020, acceso el 15
de enero de 2021, párr. 4,
https://www.nacion.com/opinion/columnistas/pagina-quince-el-tec-esta-a-tiempo-de-rectificar/ES3XD5BQAZHQHKE7AEOUBP2ZVM/story/
[29] Ibíd., párrs. 5, 10-11.
[30] Ibíd., párr. 17.
[31] González, «Entre línea: Admisión…
[32] Ibíd., párr. 4.
[33] Guiselly Mora, «Página Quince: ¿Una generación perdida
o ganada?», La Nación, 15 de noviembre de 2020, acceso 15 de enero de
2021, párr. 1, https://www.nacion.com/opinion/columnistas/pagina-quince-una-generacion-perdida-o-ganada/LUSDWU4FOFAGNHUJ63OU5FTXG4/story/
[34] Pacheco, «Página Quince: El…
[35] Mora, «Página Quince: ¿Una…, párr. 11.
[36] Ibíd., párr. 11
[37] Luis Alejandro Chaves Solano, «Foro: Lesión al sistema
de colegios científicos», La Nación, 16 de noviembre de 2020, acceso el 15
de enero de 2021, párr. 5, https://www.nacion.com/opinion/foros/foro-lesion-al-sistema-de-colegios-cientificos/O2UPQVFQ5ZEGFDLZGYEHXIDNZU/story/
[38] Ibíd., párr. 9.
[39] Ibíd.
[40] José R. Rodríguez Vargas, «Cartas a la Columna: Admisión
justa», La Nación, 16 de noviembre de 2020, acceso el 15 de enero de
2021,
https://www.nacion.com/opinion/cartas/cartas-a-la-columna-ciudadanos-menospreciados/B32UJSBLYBBEBN7PIWE7EKXICM/story/
[41] Ibíd.
[42] Daniela Cerdas, «50 exalumnos de colegios científicos
envían carta a rector del Tec: ‘Esperamos que se corrija el lamentable proceso
de admisión 2021’», La Nación, 17 de noviembre de 2020, acceso el 15 de
enero de 2021,
https://www.nacion.com/el-pais/educacion/50-exalumnos-de-colegios-cientificos-envian-carta/GZMZ42LELVCXRD22BQYGJHB7LA/story/
[43] Oswald Céspedes Torres, «Página Quince: El mundo no se
cambia por un parche», La Nación, 21 de noviembre de 2020. Acceso el 15
de enero de 2021, párr. 1, https://www.nacion.com/opinion/columnistas/pagina-quince-el-mundo-no-se-cambia-con-un-parche/LBGPNZDJNFHYFBLCJLOJDVQNCM/story/
[44] Ibíd., párr. 12.
[45] Govaere, Velia. «Perspectivas: ‘Primum non nocere’», La
Nación, 23 de noviembre de 2020, acceso el 15 de enero de 2021,
https://www.nacion.com/opinion/columnistas/perspectivas-primum-non-nocere/NUGADQF7R5GRRN2AEK3RQXV2YA/story/
[46] Ibíd., párr. 3.
[47] Cerdas, «Tec castiga a…, párr. 1.
[48] Cerdas, «Alumna con nota…
[49] Cerdas, «Director de Colegios…
[50] Cerdas, «Alumno becado y…
[51] Cerdas, «Rector del Tec…
[52] González, «Entre línea: Admisión…
[53] Pacheco, «Página Quince: El…
[54] Mora, «Página Quince: ¿Una…
[55] Chaves, «Foro: Lesión al…
[56] Daniela Cerdas, «Comité del TEC
advirtió de que sistema de admisión 2021 era ‘indefendible e inadecuado’»,
La Nación, 16 de noviembre de 2020, acceso el 15 de enero de 2021,
https://www.nacion.com/el-pais/educacion/comite-del-tec-advirtio-de-que-sistema-de-admision/GKQP5NKOBVCBPE677HDNMHP45U/story/
[57] Rodríguez Vargas, «Cartas a la…
[58] Cerdas, «50 exalumnos de…
[59] Céspedes Torres, «Página Quince: El…
[60] Govaere, «Perspectivas: ‘Primum non…
[61] La Nación, «Editorial: Golpe a la educación técnica», 23 de
noviembre de 2020, acceso el 15 de enero de 2021,
https://www.nacion.com/opinion/editorial/editorial-golpe-a-la-educacion-tecnica/73434N3BQFDA3OBLKHTSSJYB5A/story/
[62] Van Dijk, Discurso y poder…
[63] Mills, Black
Rights...
[64] Ibíd., 51.
[65] Ibíd., 63.
[66] Ibíd.
[67] Ibíd.
[68] Malewski y Jaramillo, Epistemologies…,
8.
[69] Ibíd.
[70] Luis Alejandro Cerdas Solano, «Lesión al sistema de
colegios científicos», La Nación, 16 de noviembre de 2020, acceso el 15
de enero de 2021, https://www.nacion.com/opinion/foros/foro-lesion-al-sistema-de-colegios-cientificos/O2UPQVFQ5ZEGFDLZGYEHXIDNZU/story/
[71] Céspedes Torres, «Página Quince: El…
[72] Malewski, y Jaramillo, Epistemologies…, 20.
[73] Oficina de Planificación Institucional del Instituto
Tecnológico de Costa Rica (OPI-TEC), Informe del Estudio ‘Perfil de ingreso
2020’ (Cartago: Editorial Tecnológica de Costa Rica, 2020).
[74] Oficina de Planificación
Institucional del Instituto Tecnológico de Costa Rica (OPI-TEC), Histórico
Estudio Perfil…
[75] Oficina de Planificación
Institucional del Instituto Tecnológico de Costa Rica (OPI-TEC), Histórico
Estudio Perfil …
[76] Jonathan Kozol, «Stil
Separate, Still Unequal: America’s educational apartheid», Harper’s Magazine
311, n.° 1864 (2005):
https://harpers.org/archive/2005/09/still-separate-still-unequal/
[77] OPI-TEC, Histórico Estudio Perfil…; OPI-TEC,
Informe del Estudio…
[78] Daniela Cerdas, «Resultados de admisión al Tec
desnudan la desigualdad en la educación pública», La Nación, 12 de
diciembre de 2021, acceso el 20 de enero de 2022, párr. 2,
https://www.nacion.com/el-pais/educacion/resultados-de-admision-al-tec-desnudan-la/BEJAJV6U55AKJLZWSSB23K5DUU/story/#:~:text=Los%20resultados%20de%20las%20pruebas,con%20el%20privado%20y%20el
[79] Alberto Morales Bejarano, «Exámenes de admisión revelan una diferencia ofensiva»,
La Nación, 29 de diciembre de 2021, acceso el 20 de enero de 2022, https://www.nacion.com/opinion/foros/examenes-de-admision-revelan-una-diferencia/MZXD4WUKFBBIRB65Q4GFIXITAQ/story/
[81] Cerdas, «Resultados de admisión…
[82] Instituto Tecnológico de Costa Rica «Admisión
restringida », Instituto Tecnológico de Costa Rica, acceso el 20 de enero de 2025, https://www.tec.ac.cr/admision-restringida
[83] Oficina de Planificación Institucional del Instituto
Tecnológico de Costa Rica (OPI-TEC), Estudio del Perfil de Ingreso.
Estudiantes de grado: datos desde el 2020 (Cartago: Editorial Tecnológica
de Costa Rica, 2022), https://www.tec.ac.cr/estudio-perfil-ingreso-grado
[84] Pacheco, «Página Quince: El…, párrs. 10-11.
[85] Ibíd., párr. 25.
[86] Mora, «Página Quince: ¿Una…
[87] Mbembe, Crítica de…
[88] Fricker, Injusticia… 18.
[89] Mbembe, Crítica de…
[90] Fricker, Injusticia…, 213
[91] OPI-TEC, Histórico Estudio Perfil…; OPI-TEC, Informe
Estudio ‘Perfil…; OPI-TEC, Estudio del Perfil…
[92] Sullivan, Revealing
whiteness…
[93] Ibíd., 144.
[94] Ibíd.
[95] Ibíd.
[96] Ibíd.
[97] Ibíd.
[98] Chaves, «Foro: Lesión al…
[99] Sara Ahmed, La política…
[100] Sullivan, Revealing whiteness: the… 163-164.
[101] Van Dijk, Discurso y poder…, 207.
[102] Ibíd., 210.