Año
21, N.º 44: julio - diciembre 2022
La
planeación del tiempo en el contexto de la COVID-19, por estudiantes de
educación superior del campus Liberia,
Sede Regional Chorotega de la Universidad Nacional de Costa Rica
Jorge
Luis Loáiciga-Gutiérrez *
https://orcid.org/0000-0002-0421-3906
* Candidato
a Doctor en Proyectos con Especialidad en Investigación por la Universidad
Internacional Iberoamericana (UNIB), de Puerto Rico. Máster en Administración
de Proyectos por la Universidad para la Cooperación Internacional, de Costa
Rica. Licenciado en Administración con énfasis en Gestión Financiera por la
Universidad Nacional (UNA), de Costa Rica. Bachiller en Administración, UNA.
Certificación Internacional Green Project Management por el GPM-Global, EE UU. Académico e investigador de
UNA. Correo: jorge.loaiciga.gutierrez@una.ac.cr
Carlos
Luis Chanto-Espinoza **
https://orcid.org/0000-0002-3420-7259
** PhD
en Proyectos, Universidad Internacional Iberoamericana (UNINI), de México.
Maestría en Gerencia en Administración de Proyectos de Desarrollo del Instituto
Centroamérica en Administración Pública (ICAP), de Costa Rica. Maestría en
Dirección Estratégica, especialidad en Tecnologías de la Información, UNINI, de
Puerto Rico. Máster en Dirección Estratégica en Tecnologías de la información,
Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC), de España. Licenciado en
Informática con énfasis en Sistemas de Información, Universidad Nacional (UNA),
de Costa Rica. Académico e
investigador de la UNA. Correo: carlos.chanto.espinoza@una.cr
Recibido: 6 de setiembre de
2021
Aprobado: 16 de marzo de 2022
Resumen
Este
artículo presenta los resultados de una investigación que examina la planeación
por la persona estudiante universitaria en el contexto educativo en tiempos de
la COVID-19. El estudio comprende al estudiantado de las carreras de Administración
y de Ingeniería en Sistemas de la Universidad Nacional de Costa Rica, campus
Liberia. Los resultados se orientan en un enfoque mixto triangulando las
metodologías cuantitativa y cualitativa, con revisión bibliográfica y
utilizando una encuesta aplicada a 202 participantes. Entre los principales
resultados se encuentra la falta de capacidad para la gestión del tiempo en la
práctica educativa bajo la modalidad presencial remota, donde destaca la
irregularidad de manejar elementos esenciales en las actividades diarias como:
un calendario, una técnica de administración del tiempo, una lista de cotejo, un
horario claro y definido, desencadenando incertidumbre en la definición de
objetivos que promuevan una práctica educativa más organizada. La importancia
radica en que el buen uso del tiempo exige planear el futuro en dos vías:
mediato (largo plazo) e inmediato (a mediano y corto plazo), originando consigo
beneficios de ser más productivos y eficientes.
Palabras clave: Educación virtual, estudiante
universitario, interactividad, modelo educativo.
Time management in the COVID-19
context by higher education students from the Liberia campus, Chorotega
Regional Headquarters of the National University of Costa Rica
Abstract
This article presents the results
of research which examines the time management by university students within
the educational context in times of COVID-19. The study includes students from
the Administration and Systems Engineering careers from the Liberia campus of
the National University of Costa Rica. The results are oriented in a mixed
approach, with the triangulation of quantitative and qualitative methodologies;
a literature review was carried out and a survey was applied to 202
participants. Among the main results is the lack of capacity for time
management in educational practices under the remote face-to-face modality,
which highlights the irregularity of handling essential elements in daily
activities, such as: a calendar, a time management technique, a checklist, and
a clear and defined schedule, triggering uncertainty in the definition of
objectives that promote a more organized educational practice. The importance
of this work lies in the fact that the good use of time requires planning the
future in two ways: long term and immediate (medium and short term), which
causes benefits such as being more productive and efficient in academic
activities.
Keywords: Virtual education,
university student, interactivity, educational model.
La planification du temps dans le contexte
de la COVID-19 par les étudiants du campus Liberia,
du siège régional Chorotega
de l’Université National du
Costa Rica
Résumé
Cet article présente
les résultats d’une recherche qui examine la planification
du temps faite par les étudiants dans le contexte éducatif en période de COVID-19. Cette étude a compté avec la participation des étudiants des filières d’administration et d’ingénierie
en systèmes de l’Université
National du Costa Rica, siège
Liberia. Les résultats ont été orientés
sous l’approche mixte moyennant la triangulation des méthodes
quantitative et qualitative. On a effectué une révision bibliographique
et on a passé une enquête à
202 participants. Parmi
les principaux résultats, on a trouvé le manque de capacité
pour la gestion du temps dans la pratique
éducative sous la modalité à distance, notamment la difficulté de gérer des éléments essentiels dans les activités quotidiennes tels que: le calendrier, une technique de gestion du temps, la liste de vérification,
un horaire clair et concret, ce qui a déclenché l’incertitude dans la définition des objectifs pour promouvoir une pratique éducative plus organisée. Ce travail est important parce qu’il permet la bonne gestion du temps, laquelle est nécessaire pour la planification du futur en deux voies:
à long terme et immédiat (à moyen et à court terme) ce qui permet d’obtenir des bénéfices tels que devenir plus productif et efficient dans les activités académiques.
Mots-clés:
Enseignement virtuel, étudiant universitaire, interactivité, modèle éducatif.
Introducción
La problemática de la
administración del tiempo siempre ha sido un tema por discutir en la vida
diaria de cualquier persona, en especial cuando las actividades se concentran
en la labor como estudiante de educación superior. Esto, principalmente, porque
estimar el tiempo para cada tarea o actividad es un reto de cada educando; lamentablemente,
la pandemia provocada por la COVID-19, liberó una emergencia sanitaria de consecuencia
mundial, que modificó el estilo de vida en la sociedad debido a protocolos y
directrices como el aislamiento social forzoso, disposición fundamental para compensar
la transmisión del virus; en ese marco, el sistema educativo fue uno de los que
más permutas advirtió; esto creó, a nivel global, la dependencia de la educación
virtual con ayuda de herramientas tecnológicas. En un país como Costa Rica,
donde la mediación pedagógica es denominada por un modelo educativo
tradicional, la ejecución del proceso se transforma en una dispersión de
modalidades de aprendizaje a distancia, mediante el manejo de una diversidad de
formatos y plataformas (con uso de tecnología o sin ella), presumiendo un
enérgico cambio en las diligencias del sumario educativo, tal y como lo
establece el Informe COVID-19, creado por la CEPAL-UNESCO, denominado «La educación en tiempos de la
pandemia de COVID-19».
En este sentido, Soriano establece que esta
emergencia sanitaria ha venido a plantearnos, tanto a docentes como a
estudiantes, un enorme desafío, nos ha llevado a condiciones impensables. El
tener que aprender a usar nuevas tecnologías digitales y sacarles el mejor
provecho en muy poco tiempo, dadas las circunstancias sociales, nos permite
echar a andar nuestra creatividad para mantener el contacto personal y grupal,
nos brinda una buena oportunidad de ensanchar nuestros horizontes de
conocimientos no solo en cuanto a herramientas didácticas, sino también frente
a nuevas relaciones interpersonales y profesionales, así que, es tiempo de
tener paciencia, respeto, tolerancia, solidaridad y empatía.[1]
En esta perspectiva, la COVID-19
drásticamente aportó cambios y consecuencias en la humanidad, donde las personas estudiantes universitarias
se han visto perjudicadas en el contexto de la calidad de
vida, que se vincula con emociones, estrés e incertidumbre y con
afectaciones en la planeación del tiempo de las personas involucradas en la
práctica educativa, principalmente del estudiantado, esto de acuerdo con lo que
mencionan Pérez et al.[2]. Recíprocamente,
la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO) indica que, al 31 de julio del 2021, 31 453 440 estudiantes a
nivel mundial se han visto afectados por las restricciones debido a la pandemia[3].
El cierre de los centros de educación provoca retos significativos, ante un contexto
que drásticamente agranda las brechas de aprendizaje entre la comunidad estudiantil,
tal y como lo menciona el Informe del Estado de la Educación de 2021[4].
De la misma forma, la UNESCO establece que, para Costa Rica, en el 2021 hay un
total de 1 317 482 estudiantes que se han visto afectados por las restricciones
debido a la pandemia[5].
Asimismo, Chanto y Loáiciga
mencionan que «se
suman aspectos de convergencia, donde los estudiantes han considerado
complicado el cambio de la mediación pedagógica de un modelo presencial a uno
virtual»[6]. De la misma forma, Lóvon y Terrones consideran que «la pandemia de la COVID-19
trajo consigo numerosas alteraciones en la educación superior, usualmente
impartida de forma presencial, y a los agentes que forman parte de ella. Esta
investigación recoge algunas de las principales afecciones en la salud mental y
académica de los estudiantes»[7]. Resaltan los cambios en la práctica educativa, en
la salud y todo tipo de perturbaciones en la convivencia social, con
repercusión en aspectos como el estrés, las emociones y la capacidad de
gestionar el tiempo[8].
Por otra parte, la pandemia
vino a desencadenar incertidumbre en muchos parámetros en la vida universitaria
del estudiantado que, tras el confinamiento y la adaptación a un nuevo modelo
educativo denominado presencialidad remota, afectó su sistema de planear el
tiempo, todo esto a pesar de que el estudiantado dispone de autonomía para
organizar sus horarios; en tal sentido, Mansilla afirma que «podemos inferir que el estudiante
universitario adopta nuevos hábitos de entretenimiento y relax»[9]. De igual forma que cada centro de educación
superior define los horarios, cada estudiante formaliza su tiempo en el empleo
de sus necesidades.
De la misma manera, López et
al. consideran que
el
impacto de la pandemia y su incertidumbre también ha afectado de forma
significativamente a los sistemas de educación en el mundo. De la noche a la
mañana, colegios y universidades han tenido que pasarse a la virtualidad,
muchos sin contar con los recursos suficientes para hacerlo y con estudiantes
sin la capacidad de conectarse a internet en sus casas ante la ausencia de
dispositivos electrónicos y/o una red wifi. Alumnos y
maestros han tenido que acoplarse, sin que eso signifique que en tan poco
tiempo ya se dio una adaptación efectiva a dicho cambio.[10]
En relación con esto, el
enorme desafío, así como la inseguridad que trajo consigo la COVID-19, no ha
imposibilitado que el estudiantado organice su tiempo y continúe efectuando sus
estudios, a pesar de los múltiples elementos externos en el ambiente académico.
Este trabajo de investigación tuvo como objetivo conocer
la planeación del tiempo, en el contexto de la COVID-19, por estudiantes de la
Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), campus Liberia, pertenecientes a las
carreras de Administración y de Ingeniería en Sistemas de Información, para
aminorar las limitaciones y aumentar las oportunidades de mejora para el estudiantado
y que, además, pueda ser replicado en contextos similares en la comunidad
universitaria.
La organización del tiempo en
el contexto de la pandemia, en estudiantes universitarios es un elemento
esencial. En tal sentido, Alarcón-Alvial et al. argumentan que «el tiempo como constructo mental en la cotidianeidad
es un hecho objetivo y lineal, que permite organizar la realidad social en
estados temporales (pasado, presente y futuro)»[11].
La persona estudiante plasma
sus capacidades de ejecutar las actividades en un tiempo definitivo, al priorizar
labores esenciales con el apoyo de herramientas, esto de acuerdo con lo que
menciona Díaz[12]. Sugiere entonces que el tiempo se vive bajo elementos sociales, es
decir, se establece como estrategia para
hacer frente a una cantidad de contenidos de aprendizaje, donde la práctica del
estudio demanda un nivel de organización, disciplina y dedicación, esto representa
un alto volumen de horas de trabajo, las exigencias y las presiones, al
ejecutar cada una de las actividades de aprendizaje, reclaman mucho esfuerzo,
aún más cuando la mediación es desde la virtualidad.
Del mismo modo, existe una
correspondencia directa entre hábitos de estudio, tiempo y rendimiento
académico, de acuerdo con lo que menciona Huaman[13]. De
igual forma, Veramendi et al. establecen que
por
otro lado, la transición a la vida universitaria, los sujetos forjan cierta
independencia eligiendo sus conductas alimenticias y adoptando hábitos como
fumar, consumo de bebidas alcohólicas, sustancias psicoactivas, actividad
física y sexo que a su vez tienen implicancias en su salud física y psicológica.[14]
Además, Garzón y Gil indican
que «dentro del modelo de
autorregulación académica, la gestión del tiempo tiene un fuerte componente
motivacional y de autocontrol»[15].
Sin duda, también se sustenta
en las necesidades sociales y académicas que logran estar formadas por perspectivas
e estimulaciones del estudiante que quiere aprender. Por ende, es ineludible concebir
que el proceso de aprendizaje es complicado y solicita de una adecuada organización
y planeación del tiempo. «El
rendimiento académico de un estudiante puede ser afectado por motivos de
identificación, y ciertamente la falta de estudio o de organización del tiempo,
aunque son factores que influyen, no siempre son los únicos»[16].
Por otra parte, la gestión
del tiempo que presentan los estudiantes se ve afectada en contextos adversos,
como son los escenarios de confinamiento social provocados por la pandemia de
la COVID-19, donde la cotidianidad de asistir a clases, poseer horarios
definidos, realizar estudios con compañeros, así como ir a los múltiples
salones del centro universitario es imposible. Al respecto, Álvarez et al.
mencionan que «por ahora, no es posible
determinar con certeza el impacto que tendrá la crisis en la implementación
curricular en los distintos grados de la enseñanza»[17].
Aquino y Ospina mencionan en
un contexto general que la COVID 19 no solo ha influido en temas médicos, también
repercutió en el sector educativo a nivel mundial, al provocar un déficit en la
población vulnerable con limitaciones en alcances tecnológicos para una
adecuada metodología de enseñanza. Por esto el autor menciona que se debe
mejorar e implantar estrategias de solución que ayuden o aporten al desarrollo
intelectual del educando[18].
En este orden de
ideas, la crisis sanitaria es un elemento externo que adelantó la dirección que
llevaba el sector educación antes del 2020, particulamente
con las clases virtuales y la tecnología utilizada para mediar el aprendizaje y
la enseñanza, donde inevitablemente existe
una dependencia de la organización del tiempo bajo la perspectiva objetiva de
la educación y su entorno de estudio, basado en las actitudes de los educandos
a la hora de abordar las tareas o actividades, de acuerdo con lo mencionado por
Mondragón et al.[19]. Además,
Durán-Aponde y Pujol mencionan que «un estudiante que pueda manejar su tiempo de forma
adecuada tendrá mayores capacidades para autorregular su conducta»[20].
Esto, ineludiblemente, ha creado
una variación en las conveniencias cotidianas de estudiar, tal y como lo mencionan
Sánchez et al., «la
mayoría de los estudiantes universitarios presentan niveles bajos a medio de
ansiedad y depresión»[21]. Sin
embargo, crear permutas positivas, demostrado en el desarrollo de destrezas autoinstruidas
o el aprendizaje en nuevas plataformas de enseñanza virtual, es todo un desafío;
no obstante, la transformación de estrategias de organización, no es un trabajo
sencillo. Adicionalmente, Durán-Aponde y Pujol determinaron la
importancia de «estar conscientes de las
estrategias metacognitivas que utilizan los estudiantes y las estudiantes en
cuanto al manejo responsable del tiempo, con miras a intervenir apropiadamente
en su orientación hacia la prosecución de sus estudios y el logro de sus objetivos
académicos»[22].
Una práctica educativa bajo
la presencialidad remota o virtual se asocia con la posibilidad de dedicar más
horas a otras actividades (asincrónicas); para ello, se necesita administrar el
tiempo, organizar las actividades durante la semana, marcando fechas límites y
manteniendo un horario, así como determinar los momentos en los que se deba
esperar, identificar tareas importantes o prioritarias, fijar metas de logro a
corto plazo, establecer fechas límites de tiempo para cumplir responsabilidades
y chequear o repasar la actuación para identificar cómo aprovechar mejor el
tiempo[23].
La planeación del tiempo requiere de un plan, lo que es elemental para alcanzar
una óptima gestión del tiempo según lo mencionan Peralta et al.[24]
En esta perspectiva,
Gómez-Hernández menciona: «consideramos que la competencia de gestión del
tiempo es necesaria para los usuarios por la gran dedicación que nos impone la
abundancia de contenidos, la conexión continua, el exceso de tareas que
asumimos y la ubicuidad de la información»[25]. En otras palabras, todo lo que se hace se
resume en el tiempo que se disponga para cada una de las actividades que se realizan;
sin embargo, hay que tener un equilibrio bastante claro cuando el contexto es
la universidad.
En tal sentido, existen
factores personales y sociales que impactan en el rendimiento académico. Entre
las que resaltan el sociodemográficos, socioeconómico, cultural, actividades
extracurriculares, el trabajo y la organización del tiempo, entre otros, tal
como lo señala Chong[26]. Monroy
establece que «entonces, un mal manejo de tiempo podría actuar como un
potencial estresor»[27].
El deseo o la necesidad de
estar al día, la conexión permanente a internet y otros medios de información,
la participación en redes sociales, la disponibilidad de acceso a través de los
dispositivos móviles (portátiles, tabletas, e-readers,
netbooks, smartphones), en los que confluyen también prensa, radio y televisión,
hace difícil gestionar bien los tiempos público y privado, que además se
entremezclan por la ubicuidad de la información[28]. Sin
dejar de lado lo descrito por Mengual et al.
la gestión del tiempo está vinculada con la
distribución de horario dentro y fuera del lugar de trabajo, es decir que tiene
como alcance cumplir con metas y objetivos determinados. Por otro lado, el
autor precisa que la gestión de tiempo es un conglomerado de herramientas que
permite la disposición dentro de una organización.[29]
La utilización del tiempo se
caracteriza por ser un instrumento evidencia y expone la importancia del
trabajo, con el involucramiento en el contexto social, aportando así
información adecuada, de acuerdo con lo que indican Webe
et al.[30]. La
importancia de ser dueños del tiempo es evidente, más en una era sumamente
digital como la actual, que presenta muchos distractores. En Costa Rica, la
población estudiantil superior que normalmente mantenía experiencias desde
modelos pedagógicos presenciales ha experimentado, desde la llegada de la
pandemia del COVID-19, cambios abruptos hacia lo que se le llama presencialidad
remota con ayuda de herramientas digitales, ensanchando el contacto social,
única y exclusivamente, desde clases sincrónicas, donde el tiempo no es el
mejor.
De este modo, en una
publicación del blog servicios de calidad de vida Sodexo, «El tiempo es
limitado. Sin importar cómo lo dividamos, solo hay 24 horas en un día y es
necesario saber gestionarlas si deseamos ser eficientes y productivos en
nuestra vida laboral y sentirnos enérgicos y felices en lo personal, algo que
aumenta nuestra calidad de vida»[31].
En esta perspectiva, Luceño señala que
tener
metas y objetivos es fundamental a la hora de planificar y gestionar nuestro
propio tiempo, ya que las actividades que realicemos en el día a día serán
valoradas positivamente en función de nuestras metas. Al mismo tiempo, son
fuente de motivación e ilusión, y nos ayudan a darle un sentido a nuestra
rutina cotidiana. Por ello, tomarse un tiempo para reflexionar sobre cuáles son
nuestras metas (…).[32]
Por otro lado, Garrote et
al. mencionan que
la adicción que puedan crear las TIC preocupan a la sociedad,
especialmente internet y el uso del teléfono móvil. La adicción se define
como la dependencia a sustancias o actividades nocivas para la salud, donde hay
una búsqueda y consumo compulsivo del objeto de adicción, independientemente de sus consecuencias nocivas.[33]
Sin duda, una
mala planeación del tiempo puede hacer que la persona caiga en una mala
práctica en todos los ámbitos, en especial el educativo, que bajo el
confinamiento provocado por la pandemia, la modalidad es un tema reducido a lo
sincrónico y asincrónico.
Para estudiar
la planificación y uso del tiempo académico asincrónico de estudiantes
universitarios en condiciones de educación online por pandemia COVID-19,
se usa como marco teórico el aprendizaje autorregulado[34].
De ahí que Umerenkova y Gil mencionan que «el tiempo disponible para
el estudiante universitario es un recurso limitado, cuya adecuada utilización
conlleva abarcar las diferentes tareas académicas y hacerlo dentro de los
plazos establecidos»[35].
De ahí que la
percepción del estudiante sobre su capacidad para enfrentar exitosamente las
exigencias académicas puede generar pensamientos y emociones negativas,
afectación física tales como sueño, dolor de cabeza, ansiedad,
desconcentración, desorganización y problemas de adaptación[36]. Planificar nuestro propio tiempo es fundamental en el
día a día, de manera que esto motive positivamente en función de las metas que
cada quien establezca. A nivel educativo, se necesita mayor esfuerzo y claridad
al cambiar la manera de trabajar, pensar y tomar decisiones.
Metodología
Para
este artículo se utilizó un estudio orientado en un enfoque mixto, para lo
cuantitativo, se usa una investigación no experimental con diseño transeccional
de fase descriptiva y, para lo cualitativo, desde un diseño fenomenológico y
con análisis temático, ambos enfoques se entrelazan para brindar resultados más
profundos.
En
lo cuantitativo, la población en estudio estuvo integrada por estudiantes de
bachillerato del primer ciclo
lectivo del 2021 de las carreras de Administración y de Ingeniería en Sistemas
de Información, de la Universidad Nacional, sede región Chorotega, campus
Liberia. Para hallar el tamaño óptimo de la muestra se empleó el
procedimiento recomendado por Barrantes[37], bajo
las condiciones: una población de 423 estudiantes regulares del I ciclo de
bachillerato de las carreras mencionadas, con un error de muestreo permitido de
0.5 (p), un nivel de confianza de 95 %. Considerando estos criterios, se obtuvo
una muestra representativa de 202 personas estudiantes.
El
instrumento que se diseñó para obtener la información fue un cuestionario
basado en preguntas cerradas y abiertas, otras desde una escala Likert (5
ítems) organizado a través de la plataforma tecnológica Google Forms, donde las variables se clasificaron según
nivel de medición de razón, todas independientes. En tanto, la aplicación del instrumento
se realizó de forma virtual, por medio del correo institucional de la
universidad y aplicados en el período comprendido entre el 1 de junio al 30 de
julio de 2021; para su validez, se utilizó el juicio de expertos con el método
de agregados individuales, donde tres académicos con amplia experiencia en el
campo estadístico y de la carrera de Administración de la Universidad Nacional
de Costa Rica brindaron una estimación directa de los ítems de la encuesta.
Se
brindó la información sobre la investigación a las personas estudiantes y se
subrayó la confidencialidad de los datos proporcionados. Por otra parte, se
utilizó la estadística descriptiva para recoger, almacenar y calcular de forma
ordenada el conjunto de los datos. Además de la comprensión de experiencias
bajo recomendaciones del estudiantado del tema investigado.
En
lo cualitativo, la población utilizada se basó en la muestra proporcionada del
estudio cuantitativo, 202
estudiantes, gracias a que se agregó preguntas con estructura abierta al mismo cuestionario;
como limitante, se presenta las restricciones sanitarias por la pandemia de la
COVID-19, lo cual obstaculizó el recabar la información con otra técnica como
la entrevista, por lo que, a criterio de expertos, se fundamentó en percepciones
establecidas desde respuestas abiertas. Para el análisis e interpretación de
los datos se recurrió al análisis temático.
Resultados
En
lo que respecta al género de las personas participantes del estudio, se
distribuyó de la siguiente forma: 126 mujeres (62,4 %) y 76 hombres (37,6 %).
Por otra parte, la edad en promedio estuvo entre los 20 y los 22 años, con un
porcentaje 71,3 %, la diferencia del 28,7 % correspondió de los 23 años o más.
Con residencia en su mayoría en los cantones de Liberia (67,3 %,), Carrillo
(13,4 %), Cañas (9,9 %) y Upala (9,4 %).
La
planeación del tiempo a partir de la metodología indicada se describe en la
figura 1.
Figura
1. Organización del tiempo por el estudiantado en actividades universitarias
Fuente:
Elaboración propia, 2021.
Con
base en la figura 1, se encontró como dato representativo que el 76,2 % del estudiantado
encuestado, en ocasiones, tiene complicaciones para organizarce
y aprovechar el tiempo en las actividades que les demanda la universidad. Esto
indica un problema reconocido por la mayoría de los participantes en cuando a
su forma de organizar sus tiempos en el estudio, es decir, se presentan
debilidades en cuanto al cumpliendo de una buena planeación del tiempo que les
permita priorizar y organizar tareas. En otras palabras, no se trata solo de
hacer lo que se debe hacer de manera eficiente, sino también de elegir qué
hacer con el tiempo.
Hay
que reconocer lo vital que se vuelve aprender a planificar el tiempo en el
campo de la educación universitaria, ya que se refiere a cómo cada persona
organiza y planifica cuánto tiempo dedica a determinadas actividades.
Básicamente consiste en aprovechar al máximo de su jornada disponible diaria,
semanal o mensualmente. De igual forma, se establece como una habilidad
coherente el asignar este recurso adecuadamente para desarrollar tareas,
proyectos y cumplir objetivos.
Asimismo,
la experiencia docente muestra que el estudiantado se acerca a mejorar la
capacidad de concentración, lo cual le permite hacer las tareas más rápido
porque se marca una estructura cronológica de las labores, al hacer de la
jornada de estudio más productiva y provechosa.
A
parte de esto, se evaluó la variable de la puntualidad, donde la mitad del
estudiantado, que corresponde a un 101 estudiantes en valores absolutos, indica
que le resulta difícil ser puntual y en consecuencia de la muestra total, un 50
% anhela hacer, hipotéticamente, que las horas duren más, lo que determina la
necesidad de maximizar el rendimiento del tiempo para todo tipos de tareas, mientras
que el otro 50 % desea volver el tiempo atrás, lo que se entiende como volver a
vivir un momento especifico en el tiempo, lo que lleva a identificar que las
personas participantes no tienen objetivos claros que los motive a una buena
planeación de sus tareas y, por ende, de su tiempo. En la figura 2 se muestra
las actividades que demandan mayor consumo de tiempo.
Figura
2. Actividades con mayor consumo de tiempo en 24 horas por el estudiantado
encuestado
Nota: Los porcentajes no suman 100 porque los encuestados
podían seleccionar más de una opción.
Elaboración propia, 2021.
Como
se observa en la figura 2, la gestión del tiempo resulta ser un entrenamiento
permanente que demanda la atención de los encuestados durante las 24 horas del
día, se observa que la actividad con mayor consumo de tiempo de 6 a 10 horas es
dormir, con respuestas de 134 participantes en términos absolutos, además de
las actividades de tareas y estudio y clases en la universidad que promedian
las 3 a 5 horas diarias con 115 y 108 respuestas, respectivamente. Además, las
actividades con mayor participación, pero que consumen de entre 1 a 2 horas
diarias, son los ejercicios (182) y la religión (186). En esta misma línea, las
demás actividades (trabajo, comida, entretenimiento, trabajo del hogar, cuidado
personal y otras) le demanda al estudiantado de entre 1 a 2 horas.
En
esta perspectiva, el dato por resaltar es el tiempo dedicado por los participantes
a las clases y el estudio que en su mayoría promedia de 3 a 5 horas diarias, lo
cual es un dato importante de subrayar, considerando que en el campo de la
educación las horas dedicadas al estudio independiente y al salón de clases son
importantes para cumplir con la agenda de estudios y sacar buenas
calificaciones; sin embargo, este dato no exime al estudiantado de centrarse en
tareas poco productivas que consumen mucho tiempo de no contar con una
planeación del tiempo.
Resulta
claro que el mejor inicio para mejorar la planeación del tiempo es reconocer,
en lo cotidiano, a qué se dedica el uso del tiempo y estructurarlo en un
cronograma de actividades que permita tener un balance sano en la vida
universitaria.
Siguiendo
con el análisis, se consultó en las personas estudiantes sobre el conocimiento
de alguna herramienta de administración del tiempo, a lo que cerca de 114
indicaron que no (un 56,4 %), entre tanto, 88 dijeron que sí (un 43,6 %).
Se
debe de agregar que en este mismo grupo de estudio, el 57,4 % (116 en términos
absolutos) ocasionalmente prepara listas de cotejo para sus labores diarias, un
29,7 % (60 en términos absolutos) nunca utiliza listas con actividades del día
y tan solo el 12,9 % (26 en términos absolutos) indica que siempre. Asimismo,
los que indicaron el manejo de las listas, estas son resueltas con eficacia y
sin interrupciones. Además, se encontró en estudiantes que señalaron que
ocasionalmente organizan su tiempo, cerca del 55 % reserva una parte del tiempo
diario para trabajar tranquilos sin ser molestados.
En
la misma línea, el 35,1 % del estudiantado a veces maneja un horario para sus
distintas actividades durante la semana, un 34,2 % no siguen un horario y solo
el 30,7 % sí trabaja con un horario semanal. Sobre esta base, en general,
independientemente del uso de un horario, es decir el 100 %, de vez en cuando
maneja, en lo posible, el tiempo de espera, lo cual puede interpretarse que rara
vez se cumple con una buena gestión del tiempo y se muestra que se mantiene un
estado de urgencia donde hay poco margen para realizar las distintas
actividades diarias. En la figura 3 se muestra el grado de disposición del
tiempo en actividades educativas asincrónicas.
Figura
3. Grado de disposición del tiempo en actividades educativas asincrónicas
mayores a 5 horas semanales
Fuente:
Elaboración propia, 2021
Como
se muestra en la figura 3, el desarrollo de las actividades educativas asincrónicas
por el estudiantado superan las 5 horas semanales en un 44,6 % algunas veces,
el 2,5 % siempre las supera y el 21,8 % nunca. Lo que muestra que una mayoría
de los participantes no está superando la cantidad de horas asignadas
individual o colectivamente para realizar los trabajos facilitados por la
universidad de manera asincrónica. Lo que podría determinarse preliminarmente
un efecto de deficiencia en la planeación del tiempo.
En
este sentido, el principal problema que destaca es que el estudiantado está
dispuesto a planificar el tiempo, dividiéndolo o asignándolo en función del
número total de actividades que tiene cada uno programado o el número total de
actividades pendientes, pero es importante tener siempre en cuenta sus
objetivos para que puedan ser priorizados según su grado de importancia y no
por la urgencia.
En
este orden de ideas, se consultó a las personas participantes sobre la
modalidad presencial remota adaptada
como contingencia al confinamiento de la pandemia COVID-19 en Costa Rica, su
opinión acerca de: ¿Cuando comienzas tus proyectos o trabajos finales de curso
los finalizas en las fechas previstas? El mayor porcentaje fue de un 31,1 % (71
en valor absoluto), el mayor número de encuestados, no termina a tiempo, el
29,2 % algunas veces, el 27,7 % muy pocas veces y tan solo el 1 % y 0,5 % casi
siempre y siempre, respectivamente. Estos resultados resultan alarmantes al considerar
que en esta modalidad el estudiantado ha presentado un desequilibrio en la
administración de su tiempo, que la mayor parte se encuentra más asincrónico
que sincrónico. En la figura 4 se muestra el nivel de satisfacción de la
práctica educativa.
Figura
4. Nivel de satisfacción de la práctica educativa de los participantes en la planeación
el tiempo durante la COVID-19
Fuente:
Elaboración propia, 2021.
En
la figura 4 se encuentra el resultado con respecto al grado de satisfacción de
la experiencia universitaria de la planeación del tiempo en el contexto de la
COVID-19, donde el estudiantado encuestado se muestra mayormente bajo un
criterio neutral (32,2 %); sin embargo, un 28,7 % se muestra muy satisfecho y
tan solo el 10,4 % nada satisfecho, lo que devela que, a pesar de los efectos
de encontrarse en un modelo educativo que no es el tradicional, una parte aún
se muestra optimista respecto al tiempo que ha demandado los cambios a nivel de
la educación superior.
En
connotación al párrafo anterior, la satisfacción con la práctica educativa es
uno de los factores que contribuyen al desarrollo de la fuerza humana y las
actividades normales, lo cual también es un indicador muy importante para
evaluar la calidad de la educación. Asimismo, centrarse en la satisfacción del estudiantado
ayuda a tomar decisiones educativas acertadas sobre la calidad universitaria.
En
este sentido, el hallazgo más relevante es haber encontrado un alto nivel de
satisfacción neutra en las personas participantes, lo que es más evidente en la
orientación y apoyo de docentes. Sin dejar de lado que la buena satisfacción es
respuesta del buen desempeño del estudiantado al adquirir nuevas habilidades y
cumplir con sus objetivos de aprendizaje.
Por
otra parte, dentro del proceso de análisis de resultados se consultó a las
personas participantes en una pregunta abierta: ¿Qué recomendaciones ofrecerías
para gestionar con mayor efectividad el tiempo en el contexto del COVID-19? Desde
el análisis temático de la investigación cualitativa, la tabla 1 establece las
principales percepciones de la muestra en estudio.
Tabla
1. Percepciones para una mayor
efectividad del tiempo en el contexto de la COVID-19
§ «Utilizar métodos de estudio lo cual
consiste en estudiar 20 minutos, descansar 5 minutos y luego repetir los 20
minutos de estudio y repetir los 5 minutos de descanso hasta completar un
ciclo y una calendarización para los estudiantes en el aula virtual para
eventos, tareas y exámenes.» § «Manejar un
cronograma de actividades.» § «Clases menos
tradicionales y más activas.» § «Acomodar las
cosas por orden de tiempo y prioridades y siempre dedicar un tiempo a la
recreación y descanso mental.» § «Crear una lista
con los trabajos a realizar y establecer un tiempo para cada una.» § «Primero
organizarse con todos los deberes, si empiezas un trabajo hazlo hasta que lo
termines.» § «Hacer horarios
para así tener tiempo para hacer cada una de las actividades, ya que esta
situación no esta en nosotros cambiarla, sería acostumbrarse y hacer cambios
en nuestras rutinas.» § «Tratar de ser
disciplinados y poner prioridades.» § «Planificar las
actividades y realizarlas tomando las medidas necesarias y con mucho
entusiasmo.» § «Programar charlas,
capacitaciones, talleres de como administrar el tiempo.» § «Descansar con
responsabilidad para tener la energía suficiente y laborar las actividades.” § «Tener una
libreta para así escribir las cosas más importantes, de esta manera sería más
sencillo organizarse.» § «No tener
control sobre el tiempo en el estudio provoca ansiedad y estrés, se necesita
manejar un horario estableciendo pautas de estudio, siendo proactivo y no
reactivo, como normalmente me sucede.» |
§ «Ser muy
organizado, pensar en las actividades que verdaderamente tienen prioridad
para no llenar nuestra agenda de cosas que no se necesitan aún (no
adelantar), ya que esto provoca estrés y no vivimos el día a día, tener
tiempo libre para meditar y relajarse.» § «Hacer un
itinerario de tu día a día, llevar un orden de cuantas horas le vas a dedicar
tiempo a la Universidad, el hogar y el trabajo y sobre todo que, a pesar de
tener un día muy ocupado, sacar tiempo para descansar y relajarse un poco.» § «Utilización de
herramientas que faciliten el ordenamiento de las actividades diarias.» § «Planificar y
organizar las actividades con antelación, realizar los trabajos a tiempo y
realizar algún tipo de deportes en tiempo libre.» § «Utilizar
herramientas como Google Calendar, estar conscientes de fechas importantes,
pero también darse el tiempo de calidad que uno necesita, debido a que, con
tantas cosas a veces es muy fácil caer en cuadros de ansiedad y estrés
excesivo.» § «Disciplina y
tratar de realizar primero las tareas más difíciles.» § «Ofrecer estrategias
para una buena administración del tiempo.» § «Llevar las
tareas y proyectos a tiempo, esto te evitará acumular estrés cuando veas que
el tiempo se te acaba y no has logrado hacer nada.» § «Las tareas y
actividades deben programarse bajo un horario que alcance durante el día, la
semana y el mes.» |
Fuente:
Elaboración propia, 2021.
Sistematización
de las percepciones
Figura
5. Puntos medulares en la planeación el tiempo por el estudiantado en tiempos
de la COVID-19
Fuente:
Elaboración propia, 2021.
La figura 5 muestra los puntos principales que
las personas estudiantes universitarias encuestadas consideran medulares para
lograr con éxito el proceso de la planeación del tiempo, durante la COVID-19. Sumado
a esto, las personas participantes resaltan dentro de sus percepciones una
sensación de que el tiempo no alcanza o de que en el día a día, se presentan
demasiadas actividades por realizar. Además, que los buenos resultados dependen
en gran medida de la adecuada planeación del tiempo en el estudio. La capacidad
de planificar el trabajo, utilizar bien la tecnología, la motivación y la
confianza son esenciales.
Los hallazgos finales de la investigación,
sumada al objetivo propuesto y al problema de investigación, desprenden por
parte de los participantes una importante contextualización en relación con la
persona estudiante universitaria para organizar el tiempo en el contexto
educativo en tiempos de la COVID-19.
De la misma forma, la población estudiantil
que forma parte de esta investigación, conjuntamente con los puntos medulares
descritos en la figura 5, evidencian tener claro que la organización es un eje
primordial para la organización de su tiempo, así como un pilar fundamental
para la obtención de sus conocimientos y, a la vez, establecen que el
rendimiento académico depende del tiempo de calidad que se dedica al estudio.
Asimismo, saber planificar las actividades educativas, así como emplear
estrategias de organización, utilizar herramientas de apoyo y considerar
métodos de estudio, son factores que ha criterio del estudiantado encaminan a una
buena planeación del tiempo y, por ende, es importante para alcanzar las metas
académicas establecidas.
De la misma forma, no basta solo la planeación eficientemente del
tiempo consignado para el estudio, sin duda alguna esto no garantiza obtener
resultados favorables. No obstante, según las afirmaciones de las personas
participantes, establecer la forma de cómo organizar el tiempo para las
múltiples responsabilidades del día a día se ha convertido, en ocasiones, en
una intranquilidad angustiosa a causa de la ansiedad y estrés por trabajar
desde un enfoque reactivo en las actividades educativas.
Dentro de los puntos medulares en la planeación del tiempo, establecida
en los hallazgos, está el equilibrar las responsabilidades en el hogar, el
trabajo y el centro de estudio. Asimismo, planificar bien el tiempo para
el estudio, es responsabilidad del estudiante, quien debe ostentar el control
de su proceso de organización y aprendizaje.
Conclusiones
En el marco de la planeación
del tiempo en el contexto de la COVID-19, una de las destrezas más meritorias
que se debe de desarrollar como educando virtual es la gestión efectiva del
tiempo. El tener la capacidad de potenciar la distribuición
del tiempo consiente en la independencia y flexibilidad para el beneficio del
aprendizaje baja la metodología virtual, convirtiéndose en la generación de
educación a distancia virtual.
Por ende, el rol de la
persona estudiante en los métodos de aprendizaje en modalidad virtual con la ayuda
de herramientas TIC, lo asemeja como un individuo autogestor, activo de sus
procesos de enseñanza y aprendizaje con profundo compromiso delante al progreso
de diligencias concernientes con su formación personal, académica y
profesional; con capacidad de mejorar los recursos y el tiempo a su alcance.
El presente trabajo ha
descrito el valor de la planeación del tiempo como variable en el estudiantado universitario de las carreras de Administración y de Ingeniería en Sistemas de
Información de la Universidad
Nacional de Costa Rica, campus Liberia,
considerando que los resultados de esta investigación hacen referencia a que
existe una mala gestión del tiempo y que a consecuencia del confinamiento por
la pandemia de la COVID-19, se presenta un incremento desorganizado del actuar
del joven universitario en su quehacer diario, principalmente por factores
distractores que desencadenan en estrés de no terminar los objetivos y metas
trazadas al inicio de cada ciclo lectivo.
El acomodo a la cuarentena y
todas las medidas de contención impuestas, al lado de la incertidumbre
referente a cuándo se retorna a las actividades cotidianas, probablemente esté causando
un incremento en la carga de trabajos asociada a los estudios bajo la modalidad
virtual, lo cual ha provocado consecuencias mayores en los índices de
organización, estrés e incertidumbre que afectan el rendimiento del proceso de
aprendizaje de cada educando. Asimismo, Riquelme
señala que
la administración del tiempo está constituida con habilidades y/o destrezas
que conllevan a un uso correcto de recursos a favor del beneficio propio y esto
implica al entorno social que lo rodea. Por otro lado, la administración tiene
como rol ejercer un orden debido de actividades y tareas planificadas o
plasmadas en metas y objetivos.[38]
Por otra parte, los
resultados indican que elementos como el estrés académico en los estudiantes de
educación superior, se establecen por una serie de elementos entre los cuales
resaltan las exigencias que inducen los trabajos académicos y el restringido
tiempo para su avance desde lo asincrónico, lo cual se designa como sobrecarga
académica, en donde la excesiva cantidad de horas diarias destinadas a las
clases virtuales o desde la presencialidad remota y las múltiples asignaciones
restringen el tiempo de estudio, así como otras actividades. Se estableció que el
estudiantado se caracteriza por mostrar factores negativos como el estrés
académico, en donde apreciaban que en el contexto universitario coexistían
algunos elementos estresores que les excitaba una sucesión de síntomas
psicológicos, físicos y de comportamiento, sujeto a que tenían delimitadas
estrategias de resistencia.
Es importante reflexionar que
el problema de la organización del tiempo en estudiantes universitarios, podría
haberse agravado debido al confinamiento causado por la pandemia provocada por
la COVID-19, así como la afectación de los problemas económicos y la salud de
estudiantes y sus familiares. Se evidenció que el estudiantado no maneja
elementos como un cronograma de actividades, una lista de cotejo, una técnica
de administración del tiempo, el uso de herramientas digitales o manuales, para
controlar los tiempos. En líneas generales, se destaca la relevancia de educar
al estudiantado en un correcto uso de la gestión del tiempo desde una práctica
educativa bajo la presencialidad remota para evitar el excesivo tiempo, ante
situaciones de adhesión en actividades de entretenimiento de manera que exista
un equilibrio y se logren alcanzar los objetivos propuestos en el estudio.
De acuerdo con ello, el
estudiantado debe mejorar y desarrollar su capacidad para establecer objetivos
a corto plazo, dividiendo las metas más complejas en sub-metas simples,
estableciendo fechas límite de manera realista y secuencial, un plan de trabajo
que le lleve a cumplir con sus tareas y actividades académicas. En esta
perspectiva, la investigación evidenció la necesidad de capacitar al
estudiantado en el uso de herramientas para planificar el tiempo, además de
hacer énfasis en métodos de estudios y estrategias de organización
estableciendo prioridades.
Por otra parte, la planeación
del tiempo toma mayor importancia en situaciones pandémicas en donde la
educación se media desde la virtualidad. Las personas estudiantes encuestadas
expresan un desafio en el seguimiento de diversas
tareas comprendidas en sus cursos porque no terminan a tiempo, o se consumen en
otro tipo de actividades durante el día, sin establecer horarios; sin embargo,
son conscientes de la necesidad de la implementación de buenas prácticas para
una mayor efectividad. De ahí la recomendación de dar continuidad a las
percepciones indicadas en la tabla 1 de los puntos medulares de la figura 5.
Asimismo, la importancia de
una planeación adecuada del tiempo radica en ser más productivos y eficientes, en
tener éxito en los estudios, padecer de menor estrés, mejorar la capacidad de
toma de decisiones, el trabajo en equipo, mejorar la autoconfianza sobre todo
en el accionar educativo superior, que requiere más dedicación en las
actividades académicas. Para Alarcón-Alvial et al. «se establece que la
gestión del tiempo instruccional permite mejorar el clima de aula, el
comportamiento y el rendimiento académico de los estudiantes»[39]. No obstante, el buen uso del tiempo exige planear el
futuro en dos vías: mediato (largo plazo) e inmediato (a mediano y corto plazo).
Es relevante continuar
indagando los efectos de la pandemia provocada por la COVID-19 en el corto y
largo plazo en estudiantado universitario, con la realización de estudios
mixtos que consientan cuantificar la problemática y ahondar cualitativamente en
los elementos que las personas estudiantes se ven afectadas desde su propio
panorama, al considerar que la planificación del tiempo es adaptable a las
necesidades de cada estudiante. Además, para futuros estudios, se recomienda
indagar en factores como el comportamiento y la disciplina del estudiante universitario,
así como el compromiso y acompañamiento por parte del docente.
Formato de citación según APA
Loáiciga-Gutiérrez,
J. L. y Chanto-Espinoza, C. L. (2022). La
planeación del tiempo en el contexto de la COVID-19, por estudiantes de
educación superior del campus Liberia,
Sede Regional Chorotega de la Universidad Nacional de Costa Rica. Revista Espiga, 21(44), 174-201.
Formato de citación según Chicago-Deusto
Loáiciga-Gutiérrez,
Jorge Luis y Chanto-Espinoza, Carlos
Luis. «La planeación del tiempo en el contexto de la COVID-19, por estudiantes
de educación superior del campus Liberia,
Sede Regional Chorotega de la Universidad Nacional de Costa Rica». Revista Espiga 21, n.º 44 (julio-diciembre, 2022): 174-201.
Referencias
Alarcón-Alvial, Miguel A.,
Cristián R. Oyanadel, Pablo J. Castro-Carrasco y Ingrid N. González. «Teorías
subjetivas de profesores sobre gestión del tiempo instruccional y clima de
aula». Revista de Información Tecnólogica 31, n.o 5 (junio-octubre, 2020): 173-84. doi: https://doi.org/10.4067/S0718-07642020000500173
Álvarez Marinelli, Horacio, Elena Arias Ortiz, Andrea Bergamaschi, Ángela López Sánchez, Alessandra Noli, Marcela
Ortiz Guerrero, Marcelo Pérez Alfaro, Sabine Rieble-Aubourg,
María Camila Rivera, Rodolfo Scannone, Madiery Vásquez y Adriana Viteri. La educación en
tiempos del coronavirus: los sistemas educativos de América Latina y el Caribe
ante COVID-19. Nueva York: Banco Interamericano de Desarrollo, 2020. https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/La-educacion-en-tiempos-del-coronavirus-Los-sistemas-educativos-de-America-Latina-y-el-Caribe-ante-COVID-19.pdf
Aquino
Canchari, Christian Renzo y Richard Fredi Ospina Meza. «Medical Students in Times of
COVID-19». Educación Médica Superior 34, n.º 2 (abril-junio,
2020). http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21412020000200001&lng=es&tlng=es
Barrantes Echavarría, Rodrigo. Métodos
de estudio a distancia e investigación: a la búsqueda del conocimiento
científico. San José: EUNED, 2019.
Chanto Espinoza, Carlos y Jorge Loáiciga Gutiérrez. «Educandos Universitarios: Entre la
brecha digital y el aprendizaje en tiempos de COVID-19. El caso de Universidad
Nacional de Costa Rica (UNA), Sede Región Chorotega, Campus Liberia». Revista
Nuevo Humanismo 8, n.o 2
(julio-diciembre, 2020): 95-122. doi: https://doi.org/10.15359/rnh.8-2.5
Chong González, Elizabeth Guadalupe. «Factores
que inciden en el rendimiento académico de los estudiantes de la Universidad
Politécnica del Valle de Toluca». Revista
Latinoamericana de Estudios Educativos (México) XLVII, n.o
1 (2017): 91-108. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=27050422005
Díaz Cabrera, Carlos Zacarías.
«Hábitos de estudio y rendimiento académico de los estudiantes del primer ciclo
académico de la FIME-UNAC 2017». Trabajo Final de Investigación, Universidad
Nacional del Callao, 2019. http://hdl.handle.net/20.500.12952/4429
Durán-Aponte, Emilse y Lydia Pujol. «Manejo del tiempo
académico en jóvenes que inician estudios en la Universidad Simón Bolívar». Revista
Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud 11, n.o 1 (enero-junio, 2013): 93-108. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=77325885022
Garzón Umerenkova,
Angélica y Javier Gil Flores. «Gestión
del tiempo y procrastinación en la educación superior». Universitas Psychologica 16, n.º 3 (noviembre de 2017): 1-13.
https://doi.org/10.11144/javeriana.upsy16-3.gtpe
Garrote Rojas, Daniel, Sara Jiménez-Fernández y Rosa
María Serna Rodríguez. «Gestión del tiempo y uso
de las TIC en estudiantes universitarios». Pixel-Bit.
Revista de Medios y Educación 53, n.o 1 (julio-diciembre, 2018): 109-21. doi: https://doi.org/10.12795/pixelbit.2018.i53.07
Gómez-Hernández, José-Antonio. «La gestión del tiempo como
dimensión de la competencia informacional». Revista Anuario ThinkEPI 7, n.o
1 (julio-diciembre, 2013): 28-36. https://recyt.fecyt.es/index.php/ThinkEPI/article/view/30326
González Velázquez, Lilia. «Estrés
académico en estudiantes universitarios asociado a la pandemia por COVID-19». Revista
Espacio I+D: Innovación más Desarrollo 9, n.o
25, (mayo-agosto, 2020): 159-179. doi: https://doi.org/10.31644/IMASD.25.2020.a10
Huaman Beltran, Olga Ruth. «Hábitos de estudio y rendimiento académico
en estudiantes de la escuela académico profesional de educación primaria de la
universidad nacional del centro del perú». Tesis de
Maestría, Universidad Continental, 2020.
https://hdl.handle.net/20.500.12394/7837
López, Magdalena, Sergio Angel, Sergio Martín,
María Alejandra Coronado, Tatiana Saldaña, Carlos Carvajal, Anthony Álvarez,
Valentino Garabito, Alejandro Rojas, Branda Ruiz, Sandra Martínez, Laura
Posada, Oscar Alarcón, Jorge Díaz, Geraldine Ramos, Luisa Ramos y Laura Galvis.
Tiempo de pandemia: vivencias de estudiantes universitarios durante la
coyuntura epidemiológica en Colombia. Bogotá: Universidad Sergio Arboleda,
2020. Edición en PDF. https://repository.usergioarboleda.edu.co/handle/11232/1373
Lovón
Cueva, Marco Antonio y Sandra Amelia Cisneros Terrones. «Repercusiones de las
clases virtuales en los estudiantes universitarios en el contexto de la
cuarentena por COVID-19: El caso de la PUCP». Revista de Psicología
Educativa Propósitos y Representaciones 8, n.o
3 (setiembre-diciembre, 2020): 1-15. doi: http://dx.doi.org/10.20511/pyr2020.v8nSPE3.588
Luceño
Moreno, Mª Lourdes. «COT-Estudiantes: Cuestionario
para la Organización del Tiempo en estudiantes y creación de un método para
organizarse el tiempo». Madrid: Universidad Complutense de Madrid, 2021. https://eprints.ucm.es/id/eprint/65875/
Mansilla De los Santos,
Alan Mauricio. «Impacto del Covid-19 en los hábitos y costumbres de estudiantes
universitarios durante el tiempo de cuarentena 2020». Revista Científica
Hacedor - AIAPÆC 4, n.o 2 (julio-diciembre, 2020): 1-11. doi: https://doi.org/10.26495/rch.v4i2.1478
Mengual Recuerda, Ana, David Juarez Varón, Alejandro Rodríguez
Villalobos y Francisca Sempere Ripoll. «La gestión del tiempo como habilidad directiva». Revista 3C. Empresa Investigación y Pensamiento
Crítico 1, n.o 7
(julio-setiembre, 2012): 1-25. https://ojs.3ciencias.com/index.php/3c-empresa/article/view/131
Mondragón Albarrán, Carmen Marlene, Daniel Cardoso Jiménez y Salvador
Bobadilla Beltrán, «Hábitos de estudio y rendimiento académico.
Caso estudiantes de la licenciatura en Administración de la Unidad Académica
Profesional Tejupilco, 2016». RIDE Revista
Iberoamericana para la Investigación y el Desarrollo Educativo 8, n.º 15
(julio-diciembre, 2017): 661-685. https://doi.org/10.23913/ride.v8i15.315
Monroy Riva, Paola María Cristina. «Estrés académico y manejo de tiempo
en estudiantes universitarios de Lima, Perú». Tesis de Licenciatura, Pontificia
Universidad Católica del Perú, 2017. http://hdl.handle.net/20.500.12404/9938
Padua
Rodríguez, Linda Marina. «Factores individuales y familiares asociados al bajo
rendimiento académico en estudiantes universitarios». Revista Mexicana de Investigación Educativa RMIE
24, n.º 80 (enero-marzo, 2019): 173-195. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-66662019000100173&lng=es&tlng=es
Programa Estado de la Nación. (2021). Octavo Informe Estado de la
Educación. Consejo Nacional de Rectores. https://estadonacion.or.cr/wp-content/uploads/2021/09/Educacion_WEB.pdf
Peralta, Jorge Bernal, Daniela González Erber
y Cristián Sandoval Yáñez. «La carga académica de estudiantes de una Facultad
de Administración y Economía (Chile). Un aporte a la gestión de docencia
universitaria». Iberoamerican Business Journal 4, n.º 2 (agosto-enero, 2021): 93-112.
https://doi.org/10.22451/5817.ibj2021.vol4.2.11046
Pérez Abreu, Manuel Ramón, Jairo Jesús Gómez Tejeda, Odalis Tamayo
Velázquez, Aida Elizabeth Iparraguirre Tamayo y Eliana Deyanis
Besteiro Arjona. «Alteraciones psicológicas
en estudiantes de medicina durante la pesquisa activa de la COVID-19». Revista
Medisan 24, n.o 4 (julio-agosto, 2020): 537-548. http://medisan.sld.cu/index.php/san/article/view/3159
Programa Estado de la Nación. Octavo
Estado de la Educación 2021. San José: CONARE-PEN, 2021.
https://estadonacion.or.cr/wp-content/uploads/2021/09/Educacion_WEB.pdf
Riquelme, Martias.
«Administración del Tiempo (definición e importancia)». Web y Empresas. Acceso: 11 de agosto de 2021. https://www.webyempresas.com/administracion-del-tiempo
Sánchez Carlessi,
Héctor Hugo, Luis Alberto Yarlequé Chocas, Leda
Javier Alva, Edith Rocío Nuñez LLacuachaqui, Carlos
Arenas Iparraguirre, María Luisa Matalinares Calvet,
Eduardo Gutiérrez Santayana, Irma Egoavil Medina, Jorge Solis Quispe y Ceyda Fernandez Figueroa. «Indicadores de ansiedad,
depresión, somatización y evitación experiencial en estudiantes universitarios
del Perú en cuarentena por Covid-19». Revista
de la Facultad de Medicina Humana, 21,
n.o 2 (abril-junio, 2021): 346-353. doi: https://dx.doi.org/10.25176/rfmh.v21i1.3179
SODEXO. «¿Qué es la gestión del tiempo y por qué es importante?». Acceso:
28 de agosto de 2021. https://www.sodexo.es/blog/gestion-tiempo/
Soriano Valtierra, Danae. «Hábitos de estudio
en tiempo de COVID-19». Gaceta Iztacala. Acceso: 24 de junio de 2020. https://fenix.iztacala.unam.mx/?p=28576
UNESCO. «Interrupción y respuesta educativa». Acceso: 31 de
julio de 2021. https://es.unesco.org/COVID19/educationresponse
Veramendi Villavicencios, Nancy Guillermina, Ewer Portocarero Merino y Francisco
Elí Espinoza Ramos. «Estilos de vida y
calidad de vida en estudiantes universitarios en tiempo de Covid-19». Revista Universidad y Sociedad 12, n.o 6 (julio-diciembre, 2020): 246-251. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2218-36202020000600246
Wege, Natalia, Jian Li, Thomas Muth, Peter Angerer y Johannes Siegrist. «Student ERI: Psychometric
Properties of a New Brief Measure of Effort-Reward Imbalance Among University
Students». Journal of Psychosomatic Research 94, (enero-marzo, 2017): 64-67. https://doi.org/10.1016/j.jpsychores.2017.01.008
Zambrano, Carolina, Ingrid Bravo,
Jorge Maluenda-Albornoz y Valeria A. Infante-Villagrán. «Planificación y uso del tiempo académico asincrónico
de estudiantes universitarios en condiciones de pandemia». Formación universitaria 14, n.o 4 (enero-julio, 2021): 113-122. doi: https://dx.doi.org/10.4067/S0718-50062021000400113
[1] Danae Soriano
Valtierra, «Hábitos de estudio en tiempo de COVID-19», Gaceta Iztacala,
acceso: 15 de noviembre de 2021, https://fenix.iztacala.unam.mx/?p=28576
[2] Manuel Ramón Pérez Abreu, Jairo Jesús Gómez
Tejeda, Odalis Tamayo Velázquez, Aida Elizabeth Iparraguirre Tamayo y Eliana
Deyanis Besteiro Arjona, «Alteraciones psicológicas en estudiantes de medicina
durante la pesquisa activa de la COVID-19», Revista Medisan 24,
n.o 4 (julio-agosto, 2020): 537-548,
http://medisan.sld.cu/index.php/san/article/view/3159
[3] «Interrupción y
respuesta educativa», UNESCO, acceso: 31 de julio de 2021, https://es.unesco.org/COVID19/educationresponse
[4] Programa Estado de
la Nación, Octavo Informe Estado de la Educación (San José: CONARE-PEN, 2021),
https://estadonacion.or.cr/wp-content/uploads/2021/09/Educacion_WEB.pdf
[6] Carlos Chanto Espinoza y Jorge Loáiciga
Gutiérrez, «Educandos universitarios: Entre la brecha digital y el aprendizaje
en tiempos de COVID-19. El caso de Universidad Nacional de Costa Rica (UNA),
Sede Región Chorotega, Campus Liberia», Revista Nuevo Humanismo 8,
n.o 2 (julio-diciembre, 2020): 115, doi:
https://doi.org/10.15359/rnh.8-2.5
[7] Marco Antonio Lovón Cueva y Sandra Amelia
Cisneros Terrones, «Repercusiones de las clases virtuales en los estudiantes
universitarios en el contexto de la cuarentena por COVID-19: El caso de la
PUCP», Revista de Psicología Educativa 8, n.o 3
(setiembre-diciembre, 2020): 12, doi:
http://dx.doi.org/10.20511/pyr2020.v8nSPE3.588
[8] Ibíd.
[9] Alan Mauricio Mansilla De los Santos,
«Impacto del Covid-19 en los hábitos y costumbres de estudiantes universitarios
durante el tiempo de cuarentena 2020», Revista Científica Hacedor - AIAPÆC
4, n.o 2 (julio-diciembre, 2020): 9, doi: https://doi.org/10.26495/rch.v4i2.1478
[10] Magdalena López, Sergio Angel,
Sergio Martín, María Alejandra Coronado, Tatiana Saldaña, Carlos Carvajal,
Anthony Álvarez, Valentino Garabito, Alejandro Rojas, Branda Ruiz, Sandra
Martínez, Laura Posada, Oscar Alarcón, Jorge Díaz, Geraldine Ramos, Luisa Ramos
y Laura Galvis, Tiempo de pandemia: vivencias de estudiantes universitarios
durante la coyuntura epidemiológica en Colombia (Bogotá: Universidad Sergio
Arboleda, 2020), edición en PDF,
https://repository.usergioarboleda.edu.co/handle/11232/1373
[11] Miguel A. Alarcón-Alvial, Cristián R. Oyanadel, Pablo J.
Castro-Carrasco y Ingrid N. González, «Teorías subjetivas de profesores sobre
gestión del tiempo instruccional y clima de aula», Revista de Información
Tecnológica 31, n.o 5 (junio-octubre, 2020): 174, doi:
https://doi.org/10.4067/S0718-07642020000500173
[12] Carlos Zacarias Diaz Cabrera, «Hábitos de
estudio y rendimiento académico de los estudiantes del primer ciclo académico
de la FIME-UNAC 2017» (Trabajo Final de Investigación, Universidad Nacional del
Callao, 2019), http://hdl.handle.net/20.500.12952/4429
[13] Olga Ruth Huaman Beltran, «Hábitos de
estudio y rendimiento académico en estudiantes de la escuela académico
profesional de educación primaria de la universidad nacional del centro del
Perú» (tesis de Maestría, Universidad Continental, 2020),
https://hdl.handle.net/20.500.12394/7837
[14] Nancy Guillermina Veramendi Villavicencios,
Ewer Portocarero Merino y Francisco Elí Espinoza Ramos, «Estilos de vida y
calidad de vida en estudiantes universitarios en tiempo de Covid-19», Revista
Universidad y Sociedad 12, n.o 6 (julio-diciembre, 2020):
247,
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2218-36202020000600246
[15] Angélica Garzón Umerenkova y Javier Gil
Flores, «Gestión del tiempo y procrastinación en la educación superior», Universitas
Psychologica 16, n.o 3 (noviembre, 2017), 3, doi:
https://doi.org/10.11144/javeriana.upsy16-3.gtpe
[16] Linda Marina Padua Rodríguez, «Factores
individuales y familiares asociados al bajo rendimiento académico en
estudiantes universitarios», Revista Mexicana de Investigación Educativa
RMIE 24, n.º 80 (enero-marzo, 2019): 176,
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-66662019000100173&lng=es&tlng=es
[17] Horario Álvarez Marinelli, Elena Arias
Ortiz, Andrea Bergamaschi, Ángela López Sánchez, Alessandra Noli, Marcela Ortiz
Guerrero, Marcelo Pérez Alfaro, Sabine Rieble-Aubourg, María Camila Rivera,
Rodolfo Scannone, Madiery Vásquez y Adriana Viteri, La educación en tiempos
del coronavirus: los sistemas educativos de América Latina y el Caribe ante
COVID-19 (Nueva York: Banco Interamericano de Desarrollo, 2020),
https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/La-educacion-en-tiempos-del-coronavirus-Los-sistemas-educativos-de-America-Latina-y-el-Caribe-ante-COVID-19.pdf
[18] Christian Renzo Aquino Canchari y
Richard Fredi Ospina Meza, «Medical Students in Times of COVID-19», Educación Médica Superior 34, n.º 2 (abril-junio,
2020): 1,
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21412020000200001&lng=es&tlng=es
[19] Carmen Marlene Mondragón Albarrán, Daniel
Cardoso Jiménez y Salvador Bobadilla Beltrán, «Hábitos de estudio y rendimiento académico. Caso
estudiantes de la licenciatura en Administración de la Unidad Académica
Profesional Tejupilco, 2016», RIDE Revista Iberoamericana para la
Investigación y el Desarrollo Educativo 8, n.º 15 (julio-diciembre, 2017): 667.
https://doi.org/10.23913/ride.v8i15.315
[20] Emilse Durán-Aponte y Lydia Pujol, «Manejo
del tiempo académico en jóvenes que inician estudios en la Universidad Simón
Bolívar». Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud 11,
n.º 1 (enero-junio, 2013): 105,
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=77325885022
[21] Héctor Hugo Sánchez Carlessi, Luis Alberto
Yarlequé Chocas, Leda Javier Alva, Edith Rocío Núñez LLacuachaqui, Carlos
Arenas Iparraguirre, María Luisa Matalinares Calvet, Eduardo Gutiérrez
Santayana, Irma Egoavil Medina, Jorge Solís Quispe y Ceyda Fernández Figueroa,
«Indicadores de ansiedad, depresión, somatización y evitación experiencial en
estudiantes universitarios del Perú en cuarentena por Covid-19», Revista de
la Facultad de Medicina Humana 21, n.o 2, (abril-junio,
2021): 352. doi: https://dx.doi.org/10.25176/rfmh.v21i1.3179
[22] Emilse Durán-Aponte y Lydia Pujol, «Manejo
del tiempo académico en jóvenes que inician estudios en la Universidad Simón Bolívar»,
95.
[23] Emilse Durán-Aponte y Lydia Pujol, «Manejo
del tiempo…», 101.
[24] Jorge Bernal Peralta, Daniela González Erber
y Cristián Sandoval Yáñez, «La carga académica de estudiantes de una Facultad
de Administración y Economía (Chile). Un aporte a la gestión de docencia
universitaria», Iberoamerican Business Journal 4, n.º 2
(agosto-enero, 2021): 108. https://doi.org/10.22451/5817.ibj2021.vol4.2.11046
[25] José-Antonio Gómez-Hernández, «La gestión
del tiempo como dimensión de la competencia informacional», Revista Anuario
ThinkEPI 7, n.º 1 (julio-diciembre 2013): 28,
https://recyt.fecyt.es/index.php/ThinkEPI/article/view/30326
[26] Elizabeth Guadalupe Chong González,
«Factores que inciden en el rendimiento académico de los estudiantes de la
Universidad Politécnica del Valle de Toluca», Revista Latinoamericana de
Estudios Educativos (México) XLVII, n.o 1 (2017): 91-108,
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=27050422005
[27] Paola María Cristina Monroy Riva, «Estrés
académico y manejo de tiempo en estudiantes universitarios de Lima, Perú» (tesis
de Licenciatura, Pontificia Universidad Católica del Perú, 2017),
http://hdl.handle.net/20.500.12404/9938
[28] Gómez-Hernández, «La gestión del tiempo…»,
29.
[29] Ana Mengual Recuerda, David Juárez Varón,
Alejandro Rodríguez Villalobos y Francisca Sempere Ripoll, «La gestión del
tiempo como habilidad directiva», Revista 3C Empresa Investigación y
Pensamiento Crítico 1, n.º 7 (julio-setiembre, 2012): 4,
https://ojs.3ciencias.com/index.php/3c-empresa/article/view/131
[30] Natalia Wege, Jian
Li, Thomas Muth, Peter Angerer y Johannes Siegrist, «Student ERI: Psychometric
Properties of a New Brief Measure of Effort-Reward Imbalance Among University
Students», Journal of Psychosomatic Research 94, (enero-marzo,
2017): 2. https://doi.org/10.1016/j.jpsychores.2017.01.008
[31] «¿Qué es la gestión del tiempo y por qué es
importante?», SODEXO, acceso: 28 de agosto de 2021,
https://www.sodexo.es/blog/gestion-tiempo/
[32] Mª Lourdes Luceño Moreno, «COT-Estudiantes:
Cuestionario para la Organización del Tiempo en estudiantes y creación de un
método para organizarse el tiempo», (Madrid: Universidad Complutense de Madrid,
2021), https://eprints.ucm.es/id/eprint/65875/
[33] Daniel Garrote Rojas, Sara Jiménez-Fernández
y Rosa María Serna Rodríguez, «Gestión del tiempo y uso de las TIC en estudiantes
universitarios», Pixel-Bit. Revista de Medios y Educación 53, n.º
1 (julio-diciembre, 2018): 111, doi:
https://doi.org/10.12795/pixelbit.2018.i53.07
[34] Carolina Zambrano, Ingrid Bravo, Jorge
Maluenda-Albornoz y Valeria A. Infante-Villagrán, «Planificación y uso del
tiempo académico asincrónico de estudiantes universitarios en condiciones de
pandemia», Formación universitaria 14, n.o 4, (enero-julio,
2021): 114. doi: https://dx.doi.org/10.4067/S0718-50062021000400113
[35] Angélica Garzón Umerenkova y Javier Gil
Flores, «Gestión del tiempo…», 3.
[36] Lilia González Velázquez, «Estrés académico
en estudiantes universitarios asociado a la pandemia por COVID-19», Revista
Espacio I+D: Innovación más Desarrollo 9, n.º 25 (mayo-agosto, 2020):
167, doi: https://doi.org/10.31644/IMASD.25.2020.a10
[37] Rodrigo Barrantes Echavarría, Métodos de
estudio a distancia e investigación: a la búsqueda del conocimiento científico
(San José: EUNED, 2019), 167.
[38] Martias Riquelme, «Administración del Tiempo
(definición e importancia)», Web y Empresas, acceso: 11 de agosto de 2021,
https://www.webyempresas.com/administracion-del-tiempo
[39] Miguel A. Alarcón-Alvial, Cristián R.
Oyanadel, Pablo J. Castro-Carrasco y Ingrid N. González, «Teorías subjetivas de…»,
183.