Vol. 20, N.º 42: 169-187, julio - diciembre 2021

 

Uso del tiempo de las mujeres rurales jefas de hogar en Costa Rica

 

Ángel Jesús Porras-Solís *

https://orcid.org/0000-0002-9394-1912

 

 

Recibido: 19 de mayo de 2021

Aceptado: 13 de agosto de 2021

 

 

Resumen

En Costa Rica, más de una tercera parte de los hogares rurales tienen una mujer como jefa de hogar; la mayoría de ellas se debe incorporar al mercado laboral, con limitados niveles de escolaridad, empleos poco calificados y de baja remuneración, para dar sostén económico a su hogar. Aunque hoy se reconoce una mayor participación de las mujeres en las actividades económicas del medio rural, los datos de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (2017) muestran que, por un amplio margen, siguen soportando la mayor carga de trabajo doméstico no remunerado. Justamente, el objetivo de este artículo es dar a conocer, mediante datos concretos, la realidad de las mujeres rurales jefas de hogar en cuanto a la forma en que distribuyen su tiempo en actividades de trabajo remunerado y no remunerado, así como cuantificar su posición respecto de los hombres rurales jefes de hogar.

 

Palabras clave

Género, mujeres rurales, mujeres jefas de hogar, trabajo doméstico no remunerado.

 

 

 

* Licenciado en Economía por la Universidad Nacional (UNA), de Costa Rica. Máster en Técnicas Estadísticas por la Universidad de Santiago Compostela, de España. Académico e investigador en la Sede Regional Brunca de la UNA. Es tutor en la Cátedra de Estadística de la Escuela de Administración de la Universidad Estatal a Distancia, de Costa Rica. Correo: angel.porras.solis@una.ac.cr


 

Introducción

 

Muchos de los estudios realizados en América Latina indican que, en el contexto de los nuevos espacios rurales, se han venido generando nuevas alternativas para las mujeres, reflejado a través de mejores opciones de inserción al mercado laboral y el acceso a la educación, en especial para las mujeres jefas de hogar. De igual forma, se evidencia un aumento en el porcentaje de mujeres jefas de hogar, como resultado de una diversidad de factores económicos y culturales que van desde las dificultades de los hombres para obtener mayores ingresos y mantenerse como proveedores únicos, el aumento en la escolaridad de las mujeres y su participación laboral, hasta la ruptura de uniones conyugales no satisfactorias o violentas[1].

No obstante, como señalan Sandoval y González[2], las mujeres todavía siguen concentrando las actividades domésticas del hogar, al encargarse de la mayoría de las tareas de «reproducción» social, de las labores de cuidado infantil y de enfermos, así como del mantenimiento del hogar, lo cual es invisibilizado en las estadísticas oficiales por considerarse que no genera valor al no producir bienes y servicios que puedan transarse en el mercado. Las cifras disponibles sobre la situación laboral de las mujeres en el área rural muestran que las brechas de género de la participación y la tasa de ocupación son mucho más acentuadas que en las zonas urbanas, lo cual tiene su explicación en las mayores dificultades que tienen las mujeres rurales para conseguir un empleo respecto de los hombres, así como a la invisibilidad de las trabajadoras rurales que cumplen actividades familiares no remuneradas o productoras para el autoconsumo, no son captadas como ocupadas en las encuestas[3].

En este contexto, los datos sobre uso del tiempo se constituye en una importante herramienta para comprender el modo en que la participación de la mujer en la fuerza laboral remunerada conduce al crecimiento de la actividad del mercado para reemplazar actividades no remuneradas del hogar o, alternativamente, la forma en que la transmisión de servicios de atención de las instancias públicas a la comunidad significa un aumento de la actividad no remunerada a cargo de trabajadores «invisibles»[4].

En el caso particular de Costa Rica, los resultados de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2017 (ENUT 2017) muestran que las brechas de género en el uso del tiempo entre hombres y mujeres siguen estando mediadas por la cantidad de tiempo empleado en la realización del trabajo doméstico no remunerado, donde son las mujeres quienes continúan asumiendo la mayor parte de estas tareas. Por su parte, las cargas globales diferenciadas por sexo, también reflejan realidades muy diferentes para mujeres y hombres en el mercado de trabajo, los hombres tienen una menor carga de trabajo doméstico no remunerado y cuentan con mayores oportunidades para incorporarse y mantenerse en el mercado laboral, capacitarse y lograr mejores condiciones laborales.

Por lo tanto, tomando en cuenta las anteriores consideraciones y utilizando como fuente de información la ENUT 2017, el principal objetivo del presente artículo es conocer y cuantificar la forma en que este grupo de mujeres rurales jefas de hogar distribuye su tiempo entre trabajar con el fin de generar ingresos para dar sostén económico a sus familias, llevar a cabo labores de trabajo doméstico no remunerado, estudiar y otras actividades, incluyendo las relacionadas con su tiempo libre. Lo anterior se complementa con la descripción de sus principales características sociodemográficas, así como un análisis comparativo con respecto de los hombres rurales en su misma condición de jefes de hogar, en términos del tiempo dedicado a las actividades de no trabajo y de trabajo, así como la carga global de trabajo. Es importante considerar que los datos utilizados son previos al inicio de la pandemia y que, en definitiva, el uso del tiempo se ha modificado a raíz de este fenómeno.

 

Desarrollo. Características sociodemográficas de las mujeres rurales jefas de hogar en Costa Rica

 

En el presente apartado se describen las principales características sociodemográficas de las mujeres rurales jefas de hogar en Costa Rica a luz de los resultados de la ENUT 2017. Dicha encuesta considera tamaño muestral total efectivo de 1473 jefes de hogar rurales, donde la muestra de mujeres jefas de hogar considerada para el presente trabajo es de 537 (36,5 %), que corresponde a una población total estimada de 168 950 mujeres, una vez aplicado el respectivo factor de expansión.

Como se detalla en el cuadro 1, cerca del 60 % de las mujeres rurales tiene entre 20 y 55 años de edad, menos del 2 % tiene 19 años o menos y un 36,69 % tiene 55 años o más. Por su parte, cerca del 45 % se encuentra separada o soltera. El porcentaje de mujeres en unión libre o casada representan 32,9 %. Asimismo, se puede destacar un importante porcentaje de mujeres viudas y divorciadas, que en forma conjunta suman casi un 22 % del total.

 

Cuadro 1. Costa Rica: Mujeres rurales jefas de hogar. Principales características sociodemográficas

 

Grupo de edad

Cantidad

Porcentaje

19 años o menos

1913

1,13

De 20 a 35 años

48 404

28,65

De 36 a 54 años

56 652

33,53

De 55 y más años

61 981

36,69

 

 

 

Estado conyugal

 

 

En unión libre o juntada

29 481

17,45

Casada

26 096

15,45

Divorciada

13 534

8,01

Separada

39 633

23,46

Viuda

23 451

13,88

Soltera

36 755

21,75

 

 

 

Nivel de instrucción

 

 

Primaria incompleta y menos

46 511

27,53

Primaria completa y secundaria incompleta

92 623

54,82

Secundaria completa

12 719

7,53

Superior

17 097

10,12

 

Fuente: INEC, Costa Rica. Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, 2017.

 

En cuanto al nivel de instrucción, el 82,35 % de las mujeres rurales jefas de hogar cuenta con primaria y secundaria incompleta. Solamente el 7,53 % tiene secundaria completa y el 10,12 % cuenta con algún grado de educación superior. Un aspecto por destacar es que el 93,59 % de estas mujeres, al momento de la encuesta, no asiste a ningún tipo de institución educativa y, de las que sí asiste, lo hace a principalmente a educación no regular, universidad o educación abierta.

 

Cuadro 2. Costa Rica: Mujeres rurales jefas de hogar. Asistencia a educación formal

 

Asistencia

Cantidad

Porcentaje

No asiste

158 122

93,59

Escuela

860

0,51

Colegio

1285

0,76

Parauniversitaria

563

0,33

Universidad

2593

1,53

Educación abierta en institutos para presentar exámenes del MEP

2474

1,46

Educación no regular

3053

1,81

Total

168 950

100

 

Fuente: INEC, Costa Rica. Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, 2017.

 

Las que indican no asistir a algún tipo de instrucción, no lo hacen por alguna condición de embarazo o matrimonio, tienen que llevar alguna labor de cuido de personas, deben trabajar o se les dificulta el estudio. Por su parte, otras manifiestan que no asisten por no tener la posibilidad de pagar los estudios, tener que ayudar a oficios domésticos o les falta ganar alguna prueba o examen para continuar.

 

Cuadro 3. Costa Rica: Mujeres rurales jefas de hogar. Motivos por las que no asisten a educación formal

 

Motivo

Cantidad

Porcentaje

Tiene que trabajar

1979

20,51

Tiene que cuidar niños(as), personas adultas mayores u otras personas

2010

20,83

Tiene que ayudar en oficios domésticos

572

5,93

No puede pagar los estudios

663

6,87

Problemas de acceso al sistema escolar

176

1,82

Le cuesta el estudio

1445

14,97

No está interesado(a) en el aprendizaje formal

186

1,93

Embarazo o matrimonio

2278

23,60

Falta ganar prueba del MEP/ exámenes de admisión

342

3,54

Total

9651

100

 

Fuente: INEC, Costa Rica. Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, 2017.

 

Sin duda, estos bajos niveles de escolaridad e imposibilidad de continuar estudios redundan en empleos poco calificados y de bajas remuneraciones. Efectivamente, si se examinan las condiciones laborales, casi el 80 % tienen ocupaciones poco calificadas.

 

Cuadro 4. Costa Rica: Mujeres rurales jefas de hogar. Ocupación y posición en el empleo principal

 

Ocupación

Cantidad

Porcentaje

Profesionales científicos e intelectuales

4584

5,10

Técnicas y profesionales de nivel medio

2085

2,32

Personal de apoyo administrativo

1246

1,39

Trabajadoras de los servicios y vendedoras de comercios y mercados

35 494

39,52

Agricultoras y trabajadoras calificadas agropecuarios, forestales y pesqueros

5797

6,46

Oficiales, operarias y artesanas de artes mecánicas y de otros oficios

2749

3,06

Operadoras de instalaciones y máquinas y ensambladores

2713

3,02

Ocupaciones elementales

35 136

39,13

Total

89 804

100

Posición

 

 

Un negocio o actividad propia

32 485

36,17

Como empleada o empleado de una persona/empresa o institución

34 920

38,88

Como empleada o empleado de casas particulares

20 666

23,01

Como ayuda a una persona familiar o conocido que tiene un negocio o actividad propia

1210

1,35

Como ayuda a una persona o familiar conocido que trabaja para un patrón o empresa

523

0,58

Total

89 804

100

 

Fuente: INEC, Costa Rica. Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, 2017.

 

En cuanto a la posición en el empleo, el 36,17 % lleva a cabo su actividad laboral en un negocio o actividad propia, un 38,88 % como empleada de una persona, empresa o institución. Por su parte, un 23,01 % trabaja como empleada de casas particulares. De las que reportan un ingreso salarial monetario en el empleo principal, en promedio reciben mensualmente 199 226,54. No obstante, es importante indicar que el 50 % recibe un salario inferior a 120 000 por mes y solamente el 25 % supera los 259 800 mensuales. Si se toman en consideración los ingresos percibidos a través de un empleo secundario, solamente un 5,55% lo reporta, con un promedio de ingreso equivalente a 30 240,31 mensuales. Por otra parte, respecto a los ingresos percibidos por concepto de transferencias (jubilaciones, pensiones alimenticias o subsidios estatales o dinero de otras personas), en promedio reciben 142 627,77 por mes, donde cerca del 65 % percibe un monto inferior a 100 000 mensuales. Un aspecto por destacar es que el 71,11 % de estas mujeres debe sostener económicamente su hogar a través de los ingresos en mención.

 

Uso del tiempo según tipo de actividad 

 

En el presente apartado se analiza el uso del tiempo de las mujeres rurales jefas de hogar a través de la tasa de participación y el tiempo efectivo dedicado según el tipo de actividad. Siguiendo la metodología del INEC[5], las actividades se agrupan en dos categorías: actividades de trabajo y no trabajo. Las actividades de trabajo comprenden las relacionadas con el trabajo doméstico no remunerado, trabajo de autoconsumo, trabajo de apoyo a otros hogares y a la comunidad, así como el trabajo remunerado. Por su parte, las actividades de no trabajo considera aquellas de formación, tiempo libre y necesidades personales.

 

Actividades de trabajo

 

Al estudiar las actividades que conforman el trabajo doméstico no remunerado, en el cuadro 5 se observa que las cuatro actividades en las cuales las mujeres tienen mayor participación se relacionan con la limpieza y mantenimiento de la vivienda, la preparación y el servicio de alimentos y bebidas, la limpieza y el cuidado de la ropa y calzado. Le siguen otras actividades como la gerencia y administración del hogar, las compras del hogar y el cuidado de niños y niñas menores de 12 años.

En cuanto al tiempo efectivo promedio[6] que dedican a estas a actividades de trabajo doméstico no remunerado, las que más horas registran son el cuido de menores y de otros miembros de la familia. A estas actividades de cuido, le siguen la preparación y servicio de alimentos y bebidas, así como la limpieza y mantenimiento de la vivienda. El promedio de tiempo dedicado al trabajo doméstico no remunerado es cercano a las 43 horas.

En relación con el trabajo de autoconsumo y trabajo no remunerado de apoyo a otros hogares y a la comunidad, las cifras correspondientes a la tasa de participación y al promedio de horas dedicadas a la semana son relativamente bajas. Entre las actividades de autoconsumo que se pueden destacar, está la crianza de animales, cultivos de huerto, productos de conserva y elaboración de prendas. Las actividades de trabajo no remunerado de apoyo a otros hogares y a la comunidad hacen referencia a la participación voluntaria en obras o actividades de la comunidad, incluyendo las religiosas.

 

Cuadro 5. Costa Rica: Mujeres rurales jefas de hogar. Actividades de trabajo. Tasa de participación y tiempo efectivo promedio

 

Actividades de trabajo

Tasa de participación

Tiempo efectivo promedio

 

 

 

Trabajo doméstico no remunerado

99,79

42:38

Preparación y servicio de alimentos y bebidas

97,05

16:47

Limpieza y mantenimiento de la vivienda

97,95

11:44

Construcción, mantenimiento y reparaciones menores de la casa y vehículo

14,67

1:22

Limpieza, cuidado y confecciones de ropa y calzado

93,72

5:22

Compras del hogar

57,54

2:29

Gerencia y administración del hogar

60,40

1:59

Cuidado de niños y niñas menores de 12 años

41,42

35:44

Cuidado y apoyo a otros miembros del hogar de 12 años y más (que no sean totalmente dependiente)

17,43

16:47

Cuidado de personas integrantes del hogar totalmente dependientes

3,21

14:02

Trabajo de autoconsumo

40,01

4:41

Trabajo no remunerado de apoyo a otros hogares y a la comunidad

28,66

5:14

Trabajo remunerado

54,91

33:55

Trabajo en ocupación principal

51,94

31:20

Trabajo ocupación secundaria

5,50

10:31

Trasladarse a ocupación principal

40,37

3:32

Trasladarse a ocupación secundaria

4,80

1:29

 

Fuente: INEC, Costa Rica. Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, 2017.

 

La tasa de participación[7] del trabajo remunerado indica que el 54,91 % está incorporada en el mercado de trabajo, con una dedicación promedio de tiempo aproximada a 34 horas, de las cuales, en su mayoría, corresponde a su ocupación principal. También es importante señalar, que el 40,37 % se debe desplazar desde su hogar al lugar de trabajo, dedicando un poco más de tres horas.

 

Actividades de no trabajo

 

En relación con las actividades de no trabajo, solamente un 5,28 % de las mujeres rurales jefas de hogar dedican tiempo a actividades de formación, con una dedicación promedio de 17:28 horas semanales. Básicamente, se trata del tiempo utilizado para trasladarse y asistir a clases, así como para estudiar y hacer tareas.  En cuanto al uso del tiempo para necesidades personales, en promedio dedican 72:07 horas, de las cuales, en su mayoría, están destinadas a dormir, comer y ciertos cuidados de índoles personales. Por otra parte, la participación en cursos a través de internet o distancia, no llega al 1 %.

En lo que corresponde al tiempo libre, prácticamente todas realizan algún tipo de actividad, con un promedio cercano a las 30 horas semanales. El detalle de los datos y respectivo análisis de las actividades de tiempo libre se presenta en el siguiente apartado.

 

Cuadro 6. Costa Rica: Mujeres rurales jefas de hogar. Actividades de no trabajo. Tasa de participación y tiempo efectivo promedio

 

Actividades de no trabajo

Tasa de participación

Tiempo efectivo promedio

Actividades de formación

5,28

17:17

Asistir a clases

2,72

14:19

Curso presencial

1,52

4:38

Curso internet o distancia

0,88

8:18

Estudiar, hacer tareas, otras

3,50

6:14

Horas beca, estudiante u otras

0,14

12:00

Traslado a actividades educativas

4,41

3:15

 

 

 

Necesidades personales

100,00

72:18

Dormir

100,00

56:04

Comer

100,00

7:43

Necesidades y cuidados personales

100,00

7:04

Asistir a cuidado de cabello, uñas, otros

9,65

1:10

Consulta médica o autoexámenes

16,74

3:22

Recibió terapias, rehabilitación

0,43

4:09

Recuperación de malestar o enfermedad

12,43

6:13

 

 

 

Tiempo libre

99,92

29:34

 

Fuente: INEC, Costa Rica. Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, 2017.

 

Actividades de tiempo libre

 

De acuerdo con el INEC[8], las actividades de tiempo libre hacen referencia a compartir actividades con los demás miembros de su hogar, tales como: ver televisión, escuchar música, jugar ajedrez, visitar parques, museos, asistir a cumpleaños, fiestas patronales, bautizos, conversar o enviar mensajes por teléfono y otras. En específico, esta categoría abarca cinco actividades: medios masivos de comunicación, convivencia familiar, social y participación ciudadana, participación en juegos, aficiones y visita a lugares de entretenimiento, práctica de deportes y ejercicio físico y ocio pasivo. Como se observa en el cuadro 7, las mujeres rurales jefas de hogar en su mayoría dedican una gran parte de su tiempo libre a ver televisión y utilizar su teléfono celular.

Casi un 95 % de las mujeres participa en actividades de convivencia familiar, social y participación ciudadana, principalmente, conversar cara a cara con personas de su propio hogar, visitar o atender personas o asistir a fiestas, bautizos, funerales u otras, así como participar en actividades religiosas o espirituales. Por su parte, la participación y tiempo dedicado a celebraciones comunales o asistencia a celebraciones cívicas o políticas resulta muy baja. Algo similar ocurre con la participación en juegos, aficiones y visita a lugares de entretenimiento, solamente un 10,76 % dedica tiempo a actividades artísticas, de colección, juegos, cursos libres o visitar lugares de entretenimiento. Solamente una quinta parte dedica tiempo a la práctica de deportes y ejercicio físico, con un promedio cercano a las tres horas. En relación con el ocio pasivo, que trata de si la persona está acostada, sentada, pensando o reflexionando sin hacer ninguna otra actividad, un 66,18 % dedica algún tiempo a estas actividades con un promedio de tiempo de casi siete horas.

 

Cuadro 7. Costa Rica: Mujeres rurales jefas de hogar. Actividades de tiempo libre. Tasa de participación y tiempo efectivo promedio

 

Actividades de tiempo libre

Tasa de participación

Tiempo efectivo promedio

 

Uso de medios masivos de comunicación

95,55

15:02

Ver programas de TV, videos, series y otros

88,84

10:54

Escuchar música, noticias u otros

19,91

6:16

Revisar redes sociales, correo, hablar por teléfono, chatear

64,65

4:17

Consultar información por internet, leyó libro u otro material digital

8,91

1:58

Leer impresos

15,54

3:11

 

 

 

Convivencia familiar, social y participación ciudadana

94,17

9:44

Conversar cara a cara personas hogar

66,22

4:52

Visitar o atender personas o asistió a fiestas, bautizos, funerales u otras

49,87

6:30

Participar en actividades religiosas o espirituales

70,94

3:42

Participar celebraciones comunales

2,49

2:53

Asistir celebraciones cívicas o políticas

0,07

3:00

 

 

 

Participación en juegos, aficiones y visita a lugares de entretenimiento

10,76

7:07

Realizar actividades artísticas (no por trabajo o estudio)

1,17

12:59

Coleccionar objetos u otros

0,74

3:30

Jugar, hacer rompecabezas u otros

3,20

5:48

Llevar cursos por afición

1,46

15:03

Visitar lugares de entretenimiento

5,03

3:38

 

 

 

Práctica de deportes y ejercicio físico

20,44

3:12

 

 

 

Ocio pasivo

66,18

6:56

 

 

 

 

Fuente: INEC, Costa Rica. Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, 2017.

 

 

Brechas en el uso del tiempo entre las jefaturas de hogar en la zona rural

 

En el presente apartado, con el fin de conocer y cuantificar las brechas que se establecen en el uso del tiempo entre las mujeres y los hombres jefes de hogar de la zona rural, se examina el tiempo efectivo promedio que ambos dedican a las actividades de no trabajo y de trabajo, así como la carga global de trabajo, según grupo de edad, estado conyugal, nivel de instrucción y posición en el empleo.

El cuadro 8 contiene información referente al tiempo efectivo promedio en actividades de trabajo y de no trabajo, presta atención a las actividades de trabajo doméstico no remunerado. Justamente, como se puede observar, las mayores diferencias se establecen en las actividades de trabajo doméstico no remunerado, en donde el tiempo promedio efectivo que destinan las mujeres es más del doble que el tiempo destinado por los hombres. Mientras las mujeres le dedican casi 43 horas, los hombres destinan cerca de 16 horas, es decir, una diferencia de 27 horas. Estas diferencias se reflejan en las actividades relacionadas con la preparación y servicio de alimentos y bebidas, limpieza y mantenimiento de la vivienda y limpieza y cuidado de ropa y calzado, así como en algunas actividades de cuido, principalmente, el cuido de personas dependientes mayores a 12 años.

En el caso de las actividades relacionadas con el trabajo de autoconsumo, los hombres le dedican más tiempo, casi el doble, lo cual es frecuente en la zona rural, considerando que se tratan de actividades relacionadas principalmente con la cría de animales, cultivos huertos y reparaciones mayores a la vivienda. En referencia al trabajo no remunerado de apoyo a otros hogares y a la comunidad, la diferencia es más de una hora a favor de los hombres.

En un sentido contrario a las actividades de trabajo no remunerado, se direcciona el tiempo destinado a las actividades de trabajo remunerado. Como se puede observar en el cuadro 8, mientras que las mujeres le dedican un promedio cercano a las 34 horas, los hombres destinan casi 52 horas, casi una diferencia de 18 horas. Dicha diferencia se refleja tanto en la ocupación principal como en la ocupación secundaria.

En actividades de no trabajo, como formación, necesidades personales y tiempo libre, no se establecen diferencias por destacar. No obstante, en el caso particular de las actividades de tiempo libre relacionadas con el uso de medios masivos de comunicación, la práctica de deportes y ejercicio físico, así como el ocio pasivo, los hombres dedican un poco más de tiempo. Todas estas diferencias se reflejan en cálculo de las respectivas cargas globales de trabajo que se presentan en el cuadro 9.

 

Cuadro 8. Costa Rica: Mujeres y hombres jefes de hogar de la zona rural. Tiempo efectivo promedio en actividades de trabajo y de no trabajo

 

Actividades

Mujeres

Hombres

 

 

 

Actividades de trabajo

 

 

 

 

 

Trabajo doméstico no remunerado

42:38

15:58

 Preparación y servicio de alimentos y bebidas

16:47

6:08

 Limpieza y mantenimiento de la vivienda

11:44

4:53

 Construcción y reparaciones menores de la vivienda y vehículo

1:22

2:25

 Limpieza y cuidado de ropa y calzado

5:22

1:33

 Compras del hogar

2:29

2:25

 Gerencia y administración del hogar

1:59

1:18

 Cuidados de salud de menores de 12 años

2:24

2:17

 Cuido de personas del hogar de 12 años y más

3:17

2:37

 Cuido personas hogar totalmente dependientes 12 años y más

14:02

9:28

 

Trabajo de autoconsumo

4:41

8:41

 

Trabajo no remunerado de apoyo a otros hogares y a la comunidad

5:14

4:30

 

Trabajo remunerado

33:55

51:52

Trabajo en ocupación principal

31:20

46:55

Trabajo en ocupación secundaria

10:31

16:08

 

Actividades de no trabajo

 

Actividades de formación

17:17

16:08

 

Necesidades personales

72:18

70:35

 

Tiempo libre

29:34

33:18

Uso de medios masivos de comunicación

15:02

17:15

Práctica de deportes y ejercicio físico

3:12

4:48

Ocio pasivo

6:56

8:29

 

Fuente: INEC, Costa Rica. Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, 2017.

 

De acuerdo con el INEC[9], la carga global de trabajo contempla el tiempo efectivo utilizado en trabajo doméstico no remunerado y el trabajo remunerado, lo cual refleja la magnitud de los dos tipos de trabajo que recae sobre uno u otro sexo. En específico, en este contexto y dadas las mayores diferencias en el tiempo efectivo destinado al trabajo doméstico no remunerado que se mostraron en el anterior apartado, la carga global de trabajo es más alta para las mujeres. Como se observa en el cuadro 9, la cual contiene la información correspondiente a la carga global de trabajo para las mujeres y hombres, es clara la diferencia que se establece entre uno y otro, en cualquiera de los rubros en consideración.

En términos generales, la diferencia en la carga global de trabajo es de más de 8 horas. En el caso particular de los grupos de edad, la mayor carga global de trabajo recae en las mujeres menores de 35 años, aunque se debe reconocer que la diferencia con los otros grupos de edad de mujeres no resulta del todo muy amplia. En lo que corresponde al estado conyugal, la mayor carga global de trabajo se refleja en el grupo de mujeres divorciadas, separadas o viudas. A nivel de instrucción, las mujeres con estudios de secundaria completa o superior son las que registran la mayor carga global de trabajo, con cifras superiores a las 75 horas, incluso cerca de las 83 horas en el caso de las mujeres con estudios de secundaria. En cuanto a la posición en el empleo, las mujeres empleadas en una empresa o institución son las que muestran una mayor carga global de trabajo, con casi 12 más que un hombre en su misma posición. Algo similar ocurre con las mujeres que trabajan por cuenta propia, donde la diferencia en la carga global de trabajo es de 11 horas.

 

Cuadro 9. Costa Rica: Mujeres y hombres rurales jefes de hogar. Carga global de trabajo según grupo de edad, estado conyugal, nivel de instrucción y posición en el empleo

 

Característica

Mujeres

Hombres

 

 

 

Total

71:43

63:25

 

 

 

Grupos de edad

 

 

12 a 19 años

92:47

64:24

20 a 35 años

76:00

70:30

36 a 54 años

72:21

64:22

55 y más años

73:44

55:56

 

 

 

Estado conyugal

 

 

Casadas(os) o unidas(os)

71:53

63:26

Divorciadas(os), separadas(os) o viudas(os)

76:25

69:32

Solteras(os)

74:06

68:03

 

 

 

Nivel de instrucción

 

 

Primaria incompleta y menos

73:04

61:40

Primaria completa y secundaria incompleta

73:25

65:02

Secundaria completa

82:47

65:20

Superior

77:22

68:37

 

 

 

Posición en el empleo

 

 

Un negocio o actividad propia

75:01

64:07

Como empleada o empleado de una persona/empresa o institución

76:47

64:47

Como empleada o empleado de casas particulares

69:46

56:14

Como ayuda a una persona familiar o conocido que tiene un negocio o actividad propia

75:11

64:04

Como ayuda a una persona o familiar conocido que trabaja para un patrón o empresa

63:16

85:35

 

Fuente: INEC, Costa Rica. Encuesta Nacional de Uso del Tiempo, 2017.

 

 

Conclusiones

 

En definitiva, los datos sobre el uso del tiempo constituyen una importante herramienta para reconocer y comprender la participación de la mujer en la fuerza laboral, tanto remunerada como no remunerada. En el caso particular de Costa Rica, los resultados de la ENUT 2017 evidencian que las brechas de género en el uso del tiempo siguen mediadas por la cantidad de tiempo empleado en la realización del trabajo doméstico no remunerado. Particularmente en el contexto del medio rural, aunque actualmente las mujeres cuentan con mejores alternativas de inserción al mercado laboral y acceso a la educación, los datos de la ENUT 2017 muestran que siguen concentrando, con un gran margen de diferencia, las actividades domésticas.

Entre las principales características de las mujeres rurales jefas de hogar, a la luz de la ENUT 2017, se puede destacar que cerca del 45 % de ellas se encuentra separadas o solteras, muy por encima del 32,9 % que conviven en unión. En cuanto a su nivel de instrucción, un poco más del 80 % apenas cuentan con primaria o secundaria incompleta, donde solamente el 7,53 % tienen secundaria completa y el 10,12 % cuentan con algún grado de educación superior. También, se determinó que al momento de la encuesta, más del 90 % no da continuidad a sus estudios debido a situaciones como embarazo, trabajo o por las propias actividades que demanda el hogar. Respecto de sus condiciones de empleo, casi el 80 % corresponde a ocupaciones no elementales y trabajadoras de los servicios y vendedoras de comercios y mercados, llevando a cabo su actividad laboral por cuenta propia o como empleada de una persona, empresa, institución o en casas particulares.

Al estudiar las actividades que conforman el trabajo doméstico no remunerado, se determinó que las mujeres rurales jefas de hogar le dedican un tiempo efectivo promedio cercano a las 43 horas semanales, en actividades propiamente relacionadas con la limpieza y el mantenimiento de la vivienda, la preparación de alimentos  y el cuidado de menores. La tasa de participación del trabajo remunerado indica que el 54,91 % de las mujeres rurales jefas de hogar están incorporadas en el mercado de trabajo, con una dedicación promedio de tiempo aproximada a 34 horas semanales. En lo que corresponde al tiempo libre, le dedican un promedio cercano a las 30 horas semanales, en su mayoría destinado a ver televisión y utilizar su teléfono celular. Solamente una quinta parte dedican tiempo a la práctica de deportes y ejercicio físico, con un promedio cercano a las tres horas. En relación con el ocio pasivo, un 66,18 % dedica algún tiempo a estas actividades, con un promedio de tiempo de casi siete horas semanales.

De igual forma se determinó que mientras las mujeres rurales jefas de hogar le dedican casi 43 horas semanales a las actividades de trabajo no remunerado, los hombres rurales jefes de hogar le dedican 16 horas semanales, es decir, una diferencia de 27 horas. En cuanto al tiempo destinado a las actividades de trabajo remunerado, las mujeres rurales jefas de hogar le dedican un promedio cercano a las 34 horas semanales y los hombres rurales jefes de hogar casi 52 horas semanales, una diferencia de 18 horas. Esto anterior se refleja en una mayor carga global de trabajo para las mujeres, en particular las que tienen menos de 35 años, que no tienen pareja y cuentan con estudios de secundaria.

Si duda, resulta importante volver a mirar estos datos a luz de la nueva realidad que plantea la pandemia debido a la COVID-19, considerando los cambios en las cargas globales de trabajo de las mujeres, principalmente las repercusiones que trae consigo el teletrabajo, las clases virtuales, las medidas de confinamiento, el desempleo y la consecuente reducción de ingresos monetarios en el ámbito de los hogares.

A manera de recomendación, es necesario promover alternativas que potencien la utilización de los datos que arrojan estos tipos de encuestas, ya que no solamente constituyen un esfuerzo de tiempo y de recursos económicos por parte del Estado que se deben aprovechar, sino que también se convierten en una herramienta objetiva y válida para reflejar situaciones que ocurren en nuestra sociedad y que son constantemente invisibilizadas.

 

 

 

Formato de citación según APA

Porras-Solís, Á. J. (2021). Uso del tiempo de las mujeres rurales jefas de hogar en Costa Rica. Revista Espiga, 20(42), 169-187.

 

Formato de citación según Chicago-Deusto

Porras-Solís, Ángel Jesús. «Uso del tiempo de las mujeres rurales jefas de hogar en Costa Rica». Revista Espiga 20, n.º 42 (julio - diciembre, 2021): 169-187.

 


 

Referencias

 

Bárcena, Alicia. «Mujeres rurales y Agenda 2030 en América Latina y el Caribe: una mirada desde el mercado de trabajo». En: Luchadoras: mujeres rurales en el mundo: 28 voces autorizadas, 21-26, San José: IICA, 2018. Acceso: 15 de enero de 2021, https://repositorio.iica.int/bitstream/handle/11324/7221/BVE18040310e.pdf?sequence=1&isAllowed=y

 

INEC. Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2017: Resultados generales. San José: INEC, 2018. Acceso: 12 de julio de 2021. https://www.inec.cr/sites/default/files/documetos-biblioteca-virtual/reenut2017.pdf

 

Navarro-Ochoa, Angélica. «¿Mujeres proveedoras y jefas de familia? Nuevas realidades rurales en localidades de la región zamorana». La ventana. Revista de estudios de género 4, n.° 31 (2010): 139-171. Acceso: 25 de enero de 2021. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-94362010000100007&lng=es&tlng=es

 

Sandoval-Carvajal, Irma y González-Vega, Lidia María. «Estimación del valor económico del trabajo no remunerado en Costa Rica. Resultados e ilustración metodológica». Estudios Demográficos y Urbanos 30, n.° 3, (2015): 691-724. Acceso: 02 de febrero de 2021. https://estudiosdemograficosyurbanos.colmex.mx/index.php/edu/article/view/1497/1490

 

Waring, Marilyn. «Política y estrategia de provisión de la atención de salud en la región de la OPS y medición del trabajo no remunerado». En: La economía invisible y las desigualdades de género. La importancia de medir y valorar el trabajo no remunerado, 245-286. Washington D.C.: OPS, 2008. Acceso: 15 de enero de 2021.  https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/6034/LA%20ECONOMIA%20INVISIBLE.pdf?sequence=1&isAllowed=y

 

 



[1] Navarro-Ochoa, Angélica, «¿Mujeres proveedoras y jefas de familia?, Nuevas realidades rurales en localidades de la región zamorana», La ventana, Revista de estudios de género 4, n.° 31 (2010): 139-171, acceso: 25 de enero de 2021, http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-94362010000100007&lng=es&tlng=es

[2] Irma Sandoval-Carvajal y Lidia María González-Vega, «Estimación del valor económico del trabajo no remunerado en Costa Rica. Resultados e ilustración metodológica», Estudios Demográficos y Urbanos 30, n.° 3 (2015): 691-724, acceso: 02 de febrero de 2021, https://estudiosdemograficosyurbanos.colmex.mx/index.php/edu/article/view/1497/1490

[3] Alicia Bárcena, «Mujeres rurales y Agenda 2030 en América Latina y el Caribe: una mirada desde el mercado de trabajo», en: Luchadoras: mujeres rurales en el mundo: 28 voces autorizadas, 21-26 (San José: IICA, 2018), acceso: 15 de enero de 2021, https://repositorio.iica.int/bitstream/handle/11324/7221/BVE18040310e.pdf?sequence=1&isAllowed=y

[4] Marilyn Waring, «Política y estrategia de provisión de la atención de salud en la región de la OPS y medición del trabajo no remunerado», en: La economía invisible y las desigualdades de género. La importancia de medir y valorar el trabajo no remunerado, 245-286 (Washington D.C.: OPS, 2008), acceso: 15 de enero de 2021,  https://iris.paho.org/bitstream/handle/10665.2/6034/LA%20ECONOMIA%20INVISIBLE.pdf?sequence=1&isAllowed=y

 

 

[5] INEC, Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2017: Resultados generales (San José, INEC, 2018), 38, acceso: 12 de julio de 2021, https://www.inec.cr/sites/default/files/documetos-biblioteca-virtual/reenut2017.pdf

[6] Promedio de horas semanales dedicadas a determinada actividad por parte de la población que reportó realizarla.

[7] La tasa de participación hace referencia al porcentaje de la población de 12 años y más que dedicó tiempo a determinada actividad.

[8] INEC, Encuesta Nacional de…, 23.

 

[9] INEC, Encuesta Nacional de…, 51.