Fomento del turismo científico en Costa Rica1

Promotion of Scientific Tourism in Costa Rica

Mario Boza2

DOI: 10.22458/rb.v33iEspecial.4393

La búsqueda de nuevas actividades generadoras de divisas internacionales es una de las acciones que han comenzado a llevar a cabo los países en desarrollo, conforme bajan los precios de los productos de exportación tradicionales y suben los de las importaciones.

El fomento del turismo científico es una de esas actividades nuevas, la cual - es importante indicar - es exclusiva de aquellos países que como Costa Rica cuentan con áreas naturales o culturales inalteradas y que posean interés para un público internacional. Aunque este nuevo “producto de exportación” por sí solo no vaya a ser la salvación de la economía de un país, sí puede llegar a ser de considerable importancia y, como se verá luego, tiene muchas ventajas sobre otros tipos más tradicionales de fuente de ingresos de divisas.

El turismo científico es una modalidad reciente del turismo tradicional. En este caso los turistas son personas amantes de la naturaleza y de las bellezas escénica, más que de los casinos, los deportes para multitudes, las grandes urbes, las áreas histórico tradicionales y las emociones fuertes. El turista científico busca -entre lo natural- volcanes activos, playas donde arriben tortugas marinas, grutas, cataratas, páramos, esteros, glaciales, bosques petrificados, arrecifes de coral, desiertos y áreas de bosques pluvial, secos o nubosos que posean flora y fauna diversas e interesantes. Entre lo cultural, buscará ruinas mayas o incaicas, templos y monasterios remotos y culturas que hayan conservado tradiciones milenarias. La mejor recompensa que un turista científico puede recibir es ver una lapa, un quetzal o un águila imperial, observar tortugas desovando o murcielagos saliendo de una cueva al anochecer, fotografiar tigres y rinocerontes montado en un elefante, navegar por un lago repleto de flamencos o caminar por un largo sendero abierto por los indios hace algunos milenios. Las Islas Galápagos (Ecuador), el Lago Titicaca (Perú - Bolivia), las Llanuras de Serengeti (Tanzania), el Gran Cañón del Colorado (E.U.A.), Machu Picchu (Perú), La Gran Muralla (China), el Valle de Kashmir (India), el Valle Al Rift (Kenya) y la zona del Everest (Nepal), son algunos de los muchos sitios preferidos en la actualidad por los turistas científicos.

Costa Rica tiene mucho que ofrecerle a esta nueva modalidad de turismo. El país cuenta con volcanes activos, arrecifes de coral, cavernas decoradas, una extensa red de canal naturales, páramos, playas silvestres, áreas donde anidan tortugas y aves migratorias, fuentes termales y lo más importante, una extraordinaria diversidad de hábitats de gran riqueza en especies de plantas y animales. Sin embargo, este tipo de turismo prácticamente no existe en el país; solamente un norteamericano residente, en asocio con la Compañía Mountain Travel Inc., trae ocasionalmente grupos de excursionistas que visitan los parques nacionales Santa Rosa, Corcovado y Chirripó, y la Reserva de Monteverde.

En consecuencia, el país está perdiendo una buena forma de “diversificar sus exportaciones”, a pesar que cuenta con un excelente sistema de parques nacionales y reservas equivalentes, a los cuales únicamente les falta la construcción de estaciones biológicas para acomodar grupos organizados de excursionistas.

El turismo científico tiene una serie de ventajas para nuestro país, como “exportación nueva”, que lo ponen adelante sobre otras actividades generadoras de divisas. Entre ellas se pueden mencionar:

  1. No se consumen los recursos - caso de la minería -, ni se provoca contaminación ambiental - caso de las industrias -.
  2. No hay nada que construir. Los bosques y los animales son un recurso dado por la naturaleza, que únicamente hay que proteger.
  3. El país ya cuenta como se indicó anteriormente con un sistema de parques y reservas, lo que significa que la inversión básica ha sido hecha y las áreas están listas - con pocos desarrollos - para recibir turistas. Entre estos pocos desarrollos se incluyen la construcción de pequeñas estaciones biológicas, la adquisición de caballos y la apertura de muchos senderos. No hay que pensar en carreteras, museos u otras obras caras, que éstas se construyen más para los visitantes tradicionales que para los turistas científicos.
  4. Se puede desarrollar una serie de actividades secundarias, como la artesanía, la siembra de productos hortícolas para abastecer las estaciones biológicas - o los hoteles cuando el movimiento sea grande -, y el empleo de boteros, guías y cuidadores de caballos.
  5. Es una forma importante de contribuir al desarrollo rural y a la ocupación de hoteles en playas o cabeceras de provincias.

El fomento del turismo científico hacia Costa Rica es una actividad que debe iniciar sin tardanza el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), con la colaboración del Servicio de Parques Nacionales (SPN). El ICT deberá financiar la construcción de estaciones biológicas, llevar a cabo la promoción requerida en Europa y Estados Unidos, dar incentivos para que operen en el país compañías involucradas en esta clase de turismo y organizar todo un sistema de información, reservaciones y administración conjunta de las estaciones con el SPN. En esta forma, el país podrá beneficiarse económicamente de un sistema de parques nacionales que goza de un elevado reconocimiento científico a nivel mundial.


1 Comentario (editorial) de Mario Boza Loría en la revista de educación ambiental Biocenosis. Volumen 2, Número 2, octubre-diciembre, 1980. Universidad Estatal a Distancia.

2 Jefe del Programa de Educación Ambiental de la Universidad Estatal a Distancia.